Los Lanzarredes

Spider-Man (Tom Holland Movies) Spider-Man - All Media Types
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Los Lanzarredes
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Summary
Cuando los Lanzarredes se encuentran castigados por primera vez, son completamente diferentes: un geek, un matón, una reina, un marginado social y un tonto misterioso. Pero cuando deciden hackear la «red» para cambiar sus calificaciones, se forman los Lanzarredes. Usando habilidades de internet, se ayudan mutuamente a través de luchas personales. Después de un tiempo, una cosa se vuelve evidente: sus suposiciones mutuas estaban equivocadas.Una historia sobre la mayoría de edad, basada libremente en el Club de los Cincos. Peter, MJ, Ned, Flash y Liz tienen cada uno sus propias luchas y desafíos y cada uno aprende el poder de comunicarse y encontrar amigos en los lugares más inverosímiles. (Básicamente, si te gusta ver a adolescentes física o emocionalmente traumatizados hacerse amigos, esta es la historia para ti).
Note
Esta obra contiene contenido prestado de varios cómics, películas y series de DC Entertainment, filial de Warner Bros. Discovery. No soy dueña de ni lucro con esa propiedad, y ninguna de mis obras es parte de esa propiedad.título traducido de «Underdog» de Spoon.¡hola, todos! esta es mi primera traducción en este fandom, y eso me emociona mucho. el español no es mi primer idioma, así que puede que haya errors. por favor, hazme saber si notas alguna.como las etiquetas son ingleses, voy a avisarlos que este fic contiene descripciones no gráficas del abuso emocional, físico y sexual. voy a dejar advertencias específicas en las notas de los capítulos.finalmente, voy a traducir para la autora, así que si tienes algo que decirme a mí o a ella, deja un comentario, si quieres.espera actualizaciones cada dos o tres días.¡buena lectura!
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Yo uso rameras

—Adiós —dijo Liz mientras mientras saltaba a la parte trasera del Bentley de su padre.

 

Fue extraño ver a Liz Allan despidiéndose, especialmente porque hace unos días había tratado activamente de esquivar los intentos de MJ de tener una conversación cuando estaban atrapadas juntas en la lenta fila para almorzar. Pero bueno, las cosas cambian.

 

Una ráfaga de viento alborotó las hojas anaranjadas que colgaban sobre la cabeza de MJ. El otoño estaba aquí y pronto sería Halloween: el día feriado favorito de MJ. Le encantaba poder quedarse en su dormitorio y comer dulces mientras miraba películas de terror todo el día, y Halloween le dio la excusa perfecta para hacer precisamente eso.

 

Peter caminaba unos metros delante de ella, su cuerpo recortado por el sol dorado. La forma en que la luz lo golpeaba casi lo hacía parecer un pegaso: místico, divino y puro. Parecía irreal. Okey, tal vez MJ estaba un poquito enamorado de él.

 

Unos minutos antes, los padres de Ned llegaron para llevarlo a casa. Flash tenía su propio auto, por lo que solo Peter y MJ caminaban solos a casa.

 

Desde que MJ pudo recordar, estuvo aislada de la gente. Un resultado de su educación, supuso. Todavía podía ver a su padre reclinado en su sillón, roncando por encima de la estática del televisor. Su rostro en blanco y sin emociones mientras la madre de MJ se quejaba durante horas de lo holgazán que era su padre.

 

«Vas a terminar la escuela y conseguir un trabajo por tu cuenta. Porque créeme, no quieres quedar atrapado con alguien que tiene derecho y está malcriado».

 

MJ estaba convencida de que sus padres nunca se amaron. Fue su culpa que se juntaran en primer lugar. Al menos eso era lo que su madre le decía las noches que estaba vestida con su bata de baño, un vaso de whisky en la mano y una botella vacía junto al fregadero.

 

«No te quedes embarazada. No tengas sexo. O terminarás como yo, atada a un bastardo como tu padre toda tu vida. Sé más inteligente que yo, Michelle. Ni pienses en los chicos».

 

No existía el amor, al menos eso era lo que decía su padre.

 

«Es solo sexo y vida. Duermen juntos y luego siguen con su vida, ignorándose el uno al otro lo mejor que pueden, o de lo contrario terminarán peleándose».

 

Y así era como MJ veía la vida. Debía ignorar a todos. Siempre que se mantenía apartada evitaba las discusiones, los desamores, la pérdida de amigos y el estrés. Honestamente, la vida de MJ había sido pacífica con sus paredes protegidas. Le gustaba observar a todos sin interactuar realmente. Estaba a salvo. Era inteligente. Estaba sola.

 

Pero un día apareció Peter y, a pesar de sus mejores esfuerzos por evitarlo, MJ se encontró interactuando con el tonto que estaba obsesionado con la ciencia ficción.

 

Acercándose sigilosamente detrás de él, MJ le tocó el hombro. Peter se sobresaltó en estado de shock, dándose la vuelta para mirarla.

 

Seguro que tenía auriculares puestos, pero su expresión temerosa preocupó a MJ por un momento.

 

—Cálmate, nerd. Solo soy yo.

 

Se sacó los auriculares y los dejó colgando del cuello de su camisa—. Hola, MJ —Sonrió suavemente, relajándose físicamente.

 

—Supongo que vamos a andar a casa juntos —murmuró en voz baja.

 

Peter no preguntó por qué sus padres no venían. Lo sabía y tuvo la suficiente cortesía como para no preguntar.

 

—Sí, supongo que sí —dijo, mirando sus zapatos, una sonrisa avergonzada apareció en su rostro.

 

—Así que… —dijo en voz baja—, el baile se acerca pronto.

 

Bandera roja. Peter estaba hablando de un baile y parecía nervioso. Pero no iba a invitar a MJ al baile, ¿verdad? No podría. Eso arruinaría toda su extraña amistad. MJ no quería que eso se arruinara incluso si tuviera un pequeño enamoramiento.

 

—¿Por qué te importa? No vas a ir —dijo, y luego agregó—: ¿A menos que planees ir este año?

 

Peter se ruborizó—: Estaba pensando en eso… tal vez.

 

Oh, no. Oh, Dios.

 

—¿Eh, MJ? ¿Crees… crees que Liz querría ir al baile conmigo?

 

—¿Liz?

 

Esa idea era estúpida. ¡Cómo podría pensar en preguntarle a Liz! Ella estaba completamente mal para él. Ni siquiera conocía al verdadero Peter. No como lo conocía MJ. Liz apenas le prestaba atención, y cuando sí, por lo general lo miraba con lástima o con algo que decía: «ay, eres un lindo cachorro». Peter no se merecía eso. Se merecía mucho más.

 

—No es estúpido —dijo a pesar de que le partió el corazón en dos mientras lo decía—. Tienes una verdadera oportunidad con ella.

 

Peter mostró una sonrisa. Una hermosa sonrisa—. Gracias, MJ. Eres la mejor.

 

—Hey, ¿por qué no participaste en el juego hoy? —preguntó porque necesitaba desesperadamente cambiar de tema.

 

Peter se encogió de hombros—. Flash.

 

—Sí, sé que puede ser un huevón a veces, pero…

 

—¿A veces? —Peter se rió.

 

—Sí, sí. Es un huevón todo el tiempo. Pero hoy no.

 

—Lo sé y fue un milagro. Pero vamos, MJ, si hubiera dicho algo, se habría burlado de mí. Tú lo sabes.

 

—Todavía desearía que dijeras algo. Las cosas son más divertidas contigo.

 

Sus ojos se desviaron tímidamente hacia sus tenis Nike. Los miraron durante un rato, pisando las crujientes hojas marrones que cubrían la vereda antes de volver a mirar a MJ.

 

Estaba a punto de decir algo cuando un auto se detuvo junto a ellos y tocó la bocina. Peter bizqueó.

 

—¿May?

 

Cuando las ventanillas bajaron, MJ notó que, de hecho, era la tía de Peter la que conducía. Era prácticamente la persona más dulce que MJ haya conocido.

 

Hace tres años, cuando estaba lloviendo a cántaros, MJ se había quedado sin acceso a su apartamento porque olvidó su llave y sus padres no estaban en casa. Sintió que su espeluznante vecino la estaba acosando, así que lo primero que hizo fue correr al edificio de al lado. Afortunadamente, May Parker regresaba a casa de un viaje de compras y se compadeció de MJ. La llevó adentro, le dio comida y agua, y luego la dejó ver películas todo el tiempo que quisiera. Ese día se destacaba en la mente de MJ como uno de los mejores días de su vida.

 

—Hola, Pete, perdón llegar tarde. Súbete.

 

—¿Estás sola por una vez? —preguntó Peter, asomando la cabeza por la ventanilla del pasajero y mirando hacia la parte trasera del auto.

 

—¿Qué clase de pregunta es esa? —May se rió.

 

—La mayor parte del tiempo él está contigo.

 

MJ se sorprendió de lo vicioso que sonaba Peter. ¿De dónde vino eso? Él nunca se enojaba.

 

—Quinten está en casa. No va a todas partes conmigo —May se rió de nuevo, pero a Peter no le hizo gracia.

 

—Necesito hablar contigo.

 

May asintió—. Sí, claro, muchachito. Podemos hablar sobre cualquier cosa.

 

Peter se sentó asiento delantero, cerrando la puerta del pasajero. Pero antes de que pudiera decir algo, May estiró el cuello hacia MJ.

 

—¡Hola! —saludó con calidez—. ¿Cómo estás? Hace un rato que no te he visto.

 

—Sí, uh —MJ se frotó la nuca, obviamente incómoda con las implicaciones de eso—. He estado… Ya sabe. Ocupada. Con el cole y eso.

 

May dudó por un momento, como si estuviera preocupada por cruzar un límite con su próxima declaración—. Escuché que tus papás se van a ir otra vez. ¿Otro viaje de negocios?

 

—Sí, sí, van a pasar un rato en Florida —dijo MJ, sabiendo que May debía sentirse aliviada. Por fin, algo de paz entre los edificios.

 

—Así que, ¿vas a estar sola en casa?

 

—Algo así. O sea, tengo casi 16 años. No es gran cosa.

 

—Bueno, si necesitas algo, sabes que nuestra puerta siempre está abierta. Hablando de eso, ¿quieres que te lleve a casa?

 

La expresión de alarma de Peter lo decía todo. Quería pasar tiempo a solas con su tía. MJ podía sentir eso.

 

—No, está bien. Estoy…

 

—Oh, venga —persistió May—. Vives justo al lado. No sería ningún problema en absoluto.

 

Ahora, MJ realmente no tenía otra opción, no a menos que quisiera ofender a May.

 

—Okey, supongo que estaría bien. Gracias.

 

Se subió al asiento trasero sintiéndose ridículamente culpable cuando Peter exhaló.

 

May le echó una mirada fulminante, retándole sin palabras.

 


 

Luego de que MJ salió del auto de May, se tomó su buen tiempo para subir los escalones. Por el rabillo del ojo, estaba viendo a Peter y May aparcar el auto y entrar en su edificio.

 

Tan pronto como los perdió de vista, MJ entró corriendo en su edificio, subió a su dormitorio y se acercó a la ventana. Lo único que podía ver bien era la habitación de Peter y en este momento estaba vacía. Pero escuchó algunas voces fuertes, y pronto pudo ver a Peter, May y otro tipo acurrucados en su habitación. Le estaban hablando de algo, pero ambos tenían los brazos cruzados. Parecía que le estaban sermoneando, probablemente sobre el castigo. Continuaron por un rato, pero luego May se fue.

 

Escaneando las salidas, MJ la vio salir del edificio y subirse a su auto. ¿Adónde iba? ¿Al almacén? ¿Al trabajo?

 

Cuando MJ volvió la cabeza hacia la habitación de Peter, las cortinas se cerraron de repente. Tenía un incómodo nudo en el estómago. Peter normalmente no cerraba las cortinas de su ventana. Ni siquiera por la noche.

 

MJ quería alejarse lo más posible de sus pensamientos porque eran demasiado horribles. Así trabajaba su mente: siempre asumía lo peor. No pasaba nada malo. Si bien Peter se estremeció cuando ella lo tocó antes. Había una explicación para eso: todos se estremecían cuando se asustaban. Y tal vez sonó enojado cuando habló de este otro tipo, pero MJ estaba seguro de que había una explicación para eso también.

 

Rápidamente, cerró sus propias cortinas y sacó una película de terror. La puso en su reproductor de DVD y se relajó.

 


 

MJ no tenía dinero para el almuerzo al día siguiente. Sus padres se irían pronto y la iban a dejar con un fajo de dinero, pero hasta que se fueran, tendría que estar sin almorzar por un tiempo. Las cosas estaban demasiado tensas entre sus padres; pedirles algo podría provocarles un ataque. Incluso podría hacer que cancelaran sus planes, lo que arruinaría la vida de MJ. Necesitaba que se fueran por su cordura.

 

Al menos no almorzar le permitió evitar toda la incómoda situación de hacer cola. MJ se sentó en la mesa más alejada de la cola y más cercana a la oficina con paredes de vidrio. Pero se sentó de espaldas a la oficina para poder ver a los otros estudiantes entrando al comedor. Optó por sentarse muy cerca de la pared, fuera del camino de todos.

 

Abrió un libro y estudió las palabras en la página. Pero leer en la ruidosa cantina nunca era fácil. Había demasiadas distracciones. Un grupo de chicos gritándose uno al otro, los chillidos y gemidos de chicas mientras trataban de ser lindas o molestas, y un grupo de chicos inmaduros que arrojaban comida a su mesa y luego se reían de eso.

 

Sí. Leer en medio de una orquesta podría ser más fácil que en una cantina.

 

MJ vio a Betty Bryant a la vuelta de la esquina. Había empacado el almuerzo y se saltó la cola por completo. Se movió hacia una mesa exterior donde estaban la mayoría de las chicas populares. Tenía una diadema color plátano en su cabello rubio, lo que le daba un aspecto sofisticado.

 

Betty era parte de los anuncios matutinos y del consejo estudiantil. También estaba a cargo de ayudar a Liz con las decoraciones para el baile de regreso.

 

La siguiente persona que MJ notó que doblaba la esquina era Abraham. Era parte del decatlón académico y un buen tipo en el libro de MJ. Pero se sentó con sus amigos del equipo de debate.

 

MJ vislumbró a un chico de cabello castaño con un suéter, con una camisa con cuello debajo y supo que tenía que ser Peter. Su suposición se confirmó cuando Ned se acercó a Peter con una bandeja de comida y le dijo algo para hacerlo reír.

 

Pasaron por el lado de la comida caliente de la fila, después de conseguir dos pizzas que se veían muy grasientas, y luego se dirigieron al lugar donde se puede comprar leche.

 

MJ observó cómo Ned tomaba dos leches, una de chocolate y otra regular, mientras que Peter solo tomaba una.

 

Cuando se dio cuenta de que estaba mirando demasiado de cerca, MJ rápidamente volvió a su libro. Apresuradamente, recogió algunas palabras con su mente, pero ninguna tenía sentido porque no podía concentrarse.

 

Cuando levantó la vista, Peter y Ned estaban sentados en su mesa, solo que estaban frente a ella y más cerca del borde de la fila. Así que tuvo que mirarlos en diagonal.

 

No era que ella fuera a mirarlos. MJ se iba a centrar en su libro, por supuesto. Pero no pudo evitar escucharlos discutir su proyecto de robótica.

 

—Bueno, Ned, cuando necesitas un nuevo equipo para un proyecto de robótica que se entregará la próxima semana, aprendes a ser creativo.

 

—No, no me digas —Ned cabeceó—. Por favor, no me digas que cartoneaste otra vez.

 

—Valió completamente la pena —Peter sonrió.

 

—Ay, Peter.

 

—Conseguí las piezas correctas para este proyecto y es asombroso. Deberías venir mañana y podemos construirlo juntos. Incluso te prestaré algunas piezas para tu proyecto.

 

—Okey, sí. Me gustaría venir. Pero tienes que dejar de cartonear —Meneó el dedo hacia Peter.

 

—¿Por qué? No estoy robando. Son cosas que la gente tiró. Simplemente le estoy dando un buen uso, eso es todo.

 

—¿Y si te enfermas de nuevo como la última vez?

 

—No me voy a enfermar.

 

—¿Cómo lo sabes?

 

—Porque lo sé, ¿okey? Es que… ya no me enfermo.

 

Ned frunció el ceño—. ¿Qué quieres decir? Todos se enferman.

 

—Bueno, sí, pero…

 

—Te ves enfermo en este momento.

 

Peter entornó los ojos, completamente escandalizado—. Gracias, Ned.

 

—No, hablo en serio. Te ves pálido —Ned frunció aún más el ceño, Ned frunció el ceño, estirando vacilante su mano para colocarla en la frente de Peter, pero Peter se agachó.

 

—No estoy enfermo. Es que no me siento bien.

 

—¿Eso no es lo mismo?

 

—No.

 

Nadie habló durante un rato. Ned fue a comer su pizza y Peter abrió su leche. Estaban comenzando a observar el resto de la cantina tal como lo había hecho MJ.

 

Al fin, cuando sus ojos se posaron en algo que despertó su interés, no pudieron dejar de mirar. MJ se giró para ver a quién estaban mirando y frunció el ceño cuando vio que era Liz.

 

La chica alta y delgada estaba parada en una escalerilla y hablando con Betty.

 

—¿Liz compró una camisa nueva? —preguntó Peter, apoyando su codo en la mesa.

 

—No, hemos visto esa antes, pero nunca con esa falda.

 

MJ puso los ojos en blanco.

 

—Pero probablemente deberíamos dejar de mirar antes de que se vuelva raro —murmuró Peter suavemente.

 

—Demasiado tarde —espetó MJ, y ambas cabezas se giraron hacia ella—. Ustedes son nerds.

 

—Hola Liz, esa se ve tan linda —dijeron dos niñas mientras pasaban con bandejas de comida, señalando la bandera que estaba colgada en la pared.

 

—Gracias —La voz de Liz rezumaba dulzura, tan dulce que te pudría los dientes y te causaba caries. Ella parecía tan falsa. Haciendo una mueca, MJ volvió a leer.

 

Pero luego, algunos tipos estaban causando conmoción, cuando MJ miró hacia arriba, vio que estaban rodeando a Liz.

 

—¿Por qué no respondes a mis mensajes? —preguntó un tipo con una campera universitaria.

 

—Lo siento, Jackson. Estaba tan ocupada planeando el baile que se me olvidó.

 

—¡Siempre estás ocupada planeando este estúpido baile! —rugió Jackson.

 

El otro tipo que estaba parado ahí MJ reconoció como Tiny, uno de los amigos de Flash. Estaba subiendo la escalerilla mientras Liz estaba distraída.

 

—El baile no es estúpido —dijo Liz con firmeza.

 

—No importa. Empiezo a pensar que no te gusto.

 

—Honestamente, no me gusta cómo estás actuando en este momento —dijo, cruzando los brazos sobre su pecho.

 

—¿Oh, sí? —Dio un paso amenazador y Liz se tambaleó hacia atrás—. ¿Sabes qué? No me gusta cómo tú estás actuando.

 

—Déjame en paz —dijo Liz lo suficientemente alto para que todos escucharan. En este punto, Peter y Ned estaban de pie. Así que, naturalmente, MJ también se puso de pie. No iba a dejar que entraran solos en una zona de batalla.

 

—Solo quiero salir contigo. ¿Por qué no me dejas acercarme a ti? —preguntó Jackson.

 

—Es complicado —murmuró Liz incómoda. Obviamente se sintió atrapada y avergonzada y probablemente preocupada de que este tipo no se fuera a mover—. Y como dije antes, estoy ocupada.

 

Jackson se burló y luego señaló con la cabeza a Tiny. Con una sonrisa, el atleta rompió su bandera por la mitad y toda la cantina se quedó sin aliento.

 

La mano de Liz estaba sobre su boca mientras miraba con horror todo su arduo trabajo tirado en el suelo, partido por la mitad.

 

—¿Qué diablos, boludos? —Ese fue Flash. Los alcanzó antes de que MJ pudiera.

 

—Oh hola. ¿Qué pasa, Flash? —Tiny sonrió—. Solo estamos hablando con Liz aquí.

 

—¿De verdad? Porque me parece que estás destruyendo sus cosas.

 

Tiny enarcó las cejas—. Uy, ¿qué estás haciendo? ¿En serio estás defendiendo a esta tipa? ¿Qué? ¿Tienes algo con ella? Jackson ya cantó pri.

 

—Ustedes son malos —gritó Liz. Jackson la agarró de la muñeca.

 

—Hey, déjala en paz, che.

 

Tiny saltó de la escalerilla y se paró frente a Flash—. ¿Qué? ¿Nos vas a obligar? ¿Cuánto puedes levantar, Flash? ¿Cinco kilos?

 

Algunas chicas cercanas se rieron.

 

—Eres tan pequeño que la única razón por la que estás en el equipo de fútbol es porque tu papi lo paga con sus pequeños cheques para la junta escolar —espetó Tiny, poniéndose directamente en la cara de Flash—. Sin ti en la práctica, tuvimos un buen juego por una vez.

 

—¡Basta! —gritó Peter—. ¡Estás siendo malo!

 

Tiny se dio la vuelta y señaló con el dedo a Peter—. Perdón, ¿quién eres tú?

 

—Soy P… Peter.

 

—Tipo, no tienes que responder a eso —dijo Ned—. Ya sabe quién eres. Está siendo un cabrón.

 

Tiny sonrió maliciosamente antes de acercarse a Ned y agarrando el cuello de su camisa.

 

—¿Qué dijiste?

 

—¡Suéltalo! —gritó Liz. Mientras tanto, Flash y Peter apartaban las manos de Tiny de Ned. Pero Jackson agarró a Flash y tiró de él.

 

—Che, pensé que eras copado. ¿Qué diablos? ¿Estás andando con estos nerds ahora?

 

Flash arrancó su brazo de su agarre y sacudió su camisa—. No, claro que no —espetó—. ¡Pero tampoco creo que debas intimidarlos!

 

—Oh, Jesucristo, córtala —Jackson puso los ojos en blanco—. Suenas como uno de esos anuncios contra el acoso que ponen en el canal Disney.

 

MJ sabía que tenía que hacer algo, Tiny todavía estaba tratando de atacar a Ned a pesar de que Peter estaba haciendo un buen trabajo reteniéndolo.

 

—No me golpees en la cara, no me golpees en la cara —seguía repitiendo Ned.

 

Tomando una pizza grasienta de la bandeja de un chico, MJ la golpeó en la parte superior de la cabeza de Tiny.

 

No sabía qué hacer a partir de ahí, pero obtuvo los resultados deseados. Tiny soltó la camisa de Ned para quitarle la pizza de la cabeza y limpiar la grasa que le goteaba por la cara.

 

Peter y Liz estaban reprimiendo risas, e incluso Flash tenía el puño en la boca como si tratara de ocultar su sonrisa.

 

—¡Oh, eso basta! —gritó Tiny, pero antes de que pudiera hacer algo, tres profesores de repente tiraron de todos por el brazo en diferentes direcciones.

 

—Vamos. Se acaban de ganar un viaje al director.

 

Genial. Otro castigo.

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