Reinicio

Marvel Cinematic Universe Loki (TV 2021)
M/M
G
Reinicio
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Summary
No podía terminar así
Note
Esta va a ser una historia corta. Tres, a lo sumo cuatro capítulos, ya que tengo demasiados WIP.Sin embargo, pienso dejar el camino abierto para continuarla, si despierta su interés queridos lectores.Fuera de ello, dos cositas:a) Esto es fanfiction no canon, han sido avisados.b) Disclaimer: No percibo ningún tipo de dinero por esto. Sólo lo hago para divertirme yo y compartir con el fandom. Los personajes y su historia canonica son propiedad de sus respectivos dueños.
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El Archivo

Los pasillos de la TVA eran un caos.

Se encogió de hombros. No esperaba menos. Imaginaba que, en ese lugar, estaban pasando lo mismo que en su propia TVA.

Estupefacción.

Asombro.

Miedo.

Mucho miedo.

Con la diferencia de que, en su TVA, sabían que debían hacer: no hacer nada. Mientras que, en esta TVA, seguramente, estaban planeando todos los pasos necesarios para intervenir. Negó con la cabeza, mientras evitaba a los minuteros que corrían por el pasillo, saludándolo a su paso.

“¿Dónde estás Loki?”

Pensó abriendo el tempad, mientras sintonizaba el rastreador que la jueza había mandado a colocarle al asgardiano cuando volviese de Lamentis. Evidentemente Ravonna Renslayer tenía la plena confianza de que, su Loki, iba a escaparse y de que iba a ayudar a Sylvie y que era mejor, entonces, no perderle el rastro como antes. ¿Y qué mejor arma que un rastreador que pudiese sobrevivir tiempo y espacio?

Especialmente cuando era tan pequeño que resultaba indetectable.

Nano-tecnología.

Ampliamente superada en el futuro lejano e, inclusive, en el mismo Asgard del que provenía Loki.

Más no estaban hablando de cualquier creador, ¿no?

Se mordió el labio recordando su otra “obsesión temporal”, como le había llamado la jueza a su fijación con uno de los villanos y uno de los héroes del equipo conocido como los Avengers: Tony Stark.

En una de las charlas que había sostenido con la mujer en su oficina, le había teorizado para el asombro de esta que, probablemente, inclusive los Guardianes del Tiempo, podrían haber aprendido de él. Ya que la sagrada línea temporal, se parecía demasiado a ese momento crítico en el que, en su domicilio junto al lago, Tony Stark había logrado descifrar el secreto para el viaje en el tiempo.

Por todos los cielos. Hasta había hecho una broma respecto de como su nombre y el modelo teórico – gráfico que el mismo había desarrollado en su proyector holográfico con la asistencia de su IA, coincidían.

Había estado todo tan delante suyo.

Siempre.

Pero era tan estúpidamente humano que su intelecto, lejos de aferrarse al hecho de que la tecnología que usaban evidentemente tenía origen humano, se había inclinado por la absurda explicación de que tres lagartijas con poderes sobrenaturales les habían otorgado los medios para poder inmiscuirse en el tiempo y espacio y “ordenarlo”.

Se llevó una mano al rostro y gruñó bajo.

Loki.

Su Loki.

Había tenido razón todo el maldito tiempo.

Nada de lo que allí sucedía estaba “predestinado”, no era una “utopía”. Era una creación en constante transformación, monitoreada por un ser, claramente inteligente, pero no al nivel del Dios… o de Tony Stark.

Quién en el siglo XXI, había creado el pequeño dispositivo que su Loki llevaba en el cuello, como en sus respectivos viajes, los habían portado los Avengers.

“Por si se perdían. Para encontrarlos. No para vigilarlos, no importa el complejo de persecución y vigilancia que Steve tiene”

Había escrito este en un costado de su trabajo, el cual guardaban en la TVA. Y, demonios, si pudiese, le daría un abrazo a todas las variantes de ese hombre, porque hoy, ese pequeño pedacito de tecnología titilaba en el tempad, indicándole dónde estaba y hacia dónde se dirigía la única persona que le había importado en su existencia.

“El archivo”

Se dijo cerrando el tempad y guardándolo en su saco.

Loki estaba buscándolo.

Naturalmente no era tan iluso como para acudir a Renslayer.

Sus piernas comenzaron a correr entonces.

Tenía que cortar paso por clasificación y vestuario. Ya que Loki seguiría la ruta convencional. Entre medio del paso de las tropas y el hall central.

Genial. Contaba con ese retraso.

 

 

 

Los pasillos eran un dolor de cabeza peor que tener que limpiar los desastres de su hermano y sus amigos.

Llenos de minuteros que no miraban adonde iban y lo llevaban constantemente por delante.

Maldijo por dentro el no poder hacer uso de su magia dentro de ese lugar y poder teletransportarse donde necesitaba ir.

No conocía a ninguna de las personas con las que se topaba.

Por las nornas.

¿Dónde estaba Casey cuándo se lo necesitaba?

Él no conocía la disposición interna de la TVA. Todas las veces que la había navegado había estado acompañado por Mobius o había sido arrastrado por B15, la jueza y sus hombres o, simplemente, había ido a la deriva, dándose de cabeza con cada vuelta que efectuaba de manera incorrecta.

Entro al hall central respirando agitado, entonces.

Los largos sillones de la sala ambientada en los años ’50 y ’60 de Midgard, con sus colores pastel y su iluminación fluorescente potente, parecían salidas de una de sus peores pesadillas.

_¡Entendido! ¡Reportándonos a la armería, señor!

Escuchó que exclamaban un grupo de minuteros que pasaron a su lado, mientras él se detenía girando sobre sí mismo frente al reloj que presidía el lugar y que, en sus días como asesor allí, simbolizaba el control total que la TVA tenía sobre las acciones de sus agentes.

Nunca se lo había dicho a Mobius, porque, bueno, en ese momento no eran exactamente amigos, sino relativamente consensuales aliados y sus opiniones acerca de la TVA no eran bienvenidas. Y luego, en el calor de las batallas que siguieron, la cosa había perdido importancia, más no olvidaba los carteles que desde las paredes establecían que “te comportaras o sino tu reloj sería reiniciado” ("behave" or "get your clock cleaned”), que no olvidarás que “aquí todo está siendo observado y grabado” (Everything Here Is Watched And Recorded), que sólo tenías un determinado número de minutos para comer y que habría “tolerancia cero” para quiénes atentarán contra una “sociedad estable”.

Mobius.

Su corazón volvió a acelerarse al recordar al analista que había prevenido en múltiples oportunidades que lo “podarán” y que había soportado que jugase constantemente con sus buenas intenciones, hasta el punto de disculparle el haber huido cuando esta en juego su propia cabeza.

“¡Espera!”

Le había gritado en aquella ocasión en Roxxcart y él lo había dejado atrás.

“Tenías razón acerca de la TVA”, “Tenías razón desde el principio”, “Puedes quien quieras, puedes ser lo que quieras, incluso alguien bueno. En caso de que alguien te dijese lo contrario”.

Mobius.

Que no se había inmutado cuando lo dejará solo en el fin de los tiempos con sus respectivas versiones.

Sino que había pasado tiempo charlando con ellas, mientras él lo perdía discutiendo escenarios imposibles con Sylvie, cuyo único objetivo era la destrucción.

¿Cómo no había visto que lo que le pasaba a la versión femenina de sí mismo, era lo que le había pasado cuando había intentado destruir Jotunheim y en el camino casi Asgard? ¿Cómo no se había planteado que algo no estaba bien? ¿Cómo no había valorado como más importante la sonrisa del analista dialogando, nada más, ni nada menos, que con su versión cocodrilesca, mientras su versión más antigua le traducía las respuestas del escamoso príncipe de los… reptiles?

Mobius.

Necesitaba llegar con Mobius.

Antes que aquel que permanecía o, alguna de sus variantes, lo hiciera.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo mientras volvía a correr.

Ese tipo… o sus versiones, sabían quién era Mobius. Su capacidad. Lo que había hecho. Lo que podía hacer.

Y no iban a tener ningún reparo en “podarlo” en serio esta vez.

“¡Finalmente!”

Se dijo al ver los archivos.

Si había un lugar en el que podría encontrar al agente, ese sería en dónde siempre buscaba la información para resolver sus problemas. Sólo debía seguir las líneas de ficheros hasta el centro de los archivos, frente a la escultura de los Guardianes del Tiempo.

¿Por qué?

¿Por qué demonios había tantos de esos ficheros?

¿Por qué?

Aminoró un poco sus pasos girando su cabeza de un lado al otro, tratando de visualizar la presencia del analista entre los pasillos de carpetas, hasta que, al dar vuelta una esquina se lo encontró.

Estaba junto a B15 visualizando un tempad.

Inspiró profundo y largó un largo suspiro de alivio, al que casi le siguió un sollozo.

No tenía vergüenza en admitirlo.

Después de haber perdido a su madre, no podía perder a otra persona importante en su vida. Ver a Mobius entero, cumpliendo sus funciones, no sólo le devolvía esperanza, también le recomponía un poco el alma.

Tragó saliva y levantó una pierna para empezar a caminar hacia él, abriendo la boca para llamarlo, cuando, de entre los ficheros dos brazos salieron apoderándose de su cintura y sus labios, arrastrándolo de un tirón al espacio que existía entre uno de ellos.

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