
Naira chantajeada
Naira sufre, nuevamente y quizás en el futuro y cada día tenga que sufrir y sentir la maldita sensación de ser follada o que sus feromonas de omega la traicionen como ahora.
Solamente tuvo que aferrarse al borde del escritorio ya clavando sus uñas en el mueble, mas bien parecía ser de metal pero dejaba unas delgadas líneas blancas al rasguñar. Sus propias feromonas hicieron todo el trabajo de recibirlo a ese alfa Enigma. Literalmente todo. Cada embestida la hacía jadear y gemir, maldita sea, la hacía gemir con fuerza, Naira no podía creerlo, no podía aceptarlo.
¿Por qué... me gusta? Naira odiaba ahora sus propias feromonas, su propio cuerpo, ese maldito día pero sobretodo. Ese alfa Enigma.
Miguel seguía follandola con más fuerza ya clavando sus garras en sus caderas dejándola literalmente en el aire, ese alfa es muy grande, muy alto, tanto que las piernas de Naira estaban en el aire, sacudiéndose en cada arremetida, sus gemidos también eran temblorosos por la potencia del coito. Miguel la sujetó de la cabeza para estamparla contra el escritorio haciendo sonar el golpe con fuerza, demasiado fuerte, aún así Naira no pudo reaccionar por sus malditas feromonas. Te odio tu ...malditas feromonas de omega, malditas feromonas de alfa Enigma, maldito seas tú...Miguel. Pensó Naira mas no pudo hablar cuando la espesa semilla de Miguel inundó todo, rellenandola por completo mientras que el nudo la mantenía quieta y unida, pero Miguel no pensaba en terminar.
Miguel sacó su pene aún con el nudo, el sonoro ¡Pop! al sacarlo y la semilla derramándose en el mueble, a lavarlo después con mucha dedicación.
Naira sintió nuevamente ese horrible dolor
Miguel la giró para que lo vea a los ojos sin avisar previamente para meterlo nuevamente con nuevas embestidas fuertes y nuevamente, haciendo que Naira lo odie.
"Bastardo... maldito seas.." Susurró Naira desviando la mirada, no quería verlo a los ojos ¿Por qué tendría que gastar su mirada?
"¿Bastardo?" Miguel pudo escucharla, mas solamente se ríe entre dientes mostrando ligeramente sus colmillos sin dejar de embestir con más fuerza, "¿Acaso no te enseñaron modales para tu alfa?"
"Tú no eres mi alfa... solamente eres un reverendo pendejo"
"Ese lenguaje, jovencita..."
"¡¿Y a tí qué te importa, gran puta?!"
"Me importa ya que eres mi omega.." Miguel gruñó con fuerza, tensandose y temblando ligeramente, había llegado al climax derramándose completamente en Naira, decidió quedarse quieto, dejar que su nudo la mantenga unida a ella, "....siempre mía"
Una hora y Naira seguía unida a Miguel, quería desvíar la mirada pero cada vez que Naira giraba su rostro ni si quiera unos segundos Miguel ya la sujetaba de las mejillas, "mírame" le ordenaba Miguel clavando sus ojos carmín con los miel de Naira.
"¿Y cuándo piensas en salir?" Naira estaba más que irritada con él, peor, lo odiaba
"Cuando sea necesario"
"¿Necesario para qué? ¿Para que vea tu pendeja cara?"
"Ese lenguaje " Miguel empezaba a molestarse, sus garras se clavaron en las mejillas de Naira, creando un delgado hilo de sangre. Miguel contó los minutos, los segundos, por fin se separó de ella, lentamente. Muy lentamente.
Naira suspiró aliviada en separarse de ese imbécil, molesta por el chorro de semen que salía de sus pliegues ahora rojos por la fricción, arde mucho, no pudo cambiarse ya que prácticamente su traje estaba rasgado, justamente en la zona de sus muslos, "maldito seas tu..." Naira murmuraba maldiciones tejiendo con su telaraña una manta improvisada para taparse, por lo menos su cadera.
"¿A dónde vas?" Dijo Miguel al escuchar el suave paso de Naira, girando para mirarla, expulsando sus feromonas de alfa Enigma para detenerla.
"Me voy con la puta hada de los dientes.. ¡Me voy de aquí, de tu puto maricon universo! ¡¿Qué crees?!" Naira grita enfurecida pero no podía caminar por la feromonas de Miguel, Maldita sea.
"¿Y con el permiso de quién?"
"¡Con la de Jesús! ¡Puto loco de mierda!"
"¡Ese lenguaje!"
"¡¿Y a mí Qué Me Importa?!" Naira logró dar un paso acercándose a la puerta, tratando de ignorar sus propias feromonas que la mantenían quieta.
"..... Qué pena.." Miguel gira para darle la espalda
"Si, que pen-.."
"Que pena de esos alfas que se acercan en el futuro, de seguro amanecerán muertos o casi muertos. Que pena sería escuchar sus gritos, sus gemidos de dolor y súplica, ver en sus ojos cómo su alma se desvanece en mis garras. Sería una pena que eso pase ahora"
Naira se detuvo en seco al escucharlo, la aguja fría que se incrustó en su espina dorsal la hizo estremecer, la hizo helar, la hizo asustar.
"No... No no no no no, ¡No te atrevas!" Naira gira bruscamente aguantando las lágrimas, apretando los puños hasta blanquear sus nudillos, aún más cuando notó la sonrisa de Miguel que giraba lentamente para mirarla con fingida inocencia.
"Lo digo en serio, soy capáz de todo"
"¡Eso es imposible! ¡Las leyes te-!"
"Soy un alfa Enigma, el único en mi universo, soy quien domina todo y todos siguen mis reglas.
"Si le ordeno sentarse, se sientan. Si ordeno que se levanten, se levantan. Si les ordeno que se mueran y se destripen, obedecen sin exigir.
"Mi palabra es ley, si mato, bien, si marco una omega ya reclamada, bien, si decido destruir toda esta ciudad nadie se interpondrá en mi camino." Miguel no dejaba de sonreír, acercándose lentamente a Naira hasta quedar centímetros cerca de su rostro, teniendo que agacharse para verla a los ojos, "tu decides... Quedarte... O dejar que millones de vidas se pierdan por tu culpa" Susurró Miguel, mirando satisfactorio la duda en Naira.
No podía admitirlo, Naira no podía admitirlo.
Miguel tiene razón.
Naira jadeaba, sumida en un gran lío que la hizo temblar, no podía quedarse con él, con ese maldito alfa Enigma..... Pero no tuvo opción, Naira asintió con la cabeza sin mirarlo, sintiendo un gran odio a Miguel. Miguel sin embargo sonrió satisfecho y tranquilo, usando una garra retráctil que sonó de forma aguda, solamente para usarlo en levantar el mentón de Naira.
"Buena chica" Susurró Miguel, ganando la pelea.
Naira fué chantajeada
Y no tenía escapatoria.