
Chapter 1
Mon se encontraba tomando una taza de café sentada con los pies dentro de la piscina de la casa que Sam había alquilado para el viaje de negocios en el que se encontraban.
La noche anterior, después de aquella conversación que compartieron, caminaron por la orilla del mar tomadas de la mano entre conversaciones triviales y carcajadas resonantes. Ya tendrían mañana para hablar de cosas serias.
- No sabes lo que moría por verte así, todos los días, al iniciar mis mañanas. - De pronto, el momento de "meditación" de Mon había sido interrumpido por la voz adormitada de Sam.
- Así sí daría gusto despertarse- Sam dijo coqueta.
Mon se río y palmeo el espacio vacío a lado de ella.
- Buenos días para ti también, entonces- sonrió, tirando un beso al aire. -toma tu taza de café y ven aquí.
Se sentaron y compartieron el silencio un rato.
- Ella pudo tener esta vista cada mañana, en los días grises , en aquellos soleados , pudo tener tus noches tristes y felices, días enteros a tu lado. Ella tuvo lo que tanto quise y anhele día tras día. Inviernos, veranos, cumpleaños, tazas de café - dijo Sam reflexionando en voz alta, demasiado diría.
- ¿Ella sabe sobre mi?- preguntó Sam sin mirar a Mon, quizás sin esperar necesariamente una respuesta a cambio.
- Por supuesto que si- Mon tardo en responder- Cuando llegué a Inglaterra no estaba bien, me encontraba perdida. Conocí a Cait en un clase de bisutería a la que me metí para que mis días se hicieran más cortos, se convirtió en una amiga con la que reí pero sobre todo lloré, le conté de ti, de nuestra historia. Me dijo que dejará que el tiempo curará nuestras heridas.- hizo una pausa- los días pasaron y me enamoré de ella, era un amor distinto al que sentí por ti , pero era amor.
- ¿Aún la amas?
- Con el tiempo aprendí que mantener un hogar requiere compromiso, lealtad , buscar el bienestar y un sin fin de cosas, más allá del amor.La quiero muchísimo, sí, pero el tiempo no bastó para curar todo - Mon respondió
De pronto , el sonido del celular de Mon, detuvo el hilo de la conversación que estaban teniendo.
Lo siento , tengo que contestar le dijo rápidamente a Sam dirigiéndose a la mesa para alcanzar su teléfono.
- ¿Aló? Cait, ¿que pasó?- era raro para Mon, recibir una llamada de su ex mujer de pronto, ya que la mayoría de veces se comunicaban por mensaje de texto.
- Mami, no podía esperar para contarte que iré al campamento de baile al que tanto quería ir, fui aceptada y solo quería contartelo lo antes posible.- una vocecita dijo a través del teléfono. Mon se sintió aliviada al saber que era Liz y que la llamada no era sobre nada grave.
- Hola, mi bebé , estoy muy orgullosa de ti. Ya ves , te dije que tu presentación le iba a encantar al jurado y que ibas a ser aceptada.- Mon la había visto practicar hasta el cansancio aquella rutina de baile.
- Mami, te extraño mucho, ¿cuando regresarás?- Liz dijo con un dejo de tristeza en su voz.
- Yo también te extraño muchísimo, corazón. Te prometo que regresaré más pronto de lo que crees. Ahora pásame con mamá, por favor.
- Hola Mon, ¿cómo va todo por allá?. Lo siento por la llamada sorpresiva pero Liz estaba muy emocionada y no dejaba de pedirme el teléfono. - Cait respondió con aquella voz calmada que tanto la caracterizaba.
- Mejor de lo esperado. Estoy disfrutando mucho estos días aquí , pero se que aún tenemos pendiente lo de la niña.
Sam esperaba a que Mon terminará la llamada que había contestado hace un rato, mientras tomaba un sorbo de aquel café que estaban compartiendo esa mañana.
No quería ser entrometida pero Sam no estaba muy lejos de la mesa, por lo que escuchar decir " mi bebé" y "corazón" a la persona del otro lado del telefono, despertó dudas en ella.
Perdiendo la noción del tiempo por un momento, un dulce beso en la frente la sacó de aquel tren de pensamientos que tenía.
- Ya terminé la llamada, podemos seguir en donde nos quedamos- Mon dijo volviendo a sentarse al borde de la piscina y tomando un sorbo de su taza.
- Mon, no quiero sonar celosa ni mucho ser entrometida pero pude escuchar los apodos cariñosos que decías mientras hablabas.- Sam dijo de pronto, bajó la mirada y comenzó a jugar con uno de sus anillos.
- Lo siento, no sé si esta es la mejor manera de que lo sepas y no quería decirtelo así pero con quien hablé es Liz, mi hija. - Mon se encontraba afligida, pero en su defensa el tiempo que habia compartido con Sam hasta ahora, pasó en un abrir y cerrar de ojos.
- Espera, ¿tienes una hija?- dijo Sam, tratando de asimilar lo que estaba escuchando.