
Anyone
Capítulo 3: Anyone
I tried to talk to my piano / he intentado hablar con mi piano
I tried to talk to my gitar / he intentado hablar con mi guitarra
Talked to my imagination / hablé con mi imaginación
Confided into alcohol / confié en el alcohol
I tried and tried and tried some more / lo intente, lo intente, y lo intenté un poco más
Told secrets ‘till my voice was sore / conte secretos hasta que mi voz se volvió aspera
Tired of empty conversation / cansada de conversaciones vacías
‘Cause no une hears me anymore / porque ya nadie me escucha
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Me encontraba en mi apartamento, soñando despierta con una guardia de urgencias. Lo sé, no sé si es más masoquismo o mono de adrenalina, o aburrimiento, pero desear estar 36 horas seguidas trabajando era una clara muestra de que necesitaba ayuda psiquiátrica, o algo que hacer.
He de admitir que la nueva aventura, hasta cierto punto, no estaba tan mal. Steve era agradable, tanto a la vista como al trato, así que en eso no podía quejarme. Estaba sano como un roble, cosa que aún me sorprendía, pero eso era algo bueno también, tanto por mi como por él, no me daba mucho trabajo.
Pero a la vez ese era el problema, echaba de menos llegar agotada a casa.
Luego estaba la parte mala, SHIELD. No es que tuviera nada en contra de la propia organización o de su director a nivel personal, era solo que sabían cosas que no deberían saber y eso me hacía desconfiar. ¿Cuánto tiempo llevaban inmiscuyéndose en mi vida?
¿Lo habrían sabido desde siempre?
¿Todos los sacrificios que mis padres y yo hicimos no habían servido para nada?
Mi teléfono sonó, era un numero desconocido. Lo cogí extrañada de que alguien que no sabía quién era me llamara a las diez de la noche.
-¿Sí?
-¿Hola?- habló alguien al otro lado.
-¿Steve?
-¿Te he despertado?
-No, no te preocupes ¿va todo bien?
-Sí, es solo que me acaban de dar este… móvil y tu número estaba en la ¿memoria?- sonreí.
-Sí. ¿De verdad? Ahora lo guardo. ¿Te apañas bien con él?
-Llamadas, mensajes y ¿Whats… algo?. Sí, creo que lo tengo.
-WhatsApp- le dije con una sonrisa-. Me alegro. Puedes hacer muchísimas más cosas con él, pero de momento sabes lo primordial. Mañana te bajo el Spotify.
-¿Qué es eso?
-Para música, te gustará, ya lo veras. Tiene música de todo tipo, pero tendremos que comprarte unos auriculares. ¿Qué te parece si mañana vamos a comprarlos y luego te enseño como usar la agenda, te bajo la app en el móvil y creamos una lista de reproducción que te guste? Y otra de música que te has perdido, te ahorraré el sufrimiento de meter Reggaetón entre lo que te has perdido.
-¿Reggaetón?
-No quieres saberlo, créeme- le dije medio riendo-. ¿cómo estás?- le pregunté.
-Bien.
-¿Seguro? Me estás llamando a las diez de la noche.
-Ya, lo siento. ¿Te he interrumpido en algo?
-No- le dije-. Es solo que… la gente no suele llamar a estas horas para dar buenas noticias, me he asustado un poco.
-Lo siento, no era mi intención.
-No te preocupes. ¿Seguro que va todo bien? Se te escucha cansado.
-Sí, eh… es tarde.
-No lo suficiente, no con lo que hemos hecho hoy. ¿Qué le tengo que sumar, una o dos horas de gimnasio? Te he visto salir de cinco como una rosa ¿Estas durmiendo?- le dije dejando que mi alter ego de doctora me invadiera.
-Sí.
-¿Cuánto?
-Ya me estás hablando como mi médico- me dijo.
-Es que soy tu médico.
-Creía que querías ser mi amiga.
-Eso también- le dije y recordé a otros veteranos de guerra a los que había atendido en urgencias-. Y como amiga te pregunto ¿estás teniendo pesadillas?
-Eso sigue sonando como mi médico- me contestó evitando la respuesta.
-Es que resulta que tienes una amiga que es médico- le contesté.
-Ahí me has pillado ¿nos vemos mañana?
-Claro, fingiré que no me he dado cuenta del cambio de tema. ¿Me pasas tu a buscar para comer? Llevo días sin aparecer por casa y está hecha un desastre, le vendría bien una mañana de trabajo.
-Me pasaré por allí sobre la una- me dijo.
-Steve, si necesitas hablar, da igual la hora que sea, como si son las cuatro de la mañana… tu… llámame, conozco una heladería que hace unos helados enormes que abre las veinticuatro horas, y mi nevera no cierra por la noche, si lo hiciera estaría bastante más en forma.
Me gané un intento de risa por su parte. Eso estaba bien.
-Estoy bien, Sophy. No te preocupes.
-Yo ahí lo dejo. Que sepas que la puerta está abierta, metafóricamente hablando, tendrías que llamar, y el teléfono también está en sonido.
-¿Si te digo que vale te quedarás más tranquila?- me preguntó.
-Me quedaré más tranquila si lo haces.
-Lo haré, te lo prometo- me dijo, aunque tenía la sensación de que me estaba dando largas-. Nos vemos mañana.
-Nos vemos mañana- y con esto note como se cortaba la llamada.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
A hundred million stories / cien millones de historias
And a hundred million songs / y cien millones de canciones
I feel stupid when I sing / me siento estúpida cuando canto
Nobody’s listening to me / nadie me está escuchando
Nobody’s listening / nadie está escuchando
I talk to sooting starts / hablo con las estrellas fugaces
But they always get it wrong / pero siempre me entienden mal
I feel stupid when I pray / me siento estupida mientras rezo
So, why am I praying anyway? / Asi que, ¿Por qué rezo?
If nobody’s listening / si nadie está escuchando
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
-No puede ser- le dije-. Pero si es un clásico.
-Prefiero algo más melódico.
-Vamos a dejarlo por hoy porque te estoy perdiendo el respeto- bromeé dejando su nuevo teléfono sobre la mesa.
-Entonces me tomaré la música más enserio.
-Deberías ¿Qué quieres cenar?
Como dijo, a la una en punto ya estaba llamando a mi telefonillo, y tras comer en una hamburguesería y buscar unos cascos para su nuevo teléfono (y ya que estaba me compré unas botas… también se me pasó por la cabeza pasar por Victoria Secret, pero me pareció que no era el mejor lugar para llevarle). Luego nos fuimos directos a mi casa con la promesa de unas cervezas que había comprado aquella mañana y me dedique a enseñarle cosas nuevas sobre su nuevo teléfono.
Había sido un día agradable, en el que por fin me di cuenta de algo: estaba confiando en alguien que no eran mis padres.
Le miré desde la encimera de la cocina, mirando atentamente el calendario del teléfono mientras intentaba recordar todo lo que le había enseñado.
Nunca me había permitido tener amigos, era demasiado peligroso. ¿Qué ocurriría si se enteraban? ¿Y si me descontrolaba y les hacía daño? Pero ahora tenía a alguien a mi alrededor que sabía lo que era, que sabía, aunque fuera un poco, lo peligrosa que podía llegar a ser, y aun así yo fui su primera llamada al darle un móvil, si, lo había visto en el historial… la primera y la única.
Tenía un amigo.
-¿Estás bien?- me preguntó mirándome desde el sofá.
-¿Qué? Oh, sí. Genial. ¿Cena?
-No me estabas escuchando, ¿verdad?- me preguntó con una sonrisa.
-Noup- le contesté poniendo una cara.
-Cualquier cosa que no lleve mucho tiempo estará bien.
-Mac&chees precocinados. Es meterlos a microondas. Te prometo que un día te los hago caseros.
-Está bien, no te preocupes.
Metí uno de los recipientes al microondas y lo programé tres minutos como ponía en el envoltorio antes de volver al sofá.
-¿Y qué vas a hacer mañana?- me preguntó.
-Quiero ir a mirar unas cosas al centro comercial- le dijo pensando en ese conjunto de lencería que había visto por internet y que no había podido probarme aquella mañana.
-Hemos estado hace unas horas- me dijo.
-Lo sé- le contesté-. Pero me faltaron algunas cosas por mirar. Quiero ir a NYX a mirarme un pintalabios que se me está acabando, tengo que renovar una crema que tengo para los ojos, Victoria Secret.
-Supongo que NYX es un sitio de maquillaje.
-Supones bien.
-¿Pero que es Victoria Secret?
-Oh- sonreí-. Venden perfumes, cremas, bolsos, pijamas, lencería. Ese tipo de cosas- con la mención de la lencería su cara se puso de diferentes tonos de rojo. Con eso no pude evitar seguir hablando, era demasiado bueno como para dejarlo escapar-. Vi el otro día un conjunto que me encantó, está bastante más barato en la página web. Es negro, con algo de encaje en la parte de arriba y la parte de abajo todo en encaje. Es push up, así que me las va a levantar, esos me quedan genial, pero antes de pedirlo quiero probarme la parte de arriba a ver cómo queda. Ya sabes, hay veces que los aros hacen daño, otras veces que la tela cubre demasiado, otras demasiado poco. También quiero comprobar el tacto de la tela, al fin y al cabo, luego soy yo la que lleva una rozadura debajo del pecho- vi como los tonos de rojo ya le bajaban por el cuello y bebía de su cerveza, decidí que era el momento de dejarlo. No quería que al pobre le diera algo-. Así que es algo a lo que creo que tengo que ir sola. Pero podemos desayunar juntos si quieres.
-Desayuno. Sí. Buena idea.
“PI PI PI PI”
-Voy a meter el otro recipiente en el micro.
“Ahí pobre, el siglo XXI va a acabar con él como no espabile”, aunque si quería echarme unas risas siempre podía ponerle Juego de Tronos.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Anyone, please send me anyone / alguien, por favor, mándame a alguien
Lord, is there anyone? / Señor, ¿hay alguien?
I need someone / necesito al alguien
Anyone, please send me anyone / alguien, por favor, mándame a alguien
Lord, is there anyone? / Señor, ¿hay alguien?
I need someone / necesito al alguien
o.o.o.o.o.o.o.o.o
Un mes más tarde
Me despertó el sonido de mi teléfono y lo busque grogui sobre la mesilla de noche.
-¿Hola?- pregunté medio dormida.
-Hola, siento despertarte- miré el reloj. Las 2:26 de la mañana.
-¿Steve? ¿Te encuentras bien?
-Siento haberte llamado, no debí haberlo hecho. Mañana tienes guardia en el hospital.
-No, está bien. No te preocupes ¿qué te pasa?
-Vuelve a dormir. Hablamos mañana.
-Steve…- la llamada se cortó ¿de verdad espera que ahora pueda dormir? Volví a llamarle, no hubo respuesta. Abrí el WhatsApp.
“Steve, o me coges el teléfono o me voy a buscarte ahora mismo”.
Menos de un minuto después mi teléfono volvió a sonar.
-Steve ¿estás bien?
-No te van a dejar entrar. Es zona restringida si no tienes una habitación en el pasillo.
-Vale. Entonces… ¿Por qué no vienes tú?
-Es tarde.
-Da igual, no entro a trabajar hasta las doce.
-Y no sales hasta las diez de la noche del día siguiente- me dijo.
-Steve, ¿qué ha pasado? Te dije que podías llamarme, pero nunca lo habías hecho.
-Es solo que… no sé qué ha pasado.
-Cuéntamelo.
-Me he despertado en medio del pasillo, estaba descalzo y… creo que he roto un cristal.
“Trastorno de Estrés Postraumático” me dijo mi lado de medico “terrores nocturnos”.
-Steve ¿Por qué no te vienes y duermes en la habitación de invitados? ¿Qué te parece? Alejarte de SHIELD, pasar aquí unos días.
-No… no es correcto.
-Steve, vivimos en el 2012, a nadie le va a importar que pases unos días en mi casa. Y si a alguien le importa el problema es suyo, no nuestro. Somos amigos ¿no?
-Sí.
-Los amigos se cuidan entre ellos.
Tres cuartos de hora después escuché como unos nudillos llamaban a la puerta de mi casa. Cuando abrí la puerta le vi con unos pantalones de chándal y una camiseta deportiva blanca, así como con una bolsa colgando de su hombro.
-Pasa- le dije señalando al interior de mi casa y él lo hizo y dejó caer la bolsa junto a la entada-. Ya he preparado la habitación de invitados- le dije y miré a su mano-. Tienes sangre- me apresuré a decir mientras la cogía con las mías.
-Sí, la ventana…
-Ven, siéntate en el sofá, voy a curarte.
-Estoy bien.
-Tienes un cristal clavado en la mano, Steve- le contradije.
-¿Dónde?
-Ojo de médico- le dije con una sonrisa mientras él se sentaba en el sofá y yo colocaba una silla frente a él antes de irme hacia el baño en busca del botiquín-. Aquí está, va a doler un poquito- dije antes de sacar el cristal de su mano. Luego me levanté y le hice seguirme hasta el lavabo, donde le eché agua oxigenada a chorro sobre la mano y tras colocar un par de gasas sobre la herida le vendé la mano-. Ya está- le dije soltándole al fin.
-Gracias.
-¿Sabes dónde está la habitación de invitados? El piso no es muy grande.
-Sí, la que está en frente de la tuya.
-Sí, esa. Ya está lista, ¿Por qué no vas y descansas un rato? Si necesitas algo estoy justo enfrente.
o.o.o.o.o.o.o.o
I used to crave the world’s attention / solía buscar la atencion de todo el mundo
I think I cried too many times / creo que he llorado demasiadas veces
I just need some more affection / solo necesito un poco más de afecto
Anything to get me by / cualquier cosa que me haga seguir adelante
A hundred million stories / cien millones de historias
And a hundred million songs / y cien millones de canciones
I feel stupid when I sing / me siento estúpida cuando canto
Nobody’s listening to me / nadie me está escuchando
Nobody’s listening / nadie está escuchando
I talk to sooting starts / hablo con las estrellas fugaces
But they always get it wrong / pero siempre me entienden mal
I feel stupid when I pray / me siento estupida mientras rezo
Why the fuck am I praying anyway? / Asi que, ¿Por qué coño rezo?
If nobody’s listening / si nadie está escuchando
Anyone, please send me anyone / alguien, por favor, mándame a alguien
Lord, is there anyone? / Señor, ¿hay alguien?
I need someone / necesito al alguien
Anyone, please send me anyone / alguien, por favor, mándame a alguien
Lord, is there anyone? / Señor, ¿hay alguien?
I need someone / necesito al alguien
Oh, anyone, I need anyone / alguien, necesito a alguien
Oh, anyone, I need someone / alguien, necesito a alguien
And a hundred million songs / y cien millones de canciones
I feel stupid when I sing / me siento estúpida cuando canto
Nobody’s listening to me / nadie me está escuchando
Nobody’s listening / nadie está escuchando