Him
- Cuándo voy a conocerlo cuándo voy a conocerlo quiero conocerlo quiero conocerlo quiero conocerlo!!!-
- No. Todavía.-
Tony se cruzó de brazos indignado y se echó atrás en la cama, desplomándose enfurruñado, mientras Bruce se abrigaba con una bufanda y un abrigo largo, arreglándose nerviosamente ante el espejo.
Acababa de peinarse, y estaba batallando con las mangas de su sweater, que se asomaban de las del abrigo, cuando Tony, sin levantarse, alargó un pie con zapatillas Nike y empezó a darle pataditas al nivel de las rodillas.
- Te avergüenzas de mí y no quieres presentarme a tu familia! Eso es una señal de problemas en la relación, no me avalúas de verdad, soy sólo la chica para divertirse verdad?- pataleó Tony.
- Tony, he hablado por teléfono tres veces con él, la única vez que hemos hablado en persona estaba dopado hasta el pelo. Está claro que las relaciones sociales no se le dan mejor que a mí, deja que me conozca mejor antes de echarle encima a todos los Avengers.- dijo Bruce, al fin dejando su pelo en paz como una causa perdida y mirándose con nerviosismo.- Tony, deja de patearme.-
- Wait… Banner, no le has dicho quién eres?-
- Esa es una pregunta con muchas respuestas.-
- No te pongas filosófico! No sabe que eres un Avenger?-
- Tony, técnicamente, Hulk es el Avenger, yo soy personal clerical…-
- BANNER! No voy a lidiar ahora con tus sofismas, ser confitado de inferioridad, pero le estás haciendo catfish!-
Bruce rodó los ojos.- No estoy fingiendo ser una cheerleader de dieciséis años hambrienta de sexo! Sólo no le he dicho que de vez en cuando, destrozo edificios!-
- Ya.-
- Qué significa ese “ya?”-
- Sólo digo que mientras más te tardas en decirle a alguien la verdad, más difícil se pone.-
Bruce suspiró, deteniéndose con la mano en el picaporte de la puerta del dormitorio.
- Tony… hago mal en acercarme? Trabaja para el FBI, creo. Quizá sea peligroso para él. No debería, y sin embargo…-
- No estarás pensando dejarlo plantado? El tipo vino con una muleta todavía a verte a New York desde Baltimore! Muévete, Banner!- dijo Tony sentándose en la cama.- Si quieres te voy a dejar y así me presentas…-
Bruce movió la cabeza, y salió, oyendo la risa de Tony detrás suyo. Era un día de otoño desagradable y lluvioso: y aunque sólo tenía que cruzar media docena de calles, un auto lomojó alpatinar en un charco y personas con paraguas goteantes le pasaron por el lado, así que estaba bastante desastroso cuando entró a la cafetería en la que se habían citado. Había media docena más estilosas y populares, sobre todo alrededor de la Torre de los Avengers: pero a Bruce le gustaba esta cafetería, que no era de cadena, sino un simple bar reconvertido de esquina, diminuto y con bancas gastadas de plástico acolchado, que aún mantenía anticuada separaciones de madera entre las booths y que ponía música muy baja ambiental, creando un ambiente privado y comparativament silencioso al ruido de la ciudad.
Cuandoservían la leche espumada de una máquina vieja en el mesón, podían oírlo desde tu asiento en el silencio.
Will ya lo esperaba, vestido inesperadamente de traje,con los rizos tan mojados como los suyos y un aspecto bastante perdido hundido en la banca de plástico café, mirando por la ventana tan ensimismado que no lo oyó hasta que estuvo junto a la mesa, y dio un respingo al verlo. No llevaba las muletas ya:y una marca en su sien, que había sido un corte amorosamente cosido en puntos mariposa diminutos antes de que lo encontraran, estaba perfectamente curado.
- Hola.- dijo Bruce, igualmente azorado. Will asintió, y pareció encogerse un poco, antes de forzarse a levantar cabeza y mirarlo, hundiendo dedos en su propio pelo, nerviosamente.
-Qué clima de mierda, no?-
- Estaba buscando algo igualmente inofensivo e inútil que decir, pero no lo encontraba.- Will hizo una mueca sarcástica.- El premio al Banner menos desadaptado de los dos va a ti, creo.-
-Asumo que siendo agente del FBI tienes que tratar con un montón de gente en base profesional…-
- Oh, pero no soy agente activo. Sólo hago clases.- Will se encogió de hombro.- Le hablo al proyector, y me hago a la idea que estoy monologando solo. –
Bruce se echó atrás en la banca, tras dejar el abrigo a un lado e ignorando a la camarera, que empezaba a listar los habiituales.- Will, fui profesor por una década.-
- Qué se van a servir?- dijo la camarera, tras una pausa de los dos hombres mirándose con idénticas expresiones de desconcierto. Hubo una pua, y Will se encogió de hombros de nuevo, alzando las manos al aire.
- Tomaré lo que él tome habitualmente. Así como vamos, me va a encantar.-
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Tres hazelnut/soy latte/caramel foam después, los dos estaban charlando y gesticulando con el tipo de intensidad que sólo dos introvertidos que se encuentran con alguien muy, pero muy semejante, y no logran creérselo. Podrían haber pasado por dos extrovertidos riendo e interrumpiéndose mientras se comían una docena de donas fritas, y empezaba a atardecer afuera cuando el teléfono de Bruce emitió un pitido.
- Oh, qué hora es? Tienes que hacer algo? - Dijo Will, intrrumpiendo una historia sobre Winston.
-No, es…- Bruce escribió un mensaje rápido y lo dejó a un lado.- Te mencioné que tengo una pareja.- agregó, con un gesto levemente avergonzado.
- Sí, en eso claramente somos diferentes, o viene de tu madre…- Will acabó su café.- Las relaciones estables no son lo mío, ni las inestables se me dan bien…-
- Claro que nos parecemos.- dijo Bruce, con un suspiro.- la verdad, él es bastante… bastante persistente. Es su paciencia lo que hace funcionar esto, a pesar de todo…-
- Él?-
- Ah, sí. Él. Se llama Tony. No… es un problema?-
-No, sólo… había imaginado que te referías a la mujer pelirroja. Muy guapa, ella, no es mi tipo pero…-
- No, es…ella es una colega.-
- Una física cuántica, en serio? No es por ser sexista pero wow…-
- No, es… es complicado.- Bruce se mordió el labio.- Mira, Tony es…-
- Es un tipo con dinero, ya lo sé.-
- Cómo sabes eso?-
- Tu abrigo y bufanda son de diseñador, no se condicen con nada de tu demás ropa, fueron claramente regalos y demasiado costosos para ser de nadie que no sea una pareja. Vives en el pleno centro de New York, pero te gustan los cafés menos estilosos posibles, y le pones triple azúcar al café, típica costumbre de alguien que ha pasado hambre… Bruce, es obvio que tienes una pareja extremadamente rica, a lo que te cuesta acostumbrarte, te vi usar una sola servilleta en todo este rato…-
- Oh… vaya. Muy, muy observador. Debes ser un agente fantástico.- dijo Bruce: había sido un párrafo rápido y conciso, muy distinto a los tartamudeos anteriores de Will y su voz dudosa. Estaba claro que esa voz había sido el Will profesional, que parecía ser increíblemente agudo.- Sí, es tal como dijiste.-
- Y quiere que regreses, supongo?- agregó Will, buscando su bolso.
- No, sólo quiere saber si irás a cenar con nosotros. Puedes quedarte, hay espacio, y Tony… creo que quiere conocerte.-
Bruce vio la timidez luchar con el deseo de contacto en Will, pero luego negó con la cabeza.- No, ya… es tarde, y si no me voy ahora perderé el último tren. Fue muy agradable, Bruce. Gracias…- agregó, buscó algo más que decir, y de repente barbotó, mientras Bruce se ponía de pie y buscaba su abrigo.-.. me alegro que tengas a alguien. Yo hace… hace mucho que no charlaba con nadie así, vaya.-
- Deja que te vaya a dejar al tren, está diluviando.- dijo Bruce, y efectivamente habían truenos afuera. Llamó un automóvil mientras Will se ponía el abrigo, y ya en la puerta, añadió.- No siempre es malo estar a solas con tus pensamientos, estuve muchos años así, pero cuando encuentras a alguien… es bueno. No estás con la doctora Bloom entonces…?-
- No. No!.- dijo Will con énfasis.- No, no estoy con nadie.- agregó mientras esperaban el auto afuera, bajo la cornisa, observando lo atiborrada y colorida que era incluso una noche de lluvia en New York.- Las relaciones no son mi área, suelo fregarlas espectacularmente…-
- Tampoco la mía. Y antes de Tony sólo hubo una persona.- dijo Bruce mientras se subían al auto.- Él es… inconcebiblemente paciente conmigo. A veces no sé qué me ve, él es un millonario con gustos caros y podría estar con quien quisiera, pero aún antes de que estuviéramos juntos me distinguió con su amistad, se desvivía por atenderme, por cuidar de mí… cuando lo conocí fue como un sople de aire fresco: alguien que habla mi idioma, y se preocupaba tanto por mí… nunca nadie me ha entendido como él. No me imaginaba de que él podía quererme a mí, pero ahora que estamos juntos, no puedo imaginar una vida sin él…- Bruce se detuvo al ver a Will, que no sólo se había quedado callado, estaba conspicuamente pálido.- Will, qué pasa? He dicho algo? –
Hubo un largo silencio, tan largo que salieron de Manhattan, y entraron al túnel, la luz naranja del neón intercalándose en la oscuridad, alejándose de la lluvia. El brillo rojizo de los semáforos en la entrada hacía ver las gotas en las ventanas del auto como gotas de sangre, el chofer en absoluto silencio.
- Están unidos como siameses. No crees que sobrevivan separación.- dijo Will con voz monótona, algo horrorizada. Bruce, cada vez más alarmado, habló con voz más inquieta.
- Will, estás bien, qué pasa?-
- Tengo que conocerlo. Con mis propios ojos.- dijo Will de repente, y su mano agarró la manga de Bruce con brusquedad.- llévame a conocerlo ahora mismo, por favor. Tengo que saber… asegurarme.-
- Happy, llévanos con Tony, por favor.- dijo Bruce, sin más comentarios, pero cubrió la mano crispada de Will con la suya, y se sobresaltó al sentirla helada y temblorosa. - Will, te sientes mal? Te duele? Tienes frío?-
- No es el frío lo que me hace tiritar.- dijo Will, arrebujado en su abrigo, ojos fijo al frente.- Es el horror.-
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