Profesor Lehnsherr ¿no?

X-Men (Movieverse) X-Men
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Profesor Lehnsherr ¿no?
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Summary
Charles y Erik son profesores. Charles y Erik son mutantes. Charles acaba de graduarse, Erik lo hizo hace cuatro años.Erik tiene mellizos, y Charles tiene un ex novio que prefiere olvidar.Dos hombres totalmente distintos, destinados a verse todos los lunes a las 10am.
Note
Ni X-Men ni sus personajes me pertenecen. Estos son de Marvel y Fox.
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Erik Lehnsherr y odiaría mi trabajo de no ser por los pequeños detalles recientemente descubiertos.

Si había algo que Erik había aprendido a apreciar a lo largo de los años, eran las horas de sueño. Algo que considera un tesoro muy valioso desde que sus hijos nacieron. Wanda era tranquila, pero Pietro, ese bebé si que lloraba.
Por eso, cuando llegaban esos horrorosos días, en los que tenía que ir al instituto, pero no tenia que dar ninguna clase, sentía que estaba perdiendo su valiosísimo tiempo de sueño.
Suspira cansado y Emma le lanza una mirada divertida.

-Animate, el telepata está llegando -dice frunciendo los labios en una sonrisa de lado.

Erik fulmina a Emma con la mirada, y sin embargo, se encuentra a si mismo observando la puerta, expectante.

-Buenos días -dice Charles animado cuando cruza la puerta-. Le pediría señorita Frost, que no haga eso -dice con voz amable pero autoritaria.
-Tiene usted un cerebro muy poderoso -alaga la mujer.
-Podría decir lo mismo -devuelve Charles.

"Lástima que es gay" -susurra Emma en el cerebro de Erik-. "Lástima para mí, tú vas con suerte".
Erik frunce el ceño y sacude la cabeza.

-Usa tu voz, Emma. Deja en paz la cabeza de las personas -gruñe Erik.

Emma sonríe socarronamente y camina hacia la puerta.
"Diviértanse" -suelta junto a una risa, haciendo al cerebro de Erik dar vueltas.
Estupida mujer.

-¿Como te encuentras Erik? -pregunta Charles colocando una pequeña maleta sobre la mesa.
-Bien ¿Y tu? -dice Erik con la vista fija en la maleta.
-Me gusta jugar a ajedrez -dice Charles con simpleza-. Y también estoy bien. Raven me ha regañado por llevar a Kurt tan tarde, pero bien de todas formas.

Erik guarda silencio. Y de alguna manera, Charles creía, él era la única persona capaz de mantener un silencio de tumba, y sin embargo, continuar en un ambiente cómodo. O por lo menos, así parecía ser con él.
Y Erik, el simplemente no podía deje de pensar en cuando fue la última vez que jugó al ajedrez. A Magda no le gustaba, y definitivamente Azazel no era una opción.

-¿Gustas jugar?

Erik sube la vista hacia los profundos ojos azules de Charles, y un escalofrío recorre su espina. No tenía que haber sonado tan sucio. Estupido cerebro mal pensado.

-Sí, bueno. Hace mucho no juego, no se si aún lo hago bien -responde con rapidez.
-¿Blancas o negras? -es la única respuesta de Charles mientras comienza a acomodar las piezas.
-Negras -dice en el mismo tono despreocupado-. Charles.
-¿Sí? -los ojos azules se posan firmemente sobre loa grises.
-Wanda tenía razón -susurra.
-¿Eh? -preguntó Charles con nerviosismo.

No hacía falta que lo dijera, porque Charles se sintió inundado de pensamientos con su nombre.
"Hermosos ojos" "Charles, tus ojos son maravillosos" "Son como el océano" "Charles, Charles, Charles"

-Charles ¿Te encuentras bien? Te has puesto algo rojo -dice Erik con cautela.
-Tus ojos son mucho más maravillosos. Son tan claros, es muy probable que sea un tipo de mutación en la pigmentación -susurra Charles con galantería y realiza el primer movimiento.

Erik abre y cierra la boca seguidas veces, y solo logra sonrojarse levemente. Se sentía como una colegiala siendo cortejada por el chico lindo y popular. Bufa enojado consigo mismo, y mueve una pieza.

-Gracias, Charles -dice con simpleza.

Y extrañamente, es suficiente para ambos.

...

-No puedo creer que con todo el tiem...

La voz de Emma se corta de golpe ¿Cómo no había sentido eso? ¿Cómo diablos sucedió? ¿Era eso posible? ¿Con Erik? ¿El gruñón Erik y ese carismático joven hombre?
Los hombres se separan de inmediato y observan a Emma y Moira como si fueran fantasmas.

-Nosotros no, nosotros ehh... -balbucea Charles.
-No es lo que parece -dice Erik y carraspea la garganta.
-¡Claro que sí! ¡Estaban jugando pulseadas! -exclama con diversión-. Dios te bendiga Charles Xavier, pero nunca había visto a este hombre hacer algo como eso. Es el fin del mundo.

Erik siente como su alma gatea por su garganta intentando huir.
El tablero estaba tirado en el piso, junto a sus muchas piezas, y sus manos seguían unidas sobre la mesa.
Todo había comenzado con una inofensiva partida de ajedrez, luego se retaron para saber quien era mejor, comenzaron a discutir sobre su fuerza... Y una cosa llevó a la otra.
De alguna forma, Erik pensaba, todo fue una simple treta para saber como sería sostener la mano de un hombre. Y extrañamente, las manos de Charles se sentían suaves, y frías, como si involuntariamente, también buscara ese contacto. O eso deseaba, porque ese contacto, le había gustado más de lo que debería.

-Bueno, puede ser -susurra Charles finalmente.

"Ya puedes soltarlo" -dice Emma con diversión en la cabeza de Erik.
Eso provoca que con un movimiento brusco por parte de Erik, sus dedos se desenreden.
Observa a Charles con gesto de disculpas, observa su reloj y se pone de pie.

-¿Te vas? -pregunta Charles casi en silencio.

Erik se agacha, y comienza a guardar las piezas del ajedrez. Charles se agacha y hace lo mismo.
Las mujeres se observan cómplices, y salen aun más rápido de lo que llegaron.

-"¿Te vas, Erik?" -pregunta Charles.
-"Yo... Quizás sea lo mejor"
-"¿Por qué?" -vuelve a preguntar extrañado.

Y Erik supo que cuando hablaban así, en silencio, se sentía muy lejano a Emma entrando en su cabeza. La voz de Charles, su voz, era una caricia.

-"Quizás si me quedo, haga cosas que no debería"

El corazón de Charles da un brinco. Lo había sentido antes, y creyó que se trataba de un tonto error. Pero ahora, con sus ojos fijos en los de Erik, y con sus mentes unidas. Podia confirmar que el hombre frente a él, quería lanzar fuertes sentimientos hacia su persona.
Lentamente, Charles se acerca su rostro de Erik. Suspira en su mejilla, dejando salir el aire contenido.

-"Realiza tu travesura"

La voz de Charles se sintió en su cabeza, pero el calor que le produjo, se agolpó en sus labios. Y solo unos segundos después, los posó sobre los del telepata. Confirmando, efectivamente, que estos eran los labios más suaves y carnosos que había probado en su vida.
La lengua de Charles rodeó la suya con destreza, legrando que sus manos viajen a la nuca del otro hombre. Charles, por su parte, enredó sus dedos en el cabello de Erik, uniéndose aún más. Gruñidos, chasquidos de labios, lenguas y saliva. Y sabían que si no se separaban pronto, terminaría peor de lo que creían posible.

-"Travesura... Realizada" -jadeo Charles en la mente de Erik.

Ambos se separaron de inmediato. Con la respiración agitada, el corazon bombeando a toda velocidad, y sus labios latiendo. Así, y con el cabello hecho un desastre, Erik salió a toda velocidad de la sala. Dejando a Charles, jadeando, abrumado... Y satisfecho.

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