
En menos de dos horas.
Parte 1
Al pensar en otro mundo, pero igual al tuyo, probablemente, se te venía a la cabeza uno donde algunas cosas son lo contrario, donde tal vez no existan los números o la humanidad, o que los edificios flotantes existan. En cambio, cuando Peter sale del portal, se encuentra en un callejón común y corriente.
—Karen, no quiero contradecirte, pero no veo ningún súper villano gritando mi nombre.
—Este fue el primer lugar donde se localizó la actividad interdimensional, la anomalía no debe estar lejos.
Viejo, por lo menos los autos voladores, piensa, esperando ver eso al final del callejón. Ve una calle, ve un árbol, edificios que no son de otro mundo (a pesar de estar en otro mundo). Sus esperanzas caen cuando humanos y no seres místicos pasan frente a él.
—Bueno, a trabajar.
Según recordaba (la para nada escalofriante advertencia), tenía menos de dos horas para evitar que la anomalía comience a des-pixelarse y destruya un universo entero sin darse cuenta (Gracias de nuevo, Karen). Volvió a observar su reloj, igual que hace unos segundos, bien, no estaba alucinando.
Empezó por recorrer, es de noche, así que es el momento de brillar de los locales y edificios a su alrededor, las deslumbrantes luces aparentan llenar cada rincón, tampoco se hace menos a los ruidos excesivos junto con la cantidad igualmente excesiva de vehículos. Las personas cuales corrientes de un río pasan sin siquiera voltear a un lado. Casi como New York, con pequeñas diferencias.
Se quita la capucha para mirar mejor. Puesto que es una especie de turista, esconder su rostro no ayuda con su imagen del típico chico promedio. O tal vez la gente pensaría que es un fugitivo de otro país. Se recuerda que aquí no hay fotos de su alter-ego en ninguna de esas pantallas de noticias locales, aún mejor, la cara de JJ Jameson no está. Culpa a esta paranoia sin sentido a los neoyorquinos obsesionados con Spiderman. Tranquilo, Parker.
Volviendo al tema, el típico chico promedio no aparenta ser un criminal buscado, así que, nada de capuchas.
Entonces (no es que Peter quiera cambiar de tema, de ninguna manera sería ese caso), si no hay un periodista obsesionado con arruinar héroes... ¿Significa que no existen héroes? Nadie de estas personas a su alrededor aparenta haber sobrevivido algo mortal más que un lunes de trabajo. Hasta se atrevería a decir que nunca presenciaron una nave alienígena en forma de dona tratando de aterrizar sobre ellos. Apuesta su colección de figuras de Star Wars a que el acontecimiento más increíble fue el hombre pisando la luna. Si es que este ambiente del siglo XXI no lo engaña.
—Una vida sin ver el video de reflexión del señor Rogers, suertudos.
Una vida sin los Vengadores, sin super soldados, sin magos poderosos, supone que eso incluye sin invasión de sujetos con complejo de Dios. Podría vivir con eso. Incluso se lo imagina, un Peter Parker (si es que en este mundo existe) teniendo una vida tranquila y pacífica, sin suegro malvado, no cinco años de su vida perdidos, ni súper idiota rencoroso con cabeza de pecera. Ingresando al MIT con sus amigos... May estando ahí para apoyarlo... May despidiéndose mientras lo abraza...
Como sea, quien quiera que sea, el Spider-Man de este universo debe...
Un momento.
No invasión de sujetos con complejos de Dios, por lo que no hay nada que defender, por lo que no hay héroes. Por lo que... el Spider-Man de este universo no debe existir. No hay un Spider-Man aquí. No existe. Porque no hay mordedura de araña radiactiva. Porque no hay idiotas que quieran poderes de superhéroes. Que cara...
—¡Fíjate, animal!
—Lo siento, señor.
¿Ahora que hace? ¿Qué se supone que debe hacer? ¿Cómo reaccionarían los ciudadanos ante dos sujetos disfrazados peleando? ¿Qué harán cuando un adolescente disfrazado de araña les pida correr?
—No, no, no seas idiota Parker, así no funciona —dice. Es imposible que un villano relacionado con Spider-Man no acabe en un lugar que no tenga nada que ver con Spiderman, es imposible—, viste el video de iniciación, lo que golpeo el colisionador fue a Spiderman. Solo cosas de Spiderman están metidas. Eso dijeron, pero... ¿Y si algo más estuvo metido? ¿Aviso a Lyla? Esto no estaba en el vi... Oh, yo, eh, que Lindo su bebé.
La mujer empuja el carrito, sin mirar atrás.
—Relájate Parker, no importa si no existen los héroes, porque Spider-Man sí. Todos pueden ser Spider-Man, con o sin la máscara, así que tal vez existe la probabilidad de que un policía, o un bombero, o un bombero policía sea el amigable protector de un vecindario.
Pequeño, aunque sea un minúsculo detalle, pero debe haber una cosa que comparte con este Spiderman. Debe existir uno.
Peeeero... necesitas en este mismo instante al Spider-Man. La voz de su subconsciente se burla. Dios: ¿Hasta su propia mente está en su contra? ¿Significa que hará esto solo? ¿Sin ninguna ayudita? Peter solo puede rezar para que la anomalía no sea un Rino, o peor... un Buitre del renacimiento. No llevaba ni veinte minutos y ya extrañaba la seguridad de su harapiento departamento. Necesita salir de este lugar, este mundoL
—Si fuera un chico malo ¿Qué haría? Permanecer oculto, algo poco probable; tal vez pedir ayuda, puede ser; o destruir lugares pensando que estás en tu universo.
Aquí la pregunta ¿Cuándo y dónde? Podría ser en cualquier momento si es un villano de Spider-Man, pero el dónde aún no tiene respuesta. No va a ser fácil, se dice a sí mismo, mientras se detiene frente a Los mejores HotDogs de Central City.
De Central City
Eso fue fácil.
¿Qué sigue después? ¿Buscar lugares importantes y esperar que lo destruyan? Por favor. Los villanos de Spider-Man jamás, de los jamases, habrían de ser tan idiotas como para lanzarse a destrozar cualquier lugar llamativo. Aunque, pensándolo bien... Nop, bueno, puede que algunos, y no todos. Pero descubrir que no estás en tu hogar, en tu país, en tu maldito mundo e ir a destruir un lugar grande o un monumento de valor histórico definitivamente... ellos... de ninguna manera serían capaces... por supuesto que es un rotundo no. Ellos no.
Oh ¿A quién engaña?
Podría tener o no tener la razón (muy probable la tiene), decidió arriesgarse cuál ruleta rusa, se acercó a una persona, que resultó ser un chico de secundaria, y le pregunto. Este lo miró extraño, aunque igual le contestó con un tono sarcástico:
—Pues el museo de Flash, genio.
...
Con un objetivo y una dirección, en tanto espera en la parada del autobús, un poco alejado de posibles curiosos, comienza a marcar un número en su celular, de inmediato la voz de Karen le responde.
—Eh, Karen ¿Puedes rastrear un satélite? —pregunta, observando disimuladamente por si alguien lo escucha.
—Hay un satélite que circula dentro de mi radar, pertenece a las Empresas LexCorp.
—Genial ¿Cuánto te tomará?
—Tal parece que tiene un buen sistema contra intrusos, entrar completamente a su base de datos tomará más de una hora.
—El tiempo es lo último que tengo. Mejor déjalo Karen.
Cuelga justo a tiempo cuando el autobús llega, se sube y paga. Se siente en el fondo, donde tiene la ventana a su izquierda.
Hasta ahora, (la recién descubierta) Central City se veía como cualquier otra ciudad, solo que de un universo que no es suyo. Arquitectura Moderna. Gente por todos lados. Ruido y luces las veinticuatro siete. Pero había una cosa que no encajaba: tienen un buen sistema de defensas ¿y no hay tecnología avanzada? Porque, si son capaces de hacer que a Karen le tome algo de tiempo entrar en su sistema, entonces, deberían estar a la vanguardia, no tanto a la altura de Industrias Stars o Wakanda. Aunque, no hace mucho que tuvo que reprogramar a Karen para darle algunas piezas a Edith, tal vez tocó una red que redujo su funcionamiento. Un enigma sospechoso que no encuentra solución, aún.
Por otro lado, el lugar a donde iba tampoco deja de estar en su lista de rarezas misteriosas. Tenía muchas preguntas y cero respuestas. ¿Será este museo de Flash los planes de una máquina revolucionaria? ¿O es un hombre de la ciencia? El museo de Flash, nunca escucho de uno en su mundo, o por lo menos que sea tan reconocido que no saberlo te hace ganar la burla de un chico de secundaria
¿En serio miro a Peter así? Como si, en vez de preguntarle, cuál es el monumento importante de Central City, haya querido saber quién es el presidente de los Estados Unidos. No es que supiera de todos modos, pero ese no es el punto, el punto es que Flash, sea un qué o quién, representa una magnitud tan indispensable que es imposible no saberlo. Admite que no es un genio en geografía, pero su A+ no está de demás, y nunca escucho de esta ciudad. Así que, un universo con nombres diferentes. Cordial. La suerte de Parker ataca de nuevo, esta vez, en forma de un universo que no sabe ni dónde caer muerto.
De la nada siente un hormigueo. Pero eso queda en segundo plano cuando su celular suena. Peter se encoge en su asiente, mirando a su alrededor, le pregunta a Karen que sucede.
—Es la anomalía, su ubicación cambio —dijo—, empezó a moverse.
Me lleva la...
—No habla en serio.
—Para su mala suerte, sí.
Noto que una mosca volaba cerca suyo.
—Pero dijiste...
La mosca aterrizo en una parte de su cabeza.
—Estoy consciente de lo que dije, sin embargo, encontré un rastro que evidencia mi teoría de que la anomalía estuvo moviéndose, se trata de un disturbio protagonizado por un personaje actuando agresivamente.
—Karen ¿Si sabes que existen idiotas en el mundo?, ¿verdad?
Trato de atrapar al insecto, fallo.
—Las personas de ahí lo describieron como alguien extraño, psicópata aseguran algunos, puesto que al principio se comportaba amable y generoso, generosos. Luego, unos minutos pasaron, en ese transcurso algo lo perturbo y su comportamiento cambio.
—No significa que sea la anomalía, Karen, ese sujeto seguro es...
Volvió a intentar atrapar a la mosca.
—Peter, un testigo dice que lo escucho hablando solo.
Volvió a fallar.
—Lo que entiendo, es que es un lunático.
Otra vez lo mismo.
—Dicen que parecía resistir, como si estuviera peleando consigo mismo.
Dejo de prestarle atención a la mosca.
—¿Que me estas tratando de decir?
—Un ser con rasgos humanos, de cabello color castaño, de la edad de un adulto mayor, tomo un autobús a las 09 p.m., este hombre comenzó a comportarse extraño: pelear consigo mismo. No hablar, pelear.
—Karen, espero que no sea lo que creo.
—Casualmente, poseo en mis archivos este comportamiento clasificado como uno de los síntomas que sufría Norman Osbo...
—Duende Verde murió, es imposible.
—Por lo que sé, estas sentado en un vehículo de otro mundo, que, de hecho, es un multiverso. La palabra imposible es lo único imposible en este momento.
—¿Cuándo aprendiste a hablar así?
—Hay una probabilidad de que Norman Osborn...
—Bueno, para tu mala suerte, sabes bien que el único que habita en la mente de Norman es Norman.
Como ya lo esperaba, Karen no se rindió e insistió. Peter juro escuchar algo como la irritación en el tono de voz.
—La probabilidad de que una variante de Norman Osborn deambule por esta tierra es completamente posible.
—Karen...
—Quiero mencionar que tanto Spiderman como sus villanos tienen variantes esparcidas por todos los multiversos.
Variantes. Multiversos. Y a pesar de aquello, tiene que volver a suceder.
La risa, esa estúpida risa. La recuerda perfectamente, no importa cuánto pasara, no importa los meses, los años, el tiempo que transcurriera, jamás la olvidaría, y Peter jamás querría volver a escucharla. Él no se siente ni no está listo para eso.
—Peter, el trauma que...
No quiere oírlo cancanear, no quiere verlo sonreír, no quiere ver en absoluto al Duende Verde. No quiere ver a ese asesino.
—¿Dónde dijiste que se fue?
La mosca no dejo de pulular a su alrededor. Comenzó a molestarlo. Karen no respondió de inmediato, como si estuviera dudando de darle la información. Lo que, de nuevo ¿Cuándo lo aprendió?
—Hacia el este.
La mosca no paraba.
—¿Qué tanto?
Golpeo su columna, esperando sentir al insecto. No sintió nada más que su piel. Lo cual fue extraño, porque sintió algo zumbando en su cabeza. Pero si no era una mosca ¿Qué...?
No es una mosca.
—No lo suficiente para ser demasiado, debes...
Es un hormigueo. Las voces y el ruido desaparecieron. Su sentido arácnido era el único que no callaba, gritaba peligro.
Antes de que se diera cuenta, ahora él gritaba al conductor.
Escucho golpes, gritos, no entendió nada ni quiso, de a poco las voces, el ruido, todo, desapareció. Miro y miro a su alrededor tratando de describir la aMenaza; solo cuando su sentido arácnido disminuyo volvió a la realidad, donde fue recibido por las quejas de los pasajeros y del conductor.
Estos mismos fueron interrumpidos cuando una pared exploto justo en frente suyo, a casi un metro del autobús...
...
Para mí que Karen será el Alfred de Peter, porque ni la conciencia de este man puede hacerlo entrar en razón.
En mi corazón y en mi fanfic, el museo de Flash siempre estará en Central City.
Y para el que no lo crea así, está bien, respeto tu opinión... pero mi metralleta no.