Reinicio

Marvel Cinematic Universe Loki (TV 2021)
M/M
G
Reinicio
author
Summary
No podía terminar así
Note
Esta va a ser una historia corta. Tres, a lo sumo cuatro capítulos, ya que tengo demasiados WIP.Sin embargo, pienso dejar el camino abierto para continuarla, si despierta su interés queridos lectores.Fuera de ello, dos cositas:a) Esto es fanfiction no canon, han sido avisados.b) Disclaimer: No percibo ningún tipo de dinero por esto. Sólo lo hago para divertirme yo y compartir con el fandom. Los personajes y su historia canonica son propiedad de sus respectivos dueños.
All Chapters Forward

Jugando sucio

Sus manos fueron al rostro del analista, al mismo tiempo que sus labios se apoderaban de los suyos. Al igual que pasaba con su ropa que estaba rajada y totalmente desordenada, la usual barba cuidadamente desprolija de Mobius, estaba más crecida de lo que debería luego de haber sido arrojado al vacío al final de los tiempos, teniendo que sobrevivir allí.

No iba a decirlo jamás, pero este no era un movimiento que no hubiese pensado antes.

Casi desde el primer momento en que conociera al segundo y más infuriante mortal de su existencia, había deseado e imaginado hacer justo lo que estaba haciendo en esos momentos. Aunque, usualmente, el escenario en el que sus fantasías transcurrían estaba ubicado en los ascensores despojados y asépticos de la TVA.

Pero la idea era… más o menos la misma: Mobius con los ojos cerrados, disfrutando, a su merced.

No había cerrado sus propios ojos. Le había costado, más no lo había hecho.

No estaba en sus intenciones hacer algo que el analista no quisiera. Y no iba a poder discernir eso si cedía a sus impulsos y se dejaba llevar.

Claro que era más fácil proponérselo que conseguirlo.

Mobius… Mobius no era Sylvie.

No compartían lo mismo.

No esperaba lo mismo.

Nornas. No esperaba nunca lo mismo de Mobius.

Con el analista no había dudas respecto de que si no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando iba, simplemente, a aguardar y a, luego de aclararse la garganta, decirle que muchas gracias, que lo apreciaba, pero que no estaba interesado en una relación así.

Sonrió aliviado al sentir sus manos deslizarse por su espalda hasta su cintura para atraerlo más cerca del cuerpo del analista, demostrándole que este estaba más que de acuerdo con lo que estaba sucediendo.

Mordió entonces los labios ajenos, profundizando aún más el beso, permitiéndose rendirse ante las sensaciones.

Esto era lo que había faltado en la Citadela al Final del Tiempo.

La entrega.

La falta de control.

El temor, no de que la otra persona no pudiese creerle, sino de que la misma no existiese, de que todo fuese un sueño cruel. Una invención de ese ser que los había recibido en ella.

Pero no, los ojos que se abrían del analista observándolo con atención, mientras disminuían el ritmo del beso, no eran una creación de su mente. No podían serlo. Porque, siendo tristemente honesto, nunca había imaginado a un Mobius sonriente por vivir un hecho como este. Los miles de rostros que habían tomado los Mobius de sus fantasías… eran distintos. Ofendidos, algunos, excitados, otros, exultantes, la mayoría.

Enternecidos. Ninguno.

Y es que la suya no era una historia en la que abundará la ternura.

Loki era Loki, no sólo porque estaba roto y ya no podía arreglarse, sino porque sus bordes estaban astillados y herían a quiénes pretendían sostenerlo o acercarse.

Las respuestas de quiénes habían sido suyos en el pasado, nunca, jamás, habían tenido como resultado este que estaba presenciando.

_Te… llevó tu tiempo, ¿no? – le dijo el analista separándose apenas, mientras le levantaba una ceja aun sonriendo – Y tenía que ser en medio de un apocalipsis temporal, para ponerme a elegir entre cumplir con mi trabajo o… encerrarme contigo por semanas para recuperar las horas perdidas.

No pudo evitarlo.

Se largó a reír, mientras escondía su rostro en su cuello, tratando de acallar lo más posible el sonido, en tanto los brazos ajenos volvían a envolverlo.

 

 

 

Negó con la cabeza mientras lo sentía desternillarse de la risa contra la piel de su cuello.

Caos.

El Dios de la Travesura era puro caos. Rebelde, impredecible, fortuito y cautivador. Lo total opuesto de su personalidad.

Y, sin embargo, se había aferrado a él en los momentos cruciales. Lo había buscado. Había confiado.

No estaba ciego ante lo que sucedía.

Lo había leído miles de veces en su archivo.

Sus encuentros sentimentales estaban retratados en la letra aséptica de la TVA, pero estaban allí y mostraban siempre lo mismo: poca espontaneidad, mucho cálculo y un miedo terrible a dejarse atrapar por alguien más.

Suponía que algo así había pasado con su variante femenina.

Cuando se marchará de la colina, luego de la broma con ambos, había esperado que su lectura de Sylvie fuera errada y que el camino a su corazón que estaba pavimentando Loki para ella, no fuese sólo un camino de ida.

Sylvie no era en sí mala. Simplemente, no era Loki.

Había crecido en soledad. Había vivido por un propósito. Nunca había tenido a nadie que la amará.

Loki… Loki había tenido una madre y un hermano que lo adoraban. Que, pese a haber cometido errores con él, siempre habían estado presentes. Que habían domado su carácter. Que lo habían llenado de besos y abrazos, pese a ser mil veces rechazados por este con un giro de ojos.

Loki era táctil. Él no lo percibía porque era un cabeza dura, pero vivía tocando a los demás. Porque le habían enseñado que tocar estaba bien, que era necesario. Hasta su estilo de combate era mucho más cuerpo a cuerpo que el de su hermano.

Por ende. Loki siempre entregaba más de lo que recibía.

A pesar de ser considerado un verdadero egoísta egocéntrico, como lo definiría Sif.

Porque el Dios, ocultaba más de lo que mostraba y protegía su parte más vulnerable: su propio corazón que, siendo un ser empático, totalmente sintonizado con su medio ambiente, debido a la conformación fisiológica de los gigantes de hielo, estaba mucho más en riesgo de lo que cualquiera de sus variantes lo estaba.

La historia asgardiana de Loki, lo hacía más especial y, a la vez, más fácil de herir, que a los demás Loki.

Acarició su espalda riendo un poco también.

Eran las cosas que hacían la vida interesante.

El azar de las circunstancias.

Lo sentía por Sylvie. Verdaderamente.

Pero la oportunidad que había perdido adonde quiera que hubiesen ido en su viaje, él no iba a desaprovecharla.

_La TVA – le dijo al oído – va a necesitar nueva gente… hay que reconstruir una línea temporal y… yo ya estoy… algo grande, me vendría bien algo de ayuda.

Tragó saliva al sentirlo dejar de reír.

Era un paso importante.

Se aclaró la garganta.

_Digo. Sé que no es el trabajo usual de un Dios y que sólo estabas con nosotros a préstamo, pero…

El rostro de Loki se separó de su cuello y se ubicó frente al suyo clavándole la mirada.

_Mobius – le dijo el asgardiano con seriedad - ¿estás proponiendo lo que creo que estás proponiendo?

Asintió.

_Aún quiero pasar esas semanas contigo, no me malinterpretes. Solo dios sabe los meses que me deben de vacaciones en la TVA, después de décadas de servicio ininterrumpido, pero no voy a dejar de trabajar allí y tú y yo hacemos buena pareja en… bueno, casi todo. Sería lógico que sigamos juntos en todo también… ¿no?

_¿Estás seguro? – le preguntó el de los cabellos negros viéndolo intrigado – No soy alguien en quien puedas confiar, Mobius.

Giró los ojos y suspiró ante sus palabras.

_No voy a discutir contigo sobre eso. No vas a creerme de todas maneras – le aclaró – Así que voy a ponerlo de esta manera: no confió en ti, confío en mis instintos.

_¿Y tus instintos te dicen que vamos a funcionar bien juntos? – le preguntó Loki intrigado.

Río bajo sacando el tempad de Renslayer para activarlo abriendo un portal.

_No – le contestó guardando el aparato, mientras lo empujaba con suavidad hacia el mismo – Mis instintos me dicen que ya lo hacemos.

 

 

 

Al cruzar la entrada se encontró en un cuarto que nunca había visto antes.

_¿Dónde estamos?

Le preguntó al analista, el cual observaba la pantalla del tempad, luego de que se cerrará el portal.

_En la TVA correcta – le aclaró divertido – Solo que… en el cuarto de la jueza, parece.

_¿Renslayer? – le preguntó levantando las cejas.

_Es su tempad – le explicó el otro dejando el aparato sobre la mesa de luz, para luego señalar a su alrededor – Se ve que, cuando retorna a la TVA, su lugar de arribo por default son sus aposentos.

Tenía sentido.

La mujer era sumamente eficiente y parecía tener un control absoluto de sus emociones y conflictos. Eso conllevaba tener un lugar o algo a que aferrarse y en dónde refugiarse si las cosas se ponían duras de vez en cuando.

Su cuarto era… una opción lógica para ello.

_¿Otro tempad? – le cuestionó al verlo manipular un segundo aparato.

_No. Un comunicador. Si no le aviso a B15 que volvimos, va a organizar una cacería en la otra TVA y no necesitamos ese tipo de notoriedad.

Le explicó el analista tipeando en el aparato y se sonrió cruzándose de brazos.

_¿Como esta B15?

_Por lo visto, perfecto – le dijo el otro riendo bajo – Muy enojada conmigo y, por ende, contigo, pero según ella no hay novedades y… como no estamos haciendo nada por ahora, puede excusarnos por un par de horas todavía.

_¿Un par de horas? – le preguntó asombrado.

_Tengo más de cuarenta, Loki y he pasado un agitado par de días, en los que, inclusive, creí que me habían matado – le aclaró el analista quitándose el saco para dejarlo en la silla que se hallaba en el cuarto – Y no niego que eres la visión más inspiradora del mundo, pero… no creo que pueda desempeñarme con eficiencia más que eso.

¿Desempeñarse con qué?

¿De qué hablaba?

La respiración se le detuvo al ver al analista aflojarse la corbata para quitarla.

Sus fantasías no se habían aproximado ni remotamente a la realidad de lo incitante que iba a ser tener al analista entregándosele de esa manera.

_Es el cuarto de tu jefa – le recordó divertido momentos después al tenerlo a su lado sujetando su cintura.

_También es su tempad el que utilice – le aclaró el otro encogiéndose de hombros - y son sus protocolos los que corrí para quitarte la inhibición para usar magia en la TVA.

_¿QUÉ? – le cuestionó asombrado.

_Loki – le dijo el otro inclinando su rostro hasta dejar sus labios casi sobre los suyos – No quiero estar contigo así de limitado. Tu magia es parte de ti. No que la necesites en la cama, pero… ¿qué tipo de pareja sería si mantengo esa restricción sin tu consentimiento?

Había dicho que era infuriante antes, ¿no?

Pues lo era.

Era un mortal infuriante, totalmente impredecible, que no paraba de sorprenderlo a cada paso y que… por la Nornas, besaba genial.

Cerró los ojos esta vez, verdaderamente disfrutando del beso, mientras sentía rugir por sus venas la presencia de su seidr, finalmente libre de sus ataduras.

_Wow

Sintió que el humano le decía y abrió sus ojos entretenido.

_Estaba sucio, Mobius – le aclaró volviendo a besar sus labios por un breve momento – Y sudado. Era obvio que iba a usar mi magia para… estar más cómodo.

Lo que se traducía en fuera ropa y un Loki mucho más presentable para un momento como ese.

Especialmente porque en él, no era muy inspirador que digamos el atuendo de la TVA.

_¿Crees qué puedes darme el mismo tratamiento? - le pregunto el otro señalándose - No es como que en el vacío había duchas

Sonrió de costado y chasqueó sus dedos dejando que su energía se expandiese por el cuerpo ajeno produciendo el efecto que deseaba el analista. Y uno que deseaba él en especial.

_Loki… - jadeo el otro sorprendido - ¿Acabas de…?

Sujetó su camisa y beso sus labios, mientras caminaba hacia atrás hasta tocar la cama.

Sí.

Con él nunca iba a ser un juego limpio.

 

 

Su cabeza le daba un poco de vueltas al subir a la cama a su lado.

El asgardiano lo había sorprendido con la guardia baja cuando usará su magia.

Practicamente ni había identificado la limpieza que sabía que había generado, sino el recorrido de mil besos por sobre toda su piel al mismo tiempo.

El muy desgraciado sabía que eso no era no aprovecharse de las circunstancias, pero, no podía decir que no lo había disfrutado. Como lo hacía ahora que podía tenerlo bajo suyo, mientras lo besaba.

Tragó saliva recordando la primera vez que había vislumbrado la desnudez del Dios, mientras revisaba las grabaciones de la preparación de este para enfrentar el juicio, mientras este permanecía bajo la tutela de Miss Minutes.

Demonios, no lo había hecho conscientemente.

Simplemente había querido acceder a lo que había dicho en los espacios de preparación, olvidando que existía un momento en esos espacios, en los que las variantes eran despojadas de lo que traían puesto, para ser vestidas con el uniforme de reo de la TVA.

Le habían faltado manos para pasar en medio de la sala de videos a la firma de todo lo que Loki había dicho en su vida, mientras se sonrojaba como un tomate.

Había tenido la fortuna de que la intimidad del otro no había sido violada en demasía, ya que nadie en la zona había logrado verlo, pero su cerebro repitió en loop por varios días el físico del Dios de la Travesura y si su obsesión no era como muy sana antes de ese instante, después lo fue menos.

Sus labios fueron a su cuello, mientras sus manos acariciaban sus piernas.

El Dios era un guerrero hecho y derecho y cada músculo de su cuerpo lo denotaba.

Por un breve instante sintió un poco de aprensión, ya que el suyo, no era precisamente el cuerpo de un guerrero, sino el de un oficinista que pasaba demasiado tiempo sentado, por mucho que se cuidase siguiendo el estricto orden físico de la TVA.

Más, sus dudas se disiparon cuando se acomodó entre sus piernas y la excitación del asgardiano se hizo notoria.

Levantó su rostro y lo observó divertido, a lo que el Dios le entornó los ojos, probablemente preparando una de sus coloridas y usuales expresiones, la cual se perdió porque, si el pequeño gigante de hielo iba a jugar sucio, él podía usar las mismas cartas en contra suya.

Forward
Sign in to leave a review.