
Chapter 5
V
La detonación que se llevó a cabo en el mar fue tan fuerte que se escuchó hasta donde todos se encontraban reunidos.
Había impresión y alarma dibujados en sus rostros pero la Reina con pánico y mucha ira se fue encima de Steve. -¡Habla! ¿¡Quién más está contigo y qué es lo que buscan aquí!?- sus gritos intimidaron hasta a su propia hija quien nunca la había visto ponerse así.
Rogers se reprendió a sí mismo por haber dejado pasar algo bastante serio como lo era estrellar una aeronave cargada de explosivos, debía hablar pronto. Echó un vistazo a la espada enfundada de Hipólita.
-Mi nombre es Steven Grant Rogers, originario de Brooklyn, Nueva York que está en los Estados Unidos el país para el que sirvo. Pertenezco a los Comandos Aulladores, una unidad de combate de élite del Regimiento de Infantería 107.- el muchacho no creía en lo sencillo que las palabras salían de su boca. La mujer rubia aún no estaba satisfecha. -¿Qué haces en mi Tierra y qué significa esa explosión? Y todavía no has contestado si hay alguien contigo.- exclamó con un tono más bajo pero aún enojada, él no demoró en seguir hablando. -No majestad, nadie vino conmigo sólo soy yo. Iba pilotando un avión que robé de Johann Schmidt, conocido como Cráneo Rojo el que está al mando de HYDRA, la división de armas especiales. Él planeaba atentar contra ciudades de mi país mandando aeroplanos llenos de armas de destrucción masiva hechas con la ayuda de algo en serio peligroso para acabar con la vida de miles de personas y no se detendría ahí, dijo que continuaría con el resto del mundo.- suspiró. -Hace tres días me encomendé a una misión individual que constó de rescatar a los miembros de mi tropa y cientos de hombres capturados que están de nuestro lado, dicha hazaña resultó exitosa. Después de eso rastreé ciertos indicios que me llevaron hasta Schmidt, a su base exactamente y oí todo su plan, en verdad es un ser malvado.- Diana escuchaba atentamente. -Tuve que impedir que se saliera con la suya, intentó atraparme ...Pero cuando menos se dió cuenta ya me hallaba dentro del avión justo cuando empezaba a despegar aunque alcanzó a dañarlo durante una persecución, logré perderlo y mi intención era estrellarlo en el Ártico donde hay hielo en su mayoría y está alejado de la población, mis amigos quisieron convencerme de no hacerlo pero no les hice caso. Perdí la comunicación con ellos y cada vez me acercaba a completar la tarea, a escasos metros de impactar contra una montaña cerré los ojos, al abrirlos no había rastro de la región congelada en su lugar yo volaba por cielos muy azules y debajo un extenso mar y se podía ver un bosque también. Como ya había dicho mi transporte aéreo sufrió ataques de armas poderosas y comenzó a desplomarse, traté de salir de ahí y fue inútil entonces encaré mi realidad y esperé; perdí la consciencia al momento de entrar al agua.-
Diana no pudo más. -Mencionaste antes que estabas en combate, ¿por qué están peleando actualmente?- la Princesa ignoró la reprimenda de su madre por intervenir como lo hizo aguardando una contestación. -Entramos en acción debido a la Segunda Guerra Mundial, hay un tipo que perdió la cabeza, Adolf Hitler y lo que busca es crear una utopía donde él decide quien es digno de vivir y quien no, es líder de un partido político, Nazis, así se hacen llamar y una cantidad de gente considerable está de acuerdo con él, manda a su ejército a capturar personas inocentes para encerrarlas y posteriormente asesinarlas. Es lo peor que hemos presenciado en años. Tuvimos que intervenir cuanto antes, ese es nuestro deber.- Y el tal Schmidt ¿qué tiene que ver en todo esto?- ahora Diana llevaba la batuta en el interrogatorio y daba pasos al frente hasta que estuvo a la par de su progenitora.
-Cráneo Rojo es uno de los científicos más brillantes de Alemania y del planeta, eso lo ayudó a convertirse en los hombres de más confianza de Hitler ya que ambos comparten su forma de pensar sin embargo Johann fue cegado por su propia ambición de volverse un ser superior y perdió el control pues con el Teseracto busca perfeccionar y aumentar la tecnología de los armamentos.- Steve se aseguró de resumir todo y no dejar fuera algún detalle importante. -¿El Teseracto está en sus manos?- cuestionó Hipólita sin poder creer lo que escuchaba, todas estaban sumergidas en la conversación. De nuevo habló el hombre. -Por desgracia si, él ...Espere ¿usted sabe del Teseracto?- terminó de decir con clara confusion el rubio. -Por supuesto que conocemos de su existencia, es un artefacto en extremo poderoso que fue diseñado para contener la Gema del Espacio, piedra poderosa para conectar todos los lugares del universo. Se tenía sabido que Odín, Rey de Asgard había ocultado el Teseracto en la Tierra después de la batalla con los gigantes de hielo en un templo de un país nórdico. Para los mortales se trataría de leyendas y sólo eso pero tal parece que el científico alemán sabía más de la cuenta y dio con el, no tiene idea con lo que se está metiendo y pudiera resultar perjudicial para todos.- había advertido la Reina.
El Capitán quiso hablar pero la palabra se la ganó la Monarca. -Ya ha sido suficiente, enciérrenlo hasta que decida cuál será su suerte.- así como Hipólita lo había comenzado de igual forma lo había finalizado, Diana y Steve protestaron al unísono mientras el lazo se desenrrollaba del torso de él y era levantado. -No madre.- antes de que se lo llevaran plantó sus pies firmes en el suelo y no pudieron moverlo de ahí. -Por favor madame, le suplico que me permita regresar y detener a Schmidt, sigue suelto y la gente cuenta con nosotros, no podemos defraudarlos. Prometo no contar lo que pasó aquí ni revelar lo que acabo de vivir, tiene mi palabra si no cumplo con ella usted sabrá qué hacer.- La Reina no lo miraba directamente pero sí escuchó todo, su cara decía que estaba meditando el asunto y su hija ansiaba una resolución. Mientras que Antiope permanecía inusualmente callada porque aunque de por sí era reservada llegaba a dar su opinión la mayoría de las veces y más en asuntos tan serios como el que se llevaba a cabo. Lo que hizo su hermana fue dirigirse a sus Amazonas para nuevas indicaciones. -Quiero que un grupo de ustedes vaya al lugar del incidente y se aseguren de que cualquier riesgo esté descartado; también traigan lo que encuentren que no sean restos de aquella nave. Tengan mucho cuidado. En cuanto al mortal de aquí llévenlo a la cueva para que tome un baño en las aguas y su cuerpo sane, denle privacidad y después lo llevan a una celda.- hubo un cambio de actitud en Hipólita que nadie mencionó pero todos notaron, Steve paró de ignorar el dolor en su costado derecho pues parece que no lo ocultó bien y lo confirmó al ubicar la mancha de sangre que ya había traspasado su traje además su cara ardía en varios lugares, quizá se hizo unos cortes con vidrio.
Lo van a mantener preso después de todo pero será perseverante hasta que pueda razonar con ellas y lo dejen libre, ahora era indicado tomar un baño; no le vendría mal de hecho nada más deseaba regresar a tiempo.
En lo que el soldado y todas las demás iban despejando el lugar en diferentes direcciones para cumplir sus deberes Diana fue con su mamá y su tía para hablar a solas con ellas. No iba a pasar por alto lo que recién escuchó e iba expresar su sentir a sus familiares como ya lo ha hecho en el pasado excepto que esta vez no permitirá que intenten disuadirla para abandonar el tema.