
Otro final de temporada
Las ramas del multiverso se desplegaban delante de los ojos de B15 y los suyos con una rapidez impresionante.
Cerró los ojos negando.
Todo lo que habían pasado protegiendo se estaba descomponiendo delante de sus ojos. B15 había convencido a los minuteros, las tropas estaban guardadas y en espera.
Sólo una cosa era cierta.
No había vuelta atrás.
No era posible que hicieran nada para detener lo que sucedía y tal como había podido comprobar al hablar con la jueza, la única forma de destruir la TVA era, precisamente, dejarla caer.
Porque, a diferencia de Ravonna, él no podía aceptar que existiese un ente sobrenatural de esas características. Era muy distinto el concepto de los Guardianes del Tiempo, al de un planificador temporal único, con una agenda tan conflictiva y criticable.
Se pasó una mano por el cabello suspirando.
Sonaba hipócrita.
Después de todo, las personas que habitaban la TVA, habían jugado también un poco a ser dioses y, como la jueza, no se habían cuestionado para nada el resultado ético de sus intervenciones en la línea temporal.
Habían sido peones gustosos, haciendo el trabajo sucio de un ente desconocido que, probablemente, se había reído moviéndolos en el tablero de ajedrez.
Igualmente, regodearse en la pena y la autoflagelación no servía de nada.
No podían cambiar lo que había sucedido. No podían intervenir.
Lo más revolucionario que podían hacer como la ex TVA, era no hacer nada.
Pero eso, ¿dónde lo dejaba a él y a todos su compañeros? ¿Cómo podían recuperar una vida en las líneas temporales que estaban expandiéndose de esa manera? ¿Quedaría algo de las mismas después de que Loki y Sylvie hicieran lo que tenían que hacer?
_¿Qué es eso?
Sintió que preguntaba B15 a su lado y volvió a abrir los ojos para descubrir que, en la rama que empezaba a quebrarse, una de sus astillas se extendía fuera de lo común, dentro del caos en que se encontraban las cosas.
Su aliento se detuvo entonces.
Había visto antes esa variación.
Lamentis.
Tragó saliva.
Esos dos.
Aunque… esta vez, había una diferencia.
Llevó un dedo a la pantalla y recorrió la explosiva astilla que crecía con mayor celeridad de los demás y que presentaba un color demasiado conocido para él: verde.
_¿Dónde es esto? – le preguntó a los analistas apuntando adonde en la pantalla la variación se cortaba de repente apareciendo una diferente astilla de la rama especial - ¿Podemos establecerlo?
Uno de los mismos concentró el servidor en la astilla y el mensaje que salió los dejó a todos mudos: TVA – Alternativa 2 – Tiempo transversal 2
Apretó los dientes.
Ravonna había vuelto a mentirles.
Había escapado de allí.
No a buscar a nadie.
Sino a hacerse cargo de otra TVA.
Porque había más de una.
Porque el ente que decidía por todos, había optado por abandonar la suya y usar otra u otras, junto a sus fieles lacayos, para seguir interviniendo en las líneas temporales e, inclusive, odiaba pensarlo, pero era probable, para terminar de concretar un retorcido plan que acabara, precisamente, en una nueva guerra multiversal.
Después de todo, no sería el primer desquiciado que destrozaba todo a su alrededor con la excusa de “salvar”.
_¿Y la otra?
Preguntó señalando la astilla que continuaba su camino, porque si esa línea representaba a quiénes creía que representaba, sólo cabía una respuesta al interrogante: ¿Quién se quedó? Y tenía que dilucidarla.
_¡No podemos ubicarla, señor! – explicó otro de los hombres que seguía tecleando muy alterado - ¡Esta fuera de nuestras posibilidades! ¡Podría estar incluso más allá del tiempo!
Sus ojos volvieron a la astilla que no continuaba. La que se separaba y su garganta se hizo un nudo.
“Loki”
Pensó al escuchar al agitado analista y llevó una de sus manos a su saco para sacar apresuradamente el tempad que se encontraba allí, desde que se lo dieran en la colina.
Las manos le temblaban tanto al abrirlo que casi se le cayó, pero pudo sostenerlo a tiempo.
“Espero que sepas que te mereces estar solo y que siempre lo estarás”
Las palabras de Lady Sif resonaban terriblemente en su cerebro.
Loki estaba solo. En otra TVA.
No sabía como lo sabía, pero ese era Loki, no Sylvie.
Y su Loki estaba solo.
En otra TVA.
Con otro Mobius.
Con otra Ravonna.
Que no lo conocían.
Después de, seguramente, una situación caótica con su otra variante.
Que se suponía había logrado traspasar la dura piel del Príncipe mago de Asgard, como él no había podido hacerlo.
Loki confiaba en Sylvie. Y ya no estaba con ella.
Estaba solo.
En peligro.
Como siempre.
Abrió el aparato y lo sincronizó con lo que estaba pasando.
Tenía que solucionarlo.
_¡Sí! – exclamó aliviado al notar como el tempad activaba un portal totalmente estable a las coordenadas de la sincronización.
_Si, ¿qué? – le cuestionó B15 al verlo dirigirse al mismo – Mobius, ¿adónde vas?
_A buscar a alguien - sonrió y le guiño un ojo girándose mientras se abría el portal - No empiecen la fiesta sin nosotros.
_¡Maldita sea! ¡Mobius!
La sintió exclamar y se sonrió de costado al verse dentro de su sala de interrogaciones en la nueva TVA.
No importaba cuando diferente fuera en este tiempo.
No importaba cuanto supieran en esta realidad.
No había sido una variante al servicio de la TVA hasta llegar al puesto de mejor analista y mano derecha de la jueza sin la habilidad necesaria como para doblarle la mano al destino.
Más si Loki era la recompensa a su atrevimiento.
Loki.
Su Loki.
Era su responsabilidad.
Y lo sentía por cualquiera que intentará interponerse.