
Capítulo 10
Tony se paró delante de las ventanas de su habitación que en esos momentos le servían de espejos mientras se abrochaba el saco. Se veía increíble, aunque se vería aún mejor con Stephen a su lado. Lástima que una misión de último minuto surgió justo hoy y a decir por la hora, parecía que llegaría algo tarde a la fiesta. Siempre y cuando regresara a él, no importaba si se perdía o no su fiesta de cumpleaños.
—Puedo hacerme pequeño y quedarme en una esquina.
—Bien, puedes ir, pero te quedarás lejos de mí y Rhodey mientras probamos el traje, ¿entendido? — se giró a ver al perro mientras este movía felizmente la cola. — No te separaras de Stephen. Y si las cosas se ponen algo pesadas, quiero que regreses a casa de inmediato. No es negociable.
—Bien.
—Bien.
Stephen lo iba a matar.
—¿Tony, ya sabes que reloj usaras hoy? — preguntó Clint mientras entraba a la habitación con dos cajas grandes de madera en las manos y las colocaba sobre un tocador. — Traje los tuyos y los del doctor, por si quieres robarle alguno.
—Déjame ver — se acercó a las dos cajas y revisó primero la de él. De inmediato supo cual usar. — Ese, el dorado, con café. El Jaeger.
—Claro — sacó el reloj y se lo dio a Tony antes de colocar la almohadilla que mantenía el reloj estable en su lugar y cerrar la caja. Había aprendido por las malas que el Doctor Strange era un… "amante" de tener orden en su hogar. — Parece que el doctor llega tarde.
—Sí, se le presentó una pequeña emergencia con su investigación.
Tony se dirigió a la cama y se sentó al lado de Bats mientras Clint les preparaba un Martini.
—Leí que era neurocirujano.
—Sí, lo era. Y muy bueno, también.
—Hasta su accidente. — Pese a que intentaba parecer desinteresado, era obvio para Tony y Bats que realmente le interesaba — Fue en… 1996, ¿correcto?
—En la noche del 2 de febrero de 1996.
—Wow. Casi quince años. — sirvió la bebida en la copa y se la ofreció — ¿Estaban juntos ya entonces?
—No, no lo estábamos.
Clint lo miró por un buen rato antes de ir y sentarse en la silla más cercana a él.
—Investigamos, ¿sabes? pero lo más que nos acercamos a saber cuándo se conocieron fue a finales de 1997, por las revistas de chismes y sus fotografías de mala calidad en las que salen juntos, como pareja.
—Oh, recuerdo eso. Fue cuando salimos a festejar su cumpleaños. — afirmó mientras tomaba un trago de su bebida.
—Bueno… antes de eso, o único que se encontró es que coincidían en una o dos fiestas de alta sociedad, pero unca se les vio juntos, ni siquiera intercambiaron saludos. Nada. Ni una palabra.
Tony sonrió ya sabiendo a dónde se dirigía Clint.
—Creen que nuestra relación es falsa, ¿verdad?
—Muchos en SHIELD lo hacen. Coulson, Natasha, Fury y varios otros agentes.
—¿Pero tú no?
Clint se quedó callado por un segundo, contemplándolo.
—Estoy casado. Tengo un hijo y una hija. Ambos son pequeños.
—¿Por qué me dices eso? — preguntó totalmente sorprendido de que un agente de Fury le diera esa información así, sin más.
—Bueno… amo a mi esposa. ¿La manera en que nos miramos? Es la misma manera en la que ustedes dos se ven cuando creen que nadie les presta atención. Se les ha visto en la calle compartiendo miradas de amor, y lo muestran públicamente. Podrían ser buenos actores… ¿pero por qué lo harían cuando están solos?
—Si te digo cuando y como lo conocí… ¿esa información terminara en los archivos de SHIELD?
—¿La información que tengo esposa e hijos terminará en los tuyos?
—No.
—Entonces tampoco lo hará lo que sea que me digas.
Podría ser útil tener alguien de su lado en SHIELD, y a decir verdad, Clint no se veía como una mala persona. Parecía ser auténtico. Tomando una decisión que esperaba no regresara a morderle el trasero, admitió:
—Conocí a Stephen el 1 de mayo de 1996, a las 00:03, después que lo salvé de ser asaltado en una calle sin alumbrado público en La Vegas mientras él iba rumbo al aeropuerto, caminando, porque necesitaba cada centavo de lo que había ganado en los casinos para curarse las manos.
Anatómicamente hablando, no estaba seguro de que una persona pudiera abrir tanto los ojos o la mandíbula como lo estaba haciendo Clint Barton. Claro que debería de preguntarle a Stephen sólo para estar seguros.
Al no recibir ninguna palabra de parte de Clint continuo.
>>Después de que lo salvé, lo llevé conmigo a mi hotel para permitirle tomar un baño, rasurarse y descansar en una cama cómoda. Lo convencí de que me dejara ayudarlo. Pasamos juntos varios meses antes de que tuviera que regresar a casa mientras él se quedaba para seguir con su tratamiento y así recuperar sus manos. No tuvo éxito, y ya que no podía olvidarlo, lo busque de nuevo y… ambos pensamos que podríamos tener algo que valiera la pena.
—Recuerdas muy bien la fecha.
Tony se quedó callado por un momento, viendo hacia su copa con intensidad, antes de responderle con voz lo suficientemente baja como para obligar a Clint a leer sus labios.
—Cuando lo llevaba en mi camioneta después de salvarlo, íbamos escuchando la radio. Él dijo el nombre y todos los datos de la canción que estaba sonando en esos momentos. De algún modo terminamos cantando todas las canciones que sonaron en nuestro camino al hotel. Fue… fue en ese momento, por cliché que pueda ser, que me di cuenta de que el hombre a mi lado se convertiría en mi todo. — Miró a Clint a los ojos y agregó — Fue como tener la cabeza bajo el agua, sin poder ver, oír o sentir nada por completo… como si todos tus sentidos estuvieran disminuidos o apagados y de pronto — chasqueó los dedos para darle énfasis a lo que decía — sólo por ver a una persona desconocida sonreírte, tu cabeza está afuera. De pronto todo se vuelve más claro. Todo es… más.
Clint lo miró por un buen rato antes de asentir con una media sonrisa.
—Sé de lo que hablas.
Todo el patio de la mansión se encontraba decorado hasta el exceso y un poco más en rojo y dorado. Parecía que Stephen tenía razón y formar una U con las estaciones de comida y el escenario fue lo ideal.
Al salir al patio de la mansión, a la derecha, estaban 8 parrilleros que no dejaban de meter y sacar carne y vegetales para poder saciar a la gente que se apiñaba a su alrededor. Enfrente de las parrillas, y dejando una especie de enorme pista de baile a la que buena parte de los invitados le estaba sacando provecho, así como a la piscina al centro de esta, estaba la estación de bebidas en donde los 5 bármanes apenas podían respirar entre cada pedido que preparaban y servían, pues a pesar de la cantidad de gente, seguían realizando todo un espectáculo al preparar bebidas complicadas y totalmente llamativas. Al lado de esta y lo más cerca que se pudo de la cocina de la mansión se encontraba la mesa del buffet, que los meseros intentaban mantener abastecida con el resto de las comidas y postres preparados por los más famosos chefs de Nueva York. Finalmente, aunque no menos importante, estaba el escenario elevado en el que se encontraba la estación de DJ AM con todos los aditamentos para hacer esta noche inolvidable.
Entre los invitados se encontraban los becados más sobresalientes de la fundación María Stark, quienes convivían con los trabajadores de las casas seguras, así como con los socios y la mesa directiva de Strange International y la elite de la sociedad tanto nacional como internacional. Y desde luego convivían con los amigos de la pareja: personas que aparecían y desaparecían de vez en vez.
Estas personas eran, desde luego, los maestros de las artes místicas que llegaban de todos los santuarios alrededor del mundo para presentar sus respetos y, ¿para qué negarlo? pasar un buen rato. Algunos, como Wong y Mordo, aun se encontraban en algún lugar entre la gente, comiendo bastante y bebiendo poco, pues necesitaban estar alerta en caso de que algo se desatara de último minuto. Otros, como Ancestral, sólo se podían quedar lo suficiente como para felicitar a Tony, comer algo y bailar una o dos canciones antes de tener que marcharse.
Tony, vestido con su traje de Iron Man (porque necesitaba una manera de resaltar entre toda la gente para que pudieran ver quien era el cumpleañero) estaba al lado de DJ AM, jugando con los controles. Las personas que estaban delante de él aplaudían y gritaban por su muy mala mezcla de música de 30 segundos. Le agradeció al DJ chocando su puño con él. El pobre DJ movió la mano lastimada, aunque de modo algo sutil, antes de tomar el control nuevamente. De pronto, todo se oscureció.
—Sí, señor, entiendo. No. No, señor, no va a ser necesario. Yo lo haré. — esperó a que el Mayor Allen terminara de hablar antes de seguir con sus intentos de calmar al hombre — Señor, le puedo garantizar que en menos de 24 horas estaré de regreso en la base.
Finalmente, el Mayor Allen se calmó lo suficiente por sus promesas y colgó el teléfono. No le mentía a Tony cuando le dijo que los militares estaban ansiosos y listos para entrar por la fuerza a la mansión Strange para llevarse los trajes. No les había comentado que Tony le daría un traje, porque quería que ellos supieran que se lo entregó de buena voluntad cuando Tony lanzara el comunicado de prensa mañana a primera hora. Hasta entonces, planeaba divertirse un poco en la feta de cumpleaños de su amigo.
Finalmente llegó a las puertas de la mansión. Bajó de su auto y le entregó las llaves a uno de los muchos chicos que estaba ahí para estacionar su auto antes de arreglar un poco su saco y entrar a la mansión. Estaba caminando por el pasillo para llegar al jardín trasero cuando la música se detuvo y las luces se apagaron. Extrañado, como todos los demás que lo rodeaban, se apresuró al jardín para ver qué estaba pasando.
—Estas seguro de esto.
—No, pero ya que el plan A falló, sólo queda el plan B.
Wong levantó una ceja a su amigo mientras se metía una albóndiga a la boca, disfrutando del sabor de la carne y la salsa de tamarindo. Una extraña combinación, pero con buen sabor.
—¿El reloj era el plan A? pensé que ese era el plan B y este el plan A. — comentó Mordo con cierta burla en su voz antes de dar otro trago a su coctel.
Stephen miró de mala manera a los hombres que decían ser sus amigos mientras esperaba a que la música se detuviera, apretando un poco el micrófono que tenía en las manos, en un vano intento de tranquilizarse un poco. Estaba nervioso por lo que estaba a punto de hacer… pero quería darle algo especial a su esposo. Después de todo, el año pasado no habían podido festejar juntos y este año… este año su esposo era Iron Man, y peleaba con amenazas físicas, lo ayudaba a veces con amenazas místicas y había sufrido envenenamiento por paladio. Casi lo había perdido. Antes de caer en espiral se obligó a concentrarse en su entorno. Y justo a tempo, pues la música se detuvo. Tomo una respiración profunda mientras JARVIS iniciaba la pista planeada y dirigía un reflector hacia él.
Tony se sorprendió cuando la música se detuvo por completo. Se asustó un poco cuando las luces se apagaron, pero se tranquilizó cuando una melodía conocida empezó y, seguida de esta, un reflector apuntó a Stephen.
I never believed in things that I couldn't see
I said if I can't feel it then how can it be
No, no magic could happen to me
And then I saw you
I couldn't believe it, you took my heart
I couldn't retrieve it, said to myself
What's it all about
Now I know there can be no doubt
Stephen empezó a bajar los escalones del porche trasero y a caminar hacia donde estaba Tony mientras cantaba, con toda la gente que estaba en su camino haciéndose a un lado de inmediato lo más rápido y silencioso posible mientras le sonreían al hombre al pasar delante de ellos. De inmediato, Tony empezó a salir de la armadura.
You can do magic
You can have anything that you desire
Magic, and you know
You're the one who can put out the fire
You know darn well
When you cast your spell you will get your way
When you hypnotize with your eyes
A heart of stone can turn to clay
Doo, doo, doo
Doo, doo, doo
Doo, doo, doo
Doo, doo, doo
Tony brincó desde el escenario y se acercó a Stephen, tomando su mano temblorosa entre las de él, dándole un pequeño beso.
And when the rain is beatin' upon the window pane
And when the night it gets so cold, when I can't sleep
Again you come to me
I hold you tight, the rain disappears
Who would believe it
With a word you dry my tears
Stephen se soltó del agarre, pasó su pulgar por su pómulo un par de veces antes de colocar finalmente su mano en su espalda. Stephen empezó a mecerse con él en brazos. Tony le dio gusto y colocó sus dos manos detrás de la espalda del mayor, abrazándolo. Le sonrió con tanto cariño como pudo reunir en ese momento.
You can do magic
You can have anything that you desire
Magic, and you know
You're the one who can put out the fire
You know darn well
When you cast your spell you will get your way
When you hypnotize with your eyes
A heart of stone can turn to clay
Doo, doo, doo
Doo, doo, doo
Stephen le sonrió, colocando su frente sobre la de él sin dejar de cantar.
And If I wanted to
I could never be free
I never believed it was true
But now it's so clear to me
You can do magic
You can have anything that you desire
Magic, and you know
You're the one who can put out the fire
You know darn well
When you cast your spell you will get your way
When you hypnotize with your eyes
A heart of stone can turn to clay
Stephen dejó de cantar y comenzó a besarlo, dejando que la canción siguiera su curso. Al finalizar miro a la audiencia y agregó:
—Sé que nos soy el mejor cantante ni tengo la mejor voz, así que les agradezco que soportaran estos minutos para que Tony pudiera tener parte de su regalo de cumpleaños.
El público alrededor empezó a aplaudir a la pareja dejando salir una pequeña risa cómplice, la cual sólo creció cuando Stephen levantó una ceja, divertido.
—Yep, gracias a todos — Tony tomó el micrófono, lo apagó y tiró sobre su hombro hacia el escenario. No se rompería, estaba seguro. Acto seguido colocó sus manos en la cara de Stephen y le dio un beso suave y lleno de amor que le valió un aplauso aun mayor, así como gritos de emoción de todos los que los rodeaban.
Stephen se dio una palmadita en la espalda por habérsele ocurrido hacer esto. Ya mañana podría mandar a alguien por el reloj de Tony que llegaba con retraso. Por ahora se dedicó a disfrutar del beso.
Rhodey estaba aplaudiendo con el resto del público, feliz de ver a su mejor amigo así de feliz y enamorado de su esposo. Nunca pensó que el Doctor Strange fuese ese tipo de persona, pero parece ser que, después de todos esos años, aun podía sorprenderlo para bien. Estaba tan metido en esos pensamientos que casi salió de su piel cuando sintió una mano apretando un poco su hombro.
—Oh, hola, Pepper.
—Creo que estoy al borde del colapso. Necesito aire.
—¿Pasa algo?
Pepper lo tomó de brazo con un poco más de fuerza de los normal y lo llevó de nuevo adentro de la mansión, de donde ella venía. Al dar la vuelta a la derecha supo que se dirigían a la cocina de la mansión, y tan pronto como terminó la pared divisora pudo ver por qué necesitaba aire la pobre mujer: el piso de la cocina y Bats estaban decorados con lo que podía decir, era el pastel de cumpleaños de Tony. Parecía que el pastel había caído sobre el pobre animal, razón por la cual ahora era de color rojo y dorado en lugar de los originales blanco y café.
—Ya no sé qué hacer.
—¿Qué le pasa a este demente?
Antes de que pudiera acercarse a Bats, que parecía más que decidido a comer su peso en pastel, uno de los chicos que intentaban sostener lo que supuso era la pesada base en la que estuvo montado el pastel la soltó y corrió hacia el perro, resbalando y casi cayendo sobre su trasero, pero logrando tomar al perro en brazos. Happy se apresuró a tomar su lugar, apenas logrando sostenerla a tiempo para evitar un desastre mayor.
>>Será mejor decirle al doctor.
Se dio la vuelta para ir con la pareja, pero Pepper lo detuvo del brazo
— No, no llames a nadie.
— No, por favor. Quiero vivir.
Rhodey vio al chico que tenía a Bats en brazos y a Pepper.
—Oh, sí, el es el nuevo PA de Tony: el señor Clinton Barnett.
—Por lo menos hasta que se den cuenta de este desastre. Se supone que soy el niñero de Bats. — dijo con cara apesadumbrada.
—Lo siento, chico — dijo con cierta simpatía antes de seguir hablando con la mujer — Y Pepper, lo siento, pero esto es ridículo. No podemos conseguir un pastel igual en una o dos horas. — señaló lo poco que quedaba del pastel y al personal que había estabilizado la base y ahora estaba haciendo lo que podía para salvar por lo menos una parte de la "obra maestra" que debió ser el pastel de cumpleaños con forma de Iron Man (y a tamaño natural, a decir por la magnitud del daño al piso) que se había arruinado mientras a su vez intentaban salir del camino de los meseros y cocineros que pululaban por toda la cocina.
—¿Lo ves? ¡Está de mi lado! — grito Happy para hacerse oír.
—Ya sé, ya sé, ya sé. — Pepper le acomodó el traje, mostrando una cara valiente antes de dirigirle una mirada de muerte a Happy y luego regresar la mirada a él — Te entiendo. Yo voy a arreglarlo, ¿ok? Voy a arreglarlo.
—Pepper, sabes que con Strange no se trata de si se enterará o no, sino de cuándo. Aun no sé cómo lo hace, pero siempre se termina enterando de todo más temprano que tarde. Será mejor decirle ahora a que se entere después. Créeme, sé de lo que hablo.
—Lo sé, es inevitable que se entere, pero por lo menos habrá pastel. Rhodey, por favor, no le digas nada a Tony o al Doctor Strange.
Después de suspirar y ver a Pepper y al nuevo PA tan preocupados dijo:
—Mira, nadie quiere muertes en el cumpleaños de Tony, ¿verdad? Así que voy a ir afuera e intentar distraer a Tony y a Strange el mayor tiempo posible, ¿OK? JARVIS, no le digas a Tony o a Stephen lo que pasó en la cocina y con Bats. Código de confirmación: Juliette, Alfa, Tango, 1, 5, 4, Whiskey.
—Código de confirmación aceptado, señor. Sin embargo, si el señor o el doctor preguntan directamente, mis protocolos indican que debo decirle lo que ha ocurrido en ambos casos.
—Pero solo si preguntan de modo directo, ¿verdad?
—Así es, señor.
—Mucha gracias, Rhodey.
Pepper le dio un abrazo muy rápido antes de empezar a dar órdenes. Lo último que escuchó mientras se dirigía al jardín fue a Pepper decirle al nuevo PA donde estaban las cosas de Bats para darle un baño. Si alguien podía solucionar este completo desastre era esa mujer. Sólo esperaba poderle comprar el tiempo suficiente para que hiciera su magia. Y realmente, realmente esperaba que la hiciera, porque no quería ni imaginarse como se pondría Strange una vez que se enterara.