
Las variantes y la esperanza
El portal se abrió justo a tiempo.
Un segundo más y hubiesen llegado tarde.
La destrucción que se desplegaba frente a los tres reflejaba que habían arribado segundos después de que el piloto de Iron Man hubiese borrado de la faz del universo a Thanos, procurando la paz, luego de una larga y desigual lucha.
Giró sus ojos y observó como Peter Parker A.K.A. Spiderman, era separado del cuerpo agonizante de Tony Stark por Pepper Potts, CEO de Stark Industries y esposa de su más importante creador.
_¡Ahora B-15!
Le dijo a la cazadora y la mujer se metió entre el mejor amigo de Tony Stark y Spiderman para colocarle al ingeniero más famoso del planeta uno de los collares de la TVA.
El mismo se ajustó al cuello de este, quien dejó escapar un jadeo de dolor y asombro.
_¡No toque a mi esposo! – exclamó Pepper con lágrimas y un fulgor en los ojos que conocía demasiado bien, mientras empujaba a B-15 hasta hacerla caer.
_Señora Potts – le dijo acercándose con rapidez – Por favor, no active su Extremis, no buscamos hacerle daño a Tony. Solo hemos detenido el proceso que lo está matando.
_El collar que tiene puesto – añadió desde el suelo B-15 – es un retrasador. Evita que las funciones corporales de la persona que lo porta transiten al mismo tiempo que el del resto de nosotros. Él puede escucharnos y entendernos en tiempo real, pero no contestar o moverse a ese ritmo… o morir antes de que podamos brindarle asistencia. De nada, por cierto.
Ahogó una risa al ver a la usualmente estoica líder de los minuteros, levantarse sacudiéndose el uniforme, mientras giraba los ojos al mejor estilo de cierto Dios de la Travesura que ambos conocían, en tanto la esposa de Iron Man volvía junto a este, comprendiendo que estaban otorgándole una oportunidad de continuar con vida
_Oye viejo, ¿quién eres? – le preguntó Máquina de Guerra, mientras lo apuntaba con uno de sus cañones, muy cerca del rostro.
_Alguien a quien te conviene dejar de amenazar, a menos que quieras perder mucho más que la motricidad de tus miembros inferiores, mortal
Sintió que decían a su espalda y se encontró dividido entre querer golpearse la frente y comerle la boca de un beso.
Honestamente.
Loki en modo protector, “este mortal es mío y nadie lo toca”, era en partes iguales exasperante y encantador.
_Cariño, creo que antes de desaparecer a nadie, mejor nos explicamos
Le dijo en voz calma mientras el Coronel Rhodes seguía apuntándolo.
_Por favor, no tenemos tiempo para esto – comento el Dios y una luz verde apareció frente suyo, desarmando el cañon del militar quién pegó un grito - ¿Dónde está mi hermano? ¿Dónde está Thor?
_¿Ese es un cocodrilo? – preguntó Spiderman a un costado de ambos.
_Se llama Loki – le respondió la variante más joven de su pareja – Como yo. Un gusto.
Ah, sí.
Casi lo había olvidado.
Luego de haber robado sus dos horas de descanso, Loki, había insistido en ir a rescatar a su Majestad del vacío.
"Salieron ambos en la colina de la cual se trasladase a la TVA cuando se despidieron con Sylvie. El sitio se veía exactamente igual a como lo habían dejado: un basurero tétrico atiborrado de todo lo que la TVA desechaba.
_¿Dónde crees que esté?
Le preguntó a Loki observando a su alrededor.
El Dios de la Travesura suspiró y señaló hacia donde estaba la nube que previamente había sido Alioth.
Tragó saliva.
El ser que había logrado vencer al tiempo y que, como su ahora pareja les explicara, había sido convertido en un arma por aquel que permanece, seguía paralizado, seguramente envuelto en las ilusiones que el encantamiento de Sylvie, potenciado por Loki, seguían creando en su conciencia.
_¿Te dije lo increíble que eres?
Le preguntó girándose para verlo a los ojos.
_Sylvie es la que lo encantó, Mobius.
_No - le señaló - Ella es una de tus variantes y, seguro, tiene un gran poder, pero, que esa cosa esté así de paralizada, ella nunca podría haberlo logrado sola. Ese eres tú.
El Dios negó sonriendo y le extendió una mano que, aprovechando la soledad en la que se encontraban, tomó entre una de las suyas sin dudar.
Comenzaron a caminar dirigiéndose hacia dónde Alioth se hallaba flotando.
A medida que fueron acercándose, su corazón se encogió un poco al ver la tierra arrasada recordando como el Loki en su variante clásica había interactuado con su persona y como había servido de intérprete para con los otros dos. Tanto Kid Loki, como Alligator Loki eran tremendamente jóvenes. Llenos de vida e ideas. Su versión adulta, no. Aún guardaba dentro de si una potencia monumental, de eso no había tenido dudas y su Loki se lo había confirmado cuando le explicase como con una proyección fantasmal de Asgard de tamaño gigantesco, este había distraido a Alioth para permitirles conseguir con Sylvie realizar el encantamiento que aún lo tenía como prisionero; más, fuerte aún pese a sus años y enormemente capaz, la tristeza y soledad de la versión cuasi anciana de Loki le había entristecido el alma. En ese momento se había preguntado sobre lo que pasaría con su Loki, si sus ambiciones y las de Sylvie no coincidían y terminaba solo una vez más, con las palabras de todos los que lo habían sentenciado en el pasado, incluido brevemente él, como única compañía, por el resto de la eternidad.
Apretó la mano del Dios, entonces.
Odiaba ponerlo así, pero agradecía mucho que las cosas entre esos dos no hubiesen resultado y, en lugar de la incertidumbre, su Loki, tuviese, por sus escasos y mortales años, la certeza de que alguien siempre estaría de su lado.
_Ahí están
Le indicó el Dios señalando con un dedo y sonrió abiertamente.
Sobre una pequeña elevación de terreno, estaban sentados los dos que estaban buscando.
Era una imagen algo bizarra, aunque debía reconocer que lo había sido desde siempre, el cocodrilo y el joven Dios.
_Majestad – le dijo su Loki al niño al llegar a su lado – Cocodrilo.
_No puedo volver al reino – le dijo el chico suspirando, mientras se levantaba – Nuestras otras variantes aún están allí.
Cerró los ojos por unos instantes al ver lo que el muchacho tenía entre sus manos.
El casco del viejo Loki. Herrumbrado y maltratado. Con los rastros de la intervención de Alioth.
_Quizá podemos ofrecerles – le dijo luego devolver a abrir los ojos, colocándole la mano que tenía libre en el hombro al joven – una mejor alternativa”
_Eh… ¡Hola!¡Mi nombre es Peter… digo, Spiderman! – se presentó el chico de Brooklyn bajando la vista para observar asombrado al cocodrilo - ¿Es peligroso? ¿Muerde? ¿Es cierto que le han detenido la muerte al Señor Stark?
_Sí, si es peligroso. Sí, si muerde, si así lo desea – le contesto Kid Loki siguiendo el acelerado tren de cuestionamientos del otro muchacho - Según Mobius, ese collar retrasa todo lo que pasa, entonces, no es como detener, pero si retrasar lo suficiente para que se pueda hacer algo.
_Oh… ¡Genial! – exclamó el otro chico adelantándose para darle un abrazo efusivo a su Loki, a la versión más joven de su Loki e inclusive una palmada en la cabeza al la versión cocodrilo de ambos antes de que tuviesen oportunidad de reaccionar - ¿Cómo ayudo? Oí que necesita al Señor Thor ¿Se lo buscó?
_No hace falta – sintieron que decía alguien frente de ellos y vieron avanzar a Hulk, Valkyrie y un poco más atrás, totalmente mudo el hermano de su Dios.
Abrió los ojos grande cuando la bestia lo abrazó efusivamente.
_¡Loki! – le dijo este separándose para pasárselo a una mujer morena que llevaba un uniforme de Valkiria - ¡Te dije que podía estar vivo! ¡Te lo dije!
_Nos… asustaste… un montón… - le expresó la mujer luego del abrazo, mientras le golpeaba los costados.
_¡Ey! ¡Cuidado! – exclamó señalándola con un dedo, pero antes de que pudiese expresar su incomodidad ante el maltrato pudo ver en los ojos de la bestia y de la chica una expresión de alivio al verlo con vida que… simplemente le quitó la voluntad de quejarse.
Mobius le había explicado rápidamente la relación que su propio yo, en esta misma línea temporal, había sostenido con ambos y, no le daba el corazón después de tantos vuelcos que había tenido últimamente, para decepcionar a los guerreros juramentados con su hermano, diciéndoles que no los recordaba. Que no podía hacerlo porque el Loki que ellos habían conocido, había sido inhabilitado por el propio tránsito de la línea temporal que le había tocado atravesar.
Por lo que se aclaró la garganta pensando en que decir, más, antes de que pudiese hacer algo, la voz inconfundible del gigante asgardiano se sintió preguntar.
_¿Hermano?
Tragó saliva.
También le había explicado su mortal pareja que Thor no había podido superar adecuadamente su pérdida y la de la existencia a su alrededor y… había caído en una espiral autodestructiva, aunque al final había logrado recuperarse.
Sin embargo, una cosa era saberlo y, otra muy distinta, verlo.
Levantó una ceja suspirando y se acercó a su idiota hermano mayor.
_Debería apuñalarte sólo por haberte dejado estar así – le dijo sujetando su barba para tirar de ella y acercarlo a su rostro – Tú no eres Volstagg, Thor. Ese estómago no te queda, hermano.
El rubio asgardiano medio trastabilló, pero luego sonrío con una enorme amplitud y su cerebro se preparó para lo que sabía que iba a seguir: uno de los característicos y “cariñosos” abrazos del bruto.
_¡Thor! ¡Respirar! ¡No… puedo! ¡Thor! – le dijo ahogadamente al sentirse estrujado entre los brazos del otro Dios.
_¡Nunca vuelvas a hacerme esto Loki! ¡Estás vivo! ¡No me importa si me apuñalas siempre que me veas! ¡No me vuelvas a dejar así! ¡Madre y padre ya no están! ¡Y… - le dijo Thor sin hacerle mucho caso, para separarse y verlo a los ojos mientras trataba de recuperar la respiración.
_¿Estás llorando? – le preguntó extrañado al ver al Dios del Trueno, literalmente moquear y pestañear rápido en un inútil esfuerzo de contener sus lágrimas.
_Por el Valhalla… - susurró llevándose las manos a la cintura - ¡Thor! ¡No llores! ¡Estoy vivo! ¡Y estoy aquí! ¡Y no sólo estoy yo! – exclamó señalándole a las otras versiones suyas que se acercaron – Créeme cuando te digo hermano, que no te van a faltar Lokis en el futuro.
_¿Cómo? – le preguntó el asgardiano observando alternativamente a los tres, sin comprender absolutamente nada.
_Sería muy largo de explicar y… prometo hacerlo más adelante, pero, los tres – le dijo señalándolos – somos Lokis.
Hubo un jadeo asombrado de varios de los presentes y su hermano giró levemente su cabeza observando a sus otras versiones, mientras él se cruzaba de brazos.
Podía llamar a Thor mil veces idiota. Porque era su prerrogativa y porque con él, el grandote de enorme corazón lo era, pero… su hermano era el legítimo Rey de Asgard. Había sido criado para comandar y entrenado no sólo por Odín, sino por Frigga. Podía distinguir cosas que los demás no. Tenía las armas para hacerlo. Y lo demostró cuando instantes después salieron de entre sus dedos pequeños relámpagos que bajaron al suelo y subieron por el cuerpo de sus variantes, las cuales centellearon de color verde ante el toque del seidr del Señor del Trueno y el relámpago.
Se giró sonriendo y levantó a su versión cocodrilo para darsela a su versión más joven señalándole con la cabeza a su hermano.
El chico que, según sus propios dichos, había matado a su propio Thor en su línea temporal, inspiró profundo y avanzó hasta hallarse frente al rubio asgardiano, el cual le apoyó una mano en el hombro sonriendo.
_Hace mucho tiempo que no sentía la energía juvenil de Loki – le dijo este viendo a ambos – Es… un alivio que estén bien los tres. Madre estaría orgullosa de que se hayan encontrado.
_¿Cuánto a que en segundos tenemos a un dios asgardiano siendo abrazado por un cocodrilo y el Grinch junior?
Le preguntó Mobius al oído y sonriendo de costado levantó su mano, para efectuar una cuenta regresiva con sus dedos que no alcanzó a llegar a tres, cumpliéndose exactamente la predicción del analista, el terco chico se había hundido en el pecho de su hermano, mientras su versión cocodrilo, se había subido a sus hombros para envolverlo con su cola, en lo que suponía era su reptilesca forma de abrazar.
Negó divertido al ver a… ¿estaría bien denominarlo cuñado o sería demasiado pronto?
De cualquier manera.
Thor. El Dios del Trueno.
Que en ese momento le palmeaba la espalda al muchacho con una mano, mientras que con la otra hacía lo mismo con la cabeza del cocodrilo.
Era toda una imagen.
_Mobius. Loki – les dijo B-15 sacándolos del reencuentro familiar – Estamos llegando al límite.
Ambos asintieron y se acercaron a Thor.
_Hermano, Starkson necesita nuestra ayuda – le dijo Loki al Dios que acababa de separarse de sus otras versiones - ¿Puedes prestarme tu poder para asistirlo?
El rubio Dios asintió y los tres se encaminaron hasta encontrarse junto al cuerpo agonizante del ingeniero.
_Mortal – le dijo Loki a Pepper – Necesito que Mobius, B-15 y todos los que no sean de Asgard se aparten.
_¿Qué vas a hacer? – le preguntó la CEO.
_Este – le explicó Loki abriendo su mano para mostrarle una pequeña capsula dorada – es destilado de Idunn. Una de las especialidades de nuestra madre, Frigga.
_Ella siempre nos entregaba dos de esas pastillas antes de partir a combate, Lady Pepper – añadió Thor – Si bien somos dioses, podemos ser heridos… o muertos. Las manzanas de Idunn, eran la única forma de recuperarnos después de un encuentro que nos dejase de gravedad.
_¿Y si Tony lo toma… va a convertirse en uno de ustedes? – les cuestionó la mujer a ambos.
_No. Sus heridas son demasiado profundas. Ningún mortal debería sostener alguna de esas cosas – le aseguró Loki señalando a las gemas del infinito que se hallaban en un contenedor que B-15 había traído para quitarlas del guantelete del ingeniero con seguridad – Con la ayuda de Thor y la mía, tendremos suerte si ese vial le permite recobrar la salud por completo sin consecuencias.
Iba a reconocérselo a Peper Potts.
Tenía nervios de acero.
Giró su rostro para ver a su esposo y levantando su mano, acarició su mejilla, para luego levantarse viendo a Loki a los ojos.
_Nueva York fue un desastre luego de lo que hiciste. Deje años de mi vida reconstruyendo esa ciudad. Devuélveme al padre de mi hija… y consideraré que estamos a mano.
Su pareja asintió y la mujer se dejó guiar hasta una distancia prudencial.
_¿Cómo quieres que hagamos esto Loki? – le preguntó Thor al Dios de la Travesura agitando su nuevo martillo para convocar a su elemento.
Su pareja abrió el vial dejando caer el líquido en la boca del ingeniero para luego girarse sonriendo con malicia.
_Como siempre
Le dijo a su hermano, quien, largando una carcajada le disparó con sus rayos con todas sus fuerzas, ante lo cual Loki, juntó sus muñecas abriendo sus manos, capturando la energía del Dios del Trueno en una bola que en segundos fue rodeada por un halo verde, la cual giró para hacerla impactar de lleno en el destruido traje de Iron Man, envolviendo el cuerpo del ingeniero en un impacto de luz que dejó a todos enceguecidos.