
Miguel Suggar Daddy
Miguel estaba más que arrogante al ver que Naira tenía que agachar su cabeza, estaba orgulloso a que nadie podía contradecirle la palabra, satisfecho que sus feromonas actúen en ella, dominante en todos los sentidos. Pero sobre todo estaba feliz.
Feliz a que tenga su omega.
Sus labios se curveaban en una sonrisa triunfal y siniestra al ganar en poder, tenía ahora todo el derecho sobre ella, satisfecho la sumisión de Naira en tener que asentir. Sin embargo notó que ni si quiera quería verlo a los ojos, eso no le gustaba.
"Mírame" una de sus garras retráctiles se clavó ligeramente en el mentón de Naira para que levante el rostro, el contacto visual era importante para Miguel. La delgada línea de sangre que caía de la piel de porcelana provocada por esa garra, Miguel podía sentir el olor metálico de ese líquido carmesí.
"Buena chica. Ahora presta atención que no lo repitiré una vez.." dijo Miguel ya marcando territorio y reglas sin despegar la mirada a la omega. "Desde ahora me perteneces en todo sentido, serás mi responsabilidad al igual que mi juguete.
"No te alejarás de mi lado ni te resistas en tener sexo conmigo, ni se te ocurra hablar o dirigir la mirada a un alfa o betas, olvídate de hablarles o si quiera pensar en ellos, porque soy capáz de hacer todo tipo de cosas para marcar MI territorio"
Miguel se acercaba lentamente al rostro de Naira para que sienta lo condensado de sus feromonas, su aliento caliente recorrió el cuello de Naira, sintiendo el olor del café que se tomó hace unas horas mezclado con lo metálico de su sangre.
"¿Entendido?" Miguel no esperaba un NO como respuesta.
La primera vez que Naira tembló ante un alfa, sin despegar la mirada a esos rubíes brillantes. Sin embargo tenía que recordar que ella era una omega independiente, no se dejaría caer o pisotear tan fácil.
"S-solo... Antes de todo, qui-quisiera poner unas reglas" logró articular unas palabras, le fué muy difícil.
La risa ronca de Miguel que más se compraba como un gruñido gutural, "¿Reglas? ¿Hablas en serio?" No parecía tan convencido, sonriendo arrogante y de forma irónica.
"Hablo en serio" Naira pudo mantener el contacto visual ahora manteniendose firme, Miguel frunció el entrecejo al verla resistirse, no estaba acostumbrado que una omega sea tan terca
"Habla" Miguel dejó que Naira hable, solo esta vez. Naira tomó aire para marcar límites
"En primera, tengo que resaltar que puedo, PUEDO, cuidarme sola sin ayuda de nadie, estoy calificada en combate y me enfrenté a peores cosas que esto.
"En segunda, el no tener que mirar o dirigir la palabra a algún alfa o beta sería muy complicado para mí en el trabajo, todos tenemos que cuidarnos uno a otros como dice tu puto refrán.
"Y tercera, no creas que soy tan débil para agachar la cabeza, por obligación tendré que quedarme a tu lado pero ten en cuenta que soy una omega independiente, no soy tan fácil de dominar" las palabras de Naira eran firmes y decididas al igual que esa mirada miel.
Miguel gruñó de furia, fué mala idea dejarla que ponga las reglas, como un parpadeo sus garras retráctiles salieron sonando como cuchillas, brillando amenazantes. No tuvo más opción que aceptar pero él seguía siendo el dominante en esta relación futura, "Muy bien, pero tengo que recordarte que aquí mando yo, aquí TÚ tendrás que obedecerme al igual que el resto. Y sobre doblegar tu voluntad..." Miguel se ríe entre dientes reflejando el rostro de Naira en sus colmillos, saboreando sus últimas palabras.
"Veremos quién domina a quién..." Susurró Miguel acortando la distancia en ellos, "recuerda que soy el alfa Enigma. Nadie se me escapa, al igual que nadie sale vivo"
Todo el aire que tenía Naira en sus pulmones salieron de un jadeo fuerte, apretando sus puños la no temblar, "no te atrevas" Susurró queriendo retroceder pero sus tenis llegaron al borde de la plataforma flotante, no tenia salida. Miguel se acercó cada vez más haciéndola colocar de puntillas para no caer y tomar equilibrio, "me atrevo a todo. Por mi omega me atrevo a todo" las palabras de Miguel eran más promesas que burla. Naira sintió lo amargo en su paladar al escucharlo, sería muy difícil tener que estar a lado de un alfa Enigma, aún peor cuando ese alfa puede controlar sus feromonas exitandola hasta mojar sus bragas, se maldecía por la traición de su cuerpo.
Miguel inhaló profundamente el aire, muy exagerada y burlona, "huelo a que ALGUIEN está cachonda" Susurró ensanchando su sonrisa arrogante, solo pudo usar un dedo para poder clavar su garra al traje de Naira y levantarla con mucha facilidad, Naira jadeó de sorpresa al ver sus pies en el aire, al ver la fuerza de ese alfa, "te presentaré al resto de la Spider Society, tengo que mostrar a mi omega exitada, te vez tan... tierna" Miguel ladea su cabeza al sonreírle con malicia, sujetándola sobre el hombro Miguel saltó de la plataforma, aterrizando en seco al suelo, caminando con orgullo y tranquilidad
"Lyla.." llamó a su inteligencia artificial que apareció repentinamente brillando con tonos amarillos y naranjas como las pantallas holográficas, "comunica a toda la Spider Society"
"Oye, quién es ella?" Lyla ya estaba marcando y mandando mensaje a la Spider Society para que se reúnan a la sala principal, su atención fué hacia la omega que pataleaba. "Naira, se llama Naira. Y es mi omega" Miguel fué tajante pero ¿sincero? aún caminando en los pasillos que salían de esa penumbra fría. La expresión de Lyla fué más bien de sorpresa que alegría.
"Lo dices en serio? ella es muy pequeña de estatura, no creo que resista al igual que las otras " dijo Lyla apuntando a Naira que seguía pataleando. Esas palabras hicieron que Miguel se tense, gruñendo bajo y mirándola de reojo con ese brillo carmesí, "ni se te ocurra en nombrarlas" Siseó como si fuera algo que nunca desearía hablar. La Spider Society se reunieron como dijo los mensajes obligatorios, notando la impune presencia de Miguel y también de la pequeña figura de la nueva recluta que seguía pataleando como lombriz en carbón rojo vivo. "Spiders..." La voz de Miguel era ronca, grave, profunda y seductora que reflejaba su carácter y su semblante poderoso de alfa Enigma, dejó sin delicadeza a Naira en el suelo, sonando seco su jadeo, "... les presento a la nueva recluta de esta sociedad, Naira. Pero también les presento...a mi omega" Miguel estaba más que orgulloso en presentarla sin mostrar preocupación al ver que Naira se levantaba con dificultad, posando una de sus manos grandes a ese hombro pequeño y denso, "espero que cada uno de ustedes tengan en mente NUNCA acercarse a MI omega... ¿Entendido?" Se inclinó levemente, su mirada oscurecida que solamente brillaba esos rubíes como ojos.
La Spider Society miraron a Naira con un poco de preocupación y sorpresa, aún así asintieron asustados
Con las pantallas holográficas alumbrando la oficina mientras que Miguel prestaba atención no solo en las informaciones que aparecían o los datos de misiones resueltas en cada segundo, su atención estaba más en su omega que en su trabajo. Miguel la miraba de reojo cada rasgo, cada respiración o que un solo pelo caía al suelo, Naira podía sentir la mirada penetrante en su nuca creando un temblor en su cuerpo
"Mira, por qué no me dejás de mirar como acosador? Pedazo de.." Naira no pudo terminar, su tenis se atoró en el borde de la plataforma flotante, el chirrido de la tela y el plástico romperse hizo que Miguel girara para ver, "me lleva el carajo" murmuró Naira teniendo que quitárselo y estar con un pie descalzo, más bien con medias largas blancas.
"¿Problemas?" Dijo Miguel sonriendo burlón como siempre
"Eso qué te importa" respondió Naira tajante y molesta, "solo un desliz como este, algo normal en alguien normal" Naira no quería verlo, su pie descalzo estaba de puntilla al no querer ensuciarse
"¿Un desliz? Más bien un descuido tan estúpido y mamón" Miguel se ríe entre dientes al ver lo rojo de sus mejillas sonrojadas como una pataleta de niña engreída, sus dedos grandes tecleaban rápidamente la pantalla holográfica aunque su vista no estaba en ella
"Oh, perdón si no soy TAN especial y 'único' como usted, mi reverencia..." Naira también podía jugar a este juego, usando su ironía y burlas, "pero no es mi culpa que tu puto escritorio sea de mala calidad"
"En primera no es un escritorio, es una plataforma flotante, en segunda uno debe ser tan pendejo para no mirar el suelo donde caminas"
"Me vale madres qué sea este pedazo de metal flotante, ¿Acaso vez donde tus pelotas rebotan?"
"En tu culo"
"Vete al carajo"
El silbido de las aspas de un dron que entraba por la ventana llamó la atención de Naira mas ese paquete de cartón que se cargaba, aterrizando en la mano de Miguel, acercándose a ella, "Ten" dijo Miguel de forma tan seca. Naira dudó pero tuvo que agarrarlo, abriendo la caja creyendo que era otra mierda que tenía que aguantar pero no. No fué así. La suave tela rosada que hacía armonía con lo blanco del plástico formaban unos tenis, los mismos que ella usaba.
"¿Qué carajos es esto?" Naira mira a Miguel confundida por esos tenis rosados, "no es obvio? Son para tí" Miguel ni si quiera la miraba a los ojos, su atención en esas pantallas era primordial para él, solo ese momento, claro.
"Para mí? I qué te hace creer que quiero esto?!"
"Estás descalza y como veo ese tenis que usabas eran muy viejos, hasta tiene hueco "
"Eso qué te importa?!"
"Me importa mucho porque eres mi omega, debes de estar presentable "
"....dime, cuánto costaron estos tenis rosados?" Naira fué firme en sus últimas palabras, pudo sentir lo tenso en el olor de Miguel que se resistía en confesar, "¿Cuántos. Cortaron?"
"15.."
"15?"
"Mil...."
"... Pesos?.."
"No, dólares "
"La puta que te reparió!!" Naira gritó con fuerza al escuchar el precio de los zapatos, "¡¿Por qué tan caro?! Yo compré los míos en ganga, en una caja de regalos de un callejón "
"Tan rajada eres? Qué vergüenza "
"Vergüenza tendré yo al tener que endeudarme al pagar estos tenis!!" Los nervios de Naira estaban más que elevados, jadeando agitadamente del pánico caminando en círculos hasta que... "¿Y quién dijo que tú lo pagarías?" Miguel tecleó una última vez en la pantalla sonando el timbre el la paga virtual, girando en dos pasos para encararla, "es uno de los primeros regalos que tendrás a futuro, así que acostumbrate "
"No. mames..." Naira parpadea varias veces al creer que es una broma, "no creas que esto no tiene letras pequeñas, algo quieres en realidad ". Miguel sonríe mostrando sus colmillos, inclinandose con los brazos cruzados para agarrarla de la muñeca y sacarla de su oficina.
"Vivirás conmigo" dijo Miguel sin dejar de sonreír con zancadas largas para avanzar.
"¡¿Qué?!" Naira se sacude al tratar de salir del agarre, sus piernas tenían que seguirle el ritmo al andar. Tras una hora de caminar en las calles con dificultad debido a que Miguel caminaba rápido y al ser alto y grande pues sus pasos eran también grandes, muy grandes. La puerta de un edificio muy moderno se abre al reconocerlo, ni si quiera le importó que Naira esté tropezando más que tuvo que pegarla a su pecho al entrar al ascensor, no era necesario ya que también era grande como para que un gran grupo de personas estén cómodas ahí dentro. "Aquí es" Miguel abre una puerta haciéndola entrar, la habitación era más grande de lo que veía, decorado con lámparas modernas y muebles caros, elegante y lujosa como se diría a vista de uno, escaleras en espiral y no solo eso, era más de una habitación.
Era el apartamento de Miguel.
Digno de un alfa Enigma.
"Este cuchitril es tu hogar?" Susurró Naira tratando de sonar burlona pero su mirada asombrada la delataba fácilmente, "si, es mi hogar, tu hogar, nuestro... nuevo hogar" Miguel posa una de sus manos en la cabeza de Naira, agarrando con fuerza para girarla.
"Así que ponte cómoda y empieza a crearte tu nido
"Porque esta noche te dejaré sin caminar".