
Hugin y Munin
Odín acababa de bautizar a sus dos cuervos como: Hugin y Munin. Partió a la mitad el ojo que tenía en sus manos para dárselos de comer a amabas aves. Entonces sintió una extraña sensación de escalofrío mientras los cuervos tragaban su parte.
Ambas aves tomaron vuelo sobre Asgard, con una velocidad impresionante. Munin bajó hacia una calle para observar y Hugin para escuchar, y Odín pudo mirar y escuchar a través de ellos. Soltó una carcajada casi con locura mientras su mejilla izquierda se teñía de sangre que no dejó de salir de la cuenca donde una vez yació su ojo.
Odín no tenía tiempo para averiguar algo más que le trajera a Loki. Estaba seguro que con la máquina que Brunilda había mencionado, podría haber encontrado a su amado, pero no, fue demasiado tarde para averiguar dónde era exactamente el planeta. A duras penas esa mañana descubrieron el planeta pero hecho un caos. La valkiria se había encargado de destruir no solo la máquina sino también a muchos habitantes de ahí y probablemente a los creadores del artefacto. Para cuando regresó a Asgard, todos gritaban justicia por Loki. Los rumores habían dejado de ser eso, solo rumores. Y pronto los demás reinos junto a los asgardianos, exigieron una explicación y su abandono al trono. Alegaban que Laufey sí estaba vivo y que desmintió todas las tretas que Odín había usado para limpiar su pecado.
Entonces, Odín entró en una reunión urgente con los gobernantes de los reinos y ahí, delante de todos dijo que Loki no era su hijo sino su amante y, que su amor era mutuo.
Odín estaba seguro que encontraría a Loki, sin importar las consecuencias. En uno de sus delirios hasta imaginó que Loki volvía por cuenta propia. Pero lo que le importaba es que una vez juntos, Odín le permitiría vivir como cualquier ser humano, sin encerrarlo, le mostraría los mundos, y nadie cuestionaría su relación. Pero si Loki se rehusaba, entonces se vería en la necesidad de volver a manipularlo hasta que la muerte los acechara.
En cuanto a Thor, tenía tantas cosas para él como acusarlo de haber empeorado la enfermedad de Loki, podría incluso decir que fue Thor quien abusó del chico.
—Pero nunca osé tocarlo de niño —aseguró Odín, causando cuchicheos delante de él, murmurando que no podían creer en él.
Preguntas surgieron desde los rincones, Odín dijo que respondería todas y cada una de ellas delante del pueblo de Asgard.
Poco le importó el dolor que le causó ponerse un parche de oro sobre el cuenco vació de su rostro, tomando el Gungnir, guió al consejo de su reino y de los demás reinos hasta la multitud mezclada entre asgardianos y gente de otros reinos que se habían atiborrado ante la fortaleza de Asgard. Hubo un silencio cuando Odín se dejó ver.
—He decidido que una vez vuelva mi amado Loki…
Los abucheos acallaron sus palabras, el pueblo estaba furioso que aunque no conocieran a Loki y fuera un jotun, les afligía todo lo que había sufrido desde niño. Ellos exigían que Odín se fuera, lo querían fuera del reino, él ya no podía ser su rey.
—¡Thor! ¡Thor! ¡Queremos a Thor! —todos clamaron el nombre del único aesir a quien aceptaban. Repitieron una y otra vez exigiendo su presencia, incluso los concejales y gobernantes aplaudieron a la muchedumbre mientras le sonreían con sorna al padre de todo.
Odín estaba sin soldados, sin guerreros porque todos estaban buscando a Thor y Loki en los reinos que comandaba y otros que el Bifrost señaló. Tomó el Gungnir y golpeó el suelo haciendo que todo Asgard temblara, de pronto hasta las aguas habían levantado grandes olas hacia la ciudad dorada. Sonrió ante el temor de la gente.
—Soy su rey y es de rodillas que deben estar ante mí —exclamó Odín, exasperado. Levantó su lanza para apuntar en dirección al pueblo y lanzando una especie de fuego, destruyó varios cuerpos, pulverizándolos en un segundo. Los gobernantes y concejales, detrás de él, emitieron un alarido y Odín apuntó hacia ellos para también asesinar un par, dejando así a todos aturdidos, temerosos de ser los siguientes, instalándose un silencio en todo el reino de Asgard. —Cuando atrape a Thor, lo voy a ejecutar aquí delante de ustedes. Y a quien me traiga a Loki le daré el trono de los gobernantes que acaban de perecer.
Los miembros de la corona salieron despavoridos de Odín; otros para esconderse, para huir, mas otros para buscar a los príncipes y hacerse con el trono de Vanaheim ya que su rey acababa de morir.
Entonces entre la inestabilidad de muchas personas, Odín trató de hablar de Loki, decir lo mucho que se amaban, que Thor había regresado solo para separarlos. Los que sí atendían, sin duda tenían los rostros serios, siendo difícil para Odín si le estaban creyendo o no. Y claro que no le creían. Ellos empezaban a aborrecerlo.
Aun así, Odín liberó a El Destructor de su sala de reliquias. Anunció a todos que quemaría mundos, mataría hasta el último habitante hasta encontrar a Loki. Dentro de sí mismo, estaba seguro que Thor no permitiría muertes inocentes y regresarían. Mientras con Brunilda, las demás valkirias se encargarían de ella por su traición.
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Brunilda viajaba junto a Laufey al mismo Jotunheim, era el único lugar donde podrían esconderse ya que el jotun conocía muy bien sus tierras a pesar de estar en las ruinas. Le contó cómo Thor había estado descubriendo la verdad sobre Loki, y cómo habían logrado sacarlo de ahí. Laufey estaba contento y agradecido, esperando ver a su hijo y hacer justicia. Y solo sería asesinando a Odín.
Laufey mandó llamar a todos los jötnar que estaban escondidos en otros planetas. Necesitaban reunirse para marchar hacia Asgard con sed de venganza.
Ambos estaban enterados de lo que Odín estaba haciendo, tuvieron cuidado con los cuervos que habían viajado hasta Jotunheim y se habían puesto en lo alto de bloque de hielo para observar y escuchar.
Cuando se vieron a salvo, Laufey le mandó a Brunilda hacia Loki para que pudiera ayudar a Thor. Reencontrarse con su hijo no podía ser posible aún, no existía la forma de verse sin ser descubiertos por Odín.
Ni Brunilda pudo cabalgar a su caballo para escapar a Jotunheim con Laufey. Temía por sus hermanas valkirias, sabía que tal vez ellas no desearían matarla y quizá hasta rogaban porque ella se escondiera pero la ira de Odín las obligaba a levantar sus espadas contra ella.
Rogó porque Thor estuviera ayudando a Loki, a reconocer lo que estaba bien y lo que estaba mal. Dudó que Odín le hubiera enseñado algo bueno por lo que necesitaban que Loki aprendiera rápido ya que era el único que podía poner fin a todo ese problema, el único que podía salir a la luz y condenar a Odín. Solo así los nueve reinos dejarían de temer al Padre de todo. Solo así se le podría derrotar.