
CAPÍTULO 6
«——————————»
CAPÍTULO 6
«——————————»
.
«—-—-—-—-—-DM—-—-—-—-—-»
La plataforma del tren estaba abarrotada y como siempre. Hace aproximadamente un año, su madre lo había dejado en este tren. “Tal vez el tiempo no es lineal”, pensó, “Y en algún lugar, todavía me está despidiendo aquí”.
Crabbe estaba muerto y Goyle estaba en prisión, pero todo estaba bien. Draco era bastante bueno estando solo. Enderezó los hombros y puso cara de aburrimiento mientras buscaba en el tren un compartimiento vacío. Cuando encontró uno, se acomodó en un rincón y trató de divertirse. Observó a los niños despidiéndose de sus padres y completó sus conversaciones.
“Pero madre”, se imaginó a una niña diminuta diciéndoles a sus padres mal vestidos, “No deseo ir a Hogwarts. ¡Dicen que un gran mal acecha allí, en forma de un adolescente cobarde pero guapo!”.
“Cuidado con el peligroso Malfoy, hija mía”, respondía la madre, en la cabeza de Draco, “¡Por muy atractivo que sea su cabello rubio! ¡Por acertadas que sean sus elecciones de vestuario! ¡Mantente alejada! ¡Mantente alejada!”.
Y lo hicieron. Varias veces, la gente asomó la cabeza por su compartimiento, lo vieron y se retiraron. Draco no los miró. Mantuvo su rostro impasible.
“No tienen idea de lo que estoy pensando”, se recordó a sí mismo. Ese había sido uno de los terrores de la mansión bajo el Señor Oscuro. La sensación de que no había dónde esconderse, ni siquiera dentro de tu propia cabeza. Pero ahora podía pensar lo que quisiera, y nadie podía espiar dentro de su cráneo. Se deleitaba en la privacidad de su propia mente.
El tren había comenzado a moverse cuando se abrió la puerta del compartimiento y entró Astoria Greengrass.
Draco la conocía vagamente de vista como la hermana de Daphne Greengrass. Era una bonita castaña, pero en realidad nunca le había hablado.
—Hola —dijo ella— ¿Te importaría si me siento contigo?
—No —dijo. Ella sonrió. “Bonitos dientes”, pensó, y luego se sintió como un asqueroso.
Astoria se sentó frente a él y sacó un libro de poesía muggle, un cuaderno y una caja de bombones. Ella lo atrapó mirando la poesía.
—“Paradise Lost7” —dijo— ¿Lo has leído?
Draco negó con la cabeza.
—Es buena —dijo— Difícil para nosotros, porque no entendemos sobre la religión muggle. Pero hermosa escritura. ¿Lees mucho?
—Lo hice cuando era niño —dijo Draco, preguntándose si Astoria Greengrass estaba mentalmente estable, o si tal vez había estado en coma durante el último año y no sabía quién era él.
—Y supongo que has estado bastante ocupado últimamente —dijo, con una pequeña risa, socavando su teoría del coma.
—No hay mucho tiempo para la poesía cuando estás perdiendo una guerra —dijo.
—Tal vez ese es el mejor momento para ello —dijo Astoria.
—Léeme un poco, entonces.
Astoria sonrió de nuevo. Ella hacia eso mucho. Draco sospechó que era porque estaba orgullosa de sus dientes.
—“¡Oh repugnante descenso! —ella lee— Yo, que en otro tiempo luché con los dioses para hacerme superior a ellos, me veo reducido a unirme a un animal… Pero, ¿Hasta dónde no son capaces de descender la ambición y la venganza?8”
—Eso se escucha bastante picante —dijo Draco. Astoria se rio.
—Tal vez —dijo ella— Eres el único Slytherin de tu año que ha regresado. Pensé que te sentirías un poco extraño.
—Me siento bien —dijo Draco.
Astoria lo miró.
—Solo estoy aquí para obtener mis EXTASIS —dijo— No para hacer amigos.
—Eso es lo que dicen en los programas de reality en la televisión muggle —dijo Astoria— “No estoy aquí para hacer amigos”.
—Llevas Estudios Muggles, ¿No? —preguntó Draco.
Astoria sonrió de nuevo, un poco exagerado.
—Me encanta la cultura muggle —dijo— ¿Cómo te sientes al respecto?
Así que por eso ella estaba allí. Para saber si estaba reformado. Para descubrir si todavía era peligroso. Draco se giró para mirar por la ventana, completamente cansado.
—No sé nada al respecto —dijo.
Astoria lo observó por un momento.
—¿Sabes lo que es un programa de reality? —ella preguntó.
—No —dijo, deseando que ella se fuera.
—Es fascinante. Es un programa en el que encierran a un grupo de jóvenes en una casa y los filman todo el tiempo y todos se emborrachan, pelean y duermen juntos. Desde una perspectiva psicológica, es una genialidad.
—No quiero matar muggles, si eso es lo que estás tratando de averiguar.
Astoria respiró hondo.
—No lo estaba —dijo ella.
Draco presionó su frente contra la fría ventana de vidrió.
—Me alegro, sin embargo —dijo Astoria. Él la miró. Ella estaba ligeramente inclinada hacia adelante, mirándolo. Cuando vio que él la miraba, sonrió— Lamento lo de tus padres.
Para su absoluto horror, Draco comenzó a llorar.
—Oh… —dijo Astoria.
—¡Vete a la mierda! —dijo Draco, tratando desesperadamente de ocultar su rostro— ¡No quiero tu maldita compasión, solo vete a la mierda!
Dejó algo sobre su rodilla y luego salió silenciosamente del compartimiento. Cuando estuvo seguro de que se había ido, miró su regazo y vio que ella le había dejado su pañuelo.
Todavía tenía los ojos rojos y estaba tembloroso cuando Potter abrió la puerta del compartimiento. (Por supuesto que pasaría. Era Potter, así que Draco tenía que estar haciendo algo humillante. “Esas”, pensó Draco con tristeza, “Eran las reglas cósmicas del universo”).
Potter ya estaba usando su uniforme. Siempre se apresuraba a cambiarse, en el tren. Era extraño volver a verlo vestido como un colegial, cuando todos sabían que era mucho más que eso.
—Oh. Hola —dijo Potter— Solo estaba buscando a Neville.
A través de la puerta llegó el sonido inconfundible de la risa de Neville, en el siguiente compartimiento.
—Uh, su sapo, quiero decir —dijo Potter. A Draco se le ocurrió que Potter probablemente sería un Auror, después de la escuela, mientras que Draco continuaría siendo un criminal sospechoso en general. Tendrían que haber muchas más tonterías de este tipo en el futuro de Draco.
—No he visto ningún sapo —dijo, dándose la vuelta. Pero Potter no se fue. Se apoyó contra el marco de la puerta.
—¿Cuáles ESTAXIS estás cursando?
Draco estaba abruptamente seguro de que sus EXTASIS elegidos eran todos temas típicamente malvados.
—Pociones, Transformaciones, Runas, Defensa contra las Artes Oscura —dijo. Los había elegido porque tenía una vaga idea de que algún día podría convertirse en un Rompe-maldiciones, pero cuando los enumeró parecían una Guía Para Ser El Próximo Señor Oscuro, y deseó haber elegido algo menos sospechoso. Estudios Muggles, por ejemplo. Pero no, eso probablemente parecería como si estuviera tratando de pasar desapercibido deliberadamente. No había respuesta correcta, en realidad.
—Estoy cursando todo eso, excepto Runas. Hermione está en Runas —dijo Potter. Sonaba malditamente alegre, probablemente porque estaba tranquilo ante la perspectiva de poder supervisar a Draco en tres de sus cuatro clases.
—Que mal para Granger —dijo Draco.
—Te ves… bien —dijo Potter, lo cual era tan claramente una burla sobre el rostro manchado de lágrimas de Draco que fue todo lo que Draco pudo hacer para no ponerse de pie de un salto y golpearlo.
—Vete a la mierda —dijo, en cambio.
—No, solo quise decir, ya sabes, teniendo en cuenta cómo han sido las cosas —dijo Potter. Draco sacó su varita (la varita de su madre; Potter tenía la varita de Draco) y le apuntó.
—Te lo pido muy amablemente, por favor, si no te importa, vete a la mierda —dijo. Potter no parecía completamente sorprendido de tener la varita de Draco apuntándolo.
—Sí, está bien —dijo— Nos vemos luego.
Se fue, cerrando silenciosamente la puerta del compartimiento detrás de él. Draco se reprendió a sí mismo mientras guardaba la varita de su madre. Hablaba en serio cuando le dijo a Misty que estaba tratando de parecer menos malvado. Aunque ¿Era eso en sí mismo una forma de maldad? ¿Un engaño o algo así? ¿Serpientes en jardines? Astoria lo sabría.
Se durmió, y cuando despertó, ella estaba sentada frente a él nuevamente.
—¿Es el engaño una forma de maldad? —le preguntó a ella. Ella buscó.
—No siempre —dijo ella— ¿Tuviste un buen sueño?
—Soy una persona muy desagradable —dijo Draco. Astoria volvió a su libro.
—Yo también —dijo ella.
«—-—-—-—-—-HP—-—-—-—-—-»
.
Los de octavo año estaban todos juntos en una torre. Hufflepuffs y Ravenclaws en un dormitorio, Gryffindors y Slytherins en otro.
—Amigo, tienes suerte —dijo Ron, cuando vio la lista de dormitorios en la sala común de octavo año— ¡Simplemente “camina sonámbulo” hacia su cama y hazle una mamada!
—Cállate —dijo Harry. Era consciente de que lamentablemente había fallado en ser normal con Draco en el tren. Estaba considerando seriamente sacar su carta de Elegido para evitar compartir un dormitorio con él.
Draco eligió ese momento para entrar a la sala común. Zacharias Smith fue resoplando hacia él, con ferocidad ardiente.
—¿Por qué estás aquí, Malfoy?
Harry dio un paso adelante. Pero Draco solo sonrió.
—Por el placer de tu compañía, Smith —dijo— ¿Sales conmigo? Te amo.
—Ugh, no soy gay —dijo Smith. Draco inclinó su rostro muy cerca del de Smith.
—¿No? Entonces, ¿Por qué te esfuerzas tanto por tocarme?
—Quiero golpearte, Malfoy, no para…
Draco sonrió aún más.
—Eso es algo pervertido, Smith, pero estoy abierto a nuevas experiencias…
—¡Maldita sea déjame en paz! —dijo Smith, claramente horrorizado. Draco puso los ojos en blanco y de repente vio a Harry.
Su rostro se endureció. Se abrió paso a empujones pasando a Smith hasta la lista de los dormitorios.
—Qué tal si nos mantenemos solos, Smith, ¿Sí? —él dijo. Escaneó la lista, vio su nombre (justo encima del de Harry), murmuró— Oh perfecto —luego subió las escaleras hacia los dormitorios.
—Caramba —dijo Ron— ¡Malfoy es gay!
—Creo que estaba bromeando —dijo Harry.
—¡Creo que tienes una oportunidad!
—Ron, lo digo en serio: Cállate —dijo Harry. Porque estaba bastante claro que en lo que a Draco se refería. Harry no tenía ninguna posibilidad.
.
.
.
...CONTINUARÁ...