Profesor Lehnsherr ¿no?

X-Men (Movieverse) X-Men
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Profesor Lehnsherr ¿no?
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Summary
Charles y Erik son profesores. Charles y Erik son mutantes. Charles acaba de graduarse, Erik lo hizo hace cuatro años.Erik tiene mellizos, y Charles tiene un ex novio que prefiere olvidar.Dos hombres totalmente distintos, destinados a verse todos los lunes a las 10am.
Note
Ni X-Men ni sus personajes me pertenecen. Estos son de Marvel y Fox.
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Charles Xavier y resolvamos esto como adultos... Con Whisky.

El rostro de Raven era un completo poema. Se podía decir era un total y completo poema sobre felicidad y confusión.

-Y entonces enredé mis dedos en su cabello... Y.. Dios... -Charles siente la sangre acumulándose en su rostro.
-¡Y metiste tu lengua hasta su garganta! -exclama Raven y observa a Azazel con un gesto triunfante.

Charles abre los ojos ampliamente y golpea el hombro de Raven.

-No se que hacer ahora. Se perfectamente que ambos queríamos hacerlo, pero tengo miedo de que suceda cuando nos volvamos a ver -dice Charles y un gruñido molesto nace de su garganta.
-Es muy fácil -murmura Raven y palmea la espalda de su hermano-. Le dices que quieres algo con él -afirma-. Y me haces ganar la apuesta -susurra hacia Azazel.
-¿Apuesta? -pregunta Charles observando directamente a los ojos de su hermana.
-Nada importante -dice Raven sacudiendo las manos.

Charles muerde su labio inferior. Y piensa. Porque realmente no había nada malo con querer iniciar una relación, o decir como son tus sentimientos. Creía que Erik podría entenderlo, y tal vez, corresponderle. Demonios, claro que podría intentarlo. Después de todo, ya habían pasado días desde aquel beso. Era tiempo de hablar como adultos. Sí, definitivamente iba a llamarlo.

-Voy a llamarlo -anuncia sacando su móvil.
-¡Claro! Por supuesto, un perfecta idea -dice Raven con emoción.

Pero el móvil en las manos de Charles suena, logrando un completo vacío en la sala.

-Atiende, es como lo mismo que ibas a hacer tú -susurra Raven.

Charles respira profundamente y atiende.

-Erik -murmura intentando fingir tranquilidad.
-Hola Charles ¿Crees que puedes venir al bar de siempre ahora?

El bar de siempre. El corazón de Charles se dispara. Si solo habían ido tres veces.
La pregunta flota en el aire unos largos segundos, hasta que Raven golpea la espalda de su hermano.

-Claro, sí. Voy para allí -responde Charles a toda velocidad.
-Te espero.

Y la llamada se corta. Y Raven festeja en su interior.

-Mejor voy ahora -Charles se levanta y toma su chaqueta-. Nos vemos luego.

Saluda con la mano, y desaparece tras la puerta.
El "bar de siempre", como era habitual, estaba bastante vacío y silencioso. Casi en completo silencio, de no ser por las voces bajas y un susurro de música de los 60'. Esa música que extrañamente era del agrado de ambos.
Cuando Charles ingresó, sabía que encontraría a Erik en la barra. Ligeramente inclinado, con un trago en la mano, y otro junto a él. A Charles le asombraba su capacidad de verse guapo aún en esos cuellos de tortuga.
Con una sonrisa de lado, se acerca y toma asiento junto a él.
Erik sube la mirada de inmediato y le pasa el vaso a Charles.

-Whisky -afirma Erik.
-Gracias, Erik -casi susurra el otro hombre.

El silencio los abraza por largos minutos, por lo menos hasta que el vaso de Charles cae vacío sobre la barra, en ese momento que el alcohol y el coraje comienzan a correr por sus venas.

-Tenemos que hablar -afirma hacia Erik antes de hacer un gesto para que le sirvan más.
-Sí -susurra Erik-. Y quiero ser completamente sincero. Charles, soy un hombre divorciado, que tiene tres hijos y nunca a salido realmente con un hombre. Apesto como bisexual ¿Sabes?

Erik da un último trago a su Whisky y suspira.

-Además, doy asco con las personas, y ni siquiera puedo mantener una amistad por mucho tiempo. Solo Azazel puede soportarme, mis hijos creen que no tengo amigos, y mi ex esposa piensa que odio el sexo o algo así. ¡No odio el sexo! Solo odio tener sexo con mujeres chillonas e idiotas.

Charles abre los ojos con sorpresa.

-¿Cuántos de estos te has tomado? -pregunta señalando el vaso vacío.
-Cuatro -susurra Erik.
-Vaya -Charles se rasca la nuca, y apresura su segundo vaso-. Creo que me toca. Soy patético, y es que vamos, cambié demasiado gracias a mi ex novio. Nunca fui más inseguro en mi vida, y a penas logro ser lo que era. Mi hermana me cuida como si fuera un niño, y ni siquiera he tenido sexo una vez desde que dejé a Sebastian. Plus a esto, tampoco tengo amigos.
-Bueno, somos personas horribles -bromea Erik.
-Horribles.

Y el silencio los consume nuevamente, y unos cuantos tragos más desaparecen tras sus labios.

-Quiero intentarlo -susurra Charles-. ¿Quieres salir conmigo?

Era divertido como las palabras resbalaban tan fácilmente con unas copas encima.

-Yo... -Erik aprieta el vaso entre sus dedos-. Sí -susurra.

Oh por Dios. Había dicho que sí. Y es que estaba seguro ¿No? Charles, era lindo, increíble, y le gustaban los niños.
Con un movimiento de su mano, el asiento de Charles se mueve hasta quedar pegado al suyo. Y los labios de Erik impactan en los de Charles. Un beso algo desparramado y con poca coordinación, pero extrañamente, el mejor beso que habían recibido en mucho tiempo.

-Sabes que acabamos de romper lo del primer beso en la tercera cita ¿no? -susurra Charles, con su rostro aún junto al de Erik.
-Hemos estado saliendo juntos y viéndonos por dos meses -gruñe Erik-. Y este es nuestro segundo beso -agrega.
-Bueno, nos gusta apresurar las cosas -afirma Charles y vuelve a unir sus labios.

Esta vez el beso sube de posición en el ranking. Apasionado sería la definición.
Erik rodea a Charles con sus brazos, y los dedos de Charles se enredan en el cabello de Erik.

-¿Quieres romper tu celibato? -bromea Erik.

Y en verdad no era del todo una broma. Con sus pupilas dilatadas, y muriendo por volver a unir sus labios. Y sobretodo, con esa insoportable puntada bajando a su entrepierna.
Se acerca otra vez, ahora para recorrer los labios de Charles con su lengua.

-Sí -susurra Charles-. Si quiero.

Finalmente abre los ojos, con el azul casi completamente desaparecido. Y aunque a Erik le fascinara ese color tan puro, el color profundamente negro y deseoso de sus pupilas, eran exactamente lo que buscaba ahora.

-Vamos a mi apartamento -susurra Charles y agita las llaves en su bolsillo.

Erik asiente, y deja una cantidad considerable de billetes sobre la barra. Toma una mano de Charles entre una suya, y ambos salen del bar.

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