
23 HORAS AL DÍA
“23 horas al día el mundo es para mí
Y a las 2 de la mañana no puedo estar sin ti
Una actuación en un gran pabellón
Cinco o seis mil personas a mi alrededor
Les siento y me sienten, adoro a mi gente
Al terminar fotos para firmar
Y esos besos que cada vez me gustan más
Mantengo romances durante un instante
23 horas al día el mundo es para mí
Y a las 2 de la mañana no puedo estar sin ti…”
Thor casi derramó los restos de las bebidas que levantaba de las mesas al escuchar la voz de Loki en la TV… quedó hipnotizado, con su voz sedosa, bien entonada, manejando las notas altas y contrastes con una magistralidad que obviamente había pulido en el tiempo que llevaba fuera. Todos en el Bistro pudieron contemplar su cara alelada, sus ojos azules clavados en la figura estilizada, que cantaba, que se movía ondulante en el escenario, en la melodía que parecía retratar el ajetreo que vivía día a día y que, en su último verso “Y a las 2 de la mañana no puedo estar sin ti” deseaba encontrar el mensaje cifrado solo para él, de lo mucho que lo extrañaban, de lo muchísimo que se extrañaban mutuamente.
Aquellos seis meses sin verlo le pesaban en el alma, seis meses desde que el primer single se volviera un éxito nacional y lo llevara en un rápido tour de promoción, más entrevistas, más presentaciones, más fechas añadidas… y los tiempos iniciales de dos meses, se fueron extendiendo… “estaré ahí en una semana” “No, lo siento, quince días” “¡Noticias! Me han invitado como parte de un programa de concursos en San Francisco, me llevará tres semanas” No faltaban los mensajes de voz cada noche, pero en cada ocasión solo eran sus entusiastas palabras con más y más trabajo que justo lo estaba alejando de él…
El Bistro tenía un nuevo cantante, un chico talentoso también, de padres italianos y voz aterciopelada, los clientes aplaudían cada noche, pero nunca como el éxito que había sido Loki… lo extrañaba y quizá, los bolsillos de Tony Stark lo extrañaban también. Porque finalmente, los negocios reclamaron su atención y tuvo que entregarlo a manos de un representante que se dedicara tiempo completo a promocionarlo y él, quedarse en Nueva York, dedicarse a seguir su vida normal. Y ¡Sorpresa! El representante tampoco quería cerca a Thor, Loki no podía iniciar su carrera como cantante con un novio rondándolo siempre. El pobre rubio tuvo que aceptar más a querer y sin ganas, que su papel de falso guardaespaldas finalizara. Tuvo que acostumbrarse a dejarlo ir, siempre con la certeza de que su adoración volvería el lunes por la mañana, o a la mitad de un miércoles, cuando fuera, como fuera… pero que volviera.
-Se ve estupendo… creo que a las personas y sobre todo, a sus fans, no les importa un carajo que sea ciego…
En realidad, si Loki no lo hubiera dicho, nadie se daría cuenta de que era invidente.
-¿Por qué debe importar? Loki se define por su talento, no por su condición, jamás la ceguera lo ha detenido, él sigue adelante, se esfuerza… supera las adversidades y yo respeto eso. Ansío que regrese a casa…
Sí, aquella separación ya era demasiado larga.
-Ricitos… deberías ser un poco más realista… Loki no va a regresar a tu casa, el chico ya es una celebridad, cuando te dije que no te le acercaras, que lo pensaras dos veces… yo tenía razón… quizá le salvaste la vida, quizá evitaste que se perdiera en el anonimato, pero Loki ya no será nunca el mismo del que te enamoraste.
-Loki es hombre de palabra, juró que encontraríamos la manera de estar juntos y sé que lo cumplirá. Solo es cuestión de que estabilice todo este asunto de la fama. Hay celebridades que llevan su vida personal con mucha discreción.
-Thor… te dije también “haz tu tarea” y eso no lo quisiste escuchar… no voy a decirte nada, pregúntale a Loki… ¿Te llama a diario, no es cierto? Ustedes dos se deben varias profundas confesiones…
Maldito Stark… en ocasiones era tan arrogante y tan irritante… y tan enredado… ¿Qué diablos sabía o pretendía saber? ¡Al diablo! Era su jefe, era inestable, playboy, le encantaban las parrandas… ¿Por qué iba a darle un buen consejo?
-Si crees que no me ha contado que tú y su representante le han comprado un condominio casi frente al Central Park, te diré que lo sé todo. Y también sé que Loki no lo quiso, porque quiere seguir viviendo conmigo en mi departamento. Porque somos felices y lo que el mundo piense nos tiene sin el menor cuidado…
-No voy a discutir contigo… pero no digas que no te lo advertí…
No era una discusión, pero podían estar intercambiando indirectas toda la noche de no ser porque una voz alarmada llamó su atención.
-¿Qué sucede? ¡Miren eso! ¡Jefe, algo le sucede a Loki!- exclamó uno de los meseros, señalando a la pantalla de TV.
Stark y Thor volvieron nuevamente sus miradas hacia el monitor, con ojos desorbitados atestiguaron una escena de confusión en el set que logró filtrarse al público. Loki parecía haber caído al piso, con los ojos cerrados y al parecer, completamente sin sentido, las personas lo rodeaban, intentando que volviera en sí. El programa cortó y se hizo un anuncio: informarían en breves minutos lo que estaba sucediendo…
Tony ya estaba marcando al representante, pero no respondía… obviamente atendiendo la situación de urgencia. Thor lo miraba desesperado.
-No contesta… ¡Demonios! Y estos ineptos mandaron a comerciales en vez de seguir transmitiendo…
-Me voy a Chicago, me subo al primer vuelo que encuentre y me voy a verlo…- dijo Thor, mostrando claramente la ansiedad que lo llenaba- ¡Por favor!
-Tranquilo, tranquilo, muchacho… haré un par de llamadas y volaremos los dos, pero primero, dejemos las cosas en orden aquí… tranquilo, te prometo que estaremos allá en un par de horas.
*SEIS MESES ATRÁS*
-Así pues, él es Loki Laufeyson… soltero, guapo y con un éxito creciente en el mundo de la música… ¡Un aplauso para despedirlo con su siguiente interpretación!
Loki agradeció con modestia, era la primera entrevista que daba para la TV, para un famoso programa de espectáculos en la ciudad. Stark había sido cuidadoso con los detalles, lo aleccionó sobre la mejor forma de responder preguntas incómodas y de evadir las indiscretas, pasó dos horas en maquillaje y vestuario, no comió nada sino frutas y bebidas hidratantes, ensayó al menos veinte veces el acomodo del escenario y en dónde exactamente estaban colocados su guitarra, su micrófono y el banquillo para sentarse, también aprendió de memoria los pasos que debía dar para estar siempre en el foco y no tropezar con la escenografía… todo para cantar dos canciones y hablar menos de diez minutos…
Pero era su primer movimiento como profesional y todo, gracias a la confianza que Tony depositaba en su talento. Y no estaba dispuesto a defraudarlo… cuando las últimas notas de su guitarra y su melodiosa voz se apagaban, junto a los créditos finales del programa, Thor se acercó para ser el primero en felicitarlo… privilegio al que jamás iba a renunciar, por más molesto que estuviera su jefe.
-¿Cómo lo hice?- preguntó Loki, mientras Thor lo abrazaba y palmeaba su espalda con efusividad.
-Perfecto… cantaste como un ángel, aunque tu apariencia es la de un demonio…
-¿Qué cosa?- rió el pelinegro, dejando su guitarra en el estuche y recibiendo la petición de los conductores del programa para que se tomara una foto del recuerdo junto a ellos.
Ya no escuchó la respuesta del rubio, pero Thor no estaba muy de acuerdo con su primera sesión de fotos… parecía que aún no daban exactamente con la imagen que querían proyectarle, una o dos de las fotos le encantaban… las que lo mostraban como un hombre joven, sano y despreocupado… otras no le pasaban, las que lo hacían ver como un “chico ingenuo con aire sexy” y todo estaba en el vestuario, por supuesto, que no era lo mismo usar un suéter y unos jeans, con mocasines sin medias… y otra era verlo metido en un apretado traje de cuero negro y guantes de motociclista… odiaba una en extremo: Loki recostado sobre un escenario, dejando colgar un poco su cabeza y su brillante melena de azabache, un micrófono tirado al lado suyo y un hilillo de sangre saliendo de la comisura de sus labios delgados y curvados en una sonrisa malévola… como un vampiro.
-Dijimos que esta foto no se usaría… -reclamó a Stark, retirando todas las que pudo de las que estaban disponibles como recuerdos firmados- Loki no va a proyectar una imagen de drogadicto.
-Diablos, Loki no es un bebé… y son solo ensayos de imagen, todavía necesitamos sondear cual de ellas es más aceptada para trabajarla, no te espantes por tan poca cosa, rubio… además no hay drogas en ninguna de sus fotos, no exageres…
Thor intentaba cuidarlo, pero su posición era cada vez menos fuerte. Stark requería crear un personaje, un ídolo cuya vida extravagante interesara a los fans. Distraer un poco acerca de su condición física, pero al mismo tiempo, utilizarlo como ventaja como un arma de superación, de que los sueños se pueden atrapar… por eso, el pobre amor de Thor no encajaba en su plan y fingir que solo era un guardaespaldas resultaba complicado. Lo observaba de tal manera, que cualquiera podía al menos sospechar que existía un sentimiento más allá de lo profesional… por eso, se fijó que Loki parpadeaba repetidamente mientras se tomaban las fotos. Insistieron que se retirara los lentes oscuros, porque sus ojos verdes eran simplemente preciosos.
-¿Te sientes bien?- le preguntó, cuando finalmente bajó del set.
-Me duele un poco la cabeza… ¿Tendrás algún analgésico?
-Tengo advil en casa… si ya terminaste, será mejor que nos vayamos, en menos de tres horas comienza el turno en el Bistro, yo debo trabajar y creo que también tú…
-Mis últimas semanas… Tony dijo que debo concentrarme ahora en la promoción, y quizá tena que salir de la ciudad… así que dejaré el trabajo en el Bistro, iré y regresaré, siempre regresaré…
-¿Por lealtad a Tony?
-No… regresaré a ti…- declaró, tomándose de la mano del rubio y apretándola con fuerza- Eres el mejor de los hombres, Thor… sin ti, no sé que sería de mi vida, me cuidas, me valoras… y me respetas… ¿Cómo no voy a darme cuenta de lo mucho que me quieres… sin que yo te quiera también?
El besó llegó sin ser solicitado… un beso casto, de alas de mariposa, un beso que solicitaba permiso para dejar atrás todo lo malo y atravesar el umbral de una nueva oportunidad. Cerrar un capítulo e inaugurar uno nuevo, al lado de aquel rubio sensacional. Fue también una caricia rápida, si Stark los sorprendía, lo mínimo se llevaría dos horas gritándoles los riesgos de ser imprudentes.
-Puedo perderme para siempre en tu rostro, Loki…- murmuró Thor, terminando la caricia y observando con atención el delicioso sonrojo en las mejillas de durazno, en los párpados de los verdes ojos entornados con sus largas y negras pestañas, y la respiración todavía agitada por el ensueño…- Si vuelvo a besarte, jamás te dejaré ir…
-No permitas que me vaya nunca…- respondió Loki, ofreciendo la roja flor de sus labios nuevamente. Las palabras de Thor valían la pena el riesgo de ser sorprendidos.
***
ACTUALIDAD
-Sácalo… no lo quiero aquí, los reporteros van a llegar y no quiero que se cuente otra historia para hacer más suculento este caldo de rumores…
-No creo que una grúa industrial logre moverlo de su lado… nop, olvídalo, olvídenlo los dos. Thor se queda y ustedes están contratados para hacer contención de daños, no para arruinarle la vida a Loki. Los reporteros no pasan más allá de esta sala, y la versión oficial es simplemente un desvanecimiento por falta de alimento, de la emoción… no comió lo suficiente, y el calor del estudio provocó el desvanecimiento, es todo…
-Si se dan cuenta de que su cantante favorito, por el que están sintiendo devoción y por el que alimentan sus sueños de fans, tiene una relación semiestable con otro hombre, será contraproducente… justo estaba cocinándose un affaire con una cantante de moda, señor Stark y justo la estamos buscando para que venga a verlo o al menos, publique lo preocupada que es
-¡Ay! ¿Eso es en serio? ¿En eso están trabajando? ¿Para eso les estoy pagando una fortuna? ¿Para meterlo en chismes falsos? Entonces, mi sexto sentido dice que llegué justo a tiempo… no, no y mil veces no y les recuerdo que todavía soy dueño de su carta artística. Loki no va a meterse en una relación por contrato, es demasiado… pronto. No tienes mi aprobación…
Thor cerró la puerta para no escuchar la banalidad de la discusión… Como si Loki fuera un producto para transaccionar, se hablaba de negocios con su persona, de imágenes fabricadas, publicidad y chismes de farándula, pero nadie, incluso Stark, parecían genuinamente preocupados por su salud. Loki comenzaba a despertar después de estar bajo el efecto de sedantes, pues se le practicaron un par de estudios radiográficos y una tomografía, ahora solo restaba que se interpretaran los resultados y los médicos dieran su impresión sobre lo sucedido.
-Creo que están exagerando… de verdad, Thor, me siento bien… tan solo quiero ir a casa.
-Tony tiene razón esta vez, querido… no nos iremos sin que te valore un especialista, y me parece que se puso en contacto con uno de los mejores del país. Si los médicos permiten que viajes, te llevaremos con él en Nueva York, él te estará esperando… se llama Doctor Stephen Strange.
***
CUATRO MESES ATRÁS.
-¿De nuevo ese dolor de cabeza?
-Deben ser las luces…- respondió Loki, tomando el analgésico y disponiéndose a volver al escenario- Pero te aseguro que con esto se me pasa pronto, además… ¡Debe ser la emoción de estar en este lugar lleno! ¡Escucha las voces! ¡Escucha los aplausos! Puedo sentir en la piel toda esa energía… es como un sueño dorado…
-¡Loki! ¡La banda quiere que salgas, quieren que cantes con ellos una última canción…
¿Cómo describir la más pura felicidad reflejada en aquel rostro que amaba? (Porque ya lo amaba) El segundo concierto abriendo para una banda famosa y ellos mismos le pedían subir a cantar y acompañarlos, compartir el escenario. Y era que el indiscutible talento y el ángel que poseía aquel novel cantante, llegaba al gusto de los fans. No pocas muchachas lo esperaban a la salida para conseguir un autógrafo o al menos una foto mientras subía a la limo del empresario Stark, no pocos jovenzuelos suspiraban con el aire romántico y ambiguo que destilaba… Loki tenía un encanto natural y lo desplegaba con elegancia, su discapacidad era como si añadiera una cereza al pastel, porque primero le ponían atención por morbo, pero terminaban enganchados a su música y a su sonrisa capaz de derretir un muro de piedra.
-¿Las luces?- cuestionó Tony, que estaba muy pegado a Thor para que no cometiera imprudencias.
-Loki en ocasiones puede distinguir luces y movimientos de sombras… por períodos cortos, ninguna silueta definida, y casi siempre son el aviso de que tendrá una jaqueca terrible por la noche…
-Eso quiere decir… ¿Qué hoy tendrá jaqueca?
-Quiere decir que sentirá estallarle la cabeza, que no podrá conciliar el sueño, que vomitará un par de veces y al amanecer… con un poco de suerte, podrá descansar un poco antes de la siguiente sesión de ensayos…
Tony se rascó la barba, pensando un poco sobre aquella situación… conocía a un gran especialista, un neurocirujano que acudía en ocasiones al bistro. Podía jurar que era fan de Loki, pero además, era el mejor neurocirujano de la ciudad y uno de los mejores del país… quizá si le contaba acerca de su muchacho… el médico quisiera agendarle una cita y realizarle alguna evaluación. Sabía lo reacio que era el pelinegro cuando se tocaba el tema de su ceguera, así que decidió tenerlo presente para llamarle y hacer lo posible para que Loki acudiera.
Thor podía ser de mucha ayuda, pero para lograr su cooperación, también él debía poner de su parte y no ser tan obsesivo de continuar interponiéndose entre los dos. Loki y Thor estaban mucho más que involucrados ya, así que tocar al que le estaba ayudando a salir del hoyo de depresión en que estaba, no era ya una buena idea, todavía no eran una pareja confesada, aunque, según la experiencia de Tony, solo era cuestión de tiempo… su astucia tenía que trabajar para permitirles estar juntos, y al mismo tiempo, seguir los planes de mercadotecnia con la imagen de su artista.
Y tal como lo pronosticara, esa noche Loki lo pasó fatal… tras vomitar varias veces, al fin, se quedó dormido en el sofá, sobre el regazo del rubio… Thor lo confortó, acarició la larga cabellera, dio un suave masaje en sus hombros y después, simplemente, lo dejó dormir… sin moverse, sin importarle su propio descanso y de paso, ausentándose de sus propias obligaciones en el Bistro… sí, sí… Stark lo mataría… era justo la noche que lo dejaba a cargo para que él pudiera irse a revolcar a sus anchas con el militar que lo tenía imbecilizado… porque el millonario no lo aceptaba, pero estaba casi o más enamorado de Rogers a cada día que pasaban juntos, como él lo estaba de Loki…
La diferencia, por supuesto, era que Steve Rogers escapaba de su hogar, la aventura a espaldas de su esposo sin duda, tenía un sabor diferente, pero bueno, había prometido no juzgar a su jefe y no lo haría tampoco esa noche. Se estiró como pudo y tomó su celular, le envió un par de mensajes explicándole y esperó que de regreso, le marcara enfurecido y le ordenara asistir al trabajo… pero después de tan solo unos segundos, Tony respondió que le daba la noche, pero que debía cuidar mucho a su tesoro… porque Loki era su nuevo tesoro y no lo iba a perder por una migraña mal cuidada.
-Gracias…- respondió Thor, en un audio de su voz grave- Ya está dormido, parece un pequeño gatito abandonado, que por fin encuentra un rincón calientito para refugiarse…
-Ay, que cursi eres… ricitos de oro- se burló Stark, devolviendo el audio con un meme tipo “Puke rainbow”.
Pero eso era en verdad, Loki era como un pequeño felino que se amoldaba a su conveniencia… libre cuando quería serlo, cariñoso cuando le daba la gana y definitivamente tierno, y hermoso y daban ganas de acariciarlo siempre... pensando en eso, Thor se quedó dormido también… y debieron pasar unas dos o tres horas cuando uno de sus muy conocidos y sonoros ronquidos, provocó que su minino despertara sobresaltado, con ese ruido de león tan cerca de su oído delicado, capaz de despertar a un muerto, lo arrancó sobresaltado de su sueño.
Procuró no moverse demasiado, girando lo suficiente para quedar boca arriba y alcanzar la barba del rubio. Pasó su mano blanca y suave por el vello facial, sonriendo… palpó por encima de la camisa que usaba el otro solo para confirmar los músculos del poderoso pecho… su fuerza, su firmeza, su calidez… le arrancaron un suspiro velado… sabía lo cerca que estaba de la intimidad del rubio y se sonrojó pensando en una travesura… ¡Ya había pasado tiempo desde la última vez que hiciera “travesuras”! segundo suspiro, esta vez un poco más ruidoso, aunque Thor respondió con otro ronquido que semejaba un trueno. Todos sus avances durante meses, se limitaron a besos, abrazos… acurrucarse en el sofá y conversar… Thor jamás decía nada que sonara a una insinuación sentimental, ni tocaba más debajo de su cintura o de sus hombros, se comportaba como un solidario compañero y no traspasaba los límites… Loki aspiró su aroma, intentando descubrir si las feromonas masculinas tenían un perfume peculiar, algo diferente, un acento que explicara por qué se le llenaba el corazón de ternura y se le aceleraba el pulso cuando estaba así, tan cerca… Debía ser una mezcla de agradecimiento, de soledad y de cariño, al principio… porque actualmente, Loki estaba seguro que sentía mucho, mucho más…
-Perdón… te desperté…- murmuró Thor, abriendo los ojos pesadamente y encontrando para su felicidad, a Loki todavía apoyado en sus piernas.
-No importa… me siento bien, el dolor de cabeza se fue… te dije que era exagerado reaccionar con preocupación.
-Nunca estará de más revisarte… no me rechazarás si concertó una cita con un médico y te llevo… ¿Verdad?
Loki se sentó y dejó de tocar a Thor, cruzándose de brazos. Su típica reacción de negación.
-No quiero pelear… nunca hemos peleado y no quiero comenzar esta noche…- siseó con un tono agudo y molesto, haciendo un mohín de disgusto que a Thor le recordó de inmediato a un niño caprichoso- Sabes que no necesito ir al médico y no iré…
-Okey… tampoco yo quiero pelear contigo, pero hagamos algo… si el siguiente episodio de migraña que tengas, es más fuerte que este… volveré a insistir, si se te pasa con el analgésico, entonces me callaré la boca… ¿Estamos?
-De acuerdo- respondió radiante el pelinegro, feliz por salirse con la suya, y echándole la mano encima a Thor. Se volvió hacia él, colocó su mano en el rostro varonil y lo besó. Thor crispó los dedos y los clavó en el respaldo del sofá, mientras controlaba el temblor que le recorría el cuerpo. “No pierdas el control… no pierdas el control”
-Vamos a dormir… -exclamó, sabiendo que era su oportunidad de escapar de aquellos besos que podía beberse toda la noche- ¿Sabes a qué hora tienes entrevista por la mañana?
-No sé… no me importa…- dijo Loki, sintiendo también las oleadas de una necesidad que durante varios días reprimió, pero que, en ese momento, eran tan fuertes, que lo estaban llevando a ceder a sus sentidos- Thor… eres muy bueno conmigo, eres un hombre con el que cualquiera se siente amparado, protegido… dime… ¿Qué pensarías de mí si yo…?
Thor no respondió, pero dejó de tensar los hombros y volvió a electrizarse cuando Loki se le subió a las piernas. Se montó con toda la intención de tomarle los labios y con manos ansiosas, sacarle la camisa por la fuerza…
-¿Qué haces?- murmuró, mientras devoraba la boca fresca que se pegaba a la suya con ansiedad- ¿Qué haces, Loki…?
¿Algo estaba mal? ¿Era una equivocación? Loki se paralizó, las dudas y los temores lo llenaron frenando su impulsivo round de cariño.
-Disculpa…- dijo entonces el de ojos verdes, desmontándose y caminando rumbo a su alcoba- Fue una idiotez… no pensé… no quise ofenderte… ¡Soy un estúpido! ¡Cómo creer que tú… conmigo…!
Literalmente se le caía la cara de vergüenza, estaba excitado, estaba enamorado, deseaba ardientemente la cercanía de Thor… pero no le pidió permiso de avanzar. Después de obligarlo a guardar la distancia, a comportarse casi como un monje y reprimir sus sentimientos, de los que no hablaban desde hacía tiempo… se comportaba como un idiota… un idiota caliente y necesitado… un tonto al que abandonaron por su poco valor y ahora, tenía el atrevimiento de creer que tan solo porque su vientre le ardía de deseo, Thor tenía la obligación de estar listo y responder como él soñaba…
-Me moría de ganas de que te decidieras… Que al fin me permitieras besarte, tocarte… ¿Y ahora quieres escapar?
Loki escuchó la voz grave y profunda a sus espaldas y después, lo único que sintió fue un violento arrebato que lo arrancó del piso y lo levantó en el aire, sin tiempo de gritar o siquiera de preguntar nada, simplemente, igual que una pluma de ave, voló hasta caer, suavemente depositado en una cama que no era la suya…
-¿Estás loco…? ¿En la cama de tu prima?
-¿Crees que volverá antes de que quitemos las sábanas o qué?- se burló Thor, cayendo prácticamente sobre el esbelto cuerpo de Loki y apoderándose de los labios que ahora, reían abiertamente- Loki te adoro… si me permites estar contigo, será el mejor de los sueños que tengo y quiero volver realidad
-¿Vas a hacerme el amor o vas a seguir parloteando mientras yo me derrito?
Loki estaba listo, anhelante, deseaba con toda su alma encontrar en la calidez y el amor de Thor el verdadero amparo de su herido corazón. Y quien mejor para obsequiarse, enamorado y preparado, que al rubio aquel que lo había hecho todo para sanarlo, para lograr que se sintiera de nuevo amado… estiró su cuello de cisne para permitir que el otro lo devorara, se estremeció al sentir su aliento cálido, su lengua húmeda mientras delineaba cada surco de su piel de durazno, gozó con los besos bajo su mentón afilado, con los besos a todo lo largo hasta los blancos y algo huesudos hombros… el corazón comenzó a latir desbocado dentro de su pecho… fugazmente recordó a Fandral, si… con el que pensaba que había encontrado a su alma gemela… ¡Qué equivocado estaba! ¡Thor era el indicado! ¡Thor y sus manos maravillosas que acariciaban ahora sus largas piernas, que avanzaban lenta, pero inexorablemente hasta la cintura, desatando el cordón de su pijama para entrar bajo su ropa… “¡Oh!” exclamó, saltando ante el contacto directo de la enorme diestra del rubio en sus muslos, cálida, fuerte, decidida…
-Stark va a enloquecer cuando se entere…- gruñó Thor tomándose un minuto para quitarse la camisa que continuaba volando en su cuello, como si fuera una bufanda y contemplar, por un segundo, la maravillosa semidesnudez de su amado y ahora, su amante.
-No invoques al diablo… Es un controlador, tiene medidos hasta mis pasos desde que llego a cualquier parte, lo adoro, pero en estos momentos, no lo invoques, por favor- exclamó Loki, como si al nombrar a Tony el encanto corriera el riesgo de explotar, como burbuja de jabón, Thor prometió no nombrarlo más, entonces Loki se sentó en flor de loto, deteniendo al rubio para indicarle que deseaba iniciar esa primera noche juntos - Yo… te he imaginado tantas veces… quiero conocerte… permíteme conocerte, Thor Odinson…
No era tan necesario que se lo pidiera dos veces, el rubio dijo que sí, que estaba bien, que hiciera lo que le pareciera correcto. Loki arrugó la nariz brevemente, sonriendo… Después, se frotó las manos, como un gato a punto de devorarse un tierno ratón, incluso, se podría decir que estaba a punto de relamerse los bigotes… si los tuviera, tal como villano de película muda.
-Recuéstate- indicó, cosa que el otro, naturalmente obedeció sin tardanza- Tu perfil es más o menos como yo lo recuerdo- añadió, delineando con du dedo índice y describiendo las partes del cuerpo que estaba recorriendo- Tienes una nariz bella, corta y de fosas alargadas… y tus labios son finos… tu barba, por supuesto, robusta y bien recortada… pero es donde tu cuello comienza que siento tu fuerza, mi querido… el músculo se marca cuando aprietas la mandíbula… y tus hombros, son tan enormes y firmes…
-El brazo tampoco lo hace mal…- presumió Thor, sacando el bíceps para que Loki lo tocara y se sorprendiera un poco.
-Para nada lo hace mal… me levantas en vilo como si yo no pesara nada, y me siento un debilucho a tu lado… sobre todo si comparo mi brazo con el tuyo…
Una risa de complicidad, un silencio breve y Loki siguió su camino. Cerró los ojos, con gesto de éxtasis… le gustaba demasiado lo que tocaba libremente y con permiso del dueño: Los pectorales, las venas del cuello, las espaldas anchas… era como tocar una escultura de acero pulido, pero mucho más cálido y delicioso… Loki posó su boca sobre el pezón izquierdo del mayor, jugueteando un poco con la punta de su lengua y dando un par de chupaditas de nada… la lentitud no era exasperante, más bien insoportablemente excitante, embriagadora… prosiguió su camino a la ruta baja, la lengua supliría bastante bien los dedos que se quedaron estancados en el pecho de Thor.
-¡Cielos, cielos eternos…!- gruñó Thor, cuando Loki decidió revolver el fino y rubio vello arremolinado en su cicatriz umbilical. Eran cosquillas del infierno, porque le dispararon un espasmo tan placentero, como una descara eléctrica, que bajó directo a su centro medio y se siguió de largo por las ingles hasta darse la vuelta y darle un escalofrío en la espalda. El ombligo quedó hecho una sopa de saliva del pelinegro y éste rió con una carcajada de satisfacción… el momento cumbre de su inspección llegaba.
-¿Qué tenemos aquí?- preguntó, posando su mano tiernamente sobre el inmenso animal que luchaba por liberarse del bóxer y la pijama de Thor- ¿Tiene algún nombre tu amiguito?
-Ya que me llamo Thor, me pareció adecuado llamarlo Mjolnir… -jadeó el ojiazul, saboreando el momento- Y no le gusta que le llames “amiguito” creo que no le queda…
-Eso lo voy a juzgar yo…- contrapunteó Loki, bajando poco a poco la ropa, liberándolo cuidadosamente. Y como no podía verlo, se detuvo a la mitad para volver a tocar, esta vez sin telas de por medio. No pudo, sino murmurar un juramento a manera de sorpresa… era enorme, realmente enorme… y si calculaba que todavía no estaba totalmente erecto, entonces más le valía prepararse para aquel monumento en acción.
-Creo que está feliz de conocerte…
-Creo que sí…- confirmó Loki, sosteniendo el miembro con las dos manos desde su base y después, dedicando tiempo para encontrar todas sus formas, concavidades y longitudes, cada surco, cada vena… las dos tremendas bolsas testiculares en un escroto suave y sin vello, un paquete de tamaño senior por donde quiera que se pudiera reconocer. - Imaginé que eras grande… pero creo que no estaba preparado para la realidad…
Thor lanzó una carcajada sonora, estaba, por supuesto, orgulloso de su virilidad. Su tamaño era legendario, y sus hazañas en la cama, se contaban también como verdaderas proezas de resistencia. “Tú no puedes decir que te asombra, lo que veo es que también lo tuyo es de respetable y muy adorable tamaño…”
Entonces, Loki tomó la posición de gato (otra vez la referencia felina) agazapado… listo para saltar sobre su presa y exprimirla totalmente. “Sí, pero todavía no es tu turno de conocer…”
El resto fue pura poesía, Loki fue primero a recorrer con la lengua el cuerpo y la cabeza del Mjolnir monumental, dio vueltas y vueltas por el surco balanoprepucial y chupeteó travieso el glande que pasó de rosa a rojo intenso, conforme se congestionaba su sangre. Luego volvió a lamer, una y otra vez, a todo lo largo… Thor estaba casi totalmente endurecido ya… Loki fue enseguida hasta el periné, lo besó y lamió con sabiduría, midiendo a cada lengüetazo, la intensidad con la que Thor comenzaba a revolcarse de placer. Cuando se sintió satisfecho del resultado, atrapó con fiereza la bolsa escrotal, chupando a su antojo y arrancando a Thor los primeros suspiros violentos y sonidos de animal en celo, que con su voz ronca, resonaban a música celestial en los oídos del pelinegro.
Su propio centro comenzó a responder, y se llevó una mano dentro de su ropa para masturbarse mientras proseguía devorando al mayor. Thor se percató y en medio de gruñidos incomprensibles, manoteó lo suficiente para que Loki le permitiera reemplazarlo en tan deseable trabajo. Y así, se adueñó de su virilidad, nada despreciable tampoco… Loki gimió suavemente y entonces decidió que ya era hora de atacar, no estaba dispuesto a permitir que Thor se le adelantase y usurpara su lugar en la primicia del amor.
Pasó saliva para subir y meterse el miembro en la boca… lentamente, apretó con la lengua y el paladar, lentamente… subiendo, bajando… dejando la marca de la humedad de su saliva cada vez un poco más abajo (de ninguna manera creía poder hacer la “garganta profunda, era demasiado) sin dejar de acariciar y apretar el escroto… Thor halaba furioso el miembro de Loki, porque odiaba como se estaba controlando mejor, gozando el placer, pero quedándose quieto, mientras él parecía una cafetera hirviendo y derramando líquidos lubricantes en cada ocasión que sentía la boca de Loki cerrándose sobre su falo altanero…
-¿Eres color de rosa?- preguntó, causándole un sonrojo repentino- ¿Mjolnir es rosa, como tímido pétalo de flor? ¿O es rojo? ¿Quizá tiene un tinte casi color vino?
-Algo… sí… ¡No,no! ¿Cómo va a ser color vino? Es rosa, bueno… más o menos… ¿Por qué preguntas?
-Por curiosidad…- respondió evasivo, mientras volvía al ataque, esta vez succionando rápido, con fuerza, haciendo resonar el vacío cuando dejaba escapar el miembro hasta la cabeza y engulléndolo de nuevo al instante… era un trabajo heroico intentar abarcarlo por completo, pero lo intentó un par de veces a las que Thor respondió embistiendo y causándole estorbos en la garganta… prefirió mantener las cosas en la medida de lo que podía hacer, sin que dejara de ser bueno, por supuesto… y era cuestión de momentos, instantes preciosos en los que Thor, ya completamente fuera de control, jadeaba, apretaba los dientes y hacía ruidos de cavernícola, dejó de masturbarlo para tomarlo de los cabellos y ayudarle a que continuara su labor, que aquella sesión no bajara su intensidad ni su ritmo… estaba enloquecido de placer, Loki lo sabía, los primeros espasmos que precedían el orgasmo se acercaban… era la ora de elegir… ¿Se lo tragaba o lo dejaba derramarse en las sábanas? ¿Sería muy atrevido beberse toda su eyaculación en la primera vez que le hacía el sexo oral?
-Afuera, Loki… ¡Afuera! - ruñó Thor, tomando su tremendo instrumento para ayudarse a terminar, a un lado, sin que una sola gota traidora cayera en la boca o en el rostro de su amante, ni siquiera en su pecho… algunas gotas cayeron en las manos, y eso porque insistió en ayudarle a terminar… fue un orgasmo muy bueno, y una eyaculación abundante.
-Dos cosas, la primera: ¿Al menos te quedó un poco más rojo que rosa?- le cuestionó, esperando paciente que el otro retomara el ritmo de su respiración, pero sin dejar de lado su esto de plena travesura- y segundo… ¿Por qué terminaste fuera? ¿De qué tienes miedo?
-No sé… eres tan preciado para mí… que no deseo mancharte de ninguna forma…