Latidos y Patadas
La cabeza del simbionte estaba posado sobre el estómago de Eddie, le pareció que la crecida panza del doncel se veía lo suficientemente cómoda para acompañar a su pareja a dormir sin tener que sumergirse de manera completa en Eddie.
Se sintió extraño para el simbionte cuando empezó a notar el sonidos de aquellos corazones extras latir, aunque Venom podía tener pleno conocimiento del cuerpo de su huésped, debido a su aprehensión contra su futura descendencia, no era plenamente consciente de cómo esto había alterado el organismo de Eddie, sumado su separación dejó en olvido para el simbionte algunos detalles de los si pudo percatarse cuando se entero de la existencia de los dos híbridos.
—¿Te gusta, V?—Preguntó Eddie, venom que había apretado su cabeza sobre el vientre del doncel con la cabeza de lado buscando escuchar mejor el latido.
—Todavía no lo sé, esto es nuevo
—¿Jamás los has sentido en mi cuerpo?
-Sabia que estaban alli, les sentí como amenaza conforme empezaron a mostrar rastros en tu cuerpo, pero no sabía exactamente que era lo me perturbaba hasta que pude confirmarlo y hasta ahora no estaba pensando cuáles son sus }actividades.
—Ya veo
-Confienzo que todavía me pone tenso saber que están allí dentro...¿Te dolerá?-Pregunto con un tono nerviso Venom.
—Es lo normal—Expresó Eddie—¿Venom?—Le llamó Eddie ante el silencio del simbionte, hasta que Eddie lo comprendió cuando sintió la ligera pero vivas patada de uno de sus hijos.
—Esto es nuevo—Comentó Venom sin despegar su cabeza del estómago.
—Han pateado, son muy inquietos.
—¿No te dolio?—Expresó preocupado el simbionte
—Hasta ahora solamente son molestas cuando se ponen inquietos—Tocó su barbilla Eddie—Aunque admito últimamente sus repentinas sacudidas no son cómodas.
—¿Hay forma de que se detengan?
Eddie negó con la cabeza.
—Oh
—Estoy bien—dijo Eddie acariciando arriba de la cabeza del simbionte.