
Recuerdos
Loki estaba solo otra vez aprendiendo a contar los días.
—Sol, estrellas, seis, ocho, medicina…
Aunque no supiera los números, un día entendería que pasaron tres días desde que pudo salir con Odín fuera de esa habitación.
Loki se preguntaba si justo en ese momento estaría el sol en el cielo o ya se había ido a dormir.
Durante esos días, imágenes vinieron a su mente. Uvas… miró su plato con uvas y otras frutas pero las uvas lo mantuvieron distraído mientras viajaba a un día en que Odín le había hecho cosas con ellas. Miró el vino y sintió su cuerpo bañado con ese líquido mientras Odín chupaba golosamente cada centímetro de su cuerpo. Un escalofrío recorrió su espalda. Todo lo que estaba viendo tenía que ver siempre con su cuerpo.
Arrojó las frutas hacia la puerta con enojo. Se preguntaba por qué su padre no lo había vuelto a tocar después de matar a Sif. Siempre lo tocaba, sus cuerpos fusionándose, sus cuerpos sudando, gemidos en sus oídos…, Odín golpeándolo, Odín castigándolo, vagos recuerdos de Odín gritándole.
No podía dormir a pesar de que Odín se lo pedía. Siempre supo obedecer pero ahora cada vez que intentaba entregarse al sueño Sif estaba ahí completamente destruida.
—Los elfos oscuros ya no están, Loki. Ellos están muertos —Y ahí estaba otra vez Odín repitiéndole lo mismo cada día como si fuera la primera vez y Loki ya no sabía cómo reaccionar pero trataba lo mejor por sonreír. —Y Loki, no debes olvidar tomar tu medicina, aquí te traje un poco más. Tu enfermedad te ha puesto mal ayer y tu hermano se preocupó mucho cuando empezaste a gritar.
Dentro de Loki algo se molestó al ser tratado como un idiota. Estaba seguro que no se había puesto mal en ningún momento y tampoco había gritado a ningún hermano. Pero obedeció tomando de la copa de oro en sus manos. Y mientras Odín preparaba algo, Loki fingió tomarlo y se fue al baño con la copa para vaciarlo en el desagüe.
—Muy bien, ahora come un poco mientras la medicina te ayuda.
Loki comió sin mucho apetito mientras miraba a Odín desde las manos hasta los ojos y, se dio cuenta que estaba marchitándose como Sif lo hizo en poco tiempo.
🌟
Odín tenía tantos problemas como para poner atención a los pequeños cambios que Loki estaba presentando. Constantemente estaba perdido en su mente, pensando en todo lo que tenía que resolver, no sabía cómo Loki podría adaptarse a la vida que le había negado tantos años. Principalmente no sabía cómo deshacerse de Thor. No lo quería en Asgard. ¿Y si lo nombraba rey de Vanaheim? Pero ser rey de Asgard era ser el Padre de Todo de los nueve reinos y Thor lo reclamaría… ¿si él y Loki se iban a Vanaheim dejando a Thor en Asgard?
Cuando terminaron de comer, al menos Loki fue el único que comió algo, Odín se levantó la parte baja de la túnica en su posición sentada con los talones bajo las rodillas. No había podido estar con Loki y no podría hasta que Thor viera al muchacho. No podía permitirse dejarle marcas y esperaba que las antiguas heridas sanaran pronto.
—Chúpalo —ordenó sin muchas ganas.
Loki se arrastró hasta él hundiendo su cabeza entre sus piernas. Odín apoyó su espalda en la pared cerrando los ojos para sentir los cálidos labios de Loki acunar su miembro.
Ese día mandó llamar a las valkirias para que se encargaran de exterminar a cada jötnar escondido y, a Thor le pidió paciencia para conocer a Loki que había estado otra vez inestable por pesadillas. Aunque era verdad pero Odín desconocía una parte de ella.
Un jadeo escapó de sus labios cuando Loki empezó a succionar con ahínco cada vez mejor y Odín no dudó en tomarle de los cabellos para empujar más adentro su miembro con movimientos que imitaban embestidas hasta expulsar aquello por lo que Loki había empezado. Y es que a Loki le gustaba tragar el semen para al final mirarlo con morbo y decir lo mismo de siempre:
—Papi, estuvo rico.
Odín se arregló para salir dejando a Loki en la cama, prometiéndole que saldrían luego a pasear para ver la ciudad como otros días.
Una vez fuera, se encontró a Thor esperándolo en la sala para informarle que ese día tampoco se encontró ningún jotun. Thor también estaba cazando jötnar en Asgard.
—Son como ratas, saben dónde esconderse. Pero a todo eso, ¿si mejor le entregamos a mi hermano a su verdadero padre? En los tres días que llevo aquí, padre, te he visto estar mucho tiempo con ese hermano mío, cuidándolo me imagino, y gobernar los nueve reinos te debe agotar. ¿No sería mejor que Laufey cargue con su enfermedad? Además es el padre biológico. Mi madre debió estar algo loca para engañarte —Thor lanzó una risa fingida.
—Thor no seas inmaduro y ten más respeto por tu difunta madre.
—La respeto y mucho, sabes que la amaba. Y sobre Sif… quiero verla. Hay algo que tengo que hablar con ella.
Odín se puso nervioso algo que a Thor no se le escapó.
—Debe estar ocupada con las valkirias.
Entonces Thor se retiraba algo molesto y Odín se dirigía a la biblioteca que Frigga celosamente había cuidado por años. Necesitaba algo para que Loki no hablara, algo para que dijera todo lo que él quisiera, algo para controlarlo mejor que la medicina con floripondio. Debía haber algo. No desconfiaba de Loki, él era un niño atrapado en un cuerpo que crecía, y sería normal para él sentir curiosidad por muchas cosas y decir cosas inapropiadas sin darse cuenta.
Mientras no hallara algo, no dejaría de enseñarle a Loki las nuevas normas y que pronto tendría que conocer a Thor.