Los Lanzarredes

Spider-Man (Tom Holland Movies) Spider-Man - All Media Types
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Los Lanzarredes
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Summary
Cuando los Lanzarredes se encuentran castigados por primera vez, son completamente diferentes: un geek, un matón, una reina, un marginado social y un tonto misterioso. Pero cuando deciden hackear la «red» para cambiar sus calificaciones, se forman los Lanzarredes. Usando habilidades de internet, se ayudan mutuamente a través de luchas personales. Después de un tiempo, una cosa se vuelve evidente: sus suposiciones mutuas estaban equivocadas.Una historia sobre la mayoría de edad, basada libremente en el Club de los Cincos. Peter, MJ, Ned, Flash y Liz tienen cada uno sus propias luchas y desafíos y cada uno aprende el poder de comunicarse y encontrar amigos en los lugares más inverosímiles. (Básicamente, si te gusta ver a adolescentes física o emocionalmente traumatizados hacerse amigos, esta es la historia para ti).
Note
Esta obra contiene contenido prestado de varios cómics, películas y series de DC Entertainment, filial de Warner Bros. Discovery. No soy dueña de ni lucro con esa propiedad, y ninguna de mis obras es parte de esa propiedad.título traducido de «Underdog» de Spoon.¡hola, todos! esta es mi primera traducción en este fandom, y eso me emociona mucho. el español no es mi primer idioma, así que puede que haya errors. por favor, hazme saber si notas alguna.como las etiquetas son ingleses, voy a avisarlos que este fic contiene descripciones no gráficas del abuso emocional, físico y sexual. voy a dejar advertencias específicas en las notas de los capítulos.finalmente, voy a traducir para la autora, así que si tienes algo que decirme a mí o a ella, deja un comentario, si quieres.espera actualizaciones cada dos o tres días.¡buena lectura!
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El otro lado

—¿Un juego? —MJ resopló—. Debe ser una broma.

 

—Siéntate, Flash —mandó Liz desde el fondo de la sala.

 

Esta gente no tenía sentido de la diversión.

 

—Tenemos que hacer algo para pasar el tiempo —explicó Flash porque pensó que era obvio, pero por lo visto no.

 

—Se llama nuestra tarea —Liz agitó su gran paquete de biología en el aire. Como si fuera a terminar eso. Ni en pedo.

 

—Sí, sí, podríamos hacer eso. O podríamos jugar un juego.

 

Liz puso los ojos en blanco—. ¿Cuál juego?

 

Todos los demás dirigieron sus ojos irritados hacia la chica, como si dijeran «muchas gracias por preguntar».

 

—Es un clásico. Les va a encantar —Flash se detuvo mientras construía el suspenso, moviendo las cejas juguetonamente.

 

—Estoy pensando en verdad o se atreve —declaró, viendo la mezcla de reacciones de sus compañeros de clase.

 

—¿En qué universo elijo jugar verdad o se atreve contigo? —se burló Liz, cruzando los brazos.

 

Ned asintió, mirando perezosamente su móvil, sin duda jugando algún videojuego aburrido. Parker tenía la cabeza apoyada en el pupitre como si fuera a quedarse dormido en cualquier momento y MJ estaba dibujando en ese maldito cuaderno de nuevo.

 

Flash no estaba seguro de por qué, pero algo en el gesto le hizo hervir la sangre.

 

La ira crepitaba en las venas de Flash al pensar en cómo Parker básicamente arruinó su sábado y sus posibilidades de llevar el auto de su padre a dar una vuelta. Se suponía que iría al mall con Tiny este fin de semana y coquetearía con algunas mamacitas, pero ese plan se había ido al garete. Todo gracias a Peter.

 

Pero Flash tenía otro plan. Tenía que haber algo sucio que pudiera encontrar sobre Peter y este juego iba a ayudar con eso. Pero primero, necesitaba involucrar a todos. Empezando por su mayor crítica, Liz.

 

—¿Qué pasa, Liz? ¿Miedo a un pequeño juego?

 

—Claro que no. Es que… no necesito jugar contigo.

 

—Ahora, ¿qué diablos quieres decir con eso?

 

—Ya sabes…, tú eres y yo soy yo.

 

—Liz, me dueles —Flash colocó una mano sobre su corazón, dolor falso escrito en su rostro—. ¿Quieres decir que no te gusto?

 

Liz se movió incómoda—. Bueno… Es decir… Tú andas con tu gente y yo ando con la mía. Eso es todo.

 

—Oh, ya veo. Tienes miedo.

 

—No. Es que…

 

—Me tienes miedo, porque soy un tipo popular imprudente, y tú tienes miedo de que te haga hacer algo loco o vergonzoso y podría arruinar tu oportunidad de ser popular también.

 

—¡No! Es que no creo que deba someterme a algo posiblemente vergonzoso…

 

—Lo sabía.

 

—…sin una buena razón.

 

—Liz es una cobarde, ¿y tú, Parker? ¿Estás dispuesto a jugar?

 

Cada onza de cansancio abandonó el cuerpo de Peter en ese momento; estaba completamente despierto mientras consideraba la situación cuidadosamente.

 

—No sé…

 

—Ya venga. Va a ser divertido.

 

—Yo lo haré —dijo MJ desde la esquina trasera. Eso basta.

 

—Perfecto, ¿alguien más? —Flash se encogió de hombros ante el silencio—. Okey, ¿verdad o te atreves?

 

MJ parecía estar sopesando sus opciones, como si estuviera inventando una fórmula en su mente para el tipo de preguntas que Flash podría hacer. Por fin, respondió—. Me atrevo.

 

—Qué bien —Flash sonrió—. Te reto a que bailes breakdance por treinta segundos.

 

MJ puso los ojos en blanco, pero se levantó—. Bien, pero necesito música.

 

Flash sacó su móvil—. La tienes.

 

Una vez que comenzó a sonar, la habitación se llenó con un suave ritmo sensual. MJ los fulminó con la mirada mientras los demás se reían de la canción sexy que Flash tenía en su móvil.

 

—No quiero saber por qué escuchas eso —se rió Liz.

 

Siguiendo el ritmo, MJ comenzó a moverse y balancear su cuerpo. Era como si fuera una bailarina de hula secreta que hacía actuaciones profesionales. Sus habilidades fueron impresionantes mientras sus pasos se manifestaban ante los ojos de sus compañeros. El tempo aumentó y sus movimientos también.

 

Mierda, MJ puede bailar.

 

Sus caderas y piernas se movieron al ritmo y MJ terminó con un giro perfecto.

 

Se estaba riendo cuando se sentó. Pero todos los demás estaban aplaudiendo y gritando, así que se puso de pie e hizo una reverencia. Normalmente, esta chica era tan torpe y tímida que Flash rara vez veía su cara fuera de un libro. Pero ese baile la hizo parecer una persona completamente nueva.

 

—¿Dónde demonios aprendiste a bailar así? —preguntó.

 

MJ se encogió de hombros—. Mis padres me obligaron a tomar clases de baile. Es tu turno.

 

—Sí, okey. Yo también me atrevo —dijo Flash, no nervioso para nada.

 

—Te reto a que hagas 100 flexiones —dijo Ned.

 

—Ah, ah, ah —Flash sonrió—. Solo los jugadores pueden retar. MJ, es tu decisión.

 

La chica sonrió satisfecha—. No, está bien, Ned. Tengo algo mejor. Te reto a que le des serenata a Peter.

 

Peter enarcó las cejas.

 

—Y hagas un strip tease.

 

Ned se echó a reír y Liz lo siguió segundos después. Peter miró a MJ como si estuviera tratando de averiguar cómo la lastimó. Mientras tanto, Flash intentaba mantener los puños a los costados. Felicidades, MJ, llegaste a mi lista negra. Flash totalmente se iba a vengar de ella.

 

—Nadie quiere ver esto —dijo Flash mientras se acercaba a Peter.

 

—Oh, estoy de acuerdo —agregó Peter—. No necesito esto grabado en mi cerebro.

 

Flash cabeceó, pero decidió que dejarse llevar sería el mejor camino. Llegó adonde estaba sentado Peter y desabrochó el primer botón cerca del cuello de su camisa.

 

—Dios mío —Peter fingió vomitar riendo, con el rostro ardiéndolo, repantigado en su asiento. Todos los demás estaban carcajeándose, pero nada podría prepararlos para el momento en que Flash comenzó a cantar.

 

—Baby, you light up my world like nobody else. The way that you flip your hair gets me overwhelmed —La camisa de Flash ahora estaba medio abierta, mientras que Ned y MJ estaban en el suelo riéndose hasta llorar.

 

—And when you smile at the ground it ain’t hard to tell. You don’t know oh oh… You don’t know you’re beautiful.

 

Flash se derrumbó en carcajadas y Peter se tapó la cara con las manos, murmurando—: ¿Por qué yo? —Pero él también estaba sonriendo, Flash podía escucharlo en su voz.

 

—Vaya. Eso estuvo bien —MJ se rió entre dientes y Flash tomó asiento frente a ella.

 

—¿Ya ves? Les dije que sería divertido —dijo—. ¿Alguien más quiere participar ahora?

 

—Siento que ya he participado —murmuró Peter.

 

—Oh, te encantó, Parker —bromeó Flash, echándole un guiño.

 

—Mi meta diaria de hacerle sonrojar por el día se ha logrado —susurró MJ, revisando algo en su cuaderno.

 

—Yo jugaré —dijo Ned, con una gran sonrisa en su rostro.

 

—Okey, ¿verdad o te atreves? —preguntó Flash, todavía esperando poder sacar algo sucio de Peter, pero en realidad estaba disfrutando el juego más de lo que pensaba.

 

—Me atrevo, supongo.

 

Flash asintió, sorprendido de que nadie hubiera escogido verdad todavía.

 

—Okey, te reto a que… —tuvo que pensar en algo rápido— …cambies mi nota de química.

 

Hubo un grito ahogado tanto de Peter como de Ned. Habrías pensado que les pidió que mataran a un animal por la forma en que miraban. Ay, cálmense.

 

—No puede hacer eso —dijo Peter con voz ronca.

 

—¿Por qué no? Le reté. No tiene opción.

 

—Es ilegal cambiar tu nota. Se llama deshonestidad académica. Puede que lo suspendan, o peor aún, lo arresten.

 

—¿Lo pueden arrestar por cambiar una nota?

 

—Sí, y por violar el sistema informático. No puede hacer esto. Rétale con algo más.

 

—No lo arrestarán si no lo pillen —respondió Flash, con una sonrisa bailando en sus labios. A Parker no le hizo gracia.

 

—¡No debería tener que arriesgarse!

 

—Está bien, Peter. Puedo hacerlo —dijo Ned en voz baja.

 

—Ned, no seas estúpido. El hecho de que puedas no significa que también debas.

 

—Lo sé. Pero no me importa. Es un poco divertido arriesgar cosas detrás de escena. Es como si yo fuera «el tipo en la silla», ¿sabes? Todos los superhéroes de mi videojuego tienen un tipo en la silla. Y ese puedo ser yo.

 

—Hey, nerd, no sé de qué estás hablando, pero no deberías hacer esto —dijo MJ, respaldando el punto de Peter.

 

—No se preocupen, tipos; estoy 96% seguro de que no me pillarán —dijo Ned mientras abría su portátil.

 

—Dios mío —farfulló Liz, mirando hacia el techo—. Esto es tan estúpido.

 

—¿Por qué 96? —preguntó MJ.

 

—Tipo, ¿qué pasa si el Sr. Murch regresa? Para —suplicó Peter, pero Ned estaba comenzando a hackear el sistema de la escuela. Números, letras y códigos estaban por todas partes.

 

Tomó un tiempo, pero Ned logró completar la tarea sin que lo pillaran. Cuando terminó, todo el grupo estaba reunido alrededor de su pupitre, mirándolo con atención.

 

—Así que, ¿solo escribes ese código y cambias mi nota?

 

—Debería —dijo Ned, los dedos volando en las teclas. Por fin, la calificación de química cambió de B a A.

 

—¡Lo lograste! —agarró el hombro de Ned, sacudiéndolo ligeramente—. ¡Estoy súper impresionado, hombre!

 

—Sí, felicidades. Cometiste un crimen —dijo Peter, poniendo los ojos en blanco mientras regresaba a su silla.

 

—No le hagas caso, Ned. Yo pensé que era copado —dijo Flash, palmeando su espalda.

 

—Vamos, tipos. Continuemos —Liz sonrió tímidamente y Flash se sintió satisfecho de que más personas estuvieran dispuestas a participar.

 

—Vale, ¿verdad o te atreves, Srta. Allan?

 

—Eh… verdad.

 

—Ah, ¿diferente, no?

 

—Bueno, alguien tiene que escoger verdad.

 

—Okey, déjame pensar —Flash se pasó un dedo por la barbita de tres días.

 

—¡Yo tengo uno! —exclamó Ned.

 

—Okey, adelante, gordo —Flash le palmeó el hombro de nuevo. Ned levantó las cejas ante el insulto, pero Flash sonrió y lo animó a continuar.

 

—Sí. Así que, Liz… ¿Estás enamorada de alguien aquí?

 

—¿Qué? Uh —Sus mejillas se pusieron de un rojo escarlata—. No.

 

—¿De verdad? —bromeó Flash—. Porque soy bastante increíble.

 

Liz se detuvo. Sus labios estaban entreabiertos como si quisiera decir algo, pero estaba tratando de elegir las palabras correctas.

 

—No tengo tiempo para pensar en esas cosas.

 

—¿En los enamoramientos?

 

—Sí —susurró, oleadas de incomodidad fluyendo de su lenguaje corporal. Esto era difícil de discutir. Pero Flash no podía entender por qué. Liz era hermosa, inteligente, simpática y popular. No debería ser tan consciente de sí misma. Pero estaba actuando como Peter con su murmullo nervioso.

 

—¿Es eso muy raro? Solo estoy concentrada en la escuela y esas cosas. No me gusta quedar atrapada en todos los chismes pese a lo que puedan pensar —explicó Liz, nerviosa.

 

—No es raro del todo —comentó MJ—. Es un poco copado, en realidad.

 

Flash se tomó un momento para ordenar sus pensamientos enredados. MJ y Liz no se llevaban bien exactamente, así que verlos defenderse entre sí fue realmente extraño.

 

—Gracias, MJ. Es mi turno ahora. Así que, Ned, ¿verdad o te atreves?

 

Dejar que Liz lo retara podría ser peligroso. Tenía ese brillo en los ojos como si pudiera pedirle que corriera desnudo por los pasillos.

 

—Verdad, por favor.

 

Por lo visto, Ned estuvo pensando lo mismo. Flash lo abrazó en la espalda una vez más, felicitándolo por haber tomado la decisión inteligente. Una verdad era mejor que un reto cuando venía de una chica enfadada.

 

—¿Has llorado en la escuela antes?

 

Ay. Quizá un reto hubiera sido la mejor opción.

 

Ned se encogió de hombros con calma—: Sí, lo he hecho. ¿Quién no?

 

—Buen punto —farfulló MJ.

 

—Yo no —exclamó Flash, aturdido—. ¿Qué le pasaba a esta gente?

 

—Pero apuesto a que has llorado por la escuela, ¿verdad? —preguntó Liz, y Flash se encogió de hombros.

 

—No es mi turno, no es mi verdad para decir —dijo antes de volverse hacia Ned—. ¿Cuándo lloraste en la escuela?

 

Ned agachó la cabeza—. Después de que me llamaste Umpa Lumpa, me escondí en el baño en vez de ir a almorzar y… ya sabes… dejé salir algunas emociones.

 

—Oh, así que ahí es donde fuiste —susurró Peter.

 

Flash miró parpadeando a Ned como un búho, tomado por sorpresa por la acusación inmediata.

 

—¿Te hice llorar?

 

—No suenes tan sorprendido —murmuró MJ—. Acosas a todo el mundo. ¿Cómo crees que reaccionan?

 

Flash hizo una mueca. Se lo merecía, supuso. Pero nunca había tenido la intención de causar ningún daño grave. Pretendía ser divertido. Todos en el equipo de fútbol se reían cada vez que hacía ese tipo de bromas. Vamos, ¿quién se tomaba en serio «Umpa Lumpa»? Pero aquí estaba Ned diciendo que Flash lo había lastimado. Lo había lastimado de la misma manera que el padre de Flash lo lastimaba.

 

Solo quería ser divertido. Por otro lado, eso era lo que su padre decía siempre que insultaba.

 

«¿Vas a quedarte en ese sofá todo el día y ver la tele, perezoso?»

 

«Es mi único día libre, papá. Además, hice todas mis tareas».

 

«Fue broma. Aprende a aceptar una broma».

 

Pero no era divertido. Definitivamente no era divertido cuando sucedía todos los días. Similar a la frecuencia con la que se burlaba de Ned. ¿Podría Flash realmente estar actuando como su padre?

 

—Lo siento —dijo, al fin. No era una disculpa suficiente por hacer llorar a Ned, pero era todo lo que podía manejar por ahora con sus pensamientos acelerados y confusos—. Lo siento mucho.

 

Ned se encogió de hombros y le ofreció a Flash una pequeña sonrisa—. Hey, tipo, gracias y todo. Pero estoy bien. Me sentía un poco deprimido ese día.

 

Esa era otra cosa con la que Flash podía relacionarse. Tenía muchos días en los que se sentía triste o deprimido con el mundo. El secundario era genial en una cosa y eso era desalentar los estados de ánimo. Pero no era del todo la escuela lo que lo hacía sentir tan triste. A veces las cosas en casa iban mal y Flash lo traía consigo a la escuela. Simplemente nunca había pensado en cómo sus métodos de afrontamiento podrían afectar a otras personas. Tal vez Ned también estaba pasando por algunas cosas en casa.

 

—Lo siento.

 

—Ahora suenas como Peter, siempre disculpándose —MJ se rió.

 

—Creo que es un milagro: Flash Thompson realmente se disculpó —Liz soltó una risita y se tapó la boca con la mano.

 

Flash estaba a punto de responder, cuando por el rabillo del ojo vio al Sr. Murch caminando por el pasillo.

 

—¡Mierda! ¡Murch viene! —gritó, mientras todos levantaban la cabeza, pasando a una página aleatoria en sus paquetes de biología.

 

Cuando el Sr. Murch entró, examinó la habitación con desconfianza. Luego de la última vez, Flash no podía culparlo por ser demasiado cauteloso. Después de todo, se habían peleado. Eso también había sido culpa de Flash. A veces se enojaba tanto que daba miedo.

 

Pero esta vez, el profesor no tenía nada que atrapar. Sin peleas, sin drama, solo unos pocos adolescentes hablando de la vida.

 

La práctica de fútbol debió haber terminado porque el Sr. Murch se quedó en la habitación por el resto del día. No hacía falta decir que el resto del día se prolongó, pero por un rato Flash se había divertido. Así que sí, tal vez no tenía nada sucio sobre Peter, pero no le importaba. Flash se lo había pasado bien, y eso valía más para él que cualquier otra cosa.

 

Además había aprendido algo hoy. Estaba lastimando a la gente con sus bromas. Entonces, aunque estaba enojado con el mundo, Flash no iba a lastimar a nadie.

 

No quería lastimar a nadie nunca más.

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