Iron Man II

Marvel Cinematic Universe Iron Man (Movies)
M/M
G
Iron Man II
author
Summary
Otro año, otros problemas.Stephen empieza a acostumbrarse a que Tony ahora sea Iron Man, y después de la visita del director Fury de SHIELD, cree que ahora su esposo puede tener un respaldo. Todo empieza a asentarse una vez mas... o eso pensaba.
Note
La verdad sea dicha, por mucho tiempo pensé en la manera en que debía abordar esta parte de la serie. Esta me pareció la mejor manera posible, y espero que a ustedes también.
All Chapters Forward

Capítulo 6

—Lamento la tardanza, señora Potts — se disculpó Stephen mientras entraba a la oficina que Tony tenía en la mansión junto con su esposo y Bats.

Después del merecido baño de Tony, este lo había ayudado a afeitarse para lucir lo más presentable posible, y entre los pequeños detalles, el tiempo se había pasado volando.

—No se preocupe, doctor Strange. — Pepper se puso en pie cuando los dos hombres entraron y se acercó a ellos. — Estos son los currículos de los aspirantes, doctor.

—¿Creí que habías dicho que eran tres?

Stephen procuró mostrarse lo más sorprendido posible cuando le hiso la pregunta a Pepper en voz baja mientras tomaba las carpetas de sus manos.

—Sí, doctor, lo eran, pero recibí una llamada del agente Coulson. Dijo que se había enterado de que estaba buscando un nuevo PA para el señor Stark, y quería recomendar a alguien con el que trabajó mientras estuvo en otra rama del gobierno. Dice que es muy bueno, y viene muy recomendado por él y algunos de sus colegas. Su nombre es Clinton Barnett. — aseguró mientras señalaba discretamente al hombre rubio arena con lentes y un buen traje de color negro. Se veía profesional y de buen gusto. Nada mal.

Stephen ojeó las carpetas rápidamente antes de cerrarlas de nuevo y dárselas a Tony, quien se sentó al lado de Bats en uno de los sillones del lugar mientras Stephen movía una de las sillas del lugar para ponerla delante del sillón en el cual ambos estarían sentados para las entrevistas.

Con todo listo, Tony tomó los currículos y los extendió delante de Bats.

—Escoge la primera víctima, Bats.

El perro seleccionó una de las carpetas con su pata derecha mientras Stephen veía a todos los chicos removerse un tanto nerviosos en sus lugares. Seguramente ninguno de ellos esperaba ser entrevistados de ese modo. Algunos incluso tomaron un trago de agua rápido. Tony estuvo a punto de reírse de ellos, pero se aguantó al verlos a todos tan nerviosos, incluso al hombre que estaba seguro de que era el agente que metieron de último momento. Se notaba nervioso, pero no demasiado. Quizá no tan buen actor como su compañera de más temprano, pero podría ser que eso fuera bueno.

Tony llamó al primer aspirante para sentarse en la silla. La chica era relativamente joven, aunque su gusto para vestirse no era el mejor, eso no importaba siempre y cuando demostrara ser competente. Tony y Stephen empezaron el interrogatorio, haciéndole preguntas no solo sobre lo que sabía hacer, sino para ver lo que ella haría si se enfrentaba a algunas de las cosas por las que había tenido que pasar Pepper en los últimos tiempos. Se desempeño bien, pero se notaba que le faltaba confianza en sus respuestas. Donde empezó a ponerse más y más nerviosa fue cuando le preguntaron sobre qué sabía de perros. ¿Sabía hacer primeros auxilios?, ¿qué tan dispuesta estaba a salir con Bats todos los días a pasear a Central Park? ¿Era capaz de reaccionar rápidamente ante una emergencia médica con Bats? La chica se terminó quedando callada en gran parte de las preguntas, por lo que Stephen decidió terminar con su sufrimiento.

—Gracias por venir, señorita. Por favor, tome su lugar de antes.

—Claro, doctor Strange. Gracias por su tiempo.

La chica se veía un poco temblorosa, pero nada que no fuera por los nervios.

—Elige a la siguiente víctima, Bats.

Nuevamente, Tony le puso las carpetas enfrente al perro, el cual selecciono la que olía a SHIELD.

—De acuerdo, la siguiente víctima es Clinton Barnett.

El hombre se sentó en la silla junto con una maleta relativamente grande al lado de sus pies. Antes se sentarse, se estiró hacia ellos con una carpeta color azul.

—Lo siento, el agente Coulson me dijo que les dio un currículo, pero esta algo desactualizado. ¿Espero que no les moleste que les de uno ahora?

—Por supuesto que no — Stephen estiró la mano y tomó la carpeta, abriéndola y mostrándosela a Tony.

El hombre tenía grandes habilidades, debía decir. Buenas puntuaciones en desempeño, clasificación nivel 7, muy bueno en pelea cuerpo a cuerpo y con una vista excelente, ya que su nombre en clave era Haweye; además de que contaba con un manejo en varios idiomas y parecía poderse desenvolver bastante bien en sus misiones.

*Es bueno. *

*Eso parece.* — De acuerdo, señor Barnett, aquí dice que hablas muchos idiomas y por lo que puedo ver, estas bástate preparado.

—Eso son los que manejo por completo, claro, pero sé hacerme entender en otros tantos. En mi trabajo anterior tenía que interactuar con todo tipo de gente y bueno, aprendí rápidamente que siempre es mejor hablar sus idiomas. Uno nunca sabe lo que podrías estarte perdiendo sólo porque creen que no los entiendes.

—¿Entonces conoces a mucha gente?

—Sí, señor Stark, de muchas esferas del gobierno. Y de otros lugares también. Conozco a mucha gente en varios restaurantes, y soy perfectamente capaz de realizarse una reserva de último momento en donde quieran. Aunque claro, con su apellido no dudo que eso sea realmente fácil. Y no se preocupen, también puedo hacerlo sin necesidad de decirle a todo el mundo que la mesa o la habitación es para ustedes dos. Se mantener las cosas bajas también, si es necesario.

—Eso es bueno. ¿Qué tan discreto eres?

—Bastante. Y no sé si se refiera a esta parte, pero creo que oportuno aclarar que soy sordo, de ambos oídos. Si quieren tener privacidad, o que no me entere de algo, basta con apagar mis ayudas y problema resuelto.

—¿Has visto a un especialista para tu problema? — preguntó Stephen, su lado médico saliendo a relucir.

—Lo hice. En realidad, cuando regresé de la guerra me atendí en uno de los hospitales de la fundación. Ellos me ayudaron, pero no había mucho que hacer, salvo derivarme con un enlace para que me ayudaran con mis audífonos. De hecho, los que llevo en estos momentos son de Strange Medical.

—Has recibido ayuda de la fundación María Stark, entonces.

—Sí, doctor. La fundación me ayudó a salir adelante cuando regresé. En todos los ámbitos, debo decir. Incluso me dieron una beca para seguir estudiando. Le debo mucho a la fundación, a la empresa, y a ustedes, desde luego. Espero que, trabajando para el señor Stark pueda, de algún modo, regresar algo a ustedes por lo que han hecho por mí y por mis compañeros de unidad.

—Esa es la razón por la que la fundación se creó. Me alegra saber que funciona y que ha ayudado a la gente.

—Lo hace, señor Stark.

Ambos hombres sonrieron al escuchar eso.

—Y díganos, señor Barnett, ¿qué sabes sobre el cuidado de perros?

—Me encantan los perros, señor. Se realizar primeros auxilios en bebes, niños, adultos, cachorros y perros mayores sin problemas. — mostró su mano y fue bajando cada dedo conforme hablaba — También tengo buena memoria, y soy capaz de aprenderme todos los teléfonos de los especialistas de su perro. Y puedo buscar la ruta más corta para llegar al veterinario, en el peor de los casos. Soy bueno manejando, pero cuando la ocasión lo requiere, puedo… bueno… puedo llegar más rápido si es una emergencia. No tengo problemas en sacarlo a pasear, bañarlo, medicarlo en caso de que lo necesite, y lo que sea que requiera que haga por él, en caso de que ustedes se encuentren saturados.

—Nada mal. Parece estar muy bien preparado, Clint. Ya para terminar, díganos, ¿qué espera lograr trabajando con nosotros? además de regresarle algo a la fundación y a Strange International. ¿Cómo influiría el trabajo de PA de Tony en su carrera?

—Bueno, el señor Stark se mueve por muchos sectores, doctor. Ustedes conocen grandes industrias y grades personas. Espero poder conocer gente, conocer sobre el negocio, hacerme de contactos, tener un impulso en mi carrera al ser el asistente de Iron Man… ¡oh! y la paz mundial.

Ante lo último, Tony y Stephen se le quedaron viendo. Poco a poco, una sonrisa se mostró en la cara de Tony.

—Por favor, dime que en esa bolsa tres tu vestido de noche y tu traje de baño.

—No, pero deben saber que me veo despampanante en un vestido de corte sirena y escote corazón. — los además con las manos que hiso sirvieron para darle énfasis a la declaración.

—No parece tener el cuerpo para ese tipo de vestido, señor Barnett.

—Todo está en la actitud, doctor. Con ese vestido y unos tacones de 15 centímetros soy imparable.

Ambos hombres se echaron a reír por lo dicho por el agente. Por lo menos tenía sentido de humor.

—Sí, me gusta. — Tony le dijo a Pepper mientras señalaba con la mano al hombre — Lo quiero.

El resto de las personas que esperaban por la entrevista se relajaron visiblemente cuando escucharon eso. Por alguna razón ninguna de ella parecía sentirse ni de cerca tan preparadas como esperaban. Pepper se puso en pie y le agradeció a todas las personas por venir. De inmediato les dijo que las acompañaría a la puerta. Cuando volteó a ver al resto de los ocupantes de la sala, Stephen le hiso un movimiento con la mano para que saliera y los dejara solos con el nuevo PA. Una vez que la puerta quedó cerrada, Tony miró de nuevo al agente.

—Debo decir, agente Barton, que esa fue una buena entrevista.

—Gracias. Tuve poco tiempo para conseguir el traje, pero cuando hay necesidad, los agentes junior son increíblemente útiles. Yo no lo aprecio, pero me dijeron que sería un requisito al trabajar con ustedes.

—Un buen traje nunca duele, agente Barton. Y si va a ser el PA de Tony, deberá vestir bien.

—Sí, doctor. Y pueden llamarme Clint, si gustan.

—De acuerdo, Clint.

Ya hecha la entrevista, Tony y Stephen se pusieron en pie para marcharse, pero antes de hacer cualquier cosa, Clint les preguntó con curiosidad apenas contenida:

—¿El director Fury dijo que descubrieron al agente Romanoff enseguida?

—No fue tan difícil como crees que fue, Clint — Stephen se abrochó su saco, siendo imitado por Clint de inmediato. — Y lo que se le preguntó sobre el cuidado de los perros…bueno, espero que no haya sido mentira.

—No lo fue, doctor. De verdad me gustan los perros. — Clint el sonrió a Bats, quien lo veía aun de modo sospechoso desde el sillón. — Por cierto, le traje esto. — sacó un envoltorio de plástico de la bolsa que llevaba con él y se lo tendió al perro. Bats lo olisqueó un poco antes de tomarlo de su mano y empezar a comerlo. — Es un premio. Intenté saber qué premios le compran, pero no tenemos la información sobre eso.

—Y no la tendrán. Tony los prepara especialmente para él. — aclaró Stephen — Te darás cuenta de que en ocasiones Tony se preocupa más por Bats que por cualquiera, así que tu trabajo no es solo ayudar a Tony y… bueno, espiarlo para SHIELD, sino también para mantener a salvo a Bats. Si algo le pasa en tu cuidado, lo más probable es que no haya nada de SHIELD que se pueda salvar.

Podría ser que Stephen soltó el comentario sin elevar la voz o con intenciones maliciosas, pero Clint sabía, muy dentro suyo, que el doctor Strange y el señor Stark no se tocarían el corazón para destrozar a quien osara lastimar a Bats.

—Anotado, doctor.

—Bien, y ahora a los negocios — Tony aplaudió para llamar la atención de los otros dos hombres — Stephen y yo decidimos ir al gran premio de Mónaco. Creo que Pepper también irá, pero tendrás que preguntarle a ella esa parte. Necesitamos que arregles todo para el traslado y el lugar en donde nos quedaremos. Quiero llegar antes para poder salir a cenar y tal vez pasear por la tarde o la noche.

—Sí, señor Stark.

—Y por favor, no. El señor Stark era mi padre.

—¿Señor Strange, entonces? — preguntó mientras subía y bajaba las cejas, dándoles una mirada cómplice.

—Sólo soy el señor Strange en ocasiones especiales — le sonrió Tony — para todo lo demás, Tony está bien.

—De acuerdo, Tony. ¿Y qué hay del doctor?

—Doctor Strange está bien para mí, gracias. Y espero que todo esté listo para el viaje hoy mismo. — Era obvio para los otros dos hombres que el doctor Strange no se divertía por la plática. Notando eso, Tony decidió hacer una salida limpia — Y sabremos si pones algo en la casa, Clint. No lo hagas, a menos que nos quieras conceder acceso libre a SHIELD.

—Sí, doctor.

Dicho eso, la pareja salió, dejando atrás al agente Barton.

—Bueno, eso fue raro — vio como Bats lo veía aun de modo sospechoso — ¿Qué? No me digas que no crees que fue raro. — Bats siguió viéndolo — Mira, son tus dueños, y estoy seguro de que te quieren como a su hijo, te alimentan y todo, pero debes admitir que son raros.

Bats bajó del sillón y después de verlo atentamente por unos segundos, se fue corriendo detrás de la pareja. Clint pensó que sí, toda esa familia era… bueno, extraña.

 


 

Dos policías en sus motocicletas iban escoltando el lambo de Stephen mientras él conducía por las calles de Mónaco. Los seguía el Rolls-Royce gris, que era conducido por Happy y en donde iba Pepper. La gente se volvía loca cuando un auto llegaba a la entrada del lugar desde el cual grandes figuras públicas verían el evento, y más cuando reconocieron su lambo del doctor Strange. Cuando estacionaron y bajaron del auto, ambos saludaron a la gente que gritaba sus nombres antes de tomarse de las manos y entrar al lugar con Pepper siguiéndolos de cerca. Happy se estaba encargando de todo en cuanto a seguridad, así que se separó de ellos una vez que cruzaron la entrada.

—¿El señor Barnett no nos acompaña?

—Clint se adelantó para tener todo listo, señora Potts. — le explicó Stephen mientras soltaba la mano de Tony y la colocaba detrás de su espalda. — Parece ser bastante eficiente. Buena elección al tomarlo en cuenta.

—Gracias, doctor.

La pareja y Pepper saludaron a algunas personas antes de entrar al restaurante del lugar. Clint se les acercó casi de inmediato junto con un mesero que llevaba en su bandeja un par de bebidas sin alcohol para ambos.

—Tony, doctor Strange, sus bebidas, tal como les gustan. Y por aquí tenemos al fotógrafo de la asociación de automóviles — les informó Clint mientras señalaba a un hombre a su izquierda.

Clint esperó pacientemente a que le dieran un par de tragos a sus bebidas antes de tomarlas de sus manos y colocarlas de nuevo al charola, haciendo un gesto al mesero para que esperara con ellas un segundo. El fotógrafo se adelantó y la pareja posó para un par de fotografías. Para la última toma Tony besó en la mejilla de su esposo, quien sonreía feliz mientras le regresaba la mirada, totalmente enamorado. Se tomó otra foto para capturar el momento. Una vez completado el trabajo, el fotógrafo se retiró.

—Dile que quiero las últimas dos fotos — Tony le pidió a Clint mientras volvían a tomar sus bebidas.

—Sí, Tony. — Clint asintió e hiso una nota mental para pedir la fotografía antes del final de día.

—Buen traje, por cierto.

—Gracias, doctor. Como le dije, no entiendo sobre esto, pero con ustedes parece ser un requisito. — Clint se encogió de hombros mientras los guiaba a través del lugar.

—Lo es para él — otro sorbo a su bebida y Tony preguntó, en un tono más serio: — ¿Clint, cuál es la agenda?

—Tienen una cena a las 9:30.

—Perfecto, llegaremos a las 11.

—En realidad, esperaba que fuera a las 10, Tony. Es una cena importante.

Tony le miró por arriba de sus lentes y le sonrió — Bien, a las 10, entonces. ¿Esta es la nuestra? — señaló una mesa en la esquina del lugar con mucha luz.

—No, pero si la quieren…

—Sí, la quiero.

—Entonces lo será — aseguró Clint mientras se paraba de puntitas para buscar a alguien que pudiera ayudarlo. Stephen estaba seguro de que el hombre sólo estaba montando un espectáculo, pues no dudaba que supiera exactamente donde estaba cada persona en el salón.

Mientras Clint se acercaba a hablar con alguien del servicio, Tony y Stephen se acercaron a la ventana para ver el circuito de carreras. Era un buen día.

Forward
Sign in to leave a review.