
Chapter 2
El gato negro perdido en Gotham
Dia perdido 2
Felicia sostuvo el pedazo de vidrio roto, cerca de la yugular. No era alguien demasiado violenta, pero era buena fingiendo que si.
"Hablas en serio?"
La voz al otro extremo sonaba incrédula y algo asustada, Felicia acerco la parte más punzante y rozo el cuello de la mujer. Su mirada era fría pero calmada. No iba a matarla, pero si asustarla un poco. Si la tomaba por loca pues actuaría como tal.
"Te parece que estoy bromeando?"
Felicia escupió con indiferencia mientras sostenía el cuello de la ropa de la muchacha frente a ella cerca al pedazo de vidrio. Sus ojos eran fríos y no bromeaban en absoluto. La biblioteca pedía una registración de identidad para acceder a las computadoras. Ella no llevaba nada de eso consigo cuando despertó por lo que no pudo entrar.
"Ugh."
Ella la sujetó alto mientras señalo un poster junto a la máquina de periódicos.
"Yo pregunto, tu hablas. simple. Perdí la memoria y quiero terminar con esto, ok?¿Quiénes son ellos?” Felicia indicó con la mirada.
"L-la Liga de la justicia,… los héroes que protegen el planeta?"
Ella se quedó en silencio para meditar unos segundos, la muchacha contuvo la respiración por el miedo, aunque también podría ser por el olor que estaba desprendiendo su cuerpo ahora. Probablemente se ve peor de lo que imagina y agua tibia seria un lujo, lo quiere ignorar por el momento, su sentido del olfato esta un poco roto ahora y no distingue mucho que cosa es lo que huele peor, ella o esta situación, como sea; le resta importancia.
"Nómbralos."
La muchacha confundida abrió la boca con urgencia y empezó a nombrar a cada uno de los héroes del poster más una pequeña descripción de que eran o que hacían a pedido de Felicia. Ella escuchó en silencio. Un par de semidioses, un alienígena, un chico que corría rápido, un Hawkeye verde y el Darth Vader emo; el contraste con los Vengadores la hizo fruncir el ceño, porque ellos no aparecían en ninguna parte. Los nombres de la liga le parecieron ridículos, los olvido porque en ese momento se dio cuenta de algo que estaba queriendo ignorar. Ella mordió sus labios y sacudió la cabeza ligeramente. Uff... su cavidad nazal ardió de nuevo, no se sentía bien.
No, no no no…
Felicia apretó su puño derecho hasta que su palma se puso pálida, modulo su respiración y su rostro neutral volvió sin cambios inmediatos, no obstante, sus labios temblaron, su mano izquierda soltó a la muchacha confundida que la miraba como si estuviera loca. Ella miro el cielo despejado sobre ella. Felicia sonrió incrédula. Su respiración se agitó por un momento, pero al darse cuenta froto su ceño fruncido varias veces.
No pierdas la calma. Se repitió a sí misma.
Una desgracia a la vez.
Ella soltó un suspiro, se forzó a tranquilizarse y se enfocó en lo principal. Felicia ya no estaba en su hogar. Lo único que recordaba antes de recuperar su conciencia era su cuerpo deshaciéndose frente a ella mientras sus ojos se cerraban entre el frio y la oscuridad. Ella murió, aunque no sabia la razón fue consciente de este hecho. Tenia una seguridad desconocida en ello como estaba segura de que su nombre era Felicia Hardy, lo cual también la hizo sentir insegura. Si estaba muerta entonces no podría regresar a casa, pero también quiso ignorar este hecho cuando despertó en ese callejón maloliente. Al menos, de alguna forma… tenia que haberla, podría haber magia en este mundo también. Si las razones de su muerte fueron mágicas o algo así tal vez habría algún tipo de magia extraña para devolverla a casa. Un gato tiene nueve vidas no?
Ella era una Hardy, su mundo no se desharía de ella con facilidad. Un paso a la vez. Ella logró estabilizar su mente y aclaro sus pensamientos, aflojo su puño, cuando de repente algo la atropello con violencia.
"Mier-!"
"Atrás, atrás o la mato!". La mujer que amenazo antes se escapo antes de que ella pudiera reaccionar. No la culpó. Ella hubiera hecho lo mismo.
Ah... tienen que estar bromeando. Felicia ahogo un grito en cuanto el hombre la sujetó.
Esto es lo que faltaba, pensó, apretó lo dientes incrédula por la situación.
Un hombre la habia inmovilizado y ahora estaba sujeta mientras una pistola rozaba su sien.
Maldición.
Al principio creyó que se sentia perdida porque no conocía bien New Jersey y tal vez olvido que existia una ciudad llamada Gotham o algo asi. No era mala en geografia pero la memoria humana era fragil, no obstante, podria regresar a casa. Las noticias que vio en la calle sobre el tipo volador la hicieron sentir confundida pero tal ves seria solo por que era una ciudad apartada, ella creia eso luego de leer el periódico antes. El hombre seguía apuntando la pistola a su cabeza mientras la sujetaba y rodeaba su cuello con su brazo. Su respiración era errática y pesada, la sentía en su cuello. Felicia apretó los dientes, tenía que ser cautelosa y solo moverse en el momento correcto.
Felicia maldijo la ciudad en su mente. No pudo tener ni un momento de paz. Esta ciudad era una-
"Creo sería mejor si te calmas."
Una silueta aterrizo cerca de ellos con suavidad, el matón no desaprovechó el momento para dispararle repetidas veces, pero ninguna bala logró darle ya que el hombre frente a ellos los había esquivado mientras retrocedía un poco. Felicia lo observó.
Hombre joven, buen sentido del equilibrio, ágil y al parecer entrenado. Debía ser uno de los héroes de Gotham que menciono la mujer. El matón había apretado su cuello para que ella se moviese así que uso el momento mientras disparaba para concentrarse en el pie izquierdo del hombre y este se tropezara con sus propios pies mientras retrocedía. El enmascarado aprovecho que el matón se cayó para abalanzarse sobre él e inmovilizarlo mientras Felicia tocaba su cuello y recuperaba el aliento con leves jadeos a unos metros de ambos. Su habilidad de suerte la había salvado de nuevo, por un momento tuvo miedo de que no funcionara, pero a parecer el destino no fue tan malo esta vez, espero que el enmascarado no lo notara y evito hacer contacto visual con el joven enmascarado.
“Estas bien?”
Él se acercó a ella y Felicia asintió mientras hacia un ademan con la mano, se estaba acercando para comprobar como estaba, pero ella lo detuvo. El parecía que iba decirle algo mas, pero en ese momento se escucho un murmullo en su comunicador, sintió que el enmascarado frunció el ceño, luego de oír algo que Felicia no entendió, se fue rápidamente. Ella suspiró aliviada que el enmascarado se haya llevado al tipo con el y se puso de pie. Miro la ciudad de nuevo y a las personas que transitaban por las calles con una expresión complicada. El aire húmedo entro en sus pulmones, parecía que iba a llover de nuevo.
Mientras caminaba Felicia miro un par de vestidos en el mostrador de una tienda de ropa, se vio reflejada usando uno de esos vestidos y soltó un bufido divertido, luego su vista paso a algo mas que la ropa frente a ella.
Se acerco más y tocó su reflejo en el cristal con la punta de sus dedos, luego llevo su otra mano a su mejilla. Por alguna razón sentía que su cara se veía un poco más joven, no era un gran cambio ya que originalmente tenía 20 años pero aun sentía un leve cambio. Si calculaba bien era una diferencia de tres años, no era mucho. Otro cambio ligero fue el color de sus ojos, el profundo azul zafiro parecía que se había bañado de luz dorada para transformarse en un verde intenso y brillante. Si ignoraba su piel demacrada, el cabello sucio bajo su gorra y se viera en su mejor momento, no se veía mal.
Nada mal.
Siempre fue una belleza y una ves estuviera en mejores condiciones sería una belleza de nuevo, una fuera de este mundo, ja.
Con una sonrisa torcida se aparto del cristal y metió sus manos a los bolsillos. Lo siguiente es la nueva identidad, ella no existe aquí.
"Achoo-!"
Oh. Felicia froto su nariz con sus delgados dedos esperando que no fuera indicio de algo mas.
Necesita mas información de una fuente confiable y registrar su nombre en alguna parte, luego de vagar por East End había encontrado un viejo orfanato abandonado que parecía no estar habitado por nada además de ratas así que tenía un refugio. En cuanto a la comida, encontrar un trabajo solucionaría eso, al igual que la ropa. Mas una peluca para ocultar su cabello cuando sea conveniente estaría bien.
Iría a un cibercafé, era la mejor opción. ¿Debería registrar su nombre real o uno falso? Ella debatía un poco. Que nombre seria apropiado...
Mientras caminaba Felicia miro hacia una esquina donde voluntarios entregaban comida. El refugio no era una opción, ha estado en ese tipo de lugares antes. Cuando estuviera desesperada podría ir allí por unas horas, pero no se quedaría mucho tiempo. No obstante, aún no estaba tan desesperada. Aun no era medio día y tenia cosas que hacer. Relajo sus muñecas y entro al cibercafé.