Capítulo 1
Hace un tiempo encontré en The Meta Picture una imagen extraída de Tumblr, en la que se proponía escribir una historia basada solo en este hecho: todas las personas nacemos con un contador en el brazo, que marca los años, meses, días, horas minutos y segundos que faltan para encontrar a nuestra alma gemela.
Así que lanzo el desafío en este sitio, ocupando los personajes que queramos. Por favor, ahorrémonos las historias demasiado obvias, tratemos de ser originales.
El sol se pone en el horizonte a medida que camina por ese parque a la orilla del mar. Se sentía animada, y la brisa se llevaba sus cabellos y ondeaba su vestido blanco ribeteado de azul. Una repentina ráfaga casi arranca el sombrero que le cubre. Mira su contador: 5 minutos y 23 segundos.
Luego de toda su vida esperando a esa persona adecuada, con la que pasaría el resto de su existencia, está a punto de ocurrir. Siente esas mariposas en el estómago, las manos húmedas por los nervios. Ha estado esperando este momento, muchas veces pensó que el contador se había equivocado, que había conocido a la persona correcta, pero no era así. Vio como a veces se detenía el contador de alguien, y que ese alguien se abandonaba a la locura y el dolor. Rogaba que eso jamás ocurriera, sería demasiado doloroso, algo definitivo.
Siguió caminando, tratando de tranquilizar los latidos de su corazón. Miró nuevamente el contador: 1:09. Ya casi era el momento. Trató de ver si había alguien cerca, a lo lejos había gente, pero no: estaban a demasiada distancia y no había forma que llegara cerca de ellos en tan poco tiempo. 0:34. Aunque no quisiera su corazón estaba a punto de estallar. 0:21. Siguió caminando con paso decidido hacia su destino. 0:06 Respiró profundamente y cerró los ojos. 0:02 Vuelve a mirar el contador. 0:00 Un sonido agudo indica el fin de la espera.
Levanta la mirada, se encuentra con unos verdes ojos enmarcados por rubio cabello que le miran algo incrédulos y con un gesto de extrañeza.
-Hola… -siente que su corazón se detiene. No era lo que esperaba. No era ese gesto
-Hola –Su voz suena algo fría- eres extraña. Sí, te ves linda, pero… tu cabello verde es extraño, tu piel parece transparente, tus ojos de un azul irreal. No pareces humana. Yo… lo siento. No puedo –Solo escucha el sonido de pasos que se alejan y un motor que se pierde en la distancia.
Su corazón estalla en mil pedazos, las piernas no le obedecen, aún está la sonrisa congelada en su rostro y una lágrima cae mientras la oscuridad le rodea, acabándose su esperanza con el último rayo de sol que deja la tierra.
No siempre las cosas terminan como esperamos. Pero esto, es solo una historia. No creo en almas destinadas a estar para siempre juntas, creo en que dos personas toman la determinación de trabajar para construir algo, de mantenerlo contra toda dificultad. Es algo recíproco, en que se deben establecer prioridades. En este relato, ninguna de las dos tenía las prioridades claras: una Michiru que pensaba que todo ocurriría por magia. Una Haruka que buscaba alguien más de su gusto, no alguien tan diferente. A ambas les faltaba madurar, quien sabe? Aún puede haber un segundo capítulo, no está todo escrito ;)
No te lo tomes personal, solo que hoy me duele aún. Y ya sabes, algo de stress durante la semana, no dormí bien, y mañana vuelvo al trabajo. No es una buena combinación. Sé que se me pasará más pronto que tarde, estaré bien. Y ya dije, no está todo escrito, yo soy quien escribe mi historia.