50 Centímetros
El menor se ruborizó por aquella acción. –Gra-gracias... -Sintió su corazón acelerarse, jamás le había pasado algo así, y sin darse cuenta un sentimiento de amor estaba formándose dentro de él, por Steve Rogers.
-No hay problema. –le contestó el rubio. Ambos comenzaron a caminar con dirección a su salón de clases. –¿Qué tal si como agradecimiento almuerzas hoy con mis amigos y conmigo? –preguntó sin más, Steve no era tonto, tenía que enamorarlo antes de que su amigo hiciera movimientos. Y como iba la situación el rubio poco a poco iba ganando terreno en el corazón del más bajo.
-¿Puedo llevar a mis amigos?
-No le veo problema. –no sabía si lo que sentía el menor era inseguridad o miedo de él, lo veía tan inocente que... no permitiría que nadie lo lastimara.
-Entonces está bien. –el castaño le sonrió de una manera sincera, cosa que hizo que el más alto se le detuviera el corazón, sin duda ese hermoso castaño debía ser suyo.
Los chicos caminaron hasta que llegaron a su destino, se metieron al salón y de inmediato Bucky los visualizó, los observó, el Castaño estaba platicando muy amenamente con Rogers cosa que no le gustó a Barnes.
-Supongo que ahora es Steve 1, Bucky 0 –comentó con malicia Loki a lado de Natasha que de igual manera estaba sonriendo maliciosamente.
-Loki tiene razón, si no te mueves, Steve te lo robará. –Esta vez fue la pelirroja quien habló, debía admitir la situación era divertida.
-Ya lo sé... -se frustró el castaño, solo los observaba desde su lugar, hasta que ambos se fueron a sentar porque la maestra ya iba a comenzar la clase.
La clase terminó y la hora del recreo había comenzado, todos comenzaban a retirarse del aula para ir a los comedores o a la cafetería.
-Chicos. –llamó el Capitán de futbol americano. –Espero que no les moleste que Tony almuerce con nosotros hoy... -sonrió.
El rubio de cabellos largos sonrió alegremente, como le encantaba ese chico, y en secreto creía que era más tierno que Loki, claro el pelinegro era tierno también pero era peligroso y debía cuidarse, eso le quitaba puntos. –¡Amigo Tony! –se acercó al castaño. –Disfrutaré de tu compañía como de las galletas que me has dado. –de inmediato sintió dos miradas frías sobre él, "Ups... no debí decir eso", pensó.
Dentro de la mente del castaño más alto solo rondaba la idea de que Thor no debía comer nada que proviniera del hermoso castaño. Y dentro de los pensamientos de Rogers solo estaba la idea de que Thor debía tener diarrea.
-Ya hay que irnos. –comenzó Nat. –Tengo hambre. –comenzó a caminar hacia la puerta.
-Si no como me voy a poner verde. –comentó Bruce.
-Tienes razón... hoy traje algo especial para el almuerzo. –esta vez fue turno de Barnes en hablar.
-Vamos Tony. –dijo Steve, de inmediato todos comenzaron a dirigirse hacia la salida, Steve se había posicionado a un lado de Stark y James no perdió la oportunidad por lo que se puso en el otro lado del chico.
-Steve. –le llamó la maestra. –Necesito hablar contigo sobre un trabajo que me entregaste.
-¿Ahorita?
-Si. –finalizó seria.
Barnes sonrió, era su momento de tratar con Tony, sin embargo quería parecer sorprendido. –¿Quieres que te espere?
Steve estaba a punto de decir que sí cuando el estómago del más bajo rugió en clara señal que tenía mucha hambre, a lo que simplemente bajó la cabeza todo avergonzado. –No es necesario, los alcanzo allá.
-De acuerdo Steve. –se burló, su sonrisa no pasó desapercibida por el rubio que le miraba molesto. –Vamos Tony...
-Si... te veo allá Steve... -ambos castaños salieron del salón.
Al llegar a los comedores, Tony tenía la intención de ir a la cafetería por algo de comer, pero sus intenciones fueron negadas al ver a todos los estudiantes matarse entre sí para ser atendidos por el personal de la cafetería. Decidió esperar a que la fila se calmara un poco.
James solo observaba al menor, no sabía que decir. Llegaron a sus asientos para comer, el castaño mayor sacó su comida, estaba a punto de darle un gran mordisco a su sándwich de 50 cm cuando la voz de Bruce atrajo su atención.
-¿No vas a comer Tony?
-Si... es solo que olvidé mi comida en mi casa, voy a comprar algo cuando ya no haya tanta gente en la fila. –sonrió inocentemente.
-Cuando eso pase, la hora de comer ya habrá terminado. –habló Loki.
"Es mi oportunidad" pensó el castaño mayor. –No te preocupes Tony. –tomó su sándwich y lo partió por la mitad. –Te doy la mitad de mi comida. Todos los presentes miraron sorprendidos, James jamás había compartido su sándwich especial con nadie porque decía que no todos los días tenía la oportunidad de comerse su famoso emparedado y el que lo compartiera con Stark significaba que iba en serio ya que ni siquiera con sus antiguas parejas lo había hecho.
-No es necesario. –dijo Tony levantando levemente los brazos.
-Insisto. –le tendió su mitad, Tony sonrió tan dulcemente que Barnes podría jurar que un aura anaranjada con rosa rodeaba al castaño menor, derramaba miel. Sacudió mentalmente su cabeza. –Si no comes vas a quedarte chiquito... -le revolvió los cabellos.
El menor se sonrojó. –Gracias James...
-Natasha... -susurró Loki.
-Lo sé... -rápidamente sacó su celular y escribió en una nota. "Steve 1, Bucky 1". Guardó su teléfono y sonrió maliciosamente. –A Steve esto no le va a gustar.
-De eso se trata... -dijo con sarcasmo el pelinegro.
Thor y Bruce solo suspiraron por lo que sus amigos decían, esos dos tenían el mismo grado de malicia. –A todo esto ¿Dónde están los demás?
-Steve se quedó con la maestra. –habló Tony. –Y los demás apenas están saliendo de clase porque la maestra no los dejaba salir hasta que terminara una explicación, eso fue lo que me dijo Pepper.
-¿Quién es Pepper? –preguntó Barnes con un rastro de celos.
-Es mi amiga, somos amigos desde que tengo memoria... creo... -se llevó una mano a la barbilla para pensar. Cuando una figura a lo lejos llamó su atención, se puso de pie e hizo señas para que sus dos amigos lo vieran, al instante Pepper y Rhodey se acercaron a la mesa en donde se encontraban. -¡Hola! –saludó alegre Tony.
-Hola chicos... -saludó la pelinaranja a los presentes, tomó una silla y se sentó al lado de la pelirroja. Rhodey hizo lo mismo que su amiga.
Después de unos minutos se unieron al grupo Jane, Sam y Clint, que de igual manera saludaron y comenzaron a comer, nadie había preguntado por qué Tony, Pepper y Rhodey se encontraban ahí, al contrario, su presencia les agradó.
Al cabo de unos minutos apareció el único que faltaba; Steve. Saludó a todos y rápidamente comenzó a buscar un asiento vacío, pero se detuvo al notar que Tony le hablaba. –Steve, te aparté una silla. –al instante se dirigió hacia allí y se sentó.
El ambiente se tornó algo incómodo, Steve y Bucky eran los acusantes de todo, y sin creerlo todos lo notaban excepto nuestro querido e inocente Tony.