
Traición
— ¿Cómo es posible que siga siendo tu amigo? — Preguntó furioso, Tony. Leyó y releyó lo publicado. Ahí estaba cada uno de los temas más delicados para ambos: La salud de Steve, las peleas que tuvieron hace años... Lo peor: Que en todo ello culpaba a Tony. — ¿Cuándo te he sido indiferente?
— Tony... yo no dije nada de eso... — Steve intentaba calmarle, aún cuando temía acercarse a Stark.
— ¿Y cómo sabe todo esto? — Se contenía para no destrozar su propio celular y dejar de ver todas esas palabras.
— Confié en él... — Steve estaba tan estresado, su cabeza volvía a dolerle.
— Te lo dije. Te dije que no me agradaba.
— Lo sé...
— Y ahora nos pone en ridículo. — Gruñó Stark, sentándose en un sofá e intentando respirar.
— No menciona nuestros nombres. — Trató de arreglarlo el rubio.
— "A pesar de sus cuatro años juntos, aún no entiendo cómo es que siguen. Siempre le dije que no iba a funcionar. Ahora que más lo necesita, lo va a dejar. Le dije que alguien como él, que siempre lo tuvo todo, lo desecharía en cuanto dejara de estar en forma. Sólo le importa el físico." — Leyó en voz alta. — Es obvio que habla de nosotros. Todos lo sabrán en cuanto lo lean. Sólo a mí me dice eso: "Como siempre te dieron lo que querías, no sabes lo que es trabajar por algo." — Imitó la voz de Barnes.
— Lo sé... — Steve se cubrió el rostro.
— Y siempre estuviste de su lado... — Se cortó su voz al mencionarlo.
— No es verdad. Lo reprendía. — Intentó corregir, Steve.
— Sí que aprendió su lección. — Mencionó con sarcasmo antes de dirigirse a su habitación.
— Sabes que odio que hables así. — Le siguió, pero Tony no respondió. Al estar ambos en la cama en un largo silencio, Steve volvió a hablar. — No volverá a pasar.
Tony suspiró. — No importa. — Cerró los ojos e intentó dormir.
A los pocos minutos, Steve le rodeó en un abrazo por detrás. — Lo siento...
El castaño se mantuvo en silencio un poco más, después susurró. — Estoy molesto.
Steve hundió el rostro en su cuello, temblando ligeramente y derramando unas lágrimas. — Tienes todo el derecho a molestarte conmigo.
Stark de inmediato deshizo el abrazo para sentarse en el colchón. — No estoy molesto contigo. — Steve limpió sus lágrimas, no comprendía. — Confiabas en él, es tu mejor amigo. Siempre ha estado ahí para ti. Tal vez tiene razón... — No soportó más y comenzó a derramar lágrimas también.
Steve se acercó para abrazarle de nuevo. Negaba con la cabeza, no podía hablar muy bien. — No, no... Él modificó todo. No me importa si él piensa que no eres bueno para mí. Y yo nunca dije eso. Es más... — Tomó su móvil del buró y buscó de entre sus mensajes. Le dio el celular a Tony. — Esas son todas mis conversaciones con él. No tengo las que hablamos por teléfono o en persona, pero sólo hablábamos de lo mismo. Esa es mi postura. Siempre he estado convencido de que te amo y de que quiero pasar mi vida a tu lado.
Tony limpió sus lágrimas y leyó. Parecía una conversación entre amigos muy normal. Lo cual acrecentada la traición. Cada que leía "Siempre puedes decirme lo que sientes, te voy a escuchar", pensaba: Claro, para después publicarlo.
Le entregó el celular a Steve.— Eso no cambia nada. Estoy molesto con él, no contigo.
— Pero yo tuve la culpa...
— ¡No! ¡Él se aprovechó de ti! — Tony le abrazó por el cuello y suspiró para calmarse. — Es un hipócrita. Si tanto me odia, que me lo diga a la cara.
— No quiero que peleen... — Le rodeó Steve por la cintura, pero Tony fue soltándole.
— Siempre un pacifista. — Se forzó a sonreír. — Me gustaría que me defendieras alguna vez. — Se limpió una última lágrima con el dorso de la mano. Steve no respondió. — Vamos a dormir. Tienes un vuelo mañana.