...that gossamer thread

Jessica Jones (TV)
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Summary
La locura y el genio van de la mano, pero nunca tan cerca como en la sangre de Bruce Banner y Will Graham. Una conexión inesperada los encontrará uniendo fuerzas y sus mundos colisionando mientras un asesino en serie deja un rastro de sangre en los rascacielos de Nueva York...
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Touch of Darkness

No había quedado ninguna habitación con camas gemelas libre, así que Steve se había acomodado con Bucky en un cuarto del tercer piso con una enorme King, y tras una ducha había caído profundamente dormido. Se despertó sin motivo para ver en la penumbra a Bucky despierto, apoyado en el respaldo de la cama, un codo en la rodilla levantado: y esa silenciosa vigilancia sobre su cabeza dormida, que podría haber sido enervante, era muy familiar. Bucky había sido un hombre alegre, que insuflaba vida a las angustias de Steve Rogers en 1940: ahora, sus silencios cargados de sombras, que mantenía cuidadosamente encerrados en su mente y se negaba a compartir, eran fuente de dolidas conjeturas para Steve. Hubiera querido que Bucky, su Bucky, confiara en él, y le hablara de las cosas que lo mantenían despierto por la noche: pero Bucky callaba siempre, aunque agradecía sus preguntas con un gesto como si simplemente no tuviera palabras para expresar lo que sentía, lo que había pasado.

Steve estaba bastante asustado de que eso fuera cierto.

Sin embargo, esta noche, al parpadear despierto, de pronto supo qué pasaba por la mente de Bucky, y habló, voz pastosa aún.

- No eres como ese asesino, Buck.-

- Porque no los dejaba decorados como Navidad? Dudo que esa diferencia signifique mucho para los muertos.-

- Bucky.- Steve se frotó los ojos, y la hebra de exasperación en su voz fue tan clara en la palabra que Bucky se levantó inmediatamente, cejas fruncidas.- Buck, vuelve a la cama, necesitas dormir…-

- Voy a salir.-

- Bucky, no necesitas torturarte más por lo que hayas hecho obligado por HYDRA!- protestó Steve sentándose en la cama.

- Esto no es tortura.- dijo Bucky con acidez.- Yo, de todo el mundo, sé perfectamente la diferencia.-

- Es Will Graham lo que te pone tan insoportable? Tú y Nat están realmente afectados por él…-

- Me contaron que saliste huyendo como un conejo cuando se ofreció a darte una mirada.- retrucó Bucky, a lo que el rostro de Steve se ensombreció, al fin levantándose de la cama detrás de Bucky y encendiendo la luz de la habitación.

- No me muero de las ganas de enterarme de qué soy realmente capaz.- dijo sombríamente.

- A Nat y a mí no nos dejaron opción más que enterarnos, perdona que no idolatremos a baby Banner.-

- Pues me parece que Natalia hace bastantes menos aspavientos que tú…- soltó Steve irritado, a lo que el rostro de Bucky se enfrió como un iceberg.

- Eso es lo que te parece que hago…?- murmuró, pero lo que iba a ser una pelea de primera categoría se cortó cuando los oídos de los dos supersoldados sintieron los pasos ligeros, aún antes de que les tocaran la puerta.

Era Jessica, con la camiseta gris que Matt usara en la cena cayéndole hasta las rodillas, por toda vestimenta. Los dos hicieron un sonido idéntico de apreciación, pero la detective sólo elevó las cejas.

- Will Graham no está en su cuarto. Clint ya salió a buscarlo con Matt: Nat está despertando a los demás.-

*******************************

 

Mientras tanto, en las sombras:

 

-… por tu propio pie, como los sacrificios del antiguo testamento. La presa es presa desde su nacimiento: qué hace sino caminar de la vida hacia la muerte, con cada ejercicio de su voluntad, indefectiblemente? Resistirse a tu verdadera naturaleza debería ser un pecado.-

- Sí, mira, dudo que los sacrificios estén muy de acuerdo contigo.- dijo Will con acidez. La tenue penumbra que la niebla creaba, mucho más clara a su izquierda, desde donde aún el resplandor de la casa creaba sombras, le permitía ver a Hannibal, como siempre, ataviado como un caballero perfectamente en armonía con sus alrededores: grueso sweater, chaquetón parka de montañista muy oscuro, tela sin reflejos en su estiloso traje deportivo. Parecía un hábil alpinista o un cazador en las portadas de esas revistas que atraen a diletantes de mediana edad armados con Visas o Mastercards de lujo: nada en él te hacía pensar en el hombre que había creado esa sinfonía de horror la noche anterior. Si estaba algo más delgado y ojeroso, parecían más bien afectaciones de look que otra cosa.

- Supiste que te buscaba, y sabías que aguardaba para verte. Vas a negar que la conexión entre nosotros sigue viva, y bien, Will?-

- Sí, mira, antes de que empieces a declamar a Ariosto, respóndeme una preguntita. Porqué le estás haciendo favores, o colaboraciones, o… como esos raperos, un Asesino de Veteranos, ft. Hannibal, a ese ex soldado? Lo conoces?-

- Responderé todas tus preguntas, si contestas las mías, Will.- dijo Hannibal, sentándose en un tronco caído con la misma elegancia con la que solía hacerlo en la oficina de su casa. Lo único fuera de lugar era que la humedad de la niebla había deshecho su perfecto peinado atrás, dejando caer hebras rubias sobre la frente.

- Qué quieres que diga.- él se cruzó de brazos, su irritación palpable. El miedo se había ido: Will ahora sólo sentía una extraña excitación, un placer disgustado pero inequívoco, como quitarte una costra ya casi suelta. Hannibal le era tan espantosamente familiar, que por más que sabía que el hombre que había matado tanto que podría haber nadado en una piscina de la sangre de sus víctimas estaba ahí delante, el destriparlo a él incluido, no lograba sino ver al terapista que había sido su amigo, el hombre cuyas enveresadas conversaciones lo habían ayudado a encontrar su propia claridad.

Claridad que le había permitido ver el monstruo que era, después de todo.

 

- Cómo supiste que te aguardaba aquí?- dijo Hannibal con voz ligera. Will se frotó la frente con el brazo.

- Ahora soy vidente. O vi en tu diseño algún mensaje que procesé subliminalmente, sin entenderlo, pero que me provocó una compulsión indeclinable. O soy simplemente un detective que no es idiota, y conociéndote a ti y a tu amor por el dramatismo, supe que te quedarías por aquí esperando como un pescador con el anzuelo. Esa niebla… tu teatralidad no te iba a permitir perdértela.- dijo con una risa burlona.- O simplemente eres tan stalker, que no puedo dar dos pasos sin pisarte. Elige la que prefieras, me da lo mismo.-

- Prefería la explicación de que tu alma siguió tus propios designios para encontrarme, pero podría decirse simplemente que … “ journeys end in lovers meeting”- agregó con una sonrisa, a lo que Will le dirigió una mirada tan inexpresiva que Hannibal no pudo más que ensanchar su sonrisa.- Ah, Will. Sin importar cómo o dónde se mueva el mundo, tú sigues siendo mi única constante, el único souvenir de mis esfuerzos que reaviva mi humanidad…-

- Sé que te crees que soy tu juguete, Hannibal.-

- No, Will. Nunca has sido un juguete. Si te comparo a algo, sería a un lugar, a un sentimiento. Como visitar un país del que sólo tienes los recuerdos vagos y dulces de la infancia. O escuchar por primera vez a Grieg: el saber que has encontrado algo raro y exquisito, sin lo cual ya no deseas vivir.-

- Te hice una pregunta, Hannibal.-

- No fue sólo para atraerte que tomé las vidas de esos hombres, no. Pero podemos decir que tu nuevo equipo es más agudo de lo que me conviene, y que el que ese hombre esté aún suelto sirve a mis propósitos.-

- Cuáles son esos propósitos? Y es cierto que comiste la carne de Bucky Barnes?-

- Esas.- dijo Hannibal despacio, levantándose y yendo hacia él, sin hacer ruido. La niebla era tan tupida que se sentía como una mortaja entre ellos y el mundo.- Son dos preguntas.-

- Haz las tuyas.- dijo Will, la voz firme, pero cualquiera fuera su dominio, hubo un leve gesto de sobresalto cuando Hannibal le tomó el brazo.

- Dime, Will.- dijo Hannibal, y el profiler sintió su aliento, cálido como el de un animal.- Si te toco, esta vez contigo despierto, gritarás?-

 

************************************

 

- Deberían haber nueve respiraciones en esta casa. Hay 8.- dijo Matt, reteniendo el brazo de Steve, que iba a lanzarse a recorrer la casa buscando al desaparecido Will Graham.- No está dentro.-

- Ustedes cinco, afuera a buscarlo. Yo despierto a Tony y le pido que use su tecnología para encontrarlo.-

- Lleva el escudo para cuando le digas a Bruce.- dijo Nat al pasar, ligera a pesar de su gruesa parka, mientras Jessica, ya vestida, Matt, Clint y Bucky se desperdigaban por diferentes salida, yendo al encuentro de la niebla. El bosque más allá de las luces de la casa parecía negro como la tinta, pero la verdad ninguno tenia demasiado miedo: eran avengers, superhéroes, soldados legendarios que habían enfrentado aliens y monstruos: qué miedo podían tenerle a un simple asesino? Steve corrió a la puerta de Tony, pero al abrirla de golpe, se acordó demasiado tarde que no estaba solo.

Bruce se incorporó de golpe, ojos completamente verdes, su cuerpo entre Tony y la puerta, y cuando se encendió la luz, lo miró un segundo como si no lo reconociera. Steve se maldijo por no haber recordado antes, no haber tocado discretamente…

Con una maldición, Bruce huyó al baño, en donde oyeron correr la ducha. Con profunda frustración, Tony se sentó en la cama.

- Voy YO a tu dormitorio, a hacer saltar a TU NOVIO con PTSD, Rogers? Hago yo eso? Ah? Ah?-

- Es una emergencia…- empezó Steve, pero se había sonrojado.- Es Will! No está la casa, los demás están buscándolo…-

- Will no está?- dijo Bruce con alarma, emergiendo con el pelo mojado, el verde volviendo a sus ojos que se habían calmado.

- Y yo que había conseguido ser la cuchara grande.- bufó Tony, desplomándose en la cama.- Qué les da a los Banner por largarse de paseo cada vez que no les clavas los pies al piso?!-

- Necesitamos tu tecnología para encontrarlo, hay mucha niebla!-

- Ya voy, ya voy, Capitán Cockblock!!-

 

********************************

 

La tecnología de Tony venía bien cuando hacía falta, pero para Matt y sus sentidos aguzados hasta lo sobrenatural, era una ayuda, no una necesidad. Sus sentidos le permitían navegar la ciudad de noche, New York de noche, la ciudad que no dormía, entre sus bocinas, voces, gritos y música: encontrar dos latidos humanos en un bosque casi vacío era un juego de niños, a pesar de las ramas, los animales y lo mucho que la vegetación parecía amortiguar los sonidos, como si los devorara con hambre.

Habían voces, y una respiración agitada: una. La otra era serena y determinada, pero palpitante. Las habilidades de Matt eran como la lectura, como los idiomas: tras un tiempo el mecanismo de interpretar letras se vuelve intuitivo, y es significado lo que absorbes, en vez de letras individuales y signos de puntuación. Podía ver, a su manera: y latidos, respiraciones, feromonas, posturas, el mismo movimiento del aire, todo, en vez de ser registrados como tales, registraban como…

 

… sensaciones…

 

… miedo, esperanza irracional y desesperación racional, pavor y deseo, terror físico y deleite espiritual, el sudor del pánico y el aroma orgánico, el musk del deseo masculino…

- Ya no te tengo miedo, Hannibal. No hay nada que me puedas hacer que no me hayas hecho ya. – hubo un largo suspiro.- Lo que no logro entender es porqué sigues buscándome, si no es para matarme.-

- Si matarte fuera a entregarme saciedad, lo habría hecho hace mucho tiempo, Will. Pero creo que podría observarte cada día, por la eternidad, y nunca dejarías de sorprenderme. De fascinarme. De intrigarme el que vas a hacer después.-

- O sea soy Scherezada. Mientras te mantenga entretenido, viviré otro día.-

- Y a la gente normal eso le asustaría, mientras que a ti… te fascina. Porqué, Will?-

Matt vio a Will Graham cruzrse de brazos y mirar el cielo neblinoso entre ambos, a pesar de que estaban tan juntos que parecían la misma sombra entre los árboles.

- Te respondo eso si me dices porqué ayudas al asesino de soldados.-

- Porque va a acabar con el único que me desafiaría de tu nueva guardia de corps.- dijo Hannibal inmediatamente, a lo que Will le echó una mirada incrédula, mientras Hannibal oprimía una mano en su cintura: a pesar del frío, Will estaba descalzo y en pijamas, y la niebla había humedecido su pelo y ropa.

Era el mismo punto que una vez Hannibal había acuchillado, pero antes de que pudiera responder, Will bajó las manos, entrelazó los dedos en los suyos y gritó:

- AHORA!-

Matt se lanzó como una fiera en la noche sobre la espalda de Lecter, haciéndolo caer de rodillas: pero Lecter arrastró a Will en su caída, lo dejó inconsciente de un cabezazo brutal, y luego rodó, metiendo a Will, que sangraba por la nariz entre ambos. En lo que Matt se tardaba en poner a Will en el suelo sin que cayera sobre una piedra o una rama puntiaguda, Hannibal estaba encima suyo: y a través de su chaqueta algo afilado lo mordió en la cintura y subió, buscando su riñón. Matt se giró, soltándose y golpeando con la habilidad seca y directa que lo caracterizaba, pero se encontró con un cuerpo anormalmente firme y resistente al daño, que atacaba con una brutalidad…

… una brutalidad que parecía inhumana. Su fuerza, su vigor, era comparable a la suya propia, a la de otros hombres con los que hubiera combatido: pero había algo que desconcentró a Matt, algo que lo hizo dudar una milésima de segundo, y era porque no se sentía como combatir con un hombre: era combatir con algo absolutamente animal que no deseaba herir, no deseaba detener y escapar, no deseaba protegerse, no deseaba nada más que matar. Ese absoluto enfoque en ir a por sangre era algo de predador, no de humano: y en el segundo en que esa incongruencia detuvo a Matt, el hombre se movió y apuñaló dos veces su pecho, y lo habría apuñalado en el cuello si justo en ese momento Matt no hubiera cruzado el brazo y Natasha Romanov no hubiera caído sobre la espalda del hombre, enterrándole su táser en la nuca. Hubo una convulsión, pero no se desmayó, y cuando rodaron, los dos se miraron de rodillas en el bosque, entre la niebla, en un súbito silencio sólo interrumpido por los jadeos de Matt.

Sangre, la vida escapándose, y dos asesinos mirándose a la cara.

Hannibal se echó atrás, corriendo, y parecía imposible que un hombre tan grande se moviera tan rápido: Nat se lanzó detrás, al mismo tiempo que Jesica y Clint llegaban al claro, y Bucky levantaba el brazo sin dejar de correr y desde atrás largaba dos tiros. Los dos siguieron corriendo al hombre a través de la noche por el accidentado terreno colina arriba: pero apenas habían perdido de vista el claro con Will y los demás cuando Nat emitió un grito y agarró a Bucky del brazo, que se tambaleó. Frente a ellos, un abismo disimulado porque los mismos árboles seguían creciendo en el fondo y se mezclaban con el follaje, creada un corte de cuchillo con una caída de veinte metros hasta una cañada profunda, negra de hojas mojadas. Si hubieran caído, no habrían parado de rodar hasta romperse la cabeza en las piedras o haber acabado ensartados en una rama puntiaguda.

- Cómo lo viste?- dijo Bucky tras un segundo de tomar aire.

- La niebla… huele diferente. Huele a humedad.- dijo Nat en un jadeo. Los dos se giraron en círculo, pero nada más se movía. Un brusco golpe de viento con aroma a mar se llevó algo de la niebla y el dulce aroma de la putrefacción de hojas en la quebrada, despejando la noche, algo de luna brillando al fin: el aire pesado y asfixiante se levantó de poco, y Bucky alargó una mano al hombro de Nat.

- Estás bien?-

Ella asintió, pero no lo miraba. Bucky, que conocía a su antigua alumna bastante, no repitió su pregunta, pero apretó su hombro, antes de que los dos regresaran al claro que olía a sangre y en donde ya se veía la luz móvil de los drones de Tony.

 

********************

 

- Nada, zip, zilch, naranjas. El tipo se esfumó como un fantasma. Mis dron-Es recorrieron el bosque metro a metro y no encontraron ni HUELLAS. En tierra húmeda! Alto contraste!- dijo Tony volviendo del estudio en donde había armado sus pantallas: en calzoncillos rojos muy cortos y un sweater jaspeado de Bruce encima que le quedaba grande se veía rarísimo.- A lo mejor entre todas las cosas que se ha comido además de Barnes, comió algo con alas…-

- Maldita sea.- dijo Matt con estoicismo. Estaba sentado en una toalla roja que no era originalmente roja, pacientemente aguantando que Bruce acabara de coserlo con su caja de emergencias y anestesia local, todo ese rato protestando que no era médico. Bruce había cauterizado la punción al riñón y puesto goma en su pulmón, pero Jessica y Clint esperaban con el auto en marcha que dejara de sangrar para llevarlo a la clínica más cercana. Nat y Steve ya se habían empacado a Will en el auto que esperaba, cuya concusión no parecía muy severa, pero no pensaban correr riesgos con su encefalitis.

- Cómo fue que el psicólogo ese de mediana edad les dio esquinazo a todos, me quieres explicar? Y casi convierte a Stevie Wonder en paralítico?-

- No tengo explicaciones para ti, Stark. Todo lo que puedo decir, es que se movió como muy poca gente que conozco se ha movido.-

- Sí, bueno, de eso puedo dar testimonio…- dijo Tony, haciendo que Matt suspirara en exasperación.

- Se movía como Elektra.- dijo Matt tras una pausa. Bruce acabó de coser y detuvo su mano manchada de sangre en la de Matt por un momento, súbito remordimiento en sus ojos.

- Lo siento. No pensé que todo esto te haría recordarla.-

- No soy el único aquí con debilidad por asesinos.- dijo Matt con aspereza, buscando su canguro manchado: Bruce iba a abrir la boca para disculparse, cuando de pronto se dio cuenta que Matt se refería a Tony, no a él.

- No recuerdo que se moviera como artista marcial.- dijo Bucky, que se había sentado en un rincón.

- Algún entrenamiento tiene, pero no me refiero a eso.- Matt se plantó la chaqueta.- Es ese… absoluto desprecio por la vida humana. No es odio, no es venganza… no somos nada para él.-

- Excepto tu hermanito, que tiene románticos encuentros en la noche con la Cosa del Pantano.- dijo Tony volviéndose a Bruce.- Algún comentario?-

- No hablaré de nada de eso hasta que Will despierte…- empezó Bruce belicosamente, pero entonces oyeron un portazo, y vieron pasar a Will Graham, sangre en la frente, perseguido por Thor como un labrador persigue a un gatito escaleras arriba.

- Dura su cabeza…- se admiró Tony, pero Bruce ya estaba en el pasillo.

- Will, tienes una concusión, qué estás haciendo?-

- Me esquivó como un jugador de rugby en drogas.- dijo Clint desde la puerta con admiración.

- Graham, qué creías que estabas haciendo saliendo en la mitad de la noche a encontrarte con ese asesino…- empezó Tony, y Will, su bolso en la mano, lo miró desde lo alto de las escaleras.

- No te debo ninguna explicación, Stark.-

- Ah, no, fíjate que no.- sonó una voz, y Bruce hizo a Tony a un lado como si hubiera sido un bulto, plantándose en el último escalón frente a Will.- Nos debes bastante más que una explicación. Más te vale empezar a hablar ahora mismo de qué te hizo salir en la mitad de la noche como un gato en celo y cómo te encontraste con ese psicópata, porqué no le avisaste nadie…-

- Bruce, no planeé encontrarlo, y no tengo nada más que decir. Ahora sal del medio…-

- Adónde carajos te crees que vas?-

- A mi casa.- dijo Will secamente.

- Manejando? Con una concusión? A las cuatro de la mañana? Con niebla? Y ese tipo suelto? – los ojos de Bruce estaban verdes y aferró la balaustrada, mientras Will bajaba sin detenerse.- Eso no va a ocurrir, Will.-

- No tienes ningún derecho a retenerme.- soltó Will, ya a su altura. Bruce frunció las cejas: los dos eran de la misma estura, frente a frente.

- Pero lo voy a hacer igual.- dijo Will Bruce lenta y deliberadamente

- Esperen, no deberían…- empezó Steve.

- Lecter es un asesino fugado, y tengo la idea que estás en comunicación con él. Como abogado registrado ante la ley, tendría la obligación de llamar a la policía y contarles eso mientras te retengo.- dijo Matt, que había cojeado hasta el umbral del pasillo. El resto de los Avengers había inundado ese pasillo hasta la puerta principal: Will estaba rodeado, y era imposible que pudiera atravesar ese grupo por la fuerza. Pero su rostro era tan terco que casi podías creer que pensaba que podía.

- Haz eso y hago que desde Tattle Crime y todos los podcasts del mundo se enteren que eres “ el diablo de Hell’s Kitchen”. Eres el único aquí con identidad secreta, no es así?- siseó Will, a lo que Jessica dio un paso adelante.

- Mira la mierda desagradecida que fuiste a recoger, Bruce!-

- Por el amor de Dios, se supone que atrapas asesinos! Ese hijo de puta que hirió a Matt está ahí afuera, déjanos llamar a la policía que lo busquen, en este mismo momento puede estar atacando a alguna familia de la zona! Que no ves que estamos del mismo lado?- explotó Bruce, Thor acercándose por detrás de ambos.

- Estas palabras duras vienen de tu golpe en la cabeza, amigo Will. Tienes que dejar que te acostemos, todo parecerá mejor por la mañana…- agregó amablemente, alargando una mano conciliadora. Will dio unos pasos atrás rápido, y se tensó, la mano firme en su bolso.

- Me tocas y el FBI va a saber que un alien atacó a un agente federal. Sal de medio, extraterrestre.-

La tristeza en los ojos de Thor fue tanta, que Bruce empezó a subir los escalones detrás de Will, y a cada paso su voz sonaba más ronca: Tony tuvo la sensación que cuando llegara arriba de la escalera, ya no iba a tener escalera. Ni casa probablemente.

- No tengo la menor idea de qué tienes que ver con ese ASESINO, pero ESTÁS HERIDO, Y En PELIGRO, Y NO VOY A PERMITIR QUE TE VAYAS A NINGUNA PARTE HASTA QUE HAYAMOS ACLARADO ESTO, NO SÉ QUÉ SE SE TE HA METIDO EN LA CABEZA PERO VAS LISTO SI TE CREES…!!!!-

- NO PUEDES RETENERME, NO TIENES NINGUN DERECHO…!!!!-

Un palmetazo en la pared sonó de golpe como una bomba, haciéndolos saltar a todos. Había sido Clint, que los miraba desde el umbral con ojos entrecerrados. Nat, a su costado, aún manchada de sangre, habló con voz sumamente calmada.

- Tu hermanito igual se transforma en Hulk, Bruce? Digo, para que Clint saque dos flechas calmantes, no una…-

- Nat!- gimió Bruce, el verde yéndose de su cara en desánimo.

- Will tiene razón.- agregó Clint, girando las llaves del jeep en su dedo índice.- No tenemos porqué retenerlo si no quiere. Pero te vas a matar si manejas así. Nat y Bucky pueden llevarse a Matt a la clínica Stark, yo puedo llevarte hasta Wolf Trap ahora mismo, si quieres.- acabó, encogiéndose de hombros con poco interés.

Will asintió, pasando de sopetón entre todos para salir, Clint detrás suyo con estudiada calma. Bruce y Steve se miraron con exasperación, y Tony se encogió de hombros, aún en calzoncillos y sweater.

- Así que el temperamento de mierda está en tus genes.- musitó Jessica ácidamente a Bruce, pasándose el brazo de Matt por los hombros para seguirlos, Nat y Bucky agarrando parkas para ir detrás.

 

*************

 

- Hannibal no hace... sprees. Ya mató. No va a matar a nadie más en la zona.- dijo Will tras una hora de camino. Se había quedado en absoluto silencio mientras Clint conducía hábilmente en el amanecer por caminos rurales, siguiendo una intrincada ruta que los tendría antes de tres horas en Virginia. – Si mandas a la policía de Montauk detrás suyo y lo encuentran, lo único que vas a conseguir es policía muerta.-

- Se te está pasando lo Hulk?- dijo Clint, los ojos en el camino, y estaban tranquilos. El sol empezaba a darles de frente, y arregló con una mano la visera del parabrisas. Hubo otro largo silencio, Will mirando por la ventanillas, ojeras negras bajo sus ojos.

- Cómo se… c-cómo se transforma en esa cosa?-

- Tiene que ver con física cuántica, pero le estás preguntando al tipo que sacó el diploma de secundaria el 2009.- Clint metió un cambio, su jeep tenía trasmisión manual y había que acelerarlo en ese terreno accidentado. – Tiene que ver con un accidente de radiación y el suero del super soldado, pero hasta ahí llega mi comprensión. No fue a propósito, y le duele mucho ir y volver, sin contar con que Hulk no es siempre controlable.-

- Aparece cuando se enfurece.- dijo Will, los ojos entrecerrados.- Lo he visto con las pupilas verdes, pensé que era la luz…-

- Ocurre con todas sus emociones muy fuertes, creo, por eso el zen. Pero sí, mayormente con la rabia, que veo que para los Banner es un problema…- Clint lo miró de reojo.- De qué te ríes…?-

- Todas las emociones fuertes, eh? Sexo incluido?- dijo Will con un retintín en la voz, que hizo que Clint lo mirase, lo volviera a mirar, y luego enarcara ambas cejas.

- No voy a discutir la vida sexual de tu hermano, pero voy a mencionarte que su relación con Tony es bastante sólida, sabes. Y ahora cambiemos el tema, aunque… no sé si sabes que el sexo con parientes hace que te salga colita de chancho.-

Will soltó la carcajada, con un gemido, porque le dolía mucho la cabeza aún.

- No llegamos a eso. Pero supongo que son buenas noticias que pueda hacer algunas cosas sin ponerse… así.- Will frunció las cejas, humor regresando a su rostro a pesar de todo.- O quizá simplemente soy tan aburrido que no despierto emociones fuertes, vaya…- musitó, meneando la cabeza.- Porqué tanta comprensión y ayuda, Barton? Nadie más ahí quería hacer esto. Porqué tan agradable conmigo?-

- Pura y simple decencia humana no te sirve?-

- Estás hablando con un psicólogo clínico patológico, me como esas excusas pelotudas de desayuno. Trata de nuevo.-

- Tenías razón en que no tenían derecho a retenerte, y si se te antoja morirte de un derrame post concusión en tu casa y que tus perros te cenen, es tu asunto. Pero digamos que tengo una idea de porqué saliste esta noche.-

- Ilumíname.- soltó Will.

- Porque no pudiste evitarlo.- dijo Clint con simpleza, pero había un peso en su voz.- Porque aunque no quieras, eres la maldita mosca atrapada en la tela de araña y por mucho que te resistas, ese hilo de seda no te va a soltar.-

La expresión de Will abandonó el sarcasmo, y la curiosidad. Se suavizó, lentamente, las arrugas junto a sus ojos más obvias.

- Tú ya dejaste de resistirte, veo.-

- Yep.-

- Pero ella no te convirtió en un asesino.-

- Soy cosas bastante peores. Pero si ella quisiera…- dijo Clint con calma, tomando la salida hacia Virginia.- Podría.-

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