
Naira Busca
Naira estaba en aprietos, su vida cambiando drásticamente 360° por completo, ¿Quedarse con Miguel? ¡¿Quedarse con ese maldito?!. Preferiría estar en una misión de alto riesgo que le costaría la vida y la ropa, o estar en reuniones sin descanso y que le estén gritando, o preferiría quedarse sin dinero (que eso es peor), pero aceptar en dormir en ese apartamento NUNCA.
Podía admitir que ese "cuchitril" tenía clase, estaba limpio y elegante, olía a nuevo y limón mezclado por el almizcle de Miguel que le daba repulsión a Naira. Sentía la suavidad de la alfombra de toques marfil y color perla, algo que le llamaba la atención era ese sofá largo, muy largo e incluso tenía un pequeño asiento para pies. Naira caminaba al interior del lugar sin evitar en abrir ligeramente sus labios de sorpresa y maravilla pero se desvaneció rápidamente al escuchar las palabras de Miguel, "¿Se te metió la pija en tu cabeza o qué?" Susurró Naira con enojo, apartandose de esa mano callosa, no le agradaba esa idea.
"Lo digo muy en serio" Miguel no retrocedía, más bien avanzaba, "¿O prefieres que te lo recuerde esta noche?" Naira notó esa sonrisa socarrona de Miguel, odiaba esa sonrisa, odiaba todo de él.
"Me refiero a que esa idea de que viva aquí es ridícula, más bien mamona"
"¿No te gusta la decoración? Puedo cambiarlo a una más erótica.."
"Carajo, no!" Naira trataba de buscar una salida, u otra forma de escapar, "seré muy sincera... Yo. No. Quiero. Estar. Aquí " fué directa pero Miguel era cabeza dura, sabía manipular a cualquiera con esas feromonas de alfa Enigma. Solo bastó con una pequeña dosis para que Naira caiga de rodillas en seco en esa alfombra elegante, sus propias feromonas la traicionaban ese día y los próximos días. Miguel se le acerca lentamente, triunfante, dominante, exitado, levantando su mentón con una de sus garras retráctiles, justamente el dedo del medio.
"Buena chica ..." Esa voz ronca, cualquiera se excitaría con esa voz ronca seductora, dominante pero sobre todo posesiva, "Recuerda quién tiene los pantalones en esta relación, así que se una buena niña y obedece. ¿Entendido?" Miguel era más que firme en sus palabras, saboreaba nuevamente su logro. Naira trataba de no jadear agitadamente pero no pudo evitarlo, su mirada se oscureció al ver que Miguel se desabrochaba su pantalón y sacaba su miembro.
Era grande
Muy grande
Los labios de Naira ya estaban mojados por la saliva que sus propias feromonas le creaban a su cuerpo, incluso la sombra del pene de Miguel le cubría gran parte del rostro, "abre la boca" dijo Miguel más bien, le ordenó agarrándole la cabeza y dirigiendo su virilidad a esos labios rosados que lo recibió con ganas, Naira estaba asqueada con todo pero su cuerpo lo deseaba, otro miembro en la lista de los más odiados. Su lengua hizo el trabajo de acariciar y dirigir el falo a su garganta, todo entró, ahogandola de sorpresa por falta de aire pero no podía hacer nada, sus pulmones al querer respirar le hacían chupar esa tremenda erección soltando gruñidos y bramidos a Miguel que le sujetaba su rostro para embestir con más fuerza, "sigue así.." Susurró Miguel inclinando su cabeza hacia atrás cerrando los ojos
"Así... así... bien, que rica boca tienes.."
Naira trataba de separarse, no sabía dar mamadas ni si quiera le hacía eso a su novio, bueno, ex novio Jackson... Jackson... maldito hijo de puta, no era momento de recordar a su ex pareja pero su mente se ocupó por un momento, por un segundo antes de que sea interrumpido por la eyaculación de Miguel en su garganta, la espesa semilla caliente que tenía que tragar obligatoriamente, ya queriendo que termine todo... pero se olvidó de algo
El nudo
La garganta de Naira fué trabada por ese nudo obstruyendo las vías respiratorias y lo peor, como Naira nunca dió mamadas pues no tomó aire. El ardor en sus ojos al igual que en su nariz fué irritante como si quisiera explotar en esos segundos torturantes, Naira ya intentó de todo para separarse pero nadie excepto el dueño de ese nudo podía sacarlo, Miguel aún mantenía su pene en la boca de Naira, olvidando de su propio nudo. El delgado hilo frío de la falta de aire le atravesó por la columna vertebral expandiéndose por las costillas y rodillas que chocaba contra el calor horrible en su cabeza, su visión se volvía más borrosa, más.... más...
Por suerte debido a que el climax se desvaneció o porque Miguel ya recordó que no era una vagina donde estaba su miembro lo sacó, fué doloroso pero Naira pudo respirar por fin, tosiendo la asquerosa semilla a esa alfombra elegante, "Dios, la próxima vez avisas" dijo Miguel abrochándose su pantalón. ¡¿Cómo podía decirlo si mi garganta estaba cerrada por tu cochina pija?! pensó Naira ya sintiendo el frío en su garganta, mirando cómo Miguel se retiraba sin siquiera ayudarla.
Te odio
La sala se iluminaba por los grandes ventanales que reflejaba un bello paisaje futurista de la ciudad, haciendo armonía con la elegancia de los muebles y lámparas, con esos colores ocres, beige, dorados en pequeños detalles y rojos, el color negro y café en la madera barnizada que resaltaba las alfombras, todo era bello pero ignorado por Naira que sollozaba derrotada, deseando que fuera una pesadilla que despertaría. "Maldito desgraciado... maldito hijo de puta... perro del carajo... gonorrea del demonio... maldito tú y tu maldito dinero y tú maldito apartamento y tu maldita tecnología avanzada..." Susurró Naira con mucho odio, con mucha tristeza y enojo, sin embargo las dudas estaban en su cabeza. Quería escapar. O por lo menos hacer a que Miguel la deje. Su mente trabajaba a lo rápido en buscar ideas pero todos daban lo mismo: sin solución.
Algo en su memoria le hizo saltar del sofá, unas pequeñas palabras de esa personita amarilla y naranja, ¿Lo dices en serio o será igual que las otras?. No sonaba tan claro pero esas últimas palabras se repitieron una y otra vez.
Habian más omegas, omegas reclamadas por Miguel
No era tan sorprendente, él era un alfa Enigma, si un alfa común tenía una pareja pues un Enigma tendría un harem. Naira tendría que comunicarse con esas omegas para saber cómo le hicieron para separarse de Miguel, pero necesitaba ayuda para buscarlas, ni si quiera sabía sus nombres pero sí de una persona, o más bien, de una inteligencia artificial
"... ¿Cómo se llamaba?.. ¿Mía... Frida... Chía... Lía... Gina... "
"Es Lyla para ser exactos " Naira pudo escuchar esa voz, al girar su cabeza notó la misma personita amarilla y naranja con ese abrigo elegante y esos lentes de corazón, "Hola, me llamo Lyla la inteligencia artificial de Miguel, ¿En qué puedo ayudarte?" Lyla mostraba mucha cordialidad pero también parecía que se divertía en tener que conocer a otros. "Lyla, necesito un favor tuyo.." Naira estaba decidida en pedir ayuda aunque no le era tan fácil cuando se trataba a la tecnología avanzada, "... Necesito que te comuniques a todas las omegas o alfas o betas que estaban con Miguel, necesito tener información de cómo alejarme de él "
Lyla al ser una inteligencia artificial pudo mostrar cierta sorpresa por las palabras de la omega
"¿Estás segura en buscarlas?"
"Muy segura"
"No va a ser nada lindo, te lo advierto "
"No me importa, pero por favor ayúdame "
Naira estaba desesperada y eso lo notó la inteligencia artificial
"..... Bien, te daré la ubicación de todas ellas" fué muy fácil, pero solo tendría una sorpresa.
Tras varios intentos de logras escapar de la mirada de Miguel que literalmente estaba en todas partes por las cámaras de seguridad, o los sensores de calor e incluso por el olfato del alfa Enigma pero por "suerte" Naira pudo salir. Le parecía extraño que las omegas estén en un solo lugar, muy extraño, pero no importaba tenia que tener la información necesaria para lograr separarse. El autobús futurista muy degradado debido a que según la ciudad moderna: era chatarra. Con latas de cerveza light y escombros de artefactos para luces cubría el suelo con gente de ropas elegantes no para los de alta sociedad, Naira estaba cerca del ventanal mirando el camino mientras escuchaba música en audífonos, algo para relajar sus nervios, otro gran error.
El autobús se detuvo en la dirección que Lyla le dió, Naira al bajar casi tropezando por la pequeña púa de hierro en las escaleras, tomó aire para avanzar pero... "¿Qué carajos?" La ubicación estaba dirigida a un cementerio, justamente a un pequeño camino donde mostraba lápidas hechas de mármol negro, un material bien extraño, "Lyla, no es gracioso, por favor dame la VERDADERA ubicación" dijo Naira ya molesta pero con un deje de miedo y ese miedo crecería por la respuesta de Lyla
"Pero aquí es"
Naira parpadeaba varias veces al escucharla, "por favor.... explica..."
"Las omegas y una alfa que estaban con Miguel murieron... Y están aquí" Lyla apunta hacia las letras doradas de las lápidas, "¿Cómo.... murieron?" Susurró Naira tratando de controlar ese miedo que crecía en su espalda
".... Por sus propias manos" Lyla no mostraba mucha expresión por sus palabras pero si respondieron lo peor que pensaba Naira. Las parejas de Miguel muertas por él mismo. Naira ya no tenía más ideas, más opciones de poder escapar teniendo que aceptar la realidad: No tenía salida.
No tenía dinero para volver en auto teniendo que caminar literalmente veinte cuadras al edificio más cercano para tener que caminar otras veinte cuadras para llegar al apartamento de Miguel. Naira se miró al espejo, derrotada por completo, pero notó que su polera que se compró por cinco centavos ya estaba roto, "La puta madre... ahora esto" Susurró Naira teniendo que quitárselo para usar otra prenda de mala calidad pero notó un regalo en la silla para pies. Un conjunto de ropas color rosado pálido y azul marino con nuevos tenis rosados con una nota de Miguel "Úsalo perra" No era tan romántico. No tenía más opción que usarlo, un pequeño ardor sintió Naira en su espalda, tratando de alcanzarlo en tener que doblar su brazo y mirando sobre su hombro en el espejo solo para encontrarse con algo mucho peor.
En esa espalda delgada tenía un tatuaje que cubría el 80% de su piel de porcelana, una figura de araña color carmín casi parecida a un cráneo y eso pudo reconocer Naira: Era la araña del traje de Miguel.
"No mames!!" Gritó Naira girando como si tratara de verse su propia espalda, "¡¿Qué carajos es esto?!"
"Esto.." la voz de Miguel detrás de ella la hizo detener en seco, mirando por el espejo la imponente figura de Miguel que le cubría su cuerpo por completo, "... es la marca de una omega reclamada por su alfa" las manos grandes y fuertes de Miguel se posaron en esos hombros pequeños y sonrojados solamente para acercarse y susurrale con esa voz profunda y ronca.
"Es mi marca"