Capítulo 3
Maldita sea, ¿el viejo no se cansaba de correr detrás de mi o que?.
No sabía como narices había acabado en medio de un bosque, huyendo de un pervertido y esperando que offenderman no me saliera de repente en medio del bosque, a no espera, si se como he llegado aquí, eso me pasa por intentar ser un badass rompe kokoros y el tiro me ha salido por la culata...ugh.
Bueno lo dicho, la verdad me estaba cansando ya de tanto correr, si vale, la alternativa de ser violado en un bosque por un tipo raro era peor, pero vamos; ¡hace siglos que no juego encima de una escoba y mi forma física había desaparecido hace mucho! por lo que sí, estaba por darme por vencido, hasta que mi salvación apareció delante de mis ojos.
Al fondo casi al parecer el final del bosque había un jardín de rosas, lo que me daba a entender que había una casa, y si había una casa quizás hubiera alguna alma caritativa que me ayudara contra el pervertido que me estaba siguiendo y que aún podía escuchar en la lejanía. No teniendo nada que perder corrí un poco más rápido hasta llegar al jardín de una enorme mansión un poco tétrica pero meh, en el mundo mágico las había peores y no es como si fuera a salirme un puñado de vampiros de la nada, con las pocas energías que me quedaban llegue a la puerta principal y toque un par de veces, no había señal de que alguien viniera abrirme, toque otra vez y por arte de magia la puerta se abrió sola.
No le di mucha importancia, reiteró; en el mundo mágico esto es normal, entre cerrando detrás de mi y me di la vuelta. Antes de que pudiera reaccionar el olor más maravilloso que jamás había olido en mi vida llegó a mi y antes de que me diera cuenta me había desmayado en los brazos de alguien.
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Cierto alvino de puntas rojas y ojos amarillos miraba maravillado a quien tenía entre sus brazos, había bajado de su habitación asignada en la mansión que compartían los tres clanes para saber porque había tanto ruido en la planta baja.
Vaya su sorpresa al ver a su pequeña pareja destinada mirando hacia la puerta y dándole una muy buena vista de su retaguardia en la posición en la que estaba, no queriendo que escapara dejó que su aroma fuera más intenso hasta el punto de que su pequeño cayera desmayado por el cóctel de feromonas dominantes, llevándolo entre sus brazos fue caminando lentamente hacia el salón donde el resto de los habitantes ya lo esperaban habiendo olido el delicioso aroma de su pequeño sumiso, tan concentrados estaban en su pequeño que no notaron cuando cierta persona se acercaba a la mansión buscando a cierta preciosura la cual quería que fuera su siguiente "esposa".
Acercándose a la mansión entró haciendo su entrada triunfal, bueno, hubiera sido así si no fuera porque había captado de nuevo el olor del chico lindo, sin mucha cháchara simplemente entró para ver qué la preciosura está lo que parecía ser durmiendo con la cabeza en el hombro y cuello de cierto fundador, mientras el resto de su progenie estaba alrededor contemplando a la belleza exótica.
A no queridos hijos míos búsquense al suyo, él es mío perras.
-Bueno pero que tenemos aquí- dijo con el tono más falso que había podido encontrar de alegría- no deberían estar abrazando así a nadie que no fuera Yui, así jamás se decidirá por ninguno de ustedes chicos- dijo lo más calmado posible Tougo pero su temperamento se estaba alzando lentamente, tendría que estar ahora mismo en algún hotel enseñándole quien manda a ese lindo gatito- no es justo -pensó con un puchero interno.
-Por mi no se preocupe señor, ahora mismo estoy en el mismísimo cielo, tantas opciones- empezó a fantasear la rubia, el chico era bastante afeminado así que las ideas iban más allá de lo que cualquiera de ellos realmente hubiera imaginado,-riendo perversamente se fue del salón mientras intentaba cortar el sangrado nasal.
-Que mujer más obscena- dijo el chico semi dormido en uno de los sillones si no fuera porque realmente estaba mirando al pequeño minx que el fundador tenía en su regazo.
-¿Que estás haciendo aquí?- dijo un chico albino de ojos rojos mientras rompía la pared de un puñetazo.
-Subaru, te lo advertí, esta vez arreglarás tú el muro y espero que esté echo antes de mañana- dijo un chico estricto de pelo negro y ojos borgoña mientras se subía las gafas con un dedo.
-Bueno ¿no puedo venia a ver a mis queridos hijitos?- pregunto con sarcasmo el hombre a los adolescentes.
-No- fue lo dicho por todos los adolescentes en la sala.
-Bueno vale, no he venido a veros panda de desagradecidos, vengo a por la belleza que tienes en tu regazo Carla, ya sabes quien lo ve primero se lo queda, además ustedes ya tiene a Yui- dijo con prepotencia esperando erróneamente que le dieran al chico, lo que nunca espero fue un objeto volador no identificado viniendo hacia él y que de golpe se encontrar noquedado en el suelo.
-Lo... siento... se.... me ...ha ...resbalado... de... las .... manos- dijo un chico de voz tranquila mientras miraba inocentemente el cuerpo noqueado del adulto por culpa de una silla.
-Voy a llamar para que vengan a buscarlo lo antes posible- dijo un chico de pelo negro parecido al de 50 sombras de Grey con un suspiro.
Y a si después de que vinieron a buscar el cuerpo del imbecil volvieron a su pasatiempo favorito actual, mirar a su linda pareja mientras dejaban salir un ligero ronroneo para que cuando se despertara este no se asustara y saliera corriendo.
Pobre Harry, había ido a parar con los vampiros más posesivos de la historia y obviamente ellos no dejarían que él se fuera jamás.