
El viaje en tren
Anteriormente:tocando el hombro de Harry haciendo que mire por la ventana notando como Hagrid ya no estaba.
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El último mes de los gemelos con los Dursley no fue divertido. Es cierto que Dudley le tenía miedo y no se quedaba con él en la misma habitación, y que Petunia y Vernon no lo encerraban en la alacena ni lo obligaban a hacer nada ni le gritaban.
Pero también fue bueno , Harry decidió aprovechar el tiempo comprando cosas para ellos y su amigos incluso hizo un trato con Petunia.
El último día de agosto pensó que era mejor hablar con sus "tíos" para poder ir a la estación de King Cross, al día siguiente. Así que Harry camino al salón, donde estaban viendo la televisión. Se aclaró la garganta, para que supieran que estaba allí, a verlo Dudley gritó y salió corriendo—Hum... ¿Vernon? —dice aburrido
Vernon gruñó, para demostrar que lo escuchaban—Hum... necesitamos estar mañana en King Cross para ir a Hogwarts—dice Harry mirando al hombre sin interés.
Vernon gruñó otra vez—¿Podría ser que nos lleves hasta allí?—Otro gruñido. Harry interpretó que quería decir sí.
Harry se dio la vuelta para irse —Muchas gracias—dijo porque el tiene modales.
Estaba subiendo las escalera, cuando Vernon finalmente habló—Qué forma curiosa de ir a una escuela de magos, en tren. ¿Las alfombras mágicas estarán todas pinchadas? —harry rueda los ojos sin contestar
Vernon dice—¿Y dónde queda ese colegio, de todos modos?
—No lo sé —dijo Harry dándose cuenta de eso por primera vez. Sacó del bolsillo el billete que Hagrid le había dado—Tenemos que tomar el tren que sale del andén nueve y tres cuartos, a las once de la mañana —leyó su tíos lo miraron asombrados.
Petunia pregunta incrédula—¿Andén qué? —
Harry la mira aburrido—Nueve y tres cuartos.
—No digas estupideces —dijo Vernon—No hay ningún andén nueve y tres cuartos.
Harry suspira cansado—Eso dice el billete—El necesita un trago
—Equivocados —dijo Vernon—Totalmente locos, todos ellos Ya lo verás Muy bien, lo llevaremos a King Cross. De todos modos,tenemos que ir a Londres mañana. Si no, no me molestaría.—
Harry realmente quiere golpear su cabeza contra algo si eso significa ya no está más aquí—¿Por qué vais a Londres? —preguntó Harry tratando de mantener el tono amistoso.
—Llevamos a Dudley al hospital —gruñó Vernon—Para que le quiten esa maldita cola antes de que vaya a Smeltings.
A la mañana siguiente, los gemelos se despertaron a las cinco, tan emocionado e ilusionados que no pudieron volver a dormir. Se levantaron y se pusieron ropa común no querían andar por la estación con la túnica de mago, ya se cambiaría en el tren.
Harry miró otra vez su lista de Hogwarts para estar seguro de que tenían todo lo necesario, se ocupó de meter a Hedwig y a Diaval en sus jaula y luego esperaron que los Dursley se levantaran. Dos horas más tarde,los baúles de Harry y Hansel estaba cargado en el coche de los Dursley
Llegaron a King Cross a las diez y media.Vernon cargó los baúles de ambos en un carrito y lo llevó por la estación.
Harry pensó que era una rara amabilidad,y Hansel inclino la cabeza curioso hasta que vieron que Vernon se detuvo, mirando los andenes con una sonrisa perversa.
Con voz burlona—Bueno, aquí estás, muchacho. Andén nueve, andén diez... su andén debería estar en el medio, pero parece que aún no lo han construido, ¿no? —Tenía razón, por supuesto. Había un gran número nueve, de plástico, sobre un andén, un número diez sobre el otro y, en el medio, nada.
—Que tengas un buen curso —dijo tío Vernon con una sonrisa aún más torva. Se marchó sin decir una palabra más. Harry se volvió y vio que los Dursley se alejaban. Los tres se reían.
Harry suspira mira a su hermano quien le daba rocas brillantes a Diaval, haciendo una mueca detuvo a un guardia que pasaba, pero no se atrevió a mencionar el andén nueve y tres cuartos. El guardia nunca había oído hablar de Hogwarts, y cuando Harry no pudo decirle en qué parte del país quedaba, comenzó a molestarse, Harry frunce el ceño molesto notado como el hombre mira a su hermano agarra la mano de Hansel y el carrito alejándose del imbécil
Harry miró el gran reloj que había sobre la tabla de horarios de llegada,tenían diez minutos para tomar el tren a Hogwarts y no tenían idea de qué podía hacer.
Harry quiso sacudir a hagrid por olvidar decirle algo que tenía que hacer, como dar un golpe al tercer ladrillo de la izquierda para entrar en el callejón Diagon. Se preguntó si debería sacar su varita y comenzar a golpear la taquilla, entre los andenes nueve y diez.
Mientras Harry pensaba Hansel levantó la cabeza mirando tomates caminando—Familia tomate—Harry miro a dónde su hermano miraba viendo grupo de pelirrojas pudiendo escuchar unas pocas palabras de su conversación—... lleno de muggles, por supuesto...
Los gemelos observaba a la familia,la que hablaba era una mujer regordeta, que se dirigía a cuatro muchachos, todos con pelo de llameante color rojo. Cada uno empujaba un baúl, como ellos, y llevaban una lechuza.
Los gemelos se miraron para después empezar a seguir disimuladamente a los pelirrojos,ellos se detuvieron y los imitó, parándose bastante cerca para escuchar lo que decían—Y ahora, ¿cuál es el número del andén? —dijo la madre.
Una niña pelirroja y de ojos azules dice alegre—¡Nueve y tres cuartos! —Quien iba de la mano de la madre—Mamá, ¿no puedo ir...?
La mujer niega—No tienes edad suficiente, Ginny Ahora estáte quieta. Muy bien, Percy, tú primero—El que parecía el mayor de los chicos se dirigió hacia los andenes nueve y diez.
Harry observaba, procurando no parpadear para no perderse nada. Pero justo cuando el muchacho llegó a la división de los dos andenes, una larga caravana de turistas pasó frente a él y, cuando se alejaron, el muchacho había desaparecido a su lado Hansel soltó una risa divertido
la mujer mira a unos de los pelirrojos—Fred, eres el siguiente —dijo la mujer regordeta.
el chico sonríe —No soy Fred, soy George —dijo el muchacho—¿De veras, mujer, puedes llamarte nuestra madre? ¿No te das cuenta de que yo soy George?—
la mujer sonríe exasperada—Lo siento, George, cariño.—
Con una risa—Estaba bromeando, soy Fred —dijo el muchacho, y se alejó. Debió pasar, porque un segundo más tarde ya no estaba. Pero ¿cómo lo había hecho? Su hermano gemelo fue tras el el iba rápidamente hacia la taquilla (estaba casi allí) y luego,súbitamente, no estaba en ninguna parte No había nadie más.
Agarrando la mano de Hansel se acerca—Discúlpeme —dijo Harry a la mujer regordeta.
—Hola, queridos—dijo—Primer año en Hogwarts, ¿no? Ron también es nuevo—Señaló al último y menor de sus hijos varones. Era alto, flacucho y pecoso.
Hansel le sonríe al pelirrojo que le devuelve la sonrisa tímido—Sí —dijo Harry—Lo que pasa es que... es que no se cómo...
—¿Como entrar en el andén? —preguntó bondadosamente, y Harry asintió con la cabeza—No se preocupes —dijo—Lo único que debes q hacer es andar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No te detengas y no tengan miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nervioso. vayan ahora, ve antes que Ron.
Harry asiente dudando un poco—Hum... De acuerdo —dijo Harry y Hansel agarraron el carrito y se dirigieron hacia la barrera. Parecía muy sólida.
Comenzaron a andar. La gente que andaba a su alrededor iba al andén nueve o al diez. Fueron más rápido. Iba a chocar contra la taquilla y tendría problemas. Harry se arrepiento tuvo que hacerlo el primero,penso mientras escuchaba la risa de Hansel.
(la barrera se acercaba cada vez más). Ya no podía detenerse (el carrito estaba fuera de control), ya estaban allí... Harry Cerró los ojos, preparado para el choque... Pero no llegó. Siguió rodando. Abrió los ojos. Una locomotora de vapor, de color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente. Un rótulo decía: «Expreso de Hogwarts, 11 h».
Hansel y Harry miraban fascinados todo el lugar vieron una arcada de hierro donde debía estar la taquilla, con las palabras «Andén Nueve y Tres Cuartos». Lo había logrado.
El humo de la locomotora se elevaba sobre las cabezas de la ruidosa multitud, mientras que gatos de todos los colores iban y venían entre las piernas de la gente. Las lechuzas se llamaban unas a otras, con un malhumorado ulular, por encima del ruido de las charlas y el movimiento de los pesados baúles.
Los primeros vagones ya estaban repletos de estudiantes, algunos asomados por las ventanillas para hablar con sus familiares, otros discutiendo sobre los asientos que iban a ocupar.
Harry y Hansel empezaron a buscar un andén Pasaron al lado de un chico azabache y cara redonda que decía—Abuelita, he vuelto a perder mí sapo.
—Oh, Neville —oyó que suspiraba la anciana.
Un muchacho de pelos tiesos estaba rodeado por un grupo—Déjanos mirar, Lee, vamos—El muchacho levantó la tapa de la caja que llevaba en los brazos, y los que lo rodeaban gritaron cuando del interior salió una larga cola peluda.
Los gemelos buscaron hasta que encontraron un compartimiento vacío, cerca del final del tren. Primero pusieron a Hedwig y Diaval luego comenzó a empujar el baúl hacia la puerta del vagón. Trataron de subirlo por los escalones, pero sólo lo pudieron levantar un poco antes de que se cayera
Harry suspira cuando escucha una voz—¿Quieres que te eche una mano? —Era uno de los pelirrojos, a los que había seguido a través de la barrera de los andenes.
Hansel sonríe —Sí, por favor —dice aliviado Harry.
—¡Eh, Fred! ¡Ven a ayudar!—Con la ayuda de los pelirrojos, el baúl de ambos finalmente quedó en un rincón del compartimiento. Hansel le da flores a lo dos para sentarse mirando por la ventana—Gracias —dijo Harry suspirando quitándose de los ojos el pelo húmedo.
Uno de ellos lo mira sorprendido—¿Qué es eso? —dijo de pronto uno de los gemelos, señalando la brillante cicatriz de Harry—Vaya—dijo el otro gemelo—¿Son ellos.?—son ellos —dijo el primero—son ustedes, ¿no? —se dirigió
Harry lo mira confundido—¿Quién? —preguntó Harry.
—Harry y Hansel Potter —respondieron a coro.
—Oh, eso—dijo Harry— sí, somos nosotros —Los dos muchachos lo miraron boquiabiertos y Harry sintió que se ruborizaba. Entonces, para su alivio, una voz llegó a través de la puerta abierta del compartimiento.
—¿Fred? ¿George? ¿Estáis ahí?
—Ya vamos, mamá—Con una última mirada a lo dos, los pelirrojos saltaron del vagón.Harry se sentó al lado de su hermano. Desde allí, medio oculto, podía observar a la familia
Hansel miro a Harry sonriendo —Cosa 1 y Cosa 2 son agradables —Harry asiente riendo por lo apodos.
Los gemelos se acomodaron cuando el tren empezó a moverse las casas pasaban a toda velocidad por la ventanilla.
La puerta del compartimiento se abrió y entró el menor de los pelirrojos—¿Hay alguien sentado ahí? —preguntó, señalando los asiento libres con una mueca incómodo—Todos los demás vagones están llenos—harry negó con la cabeza y el muchacho se sentó.
El pelirrojo Lanzó una mirada a lo dos y luego desvió la vista rápidamente hacia la ventanilla, como si no lo hubiera estado observando.
Harry notó que todavía tenía una mancha negra en la nariz.<—Eh, Ron—Los pelirrojos habían vuelto—Mira, nosotros nos vamos a la mitad del tren, porque Lee Jordan tiene una tarántula gigante y vamos a verla—
Ron asiente —De acuerdo —murmuró Ron.
—Harry y Hansel—dijo el otro gemelo—¿le hemos dicho quiénes somos? Fred y George Weasley. Y él es Ron, nuestro hermano. Nos veremos después, entonces.
Hansel suelta una risa—Hasta luego —dijeron los tres. Los gemelos salieron y cerraron la puerta.
Un silencio se formó en el compartimiento Ron miraba a los gemelos notando que uno cerraba los ojos y el otro saco hilos empezando a trenzar colocando entre hilos broches de estrellas lunas y soles.
Ron decidió romper el hielo —¿Cuál es su equipo favorito de quidditch? —preguntó Ron.
Harry abre los ojos mirando confuso—Eh... no conozco ninguno —confesó Harry mira a su hermano de reojo buscando ayuda pero esté los ignorar.
Ron levanta las cejas sorprendido—¿Cómo? —Ron pareció atónito—Oh, ya verás, es el mejor juego del mundo... —Y se dedicó a explicarle todo sobre las cuatro pelotas y las posiciones de los siete jugadores, describiendo famosas jugadas que había visto con sus hermanos y la escoba que le gustaría comprar si tuviera el dinero.
Le estaba explicando los mejores puntos del juego, cuando otra vez se abrió la puerta del compartimiento
Entraron tres muchachos,Harry lo reconoció de inmediato al del medio era el chico de bonitos ojos de la tienda de túnicas de Madame Malkin que hablaba con su hermano a su lado Hansel dejo la trenza para mirar al rubio animado.
El rubio miro a su hermano pensativo—¿Es verdad? —preguntó—Por todo el tren están diciendo que Harry y Hansel Potter está en este compartimento.¿Así que eran ustedes, no?
Hansel ríe dándole una flor al rubio, Harry mira divertido—Sí —respondió Harry. Observó a los otros muchachos.
Ambos eran corpulentos y parecían muy vulgares. Situados a ambos lados del chico pálido, parecían guardaespaldas.
El rubio agarra la flor sonriendo un poco —Oh, éste es Crabbe y éste Goyle —dijo el muchacho pálido con despreocupación, al darse cuenta de que Harry los miraba—Y mi nombre es Malfoy, Draco Malfoy
Ron dejó escapar una débil tos, que podía estar ocultando una risa. Draco(dragón) Malfoy lo miró—Te parece que mi nombre es divertido, ¿no? No necesito preguntarte quién eres. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y más hijos que los que pueden mantener.—Draco mira a los gemelos su mirada se detiene en Hansel —Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mucho mejores que otras, Potter. No querrás hacerse amigos de los de la clase indebida. Yo puedo ayudarles en eso.
Eso fue grosero—la fría voz interrumpen al rubio—Lo nombres son importantes es algo que representa a una persona,no es agradable reírte de su nombre —Harry mira a Ron serio para mirar a Draco—Seguramente Tus Padres te dijeron eso toda tu vida así que no te culpo por pensar eso —Harry se levanta caminando hacia afuera del compartimiento—Pero creo que debes cambiar tus pensamientos porque nadie es mejor que otros —Harry lo mira sobre su hombro sonriendo —Despues de todo no importa quien seas, todos pasaremos lo mismo.
Había tanto silencio que se podía escuchar una aguja caer varías miradas miraron al chico llenos de flores y brillo que se levantó guardado el hilo trenzado y los broches miro a los niños que se veía incómodos —Si te disculpa mí hermano te perdonará pero...—hansel mira al rubio y pelirrojo —Mi hermano tenía razón es grosero reírte de su nombre cuando los nombres son importantes—Hansel sonríe divetido
El pelirrojo se ve culpable mira al rubio dudoso— Nosotros sabemos que tan importante es un nombre—hansel ríen divertido obteniendo miradas curiosas—Después de todo, no sabíamos nuestro nombre hasta que tuvimos 6 años—hansel empieza a caminar hasta la puerta del compartimiento ignorando la sorpresa de ellos—y Principito no tienes que ser tus padres al menos que quieras ser una marioneta sin libertad ni opiniones propias, puedes ser ustedes mismos y no sus padres o hermanos—Hansel se detuvo antes de salir metiendo sus manos dentro de su bolsillos—Al final del todo La sangre siempre es roja, sin importar el envase—a sacar su mano de su bolsillo uno de su dedos estaban sangrando.
Hansel salio del compartimiento curando su dedo viendo que su hermano lo esperaba afuera—Lo siento Golden —Hansel mira confundido a Harry
Harry suspira explicando—Se que te agrada Malfoy y tal vez ahora no quiera ser tu amigo por lo que dije—dice Harry odiando ser impulsivo en eso siente los brazos de su hermano rodearlos.
—Está bien—dice frotando su mejilla contra la de Harry—Estoy seguro que Principito y Rey cambiaran —Harry soltó una risa separándose de su hermano —Busquemos otro compartimiento—Hansel asiente
Ambos empiezan a buscar compartimiento uno tras otro notando que todos están llenos al entrar a otro compartimiento se encuentran solo una chica de 16 o 17 años de cabello castaño y rulos por abajo de los hombros,por el uniforme Harry sabe que es Ravenclaw.
La chica estaba rodeada de pergaminos ella se veía estresada—Esta gonorrea de tarea,como si me fuera a servir Herbología en la vida—los gemelos miraba curioso como la chica seguía escribiendo soltando insulto que no entendía —Si Faby o alguna no saben de esto me tiraré de la Torre de Astronomía—
Los gemelos soltaron una risa divertidos por la chica llamando la atención de la Ravenclaw quien se ilumina a no tener que estudiar —Oh hola ¿necesitan algo?—pregunta dejando el pergamino con alegría.
Hansel suelta una risa—Nos preguntamos si podíamos sentarnos aqui—dice Harry tranquilo
la chica hace una mueca —oh estaría encantada pero mis amigas se sientan acá —se ríe divertida—Auque podemos intentar sentarnos 14 aquí —dice pensativa
Harry suspira—No importa seguiremos buscando uhh —Harry mira con duda a la Ravenclaw
La chica sonríe —Puedes decirme Honey—de repente chasquea los dedos—Saben vi un compartimiento con un solo niño—ella dice—dos más adelante de este,tal vez sigue igual.
Hansel se anima acercándose a Honey para darle una flor —Gracias honey iremos a ver —dice Harry viendo cómo ella acepta la flor de Hansel sonriendo
Una sonrisa burlana aparece en su rostro—Sisi nos vemos en Hogwarts quien sabe tal ves los elegidos están en mí casa —dice riendo por la sorpresa de los niños quienes salían despidiéndose del compartimiento
Harry sigue a su hermano cuando la puerta se cerraba de repente sonaron muchas voces burlonas y risa escandalosa en el lugar anterior hablado sobre un ¿Espejo? ¿funa? y ¿dormir con la remera a revés? Harry lo ignora pensando que debe ser algo de adolescentes.
Honey tenía razón el compartimiento estaba vacío solo había un chico rubio de su edad leyendo un libro el levanta la vista mirándolo cauteloso.
Harry rasca su mejilla nervioso —Hey nos preguntamos si podemos sentarnos aquí...—dice señalando su hermano y a el
El chico rubio los mira curioso—Claro siéntese mis amigas me abandonaron y mis amigos irán directamente a Hogwarts—dice un poco sarcástico—Por cierto soy Zacharias Smith
Harry sonríe aliviado el y su hermano se sienta en frente del rubio—Soy Harry y el es Hansel —Contesta apuntando a su hermano que estaba dejando plumas y mariposas en su cabello.
Harry frunce el ceño viendo cómo el rubio mira a su hermano de manera ¿extraña?¿curiosa? no es una mala mirada pero algo en esa mirada le desagrada,suspirando decide ignorar ese sentimiento.
El rubio asiente apartando la mirada de Hansel no parecía importarle porque no dijo su apellido.
Hansel termina de decora su cabello para mirar al chico —¿Que estás leyendo?
Zacharias parece dudar—El diario de Ana Frank—dice mirándolos con cautela
Los gemelos inclina la cabeza —¿Quien?—preguntan al mismo tiempo obteniendo una mirada sorprendida
Smith lo mira incrédulo—¿!No saben quién es?!—los gemelos niega
Hansel sonríe animado—Nuestro tíos nunca nos compraron libros y si logramos obtenerlo lo rompían diciendo que no lo necesitamos —dice Hansel todavía mirando el libro.
Harry asiente de acuerdo —Segun ellos no merecemos tener uno—soltando una risa—pero cuando fuimos a comprar con Hagrid conseguimos algunos—dice despreocupado
Smith mira horrorizado a lo dos—Eso suena horrible...—el traga saliva cerrado su libro para dárselo a Hansel—Toma yo tengo muchos—sonriendo dice—Creo que es un buen libro para empezar.
Hansel mira sorprendido al rubio por un momento para sonríe aceptando el libro levantándose para sentarse a su lado —¡Gracias! ¿puedes decirme un resumen?—pregunta sacando una flor de sus bolsillos para darle al rubio
Smith sonríe un poco —Claro el diario lo escribió una niña muggle...—Smith agarra la flor explicando con voz suave.
Harry miró confundido la escena teniendo el deseo repentino de separar a su hermano del rubio, antes de que pueda hacer algo que pudiera interferir ,se oye un golpe en la puerta del compartimiento, entrando un muchacho de cara redonda y azabache que ambos había visto al pasar por el andén nueve y tres cuartos.
Parecía muy afligido—Perdón —dijo—¿Por casualidad no habréis visto un sapo?—cuando los tres negaron con la cabeza, gimió—¡La he perdido! ¡Se me escapa todo el tiempo!
Hansel sonríe tranquilo dándole una pluma al niño—Ya aparecerá —dijo Harry
el niño se ve más triste—Sí —dijo el muchacho— Bueno, si la veis...
—Te avisaremos —dice los gemelos No pasaron ni 5 minutos que la puerta del compartimiento se abrió otra vez.
Había regresado el chico del sapo, pero llevaba a una niña con él. La muchacha ya llevaba la túnica de Hogwarts—¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno —dijo. Tenía voz mandona, mucho pelo color castaño alborotado
Smith la miro aburrido—Ya le hemos dicho que no —pero la niña no lo escuchaba, estaba mirando el libro de Hansel que tenía en la mano—Oh, ¿El diario de Ana Frank? Es mi favorito —dice acercándose al Hansel sonriendo
Hansel la mira curioso—¿en serio?es la primera vez que lo leeo—
la niña asiente emocionada—¡Si es increíble! ¿cuando lo termines puedo recomendarte más? —preguntan
Hansel asiente emocionado —¡Si me gustaría leer más!—
la niña sonríe —oh que descortés de mí parte soy Hermione Granger ¿Y ustedes quiénes son?—
Smith mira a la ventana—Zacharias Smith— dice aburrido
Harry sonríe incómodo —Harry y Hansel Potter —dice señalando a el y a su hermano que miraba el libro
Hermione parpadea sorprendida—¿son ustedes realmente? —dijo Hermione—Lo sé todo sobre ambos, por supuesto, conseguí unos pocos libros extra para prepararme más y su figuras en Historia de la magia moderna, Defensa contra las Artes Oscuras y Grandes eventos mágicos del siglo XX.
Harry la mira desconcertado—¿Estamos? —dijo Harry, mira a su hermano que ignorar la conversación y Smith quien tiene los ojos cerrados.
Hermione lo mira incrédula—Dios mío, no lo saben Yo en su lugar habría buscado todo lo que pudiera—dijo Hermione—¿Sabéis a qué casa vais a ir? Estuve preguntando por ahí y espero estar en Gryffindor, parece la mejor de todas. Oí que Dumbledore estuvo allí, pero supongo que Ravenclaw no será tan mala... De todos modos, es mejor que sigamos buscando el sapo de Neville—la chica tomo un gran respiro—Y ustedes deberíais cambiaros ya, vamos a llegar pronto—levantando la mano en forma de saludo se marchó, llevándose al chico sin sapo.
Smith dejo de mirar la ventana —Ella tiene razón mejor nos cambiamos, porque ya estamos por llegar —dice levantándose del asiento para empezar a cambiar su ropa
Harry miró por la ventanilla. Estaba oscureciendo. Podía ver montañas y bosques, bajo un cielo de un profundo color púrpura. El tren parecía aminorar la marcha.
Harry saco la bolsa que Griphook le regaló sacando dos largas túnicas negras dándole una a su hermano empezaron a cambiarse.
Una voz retumbó en el tren—Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevarán por separado al colegio—El estómago de Harry se retorcía de nervios agarro el libro de Hansel guardándolo notando cómo su hermano también estaba nervioso.
Se reunieron con el resto del grupo que llenaba los pasillos el tren aminoró la marcha, hasta que finalmente se detuvo todos se empujaban para salir al pequeño y oscuro andén.
Harry agarró la mano de Hansel haciendo una mueca por el frío aire de la noche.
A salir vio que lo estudiantes que no parecía de primer año irse hacia carruajes tirados por¿caballos con alas que parecen esqueletos color negro?
Harry negó pensando que los magos son extravagantes,noto que llendo hacia un carruaje a Honey con un grupo de 12 chicas todas iban hablando animadamente algunas iban colgadas de otra Harry noto como la mayoría era de Slytherin había tres Ravenclaw dos Hufflepuff y una Gryffindor todas subieron al mismo carruaje enpujadose y riendo, Harry suelta una risita sorprendido que entrara todas.
Se sobresalta cuando apareció una lámpara moviéndose sobre las cabezas de los alumnos, y los gemelos escucharon una voz conocida:
El voz alta—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien por ahí, Harry y Hansel?—La gran cara peluda de Hagrid rebosaba alegría sobre el mar de cabezas—Venid, seguidme... ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!—
Smith hizo un gesto a dos chicas que estaba un poco adelante de ellos—Ellas son mis amigas iré con ellas—los gemelos asintieron el rubio mira pensativo a hansel—Si tienes preguntas sobre el libro podes buscarme —dice mirando a Hansel sonriendo cuando el chico le entrego una flor, se despidió alejándose de ellos.
Los gemelos también empezaron a caminar resbalando y a tientas, siguieron a Hagrid por lo que parecía un estrecho sendero. Estaba tan oscuro que Harry pensó que debía de haber árboles muy tupidos a ambos lados. Nadie hablaba mucho.
Neville, el chico que había perdido su sapo, lloriqueaba de vez en cuando.
Con voz emocionada Hagrid hablo —En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro—justo al doblar esta curva—Se produjo un fuerte ¡ooooooh! El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro.
En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas.