Harry y Hansel Potter y la maldita piedra filosofal

Harry Potter - J. K. Rowling
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Harry y Hansel Potter y la maldita piedra filosofal
Summary
¿Y si Harry Potter hubiera tenido un hermano? ¿Que sería diferente?¿Que pasaría si Harry tenía alguien en esos momentos de su infancia tan solitaria?¿Que cambiaría? O Un hermano mayor(solo por 5 segundos) deseando tener una vida tranquila para el y su hermanito
Note
HOLA! No sé si alguien va a leer esto pero si por algún milagro alguien lo lee una disculpa por los errores xd
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Desagradable y Dragón

Una vez en la sala común, los Gryffindor festejan que ganaron, halagado y felicitando al azabache. Después de una hora Harry se fue de la fiesta, un poco cansado de tanta gente y ruido.

Necesitando aire, Harry camina hasta el campo de quidditch llegado a la cabaña. Se apoyó contra la puerta de madera y miró hacia Hogwarts, cuyas ventanas despedían un brillo rojizo en la puesta del sol. 

Al escuchar pasos mira hacia donde proviene, siendo Golden quien caminaba hacia el —¿Hansel? ¿Que haces aquí solo?—Pregunta confundido mirando detrás de su hermano buscando a otra serpiente, pero no encuentra a nadie.

Hansel se detiene frente suyo con una expresión inocente —¡Hola Green! queria felicitarte por ganar, ¡felicidades!—Dice riendo sin contestar su última pregunta.

Harry exasperado y divertido estira la mano para jalar su mejilla, preguntándose cómo hizo Golden para escapar de Bèl je y lo demás.

Mientras Harry jalaba la mejilla de Hansel, la mirada de éste se desvía hacia el costado—...Alguien está entrando al bosque encantado—Dice el azabache vibrando de emoción.

Ambos gemelos se giran para observar con diversión y confusión a una figura encapuchada que bajaba sigilosamente los escalones delanteros del castillo. Era evidente que no quería ser visto dirigiéndose a toda prisa hacia el bosque prohibido.

La curiosidad se encendió en la mente de Harry mientras observaba. Tenía una sospecha sobre quién era la figura que se alejaba escabulléndose en el bosque.

Hansel se tambaleó sobre su lugar, curioso cuando Harry se dio la vuelta para entrar a la cabaña, solo tardo 30 segundos cuando salió con su Nimbus 2.000

Subiéndose a su escoba Harry extendió la mano—...Vamos, sube, tengo curiosidad—Dice mientras agarra la mano de Hansel.

Harry frunce el ceño a sentir la mano de Golden áspera y llena de raspones, después de dudar se decidió pregúntale más tarde, se deslizó silenciosamente sobre el castillo, viendo a la figura entrando al bosque.

Lo sigue. Los árboles eran tan espesos que no podía ver adónde había ido la figura. Voló en círculos, cada vez más bajos, rozando las copas de los árboles, hasta que Hansel apunto algún lado, llendo a dónde Golden apunto, empezó a escuchar voces.

Se deslizó hacia allí y descendió sin ruido, sobre un haya. Con cuidado se detuvo en una rama, sujetando su escoba y tratando de ver a través de las hojas. Abajo, en un espacio despejado y sombrío, vio a la figura. Pero no estaba solo. Quirrell también estaba allí.

Harry no podía verle la cara, pero tartamudeaba como nunca. Se esforzó por oír lo que decían.—... n-no sé p-por qué querías ver-verme j-justo a-aquí, de entre t-todos los l-lugares, Severus...—Solto un resoplido, Ya tenía la sospecha de que la figura era Snape.

Harry rueda los ojos divertido a sentir como Hansel ríe ocultando su rostro en su espalda, volvió su atención a Snape cuando lo escucho hablar—Oh, pensé que íbamos a mantener esto en privado —Dijo Snape con voz gélida—. Después de todo, los alumnos no deben saber nada sobre la Piedra Filosofal.—El azabache se inclinó hacia adelante, curioso por la conversación.

Quirrell tartamudeaba algo y Snape lo interrumpió.—¿Ya has averiguado cómo burlar a esa bestia de Hagrid?— El hombre Pregunta

—Pero Severus, t-tu... 

—Tú no querrás que yo sea tu enemigo, Quirrell —Dijo Snape, dando un paso hacia él. 

—Y-yo no s-sé qué... —Snape lo interrumpió otra vez—Tú sabes perfectamente bien lo que quiero decir—Una lechuza dejó escapar un grito y Harry no se cayó del árbol porque Hansel lo sujeto a tiempo.

Ignorando la diversión de su hermano. Se enderezó a tiempo para oír a Snape decir:—... Tu pequeña parte del abracadabra. Estoy esperando.—Dice cruzado de brazos

Quirrell parecía al borde del pánico—P-pero y-yo no...—Los gemelos miraron divertido al asustado hombre, ambos lo encontraron desagradable así que apoyaban totalmente la intimidación de Snape.

—Muy bien —Lo interrumpió Snape—. Vamos a tener otra pequeña charla muy pronto, cuando hayas tenido tiempo de pensar y decidir dónde están tus lealtades.—Se echó la capa sobre la cabeza y se alejó del claro. Ya estaba casi oscuro, pero Harry pudo ver a Quirrell inmóvil, como si estuviera petrificado. 

Después de esperar que Quirrell se fuera. Se quedara unos minutos más, Harry acompañó a Hansel hasta su sala encontrándose en el camino con Ron. 

Antes de que Ron entrará a su sala común, Harry le dijo que tenía algo importante que decirle para mañana.

Después de volver a su sala común informó a Hermione y Neville que tiene algo que decirle mañana temprano antes del desayuno.

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A la mañana siguiente el cuarteto problemático se encontró en una habitación vacía. Se aseguró de que Peeves no estuviera dentro antes de cerrar la puerta.

—Harry, ¿Qué sucede? —Preguntó Hermione con voz cansada. 

Neville avanza bostezando—Debe ser importante si estás levantado —Dice acomodando su túnica con pereza.

Ron se acomodo en un escritorio vacío—Me olvidé felicitarte ayer Harry, felicidades por ganar—Dijo bostezando levantando sus pulgares 

De repente olvidando su pereza Ron sonríe animado —. ¡Y yo le puse un ojo negro a McLaggen y Neville trató de vencer a sus amigos, es una suerte que Nott llegará para ayudarte Nev o estarías inconsciente—Dice mirando al otro niño, quien se sonrojó avergonzado.

Harry ríe un poco por las palabras de Ron—Gracias, aunque todavía tengo curiosidad por la pelea—bufa cuando los tres miran para otro lado.

Suspirando decide dejar el tema para decirles lo que había visto y oído.—Así que teníamos razón, es la Piedra Filosofal y Snape trata de obligar a Quirrell a que lo ayude a conseguirla.—Frunce el ceño, siente que Quirrell no es tan inocente—...Es muy probable que allá cantidades de hechizos o encantamientos anti-Artes Oscuras que Snape necesita romper... en mi opinión ambos están trabajando juntos—Dice con seriedad cruzadose de brazos. 

No sabe porque pero Quirrell le es desagradable, después de que su hermano lo ignorará desconfía del hombre, no ayuda que siempre se sienta vigilando cuando está en su clase o que Hansel parezca sentir dolor o cansancio estando cerca de Quirrell.

Hermione lo miro incrédula—Tu odias a Quirrell, estás siendo parcial—Dice moviendo su mano—Volviendo al tema ¿La Piedra estará segura mientras Quirrell se oponga a Snape? —Preguntó alarmada. 

Ron y Neville hacen una mueca—...En ese caso no durará mucho — Dijeron al mismo tiempo. 

Sin embargo, Quirrell parecía que tenía más fuerza de voluntad de lo que había pensado. En las semanas que siguieron se fue poniendo cada vez más delgado y pálido, pero no parecía que hubiera cedido. 

Cada vez que pasaban por el pasillo del tercer piso, Harry, Ron, Neville y Hermione apoyaban las orejas contra la puerta, para ver si Fluffy estaba gruñendo, allí dentro. 

Snape seguía con su habitual mal carácter, lo que seguramente significaba que la Piedra estaba a salvo. 

Aunque Hermione y Neville le dijeron que Quirrell no trabajaba con Snape, eso no evitaba que el azabache mirará con disgusto o burla al hombre de turbante, siendo regañado por el Neville, mientras que el pelirrojo encontraba la situación divertida.

Hermione, sin embargo, tenía en su mente otras cosas, además de la Piedra Filosofal. Había comenzado a hacer horarios para repasar y a subrayar con diferentes colores sus apuntes. 

A Harry, Neville y Ron eso no les habría importado, pero los fastidiaba todo el tiempo para que hicieran lo mismo. 

—...Hermione, faltan siglos para los exámenes.—Dijo Neville haciendo una mueca a ver el trabajo de Herbología espantoso de Harry 

—Diez semanas —replicó Hermione—. Eso no son siglos, es un segundo para Nicolás Flamel.—Dice mirando con reproche a Harry y Ron que estaban comiendo dulces.

—Pero nosotros no tenemos seiscientos años —Le recordó Ron—. De todos modos, ¿para qué repasas si ya te lo sabes todo?—Pregunta curioso el pelirrojo.

Hermione mira incrédula a Ron—¿Que para qué estoy repasando? ¿Estás loco? ¿Te has dado cuenta de que tenemos que repasar estos requisitos para entrar al segundo año? Son muy importantes, tendría que haber empezado a estudiar hace un mes, no sé lo que me pasó... —Dice rápidamente al borde del pánico.

Desgraciadamente, los profesores parecían pensar lo mismo que Hermione. Les dieron tantos deberes que las vacaciones de Pascua no resultaron tan divertidas como las de Navidad.

Era difícil relajarse con Hermione al lado, recitando los doce usos de la sangre de dragón o practicando movimientos con la varita. 

Quejándose y bostezando, Harry, Neville y Ron pasaban la mayor parte de su tiempo libre en la biblioteca con ella, tratando de hacer todo el trabajo suplementario. 

—Nunca podré acordarme de esto —estalló Ron una tarde, arrojando la pluma y mirando por la ventana de la biblioteca con nostalgia. 

Era realmente el primer día bueno desde hacía meses. El cielo era claro, y las nomeolvides azules y el aire anunciaban el verano.

Neville río levemente por el pelirrojo, mientras que Harry suspiro de acuerdo buscando «díctamo» en Mil hierbas mágicas y hongos 

Levantó la cabeza al escuchar que Ron decía—¡Hagrid! ¿Qué estás haciendo en la biblioteca?—Pregunto el pelirrojo animado por dejar de lado la tarea.

Hagrid que tenía un aire desmañado, escondía algo detrás de la espalda. Parecía muy fuera de lugar; con su abrigo de piel de topo. —Estaba mirando —Dijo con una voz evasiva que les llamó la atención.

—.¿Y ustedes qué hacen acá? —De pronto pareció sospechar algo—. No estarán buscando todavía a Nicolás Flamel, ¿no?—Pregunta mirando con cautela a los cuatro.

—Oh, lo encontramos hace siglos —Dijo Ron con aire arrogante—. Y también sabemos lo que custodia el perro, es la Piedra Fi... 

—¡¡Shhh!! —Hagrid miró alrededor para ver si alguien los escuchaba—. No pueden ir por ahí diciéndolo a gritos. ¿Qué les pasa?—Dice alarmado.

—En realidad, hay unas pocas cosas que queremos preguntarte —Dijo Harry— sobre qué cosas más custodian la Piedra, además de Fluffy...—Murmura pensativo.

—¡SHHHHH! —Los callo Hagrid otra vez—. Miren, vengan a verme más tarde, no les prometo que vaya a decir algo, pero no andes por ahí hablando, los alumnos no deben saber nada. Van a pensar que yo les lo he contado...—Dice con seriedad 

Harry comparte una mirada con los demás, a ver cómo estaban de acuerdo, todos vuelve a mirar a Hagrid—Te vemos más tarde, entonces —Dijo sonriendo divertido, viendo cómo Hagrid sale a paso rápido de la biblioteca.

—¿Qué escondía detrás de la espalda? —Dice Hermione con aire pensativo. 
 
—¿Creen que tiene que ver con la Piedra?—Pregunta en voz baja Neville dejado su tarea de lado.

—Voy a ver en qué sección estaba —Dijo Ron, alegre por la situación. 

Regresó un minuto más tarde, con muchos libros en los brazos. Los desparramó sobre la mesa.—¡Dragones! —susurró—. ¡Hagrid estaba buscando cosas sobre dragones! Miren estos dos: Especies de dragones en Gran Bretaña e Irlanda y Del huevo al infierno, guía para guardianes de dragones..—Dice fascinado Ron.

Harry mirá los libros con curiosidad—Hagrid siempre quiso tener un dragón, nos lo dijo el día que lo conocimos...—Murmura con una mueca, recordando el entusiasmo de su hermano por el tema.

—Pero va contra nuestras leyes —Dijo Ron—. Criar dragones fue prohibido por la Convención de Magos de 1709, todos lo saben. Era difícil que los muggles no nos detectaran si teníamos dragones en nuestros jardines.—Dice tranquilo disfrutando como los tres presta atención a sus palabras.

—De todos modos, no se puede domesticar un dragón, es peligroso. Tendrían que ver las quemaduras que Charlie se hizo con esos dragones salvajes de Rumania.—Dijo con seriedad Ron mirando por dónde Hagrid se fue.

Harry también mira por dónde fue Hagrid—Pero no hay dragones salvajes en Inglaterra, ¿verdad? —Preguntó curioso.

—Por supuesto que hay —respondió el pelirrojo—Verdes en Gales y negros en Escocia. Al ministro de Magia le ha costado trabajo silenciar ese asunto, te lo aseguro. Los aurores tienen que hacerles encantamientos a los muggles que los han visto para que olviden.—Dijo mientras le pasa uno de los libros a Neville quien se lo pidió.

Hermione mirá los libros de dragones también—Entonces ¿en qué está metido Hagrid? —Pregunta a todos frunciendo el ceño. 
 
Los cuatro miraron por dónde se fue Hagrid para luego mirarse estando de acuerdo en descubrir qué sucede.

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Cuando llamaron a la puerta de la cabaña de Hagrid, una hora más tarde, les sorprendió ver todas las cortinas cerradas.

La voz de Hagrid le preguntó «¿Quién es?» antes de dejarlos entrar, y luego cerró rápidamente la puerta tras ellos. En el interior; el calor era sofocante. Pese a que era un día cálido, en la chimenea ardía un buen fuego.

El cuarteto problemático miraron confundidos y sorprendidos a Malfoy quien parecía enojado, a Hansel quién hablaba alegremente con Smith que lo escuchaba con atención, los tres niños tenían tazas de té y bocadillos que estaba sin tocarse.

Harry mira al rubio molesto con desagradó —Smith, ¿Porque estás acá?—Pregunta molesto ignorando el suspiro de Hermione y la risita de Ron y Neville.

El rubio lo mira con tranquilidad—Hola a ti también Potter, Estoy acompañando a kleine Sonne y Malfoy a tomar el té con Hagrid—Dice ocultando su sonrisa detrás de su taza.

Solo el agarre de Hermione y Neville evito que Harry se lanzará contra el rubio.

Hagrid sin darse cuenta de la situación les preparó el té y le ofreció bocadillos de comadreja, que ellos no aceptaron.—Entonces ¿querían preguntarme algo?—Pregunta curioso mirando a los niños 

Harry se relajo sentándose frente a su hermano mirando mal a Smith —....Te preguntaremos después Hagrid —Dice con molestia ignorando las miradas curiosas de Golden y Bèl je.

Hermione, Neville y Ron miraron disimuladamente a lo dos rubios, también estuvieron de acuerdo en preguntar más tarde.

Draco mira como Baloo asiente de acuerdo, su mirada se dirige al cuarteto problemático, quienes parecían ocultar algo, se pregunta si es lo que le dijo Hansel.

Decidiendo preguntar después mira al gigante—Baloo, ¿podríamos abrir una ventana? Me estoy asando.—Dice secándose el sudor, lo demás asiente de acuerdo, menos Hansel quien sonríe.

Hagrid pareció avergonzado—No puedo, Draco, lo siento—respondió pasando su mano por su barba. 

Draco y Harry notaron que miraban de reojo hacia el fuego para luego mirarse mutuamente un poco incrédulos.

Deseando estar equivocado Harry volvió a mirar a Hagrid.—... ¿Qué es eso? —Pregunta exasperado haciendo que todos miraran aquel lugar.

En el centro de la chimenea, debajo de la cazuela, había un enorme huevo negro. 

—Ah —Dijo Hagrid, tirándose con nerviosismo de la barba—. Eso... eh... —Dijo balbuceando varias cosas 

El primero en reaccionar es Hansel, que riendo se levanta de su asiento para ir hasta la chimenea, seguido por Smith que se para a su lado.

Frunciendo el ceño, Harry también se levanta de su asiento, empujado a Smith para pararse al lado de su hermano, ignorando la mirada de reproche de Hansel.

Smith ríe levemente, cuando Malfoy también lo empuja para ponerse del otro lado, sin tomarle importancia se coloca detrás de Hansel, divertido cuando el azabache también mira con reproché al rubio.

Lo demás también se acerca curiosos para observar mejor el huevo.—¿Dónde lo has conseguido, Hagrid? —Preguntó Ron, agachándose ante la chimenea para ver de cerca el huevo— Debe de haberte costado una fortuna.—Dijo examinando el huevo tratado de averiguar que raza es.

—Lo gané —Explicó Hagrid—. La otra noche. Estaba en la aldea, tomando unas copas y me puse a jugar a las cartas con un desconocido. Creo que se alegró mucho de librarse de él, si he de ser sincero.—Dice entusiasmado.

—Pero ¿qué vas a hacer cuando salga del cascarón? —Pregunta Hermione. 

—Bueno, estuve leyendo un poco —Dijo Hagrid, sacando un gran libro de debajo de su almohada—. Lo conseguí en la biblioteca: Crianza de dragones para placer y provecho. Está un poco anticuado, por supuesto, pero sale todo. Mantener el huevo en el fuego, porque las madres respiran fuego sobre ellos y, cuando salen del cascarón, alimentarlos con brandy mezclado con sangre de pollo, cada media hora. Y mirad, dice cómo reconocer los diferentes huevos. El que tengo es un ridgeback noruego. Y son muy raros.—Parecía muy satisfecho de sí mismo. Hagrid le pasó el libro que sostenía a Hansel y Draco que lo observaba con atención.

Lo demás niños miraban a Hagrid incrédulos, Hermione suspira exasperada—Hagrid, tú vives en una casa de madera —Dijo mirando con reproche al hombre. 

Estuvieron hablando y regañando durante varios minutos con Hagrid, hasta que para gran disgusto de Harry. Smith invita a su hermano a comer con el en la mesa Hufflepuff.(Antes de que Bèl je o El puedan decir algo, el rubio desagradable agarra la mano de Hansel para irse corriendo de la cabaña cuando su hermano acepta la invitación) Bèl je se despidió de ellos rápidamente para irse detrás del dúo.

La única razón por la Harry no fue tras de ellos, es porque todos tenían preguntas, así que los cuatro interrogaron a Hagrid haciéndole preguntas como ¿Si hay algo más que custodie la piedra además de Fluffy? entre muchas más preguntas.

Se enteraron varias cosas, como que todos los profesores dejaron algo para cuidar la piedra y que solo Hagrid sabía cómo pasar a Fluffy.

Después de que terminaron de preguntar intentaron convencer de nuevo a Hagrid sobre deshacerse del huevo pero Hagrid no escuchaba.

Canturreaba alegremente mientras alimentaba el fuego. Así que ya tenían algo más de qué preocuparse: lo que podía sucederle a Hagrid si alguien descubría que ocultaba un dragón ilegal en su cabaña. 

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—Me pregunto cómo será tener una vida tranquila —Suspiró Ron, mientras noche tras noche luchaban con todo el trabajo extra que les daban los profesores. 

Hermione había comenzado ya a hacer horarios de repaso para Harry, Neville y Ron. Los estaba volviendo locos. Entonces, durante un desayuno, Hedwig le entregó a Harry otra nota de Hagrid. Sólo decía: «Está a punto de salir». 

Harry noto como Diaval también le entrego una nota a su hermano quien a leerla se vio emocionado, para pasarla a Bèl je y los demás quienes se veían dudoso. 

Ron quería faltar a la clase de Herbología e ir directamente a la cabaña. Hermione no quería ni oír hablar de eso. 

—Hermione, ¿cuántas veces en nuestra vida veremos a un dragón saliendo de su huevo?—Pregunta Ron mirando suplicante a la niña.

—Tenemos clases, nos vamos a meter en líos y no vamos a poder hacer nada cuando alguien descubra lo que Hagrid está haciendo...—Dice con un tono de regaño.

Harry y Neville observan divertidos la discusión de ambos, dicha discusión duro todo el camino hacia la clase de Herbología. Al final, Hermione fue a la cabaña de Hagrid con ellos durante el recreo de la mañana. 

Cuando sonó la campana del castillo, los tres dejaron sus cosas y corrieron por el patio hasta el borde del bosque. 

Hagrid los recibió, excitado y radiante.—Ya casi está fuera—Dijo cuando entraron. El huevo estaba sobre la mesa. Tenía grietas en la cáscara. Algo se movía en el interior y un curioso ruido salía de allí. 

Sentados cerca del huevo está Hansel y Draco quiénes parecían emocionados, también está Smith, sentado a lado de Hansel, mirado con cautela al otro gemelo, sabiendo que hay una Alta posibilidad de ser empujado de su silla por Harry.

Los cuatro niños acercaron las sillas a la mesa y esperaron, para suerte de Smith. Harry no lo empujó de su silla sabiendo que Golden lo regañaría por ser grosero, una tontería porque nunca lo es.
 
De pronto se oyó un ruido y el huevo se abrió. La cría de dragón aleteó en la mesa. No era exactamente bonito. 

—Es Hermoso/Horrendo —Dice en unísono Harry y Draco para luego mirarse incrédulos.

Hansel mira a Harry sorprendido—¿¡Horrendo!? ¡Pero si es hermoso Green!—Dice señalando a la cosa horrenda esa.

Harry mira exasperado como Bèl je asiente de acuerdo con Hansel—...Parece un paragua o bolsa arrugado—Dice ignorando las miradas de reproche del dúo para observar a lo demás.

Hermione examinaba al dragón, Neville parecía un poco asustado y Ron murmuraba como su hermano estaba ciego porque definitivamente no es adorable, diablos incluso Smith tenía una pequeña mueca de disgusto.

Volvió a mirar al pequeño dragón, el no se equivocaba parecía un paraguas o bolsa negra arrugado.

Sus alas puntiagudas eran enormes, comparadas con su cuerpo flacucho. Tenía un hocico largo con anchas fosas nasales, las puntas de los cuernos ya le salían y tenía los ojos anaranjados y saltones. 

Estornudó. Volaron unas chispas.—¿No es precioso? —Murmuró Hagrid. Alargó una mano para acariciar la cabeza del dragón. 

Este le dio un mordisco en los dedos, enseñando unos colmillos puntiagudos.—¡Bendito sea! Mirad, conoce a su mamá —Dijo Hagrid con voz llorosa. 

Hermione suspiro cansada—Hagrid —Dijo en un tono exasperado—. ¿Cuánto tardan en crecer los ridgebacks noruegos?—Pregunto mirando al dragón con cautela.

Hagrid parecía avergonzado—...No recuerdo muy bien, pero uno de los libros menciona cuánto tarda —Dice ignorando las miradas incrédulas de todos.

Smith aparta la mano de su hermano justo antes de que la pequeña cosa horrenda lo muerda—Se que los ridgebacks escupen fuego a temprana edad—Tararea pensativo acariciando levemente la mano de Hansel 

El rubio le sonríe a Hansel cuando esté lo mira—Sera problemático tenerlo en una cabaña de madera Hagrid—Dice soltando la mano de Hansel y retrocediendo un paso a ver como Harry lo miraba.

Ron bufa divertido a notar el enojo de Harry —Smith tiene razón Hagrid, no puedes tenerlo—Dijo con una mueca cuando el dragón estornudó chispa.

Hagrid ignora a todos menos a Hansel y Draco uniéndose a ellos para hablar sobre dragones y los geniales y lindos que eran. 

Lo demás niños solo miraban con exasperación la situación, preguntándose cuánto tardará en explotar o descubrirse esto.

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