Un corazón romano

Marvel Cinematic Universe The Avengers (Marvel Movies) Loki (TV 2021) Night at the Museum (Movies)
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Un corazón romano
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Summary
Octavius, el atrevido General Romano, luego de haber obtenido el corazón de su pareja, decide rectificar sus errores pasados ayudando a cierto Dios nórdico que ha perdido la suya.
Note
Esta obra está inspirada por "Heart Envy" escrita por BrokenLoss. (Obviamente, les recomiendo leerla aunque esté en inglés, aunque ya le pedí a BrokenLoss autorización para traducirla al castellano. La van a amar como yo lo hice: https://archiveofourown.org/works/32902042 ).La idea me pareció genial y, ustedes ya saben como soy, necesite armarle una continuación hilarante y adorable. Así que, como siempre en unas cuantas entregas, les traigo amor, les traigo a Loki en nuestro museo preferido.Como es usual, les recuerdo que no percibo ningún ingreso por esto, que escribo para divertirme yo y a otros y que todos los personajes les pertenecen a sus respectivos dueños.
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Travesura Realizada

“Exitoso truco publicitario coloca a Museo en el centro de las atracciones post lockdown

Travesura realizada

El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York vuelve a “enseñar” como deben hacerse las cosas.

Por Angelique Jun para NY strategy

 

 

La primera vez que escuchamos hablar del Museo Americano de Historia Natural fuera de las aburridas expediciones escolares que muchos de los ciudadanos de la ciudad debieron afrontar durante sus días como estudiantes, fue cuando, luego de una fría noche de invierno, hubo reportes de huellas de tiranosaurio sobre la nieve que llevaban hacia su edificio y varias grabaciones caseras que mostraban a neandertales sobre el techo del mismo encendiendo una fogata.

En aquel momento, los noticieros de la mañana, anunciaban los hechos con locutores con rostros extrañados, porque nunca había sucedido antes que ninguna institución de este tipo tuviese una aproximación tan del siglo XXI a la comunicación.

Y no, no es que tenga algo en contra de los museos en particular.

De hecho, hoy en día la enorme mayoría de los museos del mundo utiliza estrategias de marketing y promoción que calan profundo en la generación Z.

Sin embargo, la aproximación que siempre se ha tenido a la forma de encarar el público y la función social y educativa que deben tener los museos, como comunicadora, siempre me ha parecido algo… carente de creatividad y originalidad.

Realizar exposiciones de Kpop en las salas o sumar proyecciones holográficas o temáticas con una variedad que atraiga a las generaciones más jóvenes, no era plantear algo realmente propio. Era utilizar un elemento ajeno y tomar prestada su luz por un rato más, al finalizar el encanto, como el carruaje de Cenicienta, los museos volvían a ser las mismas calabazas con atractivos de otros tiempos.

El Museo Americano de Historia Natural asombraba en su estrategia por no hacer nada de eso.

No utilizaba otros. Reorganizaba lo propio para hacerte vivir una aventura constante con sus atractivos, de una manera diferente y fresca.

Si bien su programa nocturno, luego de un gran éxito, tuvo un cierre algo abrupto; no ha habitante de la ciudad – y muchos visitantes de otras partes dentro y fuera del país – que no recuerde con asombro lo realistas de sus exposiciones y lo maravilloso de haber vivenciado el interactuar de una manera super realista con, nada más, ni nada menos, Theodore Roosevelt y el joven Faraón Ahkmenrah, entre sus muchos otros personajes.

Era natural, entonces que, cuando el museo empezará a incursionar en las redes sociales, todos aquellos que sabemos de su particular historia reciente, especialmente luego de haberse corrido el rumor de que el anterior encargado de su programa nocturno había retornado a trabajar en el museo, volviendo a conformar la pareja ganadora que con su director lo había llevado hasta su momento de mayor gloria, estuviésemos esperando un giro inesperado que nos dejase con la boca abierta y, como siempre, no hemo sido defraudados…”

 

 

La idea había sido de Nick.

Su hijo, con su experiencia como DJ y luego como productor musical, había aprendido a sacarle jugo a las redes sociales de una manera que le era muy difícil concebir.

Tanto él como el Doctor McPhee había dudado bastante al principio, porque sus ambiciones habían sido mucho más modestas. Instagram, twitter y demás herramientas, a su entender, debían ser utilizadas para contactar e interactuar, pero con ciertas precauciones. Ambos recordaban como se habían quemado las manos cuando habían volado demasiado con el programa nocturno y no querían repetir la experiencia.

Especialmente él.

Porque si perdía su trabajo y la posibilidad de entrar al museo, podía llegar a perder a Ahkmenrah y no estaba dispuesto a que ello sucediera.

 

 

“_Nick, no. No podemos volver a reabrir por las noches. Las exhibiciones lo disfrutaron mucho un tiempo, pero después de todo lo que pasó no quieren volver a perder parte de las horas de la noche, que ya de por sí son pocas, atendiendo al público.

Nick giró los ojos riendo.

Naturalmente su ya no adolescente vástago podía leer perfectamente entre líneas el que no quería renunciar a las horas en las que podía dejar a casi todo el museo entretenerse sin demasiada custodia, mientras él disfrutaba en sus habitaciones de un rato en privado con su pareja.

Claro que, como era algo que compartían todas las parejas del lugar, no se sintió para nada culpable. Nick ya tenía edad y experiencia suficiente como para no estarle criticando ese aspecto de su vida, como él no lo hacía con la suya con su novia.

_No estoy hablando de volver a abrir el museo por las noches.

_¿Entonces?

_Estoy hablando – le dijo el chico mostrándole su celular – de usar esto en el beneficio del museo de forma… más agresiva, pero preciso que me ayudes a convencer a todos”

 

 

“Todo comenzó luego de que la muestra itinerante del Universo Cinematográfico más conocido del planeta le cedió los derechos de exposición al público, junto con uno de sus stands de repuesto al Museo.

Este hecho, vino a continuar una buena racha administrativa que había logrado recuperar la exposición de Ahkmenrah que había sido reclamada años atrás por el Museo Británico, quien además había cedido los derechos de dos momias más, los padres de la que originalmente habitaba en Nueva York y que, pese a los lockdowns que se sucedieron, se pudieron concretar los trámites para su traslado, por lo que se pronosticaba mejorar los ingresos de asistencia de público en tiempos de amplia escases.

Egipto y Ciencia Ficción.

Dos ingredientes que, usualmente, no fallan. Ni en la taquilla, ni en la vida real.

Y que, evidentemente, también son una especie de Felix Felicis en el mundo de los museos: atrapa la fantasía, atrapa al público”

 

La idea era bastante sencilla, a decir verdad.

Y, de hecho, estaba iniciada.

La habían iniciado sin darse cuenta.

Porque habían querido darle a Loki un reaseguro respecto de lo que la gente veía en él y lo que opinaba de él, que era muy distinto a lo que este había escuchado toda su vida ficcional.

Entonces Nick, Tilly y el Doctor McPhee habían hecho una encuesta en las stories: ¿Qué personaje sumamos y que personaje no sumamos a la exposición de Loki?, con una imagen de fondo del dios en cuestión, capturada por Ahkmenrah con el aparato que le había comprado Tilly unas semanas antes, cuando lo viese por primera vez charlando con Jedediah.

_No alcanzamos a responder a todos – les explicó Nick a los integrantes del Museo que, una vez más se habían congregado en la escalera para escuchar la propuesta de este – Fue tanta la cantidad de gente que votó e hizo comentarios que no dimos a basto.

_No sólo eso – continuó Tilly muy entusiasmada – sino que Loki fue el puntapie inicial. O sea, hubo mucha gente que estaba muy excitada por ver su exhibición, pero mucha más que comentaba que el ver esa foto les recordaba a sus paseos nocturnos aquí y que querían ver de nuevo a sus amigos del museo.

_Y como yo tengo una foto de chico con todos ustedes – les dijo Nick guiñándoles un ojo – La postee en mi Instagram, etiquetando al museo y eso hizo que muchos otros hicieran lo mismo con sus fotos con alguno o varios de ustedes. A partir de allí, el contenido se viralizó y fue cuando empezaron a llegar las cartas y la chica que trajo las cosas para la recreación de las habitaciones de Loki y, siendo honestos, no ha parado el entusiasmo.

Suspiró negando con la cabeza al ver que sus amigos nocturnos se miraban unos a los otros con cara de asombro.

_¿La gente se acuerda de nosotros? – pregunto Jedediah que estaba en los primeros escalones, junto con Octavius y sus correspondientes compañeros de diorama.

_¡Por supuesto que sí! – le contestó su hijo riendo bajo, para luego verlos asombrado también - ¿Es que acaso creían que no se iban a acordar de ustedes?

Bajó la cabeza llevando una de sus manos al bolsillo de su chaqueta, mientras sentía que Ahkmenrah apretaba con suavidad la que sostenía su propia mano. Nick era joven y estaba lleno de las ilusiones y vitalidad de los jóvenes y olvidaba que delante suyo tenía seres que, no necesariamente vivos de la misma manera que los que existían fuera del museo, tenían más de cincuenta años y muchas frustraciones encima.

_Jed – continuó su hijo acercándole el celular al vaquero para que viese una foto - ¿Por qué no lo ves por ti mismo?

El líder del diorama del Lejano Oeste, se acercó a la pantalla y abrió grande los ojos, mientras pasaba su mano por la pantalla, evidentemente moviendo la misma para seguir la línea de fotos que aparecían en ella.

_¡Ockie! ¡Mira! ¡Aquí salimos los dos!

Le señaló este al romano, quien se acerco más y sonriendo leyó lo que estaba escrito debajo de la imagen.

_Los mejores de todos. Me reí horas viéndolos discutir. No sé como lo hacían, pero volví al museo varias veces sólo para charlar con ellos, porque no me trataban bien en la escuela y quien los manejaba era alguien con mucho tacto que supo como tratar a un chico que empezaba la secundaria. Los extrañé un montón cuando cerraron el programa nocturno. Me gustaría volverlos a ver. Aunque sea por aquí #MAHNNY #LokienNY #TBT #TufotoenelMuseo

_Hubo varios chicos así – comentó suspirando Jedediah – Siempre había abusones en sus historias y no podíamos ir a meterles un par de balas, así que buscábamos hacerlos reír.

_Los jóvenes de estos tiempos – añadió Octavius apoyando una de sus manos en el hombro del vaquero – tienen demasiadas presiones, desde muy pequeños. En el pasado era más complicado, porque era más difícil vivir, uno moría relativamente joven, pero ciertamente era menos duro para los pequeños.

_Pues esa actitud de ustedes, de todos ustedes, hizo que la gente que vino a ver el programa nocturno, los quiera de vuelta – continuó Nick – pero, como papá dijo, no podemos abrir el museo por las noches, ni exponernos a que algo salga mal de nuevo. Por lo que vamos a vender la ilusión a distancia”

 

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“La primer imagen pasó como un recurso interesante. Una pregunta, con dos muy buenos actores que personificaban perfectamente a dos de las exhibiciones del museo.

El público que alguna vez visitará el programa nocturno compartió fotos y anécdotas junto a esas propuestas tecnológicas del pasado que nos deleitaron por tanto tiempo, mientras le contestaba a quiénes preguntaba quién quería que acompañase a la exhibición de Loki que se había estrenado recientemente.

Por supuesto, lo que pasó en la pantalla con la serie, se repitió en la votación.

Los fanáticos del Dios de la Travesura querían verlo junto a su compañero de aventuras en la TVA.

Por un abrumador ochenta por ciento, Mobius había ganado como adición preferida a la muestra de poder llevarse a cabo.

Claro que, nadie, pero nadie esperaba que el museo, hiciese caso de la votación y realmente incorporará a este personaje a la mencionada muestra. Todos tomamos esa votación como un recurso divertido, que no tendría consecuencias mayores, hasta que tres días después, con la leyenda: <<sus deseos son órdenes #MobiusenNY>>, una imagen super realista del analista anunciaba que una imagen del mismo formaría parte del museo y las redes enloquecieron.

Durante horas, lo único que podías ver en los feeds de todos, era la misma imagen repetida una y otra vez, seguida de signos de incredulidad, entusiasmo y asombro del conocimiento que de los seguidores se tenía en el museo que habían previsto el resultado con tanta anticipación como para tener una escultura ya confeccionada. De hecho, varios blogs especializados en la serie, resaltaron hasta la inteligencia del fanservice realizado que, como luego dejase deslizar el creador de la escultura en entrevistas posteriores, incluyese variaciones en el modelo como el cabello más largo que, los neófitos en el tema desconocían, era una de las tendencias luego de terminada la misma entre los fanáticos”

 

Lo confesaba.

No había sido la mejor táctica el haberse reído de su pareja al ver su rostro leyendo los comentarios en el celular del hijo del guardia nocturno.

Pero no había podido evitarlo.

Mobius…

Mobius simplemente era demasiado cándido.

Él no había creído que el que la guardia londinense le sacará esas fotos iba a tener mucha repercusión. Porque su enamorado no entendía lo atractivo que era. Seguía convencido de que era… ¿cómo se había definido?

Ah, sí. Como un oficinista aburrido, que vestía de marrón y usaba camisas pasadas de moda.

Más cuando Tilly le había dicho que observará a la cámara cruzándose de brazos e imaginando como había sido su expresión cuando tuvo que convencer a la jueza de que tenía que dejarlo trabajar con él en el caso de Sylvie, este sin pensar había mutado su apariencia afable por la decidida con la que lo había visto hacer frente a las mayores adversidades en esos tiempos.

Nick y Tilly habían quedado sumamente complacidos con las imágenes. Mobius no había entendido mucho, pero había estado contento con ayudar y él había guardado silencio acerca de lo que sabía que iba a suceder hasta que al día siguiente, el hijo del guardia nocturno les hizo ver el escándalo que se había desatado alrededor de la foto que habían elegido y ante la cara de incredulidad de su novio, mientras los miembros del museo se pasaban el celular para reproducir los comentarios de todo tipo que habían debajo de la foto, había terminado riéndose mientras se sujetaba el estómago. Lo que había provocado que Mobius lo terminase sacando de la sala principal para encerrarlos en su exhibición con la puerta cerrada.

_Te dije que te veías bien

Le susurró abrazándolo mientras el analista fruncia los labios ya que aun no le perdonaba la risa.

_Esos chicos están locos – comentó este negando con la cabeza – yo no…

_Tú no, ¿qué? – le preguntó besando sus labios - ¿No eres deseable? ¿Eso ibas a decir?

El analista inspiró y exhaló con profundidad.

_No. No sé…

Medio trastabillo este, lo que le trajo a la memoria algo que recordó escucharle decir: “No sé. No sé francamente lo que ves en mí”; por lo que llevó una mano a su mejilla para hacer que lo viese a los ojos.

_Ven en ti lo mismo que yo veo…

_Lo sé. A alguien de buen corazón… – lo interrumpió este.

_¡No! – exclamó volviendo a reír - ¡A alguien increíblemente atractivo! Por las nor… ¡Mobius! ¿Necesito recordarte qué pasó apenas pudimos cerrar esta puerta?

Oh, sí esa vista no era inspiradora, no sabía cuál lo era.

Su pareja se había puesto colorado de sólo recordar.

Luego de la noche en que volviesen a encontrarse y en dónde sólo habían compartido besos y abrazos, al descubrir al día siguiente que muy inteligentemente alguien lo había movido a un sitio que podía cerrarse por dentro, la tensión sexual acumulada en ambos había dado paso a unas horas previas al amanecer muy activas, que les habían ganado no pocas bromas picantes de parte de los dioramas, que eran sus vecinos al siguiente despertar, junto con las advertencias ex profeso embarazosas de Octavius y Jedediah acerca de no desear ser abuelos tan pronto o el pedido de Larry de que recordarán siempre volver a vestirse adecuadamente para volver a su lugar al acabar la noche.

_Lo mismo que me pasa a mi – le dijo entonces volviendo a besarlo con suavidad, mientras abría su saco para quitarselo – le pasa a ellos. Solo que les toca una foto, mientras que yo tengo el original.

Mobius se mordió el labio inferior y negó con la cabeza tirando de su camisa para llevarlos a la reproducción de sus cuartos en Asgard.

_La próxima foto – le advirtió viéndolo fijo – Tú sales conmigo.

Asintió divertido, mientras ambos subían a la cama.

 

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“Nuevamente, luego del entusiasmo inicial y una mañana en la que gente de todas partes afluyó al museo consiguiéndole su mejor recaudación en la historia, volvimos a preguntarnos cuanto podía durar el entusiasmo por una reproducción muy acertada y sorpresiva de un personaje. El museo no iba a ser capaz de obtener un flujo constante de público, solo por ello. La novedad se acabaría seguramente y quizá volvería a resurgir cuando llegase la segunda temporada de la serie.

Sin embargo.

Un par de días después.

Cuando ya todo parecía haberse calmado, el museo volvió a subir una foto.

Esta vez ya no sólo del analista, sino de este junto a su compañero de serie.

Espalda con espalda, mirando al objetivo de la cámara, los seguidores tenían en una reproducción fantástica a ambos personajes y la locura volvió a estallar. Miles de comentarios, felicitaciones, pedidos de visitas y tours, que no dejaron de parar, porque en los días y semanas subsiguientes, además de fotos de ambos con diferentes exhibiciones clásicas del museo, tanto Loki como Mobius fueron protagonistas de videos cortos en los que respondían preguntas y en los que las otras exhibiciones respondían preguntas sobre ellos y en las que se dejaba insinuar que los mismos podían estar en pareja”

 

Se llevó la mano al rostro, negando mientras escuchaba la reproducción de las preguntas que le hiciera Nick a sus padres y que Larry y él estaban escuchando sentados en la cama de este.

 

“_¿Qué les ha parecido hasta ahora Nueva York? – se sentía que preguntaba el chico fuera de cámara.

_Es una ciudad muy interesante y amable – comentó su madre sonriendo – Hemos disfrutado mucho los comentarios que han hecho sobre nuestra foto.

_¿Y usted señor Faraón? ¿Cuál es su mejor experiencia de vivir hasta el momento en el museo?

_Como ex Faraón, ya que mi hijo es actualmente quien dirige los destinos de este establecimiento, mis tareas no son tan importantes – comentó su padre acomodando su wesekh (collar amplio que lleva en el cuello)- pero sí muy interesantes. Hace muy poco tuve que mediar entre el Emperador Augusto y el caballero conocido como Mobius.

_¿Sí? ¿Por qué?

_Como todo padre, ya que el Emperador ha adoptado al joven Loki, enfrentado con la posibilidad de que este quiera… ¿cómo se dice?

_¿Formalizar? – sugirió su madre conteniendo la risa al ver a su esposo evidentemente manipular la charla para decir y no decir al mismo tiempo.

_Estaba pensando más en sentar cabeza, querida, pero formalizar también es una buena opción – continuó su padre – El noble Octavius, entonces, solicitó mis servicios para advertir al caballero en cuestión, lo que todos los padres hacemos en estas circunstancias.

_Qué sería, ¿qué?

_Oh, lo usual, desmembramiento momificatorio antes de su muerte

Terminó este, mientras de fondo de sentía la voz de Loki recriminarle a Octavius al escuchar lo que había dicho su padre, la de Mobius tratando de calmar a su pareja, al tiempo que la cámara cortaba la filmación”

 

_Por Osiris – murmuró bajando sus manos – Loki los va a matar a ambos. A Octavius y a él.

_Loki no mató a Octavius y a Jed, después de que grabaron un tik tok divirtiéndose a costa de Odín y Asgard, no los va a matar por esto, créeme – comentó Larry riendo – Aparte Mobius adora a tu papá y Loki a tu mamá y, seamos honestos, Merenkahre ha amenazado a medio museo con desmembrarlo al menos una vez y a Laa al menos seis veces.

Se largó a reír al ver la foto de días atrás en las que podía observarse al neanderthal abrazado sonriendo a su padre que trataba de mantener su pose real sin conseguirlo para nada.

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“Hoy en día, entonces, el Museo se ha convertido en una muestra de como el ingenio y la capacidad de pensar fuera de la caja, ha permitido que una institución tan afectada como todas las demás por el proceso de lockdowns que tuvo lugar en estos tiempos tan complicados, este resurgiendo como el ave fénix de sus cenizas y, estamos seguros que, con su afluencia de público, van a colaborar enormemente con todo otro tipo de comercios y de personas que, situados a su alrededor, se benefician directamente de sus estrategias y propuestas.

Así que ya lo saben.

Sigan al Museo Americano de Historia Natural en sus redes sociales.

Tanto si eres fanático de Loki, como si no lo eres.

En un mundo donde el vivir día a día cuesta cada vez más, que todavía quede un espacio que mantenga viva la ilusión, la fantasía y la esperanza, es algo que no te podes perder”

 

 

Los bailes de Midgard eran tan diferentes a los de Asgard.

Aquí no había bardos, ni mesas con hidromiel, ni guerreros contando hazañas, ni los ojos del Padre de Todos observando desde su sitial de honor, con su madre a su lado, como en la pista de baile se reflejaban diferencias, conflictos y acuerdos.

No.

En el museo, el joven Faraón solía colocar algo que él llamaba lista de reproducción en unos parlantes y entre risas y caos, animales y personas participaban de la fiesta general, sin mucho más interés que el de divertirse y terminar exhaustos de tanta risa y movimiento.

Era… liberador.

Luego de tantos años sometido a un loop constante de supervivencia y maltrato, encontrarse conque además de contar con nuevos amigos y su pareja, podía simplemente disfrutar entre todos ellos sin pensar que se aprovecharían de su alegría para molestarlo al día siguiente, lo llevaba a abrazar con toda el alma esos momentos.

Especialmente cuando, luego de un largo rato, las melodías movidas dieran paso a unas más suaves que le recordaban a los cánticos suaves que solía interpretar su madre o sus damas de compañía en privado y que, en Midgard, solían consagrarse a las parejas, para que estás tuviesen un momento propio en ese ritual de la danza.

La primera vez que lo había visto, había sentido miles de punzadas de dolor, porque no había sido entre tantos y con alegría, sino de lejos, cuando Jedediah había estirado su mano y le había dicho algo a Octavius y este había sonreído extendiéndole una mano para luego abrazarse y deslizarse al ritmo de la música.

Sus propios brazos habían estado vacíos entonces.

No como ahora, en que los grupos del museo se habían dividido charlando animadamente a los costados, mientras le dejaban algo de espacio a las parejas para moverse al ritmo de su momento de la noche.

Teddy y Sacajawea, que dialogaban sonriéndose mutuamente, a uno de sus costados, al igual que Octavius y Jedediah en el mostrador de informes; mientras Larry y Ahkmenrah preferían abrazarse con fuerza sin intercambiar demasiadas palabras y hasta los padres del Faraón que no habían necesitado demasiadas explicaciones para poder seguir el ritmo de lo que sucedía.

Todos ellos en sus propios mundos personales.

Como le pasaba a Mobius y a él.

En ese mismo lugar.

_Hey – le dijo el analista sonriendo - ¿En qué piensas?

_En que no quiero que acabe – admitió suspirando – No creo… haber conocido esta paz antes.

Mobius pensó unos segundos y asintió.

_Yo tampoco. O sea… aún quiero conocer lo que se siente navegar en un jetski, pero...

Largó una carcajada al escucharlo hablar de sus benditos jetskis, lo que provocó que su pareja riera también.

_Le pediré a Larry que nos organice una salida para ver una de esas cosas – le dijo riendo aún de su ocurrencia.

_No – comentó Mobius negando con la cabeza – Lo dije sólo para hacerte reír, porque pensé que estabas recordando algo triste por como mirabas a todos los que estamos bailando.

_No era triste – le aclaró acariciando su cabello – sino todo lo contrario.

_¿Estas seguro? – le preguntó su pareja levantando una ceja.

_Lo estoy – afirmó suspirando – Estaba reflexionando acerca de… lo mucho que disfruto bailar así y que nos den el espacio para hacerlo y… por Ygdrassil, lo enormemente agradecido que estoy de que estes conmigo.

_Voy a seguir aquí – le dijo Mobius sonriéndole, mientras usaba una de sus manos para acercar su frente a la suya.

_¿Por todos los tiempos? – le preguntó en un susurro recordando el logo de la organización que, sin proponérselo, los había terminado uniendo.

_Siempre – le contesto el analista con una sonrisa propia, antes de cerrar el tema que sonaba en el museo con un largo beso.

 

 

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