Especial 1/?
Era un día bastante normal si le preguntabas a Harry, estaba haciendo planes para llevar a Yui a la convención que había ese fin de semana.
Solo había un pequeño obstáculo.
Los estúpidos vampiros habían decidido turnarse los días de la semana para que ni Yui ni yo escapáramos a ningún lugar.
No habría ningún problema, si no fuera porque el día de la convención era a Shu quien le tocaba vigilar, uno pensaría que como se la pasa durmiendo es fácil evadirlo.
Señoras y señores que equivocados están.
El puto sabía todo lo que hacíamos sin siquiera moverse del lugar donde estaba durmiendo, y, cuando creías que ya lo habías despistado aparecía justo delante de ti para sorprenderte.
Tsk, tendría que hablarlo con Yui, teníamos que hacer un plan, después de todo pedirlo amablemente había resultado en un rotundo no.
--------------------------------------------
Yui y yo estábamos en su habitación pensando en planes después de que llegáramos de la escuela.
-Ya sabes, siempre podrías intentar convencerlo con ese cuerpo serrano que tienes, dudo mucho que se niegue después de tenerte solo para él.
-No quiero, ¿sabes lo molesto que sería aguantar al resto?, no se si renta.
-Ya veras que si, solo tienes que probarlo, una especie de trato, venga inténtalo, ¡por favor!.
Y así amigos míos es como fui convencido de intentar que Shu Sakamaki me diera el permiso para salir.
Muy valientemente fui yendo hacia la habitación del susodicho, y como siempre y no se porque estaba durmiendo en la bañera.
-Shu, ¿puedo pedirte un favor?- si, ese tono me daba cringe hasta mi.
-No van a ir a la convención- y su tono tajante y autoritario también dejaba ver su opinión muy bien.
-Dime, ¿hay algo que pueda hacer o decir para que nos des el permiso?, incluso iríamos contigo o con todos si esa fuera la condición- siento que le estoy vendiendo mi alma al demonio.
-mmmmm, eres un pequeño pervertido, pero quizás si te pones ese nuevo conjunto que el otro día te traje y voy con ustedes, entonces me pensaría el dejarlos ir a dicha convención- la sonrisa socarrona que tenía en ese momento era demasiado obvia.
Sabía de que conjunto me estaba hablando, era un conjunto de lencería bastante apretado en negro y dorado, y por supuesto sabia que eso acabaría en resultados sexuales.
-Entonces Daddy, ¿si lo hago, dejaras que vayamos?- teniendo en cuenta que los resultados iban a ser los mismos, yo sin poder moverme durante un rato que mas daba provocarlo un ratito.
Al final, el conjunto de lencería había quedado olvidado.
Me encontraba ahora mismo y con una rapidez absurda dentro de la bañera, sin ropa y con un Shu muy obviamente cachondo encima.
No me mal entiendan, el streptess que estaba viendo ahora mismo no me molestaba para nada, y mucho menos la forma en que sus manos ya estaban recorriendo mi piel.
No diré que estaba siendo amable, porque el maldito me había amordazado y con su cinturón había atado mis manos por detrás, por sus movimientos, se notaba que estaba siendo posesivo a mas no poder.
¿Quién hubiera pensado que decirle daddy lo encendería tanto?.
Daba gracias a la magia y el agua, porque el imbécil no me había ni preparado antes de sumergirse completamente y de una en mi, dolía como los mil infiernos, pero antes incluso de poder quejarme, Shu recogió del suelo un pequeño frasco violáceo y empezó a esparcirlo por todo mi cuerpo visible y fuera del agua.
No sabía para lo que servía hasta que empecé a notar un calor intenso por todo mi cuerpo que empezaba a nublarme la razón y solo quería ser follado hasta quedar inconsciente.
-¿Te gusta?, es un nuevo experimento de Reiji, es un poco intenso, pero lo mejor de todo es que el efecto solo se pasa haciéndolo como conejos, ¿Qué dices pequeño zorrito, quieres ser mi conejito por esta noche?- la sonrisa pecaminosa que me estaba mostrando en estos momentos solo había hecho que encenderme mas.
-Shu, por favor solo házmelo, tengo demasiado calor, por favor rómpeme por la mitad si quieres, ¡pero empieza a moverte de una vez!- y ese era mi cuerpo hablando con la desesperación de dicho afrodisiaco.
Y ni corto ni perezoso empezó a moverse bruscamente, las embestidas eran duras y contundentes, dando justo donde tenían que dar.
Maldita sea, estaba gimiendo como toda una perra en celo, y ya ni se diga de pedir que fuera mas rápido y fuerte.
Solo se que quien nos escuchara, pensaría que era una prostituta de burdel, no me importaba nada, solo sentir a Shu dentro de mi, como me dejaba mordidas y chupetones que tardarían días en irse, la calidez de sus manos apretando mis caderas, y el calor de su respiración en mi cuello mientras soltaba ligeros gruñidos excitados.
Habían hecho falta muchas rondas para tranquilizas el efecto del afrodisiaco, quien hubiera pensado que también afectaría a Shu, hasta el punto que cuando caímos desmayados los dos, ni siquiera se había salido de dentro mío.
Supongo que he de dar gracias a las pociones anticonceptivas, si no ya habría en camino mínimo 20 mini Shus, con la cantidad de veces que se había venido, la pequeña hinchazón en mi vientre era prueba de ello.
Y a si tal cual, los dos nos dormimos hasta que nos vinieron a despertar, lo que por supuesto no había acabado bien para mi, pues siendo unos vampiros celosos no me habían dejado descansar ni un segundo antes de lanzarse contra mi.
Lo bueno, es que había conseguido que Shu nos dejara ir y de paso viniera con nosotros para evitar a gente molesta.