Un corazón romano

Marvel Cinematic Universe The Avengers (Marvel Movies) Loki (TV 2021) Night at the Museum (Movies)
F/M
M/M
Multi
G
Un corazón romano
author
Summary
Octavius, el atrevido General Romano, luego de haber obtenido el corazón de su pareja, decide rectificar sus errores pasados ayudando a cierto Dios nórdico que ha perdido la suya.
Note
Esta obra está inspirada por "Heart Envy" escrita por BrokenLoss. (Obviamente, les recomiendo leerla aunque esté en inglés, aunque ya le pedí a BrokenLoss autorización para traducirla al castellano. La van a amar como yo lo hice: https://archiveofourown.org/works/32902042 ).La idea me pareció genial y, ustedes ya saben como soy, necesite armarle una continuación hilarante y adorable. Así que, como siempre en unas cuantas entregas, les traigo amor, les traigo a Loki en nuestro museo preferido.Como es usual, les recuerdo que no percibo ningún ingreso por esto, que escribo para divertirme yo y a otros y que todos los personajes les pertenecen a sus respectivos dueños.
All Chapters Forward

Mobius y Loki - Parte 2

_¿Alguien puede escuchar algo? - susurró Tilly y le respondieron varios “no”, seguidos de silbidos bajos para que hicieran silencio.

Aguantó la carcajada llevándose las manos al rostro mientras negaba con la cabeza efusivamente.

Nada más salir el ex Faraón y el General Romano, casi todo el Museo se había dado cita en la puerta de la biblioteca, porque cierto Moai bocón había soltado que había visto a Loki correr como desquiciado hacia ese lugar, con Jedediah y él persiguiéndolo.

Entonces, ahora tenía a los hunos, los vikingos, Dexter, Colón, Tilly, parte de los Neandertales, Ahkmenrah, los vaqueros, los romanos y hasta los soldados de la Guerra Civil, todos apoyando la oreja sobre la puerta detrás de la que estaban Loki y Mobius.

Bajó sus manos, aun conteniendo la risa, mientras a un costado suyo sonaba la cámara del teléfono de Nick, que obviamente estaba guardando registro del pandemonium.

_Loki va a matarnos, si se da cuenta de que lo están espiando.

Le dijo a Jedediah y a Octavius, que habían decidido ambos seguir ubicados en el bolsillo de su chaqueta.

_Nah. No creo, compadre – comentó Jedediah – Tiene cosas más importantes de que ocuparse en estos momentos.

_Coincido, mi señor. Nuestro hijo y su pareja, tienen demasiado que hablar como para estar prestandole atención a nimiedades como esa – añadió el romano.

_¿Entonces porque miras a esa puerta como si quisieras atravesarla con tus ojos? - le preguntó al contemplar la expresión del General.

_Oye, gigantor. Ten un poco más de tacto – le dijo Jed dándole una patada por dentro del bolsillo.

_¡Auch! ¡¿Por qué hiciste eso?! - le preguntó entornándole los ojos.

_Loki va a estar bien, Octavius – le dijo Nick acercándose – No pongas esa cara, pareces papá.

Oh.

Lo había olvidado.

El Dios Nórdico había sido adoptado por esos dos.

_Lo siento Octavius – le expresó entonces.

_No hay porque disculparse – suspiró el romano – Sabía de antemano que si le otorgaba el título iba a tener momentos como este.

_Niños – observó Jedediah sujetando la mano de su pareja – Nunca dejan de dar dolores de cabeza, ¿no?

_Tienen sus momentos

Admitió, mientras Nick giraba sus ojos y el ex Faraón y su esposa reían bajo al terminar de escuchar la conversación.

 

---------------------------------------

 

 

Con toda honestidad, había esperado una bofetada.

Cuando lo vio soltar uno de sus brazos y llevar su mano a su cara, había cerrado los ojos y se había preparado para el dolor físico y espiritual que le iba a provocar el descargo totalmente merecido del analista.

Porque… ¿cómo podía ser tan estúpido como para creer que podría tener una oportunidad después de dejarlo ir?

Mobius no era Larry y él no era Ahkmenrah.

Él había dejado al hombre de la TVA retornar a un lugar muy peligroso solo, sin ayuda y convencido de que se marchaba con otra persona a la que amaba en lugar de a él.

¿A qué iluso tarado podía ocurrírsele que estaba bien pedirle un abrazo apenas volvía a verlo?

El analista debía estar hecho una furia con él.

Mucho más que cuando lo encerró en la prisión loop después de su discusión en el teatro del tiempo.

En ese momento, Mobius sólo sospechaba que pasaba algo con Sylvie.

Y lo había acuchillado a argumentos que, con el tiempo, habían sido ciertos en cada palabra casi.

Ahora… ahora seguramente quería desquitarse de manera similar con quien le había provocado dolor.

Pero, mientras él trataba de preparar su alma para el golpe de gracia que le provocaría ese castigo, no había percibido que el otro simplemente había corrido sus cabellos y sujetado su nuca para acercarlo a su rostro y apoderarse de sus labios.

Había abierto los ojos asombrado ante esta acción y por unos breves instantes no había correspondido al beso, puesto que su cerebro no podía creer lo que sucedía.

Mobius.

El siempre correcto y medido Mobius.

Su Mobius.

El que lo recordaba.

Con el que habían perseguido a Sylvie.

Él que había creído en él hasta sacrificar su existencia en el único sitio al que había llamado hogar y que, basado sólo en sus palabras, había decidido retornar a este, como le había dicho: “para destruirlo por completo”… estaba besándolo.

Con los ojos cerrados y una sonrisa indisimulable en el rostro.

Por las nornas.

¿Es qué finalmente su vida estaría sonriéndole luego de tantos infortunios?

Pensó llevando sus manos temblorosas al rostro ajeno para sujetarlo y comenzar a devolver el beso que recibía con toda la intensidad y sentimiento que le salía de dentro.

Mobius llevó sus manos a las suyas y se sujetó de sus muñecas, suspirando con agrado, lo que lo hizo jadear.

El analista estaba totalmente a bordo de la idea de besuquearse como adolescente en una biblioteca de un museo con él.

Es más, parecía feliz de hacerlo.

Mobius era feliz besándolo.

La epifanía más grande de su existencia.

Lo que, naturalmente, después de semanas de tensión y altibajos emocionales, terminó de quebrarlo, cortando el beso al caer de rodillas a los pies del analista estallando en un llanto que había contenido demasiado tiempo.

 

 

------------------------------------------------

 

 

_Loki, no… - le susurró viendo al Dios de rodillas llorando desconsolado – No llores. Estoy bien. Estás bien. Estamos juntos.

Se le partió el corazón al ver al orgulloso Dios así de vulnerable.

Habían tenido razón. Jedediah, Larry, el viejo Faraón, Octavius.

Loki lo había extrañado y había sufrido demasiado.

Nadie se derrumbaba como se había derrumbado el Dios de no haber pasado por momentos horrendos.

Acarició sus cabellos pensando en que, si él hubiese estado en su lugar, habiendo perdido todo, siendo traicionado por quien creías tu aliado, pensando en que nunca volverías a ver a la persona que amabas, porque despertabas en una realidad de la que no podías huir porque no contabas con los medios, también se hubiese quebrado así.

Inspiró profundo y se arrodillo frente a su testarudo asgardiano sonriendole.

Loki no necesitaba más tristeza.

Necesitaba afecto.

Necesitaba que le asegurarán que las cosas iban a mejorar.

Necesitaba que le devolviesen el suelo bajo sus pies.

Necesitaba, en fin, oír las palabras que se había guardado siempre de pronunciar.

_Te amo – le dijo limpiando sus mejillas – Te amo, Loki. Todo va a estar bien.

El Dios abrió la boca asombrado al escucharlo y tuvo que negar con su cabeza mientras reía bajo.

El muy tonto no había pensado que lo había besado, precisamente, porque sentía algo por él.

Por lo que, suspirando le sujetó el cuello de la chaqueta y acercó su rostro al suyo.

_Te amo Loki. ¿Entiendes? Te amo y más te vale que te prepares para tenerme en tu vida por muchos años, porque yo no soy Sylvie. Yo me voy a quedar contigo.

Al terminar de decirle eso al asgardiano, se escuchó un chillido detrás de la puerta y varias voces pidiéndole a alguien llamado Tilly que “hablará más bajo que la podían oír”, lo que lo hizo largar una carcajada, antes de volver a besar al Dios como correspondía.

 

-----------------------------------------

 

Iba a matarlos a todos.

En serio.

Podía perfectamente imaginar lo que sucedía detrás de la puerta.

Seguro estaba más de medio museo ahí.

Pero… sería en otro momento.

En ese instante, sólo quería abrazar al analista como lo hacía ahora, mientras correspondía a su beso con todas sus fuerzas.

Mobius lo amaba.

Se lo había dicho.

Y también le había aclarado que no era Sylvie.

Que él se iba a quedar a su lado muchos años.

Muchos años.

_Yo… no soy alguien fácil de amar – le dijo en un susurro cuando apenas se separaron viéndolo a los ojos.

_Lo sé. Eso es algo que tengo muy en claro – le contestó el analista.

_Pero quieres quedarte conmigo – observó.

_Nunca fui una persona muy conocida por no tomar riesgos, Loki – le recordó Mobius, volviendo a limpiar sus mejillas de sus lágrimas.

_No tenemos como volver.

_Soy consciente de ello.

_Aquí somos considerados “atracciones”.

_Allí eramos variantes. Desde mi punto de visa, cariño, es una mejora.

_No podemos salir de este lugar, Ahkmenrah…

_El hijo del viejo Faraón.

_Merenkahre ¿Lo conoces?

_Loki. Estaba hablando con él y con tu padre adoptivo cuando llegaste.

_Octavius, sí. No, no me acordaba...

_De que estaban conmigo, ¿verdad?

El analista se rió bajo al sentirlo gruñir contrariado.

El romano iba a regañarlo si se enteraba.

Especialmente después de que lo había alentado.

_Tienes un nuevo padre con muy mal humor – le señaló Mobius levantándose y extendiéndole la mano para ayudarse a levantarse también.

_Dime, por favor, que no te amenazó – le pidió algo espantado porque el romano podía ser muy intimidante pese a su altura.

_No exactamente – le aclaró Mobius recogiendo un rollo de la mesa para entregárselo.

Lo abrió y lo leyó con rapidez.

_¿Legatus Legionis? - le preguntó extrañado.

_Tu padre consideraba que no tener un cierto rango, me hacía sentirme inferior y evitaba que te dijera lo que sentía por ti, por lo que, decidió eliminar el problema.

_Eso no tiene sentido.

_Era verdad.

_¡Mobius! - exclamó asombrado - ¡Yo no soy nadie! ¡Soy solo Loki! ¡Odín me quitó mi título de Príncipe y jamás formé parte de la casa real de Jotunheim!

_Por todos los cielos, Loki – le dijo el analista llevándose una mano a la frente, para luego situar ambas a los costados de su cintura – Thor te devolvió el título. Te renombró Príncipe antes de que Valkyrie asumiese el trono y ella ratificó su elección. Sigues siendo parte de la casa real de Asgard con pleno derecho y, por lo que sé, hoy eres por adopción el César sucesor del Emperador Augusto.

_No tiene nada que ver – le explicó cruzándose de brazos – Sigo siendo el mismo Loki que conociste como variante y que, en ese momento, no tenía ningún título.

_No hace falta que tengas uno, Loki – murmuró Mobius – Sólo… mirate. Por favor. Estás a años luz del tipo de personas que se dignaría a mirarme como pareja. Eres… eres tremendamente bello e inteligente y absurdamente creativo y… ni siquiera lo ves.

_Pero… tú también lo eres – le dijo tartamudeando al escuchar las declaraciones del analista.

_Yo soy una persona normal – suspiró este sentándose en una de las sillas – que hasta hace nada hacía un aburrido trabajo de oficina, con una que otra incursión de campo, que se dedicaba a llenar papeles mientras leía sobre jetskis. Con un demonio Loki, me visto de marrón y uso camisas que probablemente tienen más de medio siglo de cuando estuvieron a la moda. No sé, francamente, no sé que ves en mí.

Parpadeó shockeado al escuchar sus palabras y acercó una de las sillas para sentarse frente suyo sujetando sus manos.

_Yo… yo veo a una persona increíble, que tiene el corazón más grande que conozco y que fue capaz de lo que nadie antes fue capaz. De aceptarme tal cual soy y de amarme sin pretender que cambiará o sin culparme por no poder hacerlo – le aseguró – Yo no necesito que seas perfecto a la asgardiana. Necesito que seas tú. A mi me gustas así.

_¿Aún con la ropa fuera de moda y el cabello blanco? - le preguntó sonriéndole el analista.

_La ropa, es algo que podemos cambiar, este es un Museo, hay de todo – le aclaró devolviéndole la sonrisa - El cabello, no, para mí está perfecto como está.

_¿Aunque este largo?

_Estaba demasiado corto antes, prefiero que lo tengas así.

Mobius negó con la cabeza ampliando su sonrisa para volver a verlo a los ojos.

_Entonces, pese a todo lo que no soy, Loki, ¿aceptas estar a mi lado de ahora en más?

Su corazón amenazó con casi salirsele del pecho en esos instantes.

Había soñado con esa pregunta.

Demasiadas noches.

_Sí – le respondió con sinceridad – Acepto.

Pero antes de sellar su compromiso con un nuevo beso, la puerta de la biblioteca se abrió de repente y cayó desparramado dentro de ella, como había predicho, medio museo.

 

----------------------------------------

 

Había llegado a llorar de la risa.

Ese lugar era un circo.

Un magnifico y delirante circo.

Con todo y animales.

Loki, naturalmente, no le había encontrado la gracia y se había levantado de la silla para dirigirse a los desparramados espías en tono de regaño.

_¿Es que acaso ninguno de ustedes entienden que es la privacidad? ¡La puerta estaba cerrada! ¡Debería darles vergüenza! ¡Ahkmenrah, tú eres un Faraón! ¡Tilly, tú una guardia de seguridad! ¡Puedo esperarlo, aunque no lo disculpo de todos los otros, pero... ¡¿Usted también Doctor McPhee?!

Se había levantado entonces, aún riendo, al ver que las personas que regañaba su ahora pareja se disculpaban efusivamente y que, realmente, tenían cara de estar arrepentidos, para sujetar una de sus manos y tirar levemente de ella para que le prestase atención.

_No te enojes. Estaban preocupados por ti.

_No es una excusa.

_No, no lo es, pero si me amas, les perdonarás el haberse entrometido un poco, después de todo, por lo que tengo entendido, les debemos el estar juntos, ¿no?

Loki frunció los labios asintiendo.

_Presentame – le sugirió – Ya tendremos tiempo de continuar lo que estabamos haciendo.

El Dios giró sus ojos pero sonrió inclinándose para darle un breve beso a los labios que le arrancó al público presente varias expresiones de alegría que lo hicieron reír de nuevo.

_Basta, como si nunca hubiesen visto a alguien besarse – les dijo Loki volviéndose a verlos – No somos la única pareja por aquí. Hace tres días Jedediah protagonizó uno mucho mas exhibicionista y hubo menos escándalo.

_¡Eso es porque el viejo Jedediah sabe como montar un bronco, chico! ¡Tú recién estás aprendiendo! ¡Es normal que la gente se asombre!

Sintió que le gritaba el vaquero desde el bolsillo de la chaqueta del guardia, mientras el General romano y esposo de este trataba de taparle la boca y casi todos los presentes, junto con él estallaron en carcajadas.

 

Forward
Sign in to leave a review.