Treinta días

Naruto
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G
Treinta días
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Summary
Treinta días.Treinta días de One Shots de Sasori y Deidara en distintos AU.Ni muy cortos ni muy largos.
Note
Hola!!!! Esta obra esta terminada en mi cuenta de Wattpad, salgo igual de como salgo aquí en Ao3, esta vez decidí ponerlo en Ao3 para que los demás lo lean.
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Día 13 - Comida

Miré como aquellas cuchillas entraban en mi pecho, dándome la bienvenida a la muerte, a lo desconocido.

No pensé morir en este punto, le prometí muchas cosas a Deidara, le dije que lo vería comer mi comida favorita después de esto, que volveríamos juntos a la cueva, en el camino le prometí muchas cosas, porque Deidara tenía un mal presentimiento, eso lo sé.

Al parecer la mala espina de mi rubio se cumplió, pero las demás promesas no.

No soy de prometer cosas por lo mismo, pero después de mucho tiempo lo hice, pero jamás creí que esas promesas no se las cumpliría a mi chico, solo espero poder verlo algún día comer mi comida favorita.

Bueno, ahora solo me queda el perdón de él, moriré sin resentimientos, o eso me gustaría decir... La verdad, no cumplí aquellas promesas.

 

...

 

En aquel café francés, donde mayormente los universitarios van ahí antes de entrar a clases, ahí me encuentro yo, revisando algunos archivos de la carpeta de trabajos recientes.

Nos han contado que vendrá un estudiante de intercambio, uno que al parecer viene de Francia a estudiar bellas artes en Oxford, lo mismo que yo, la verdad no es tan interesante, pero el hecho de que sea francés me llama muchísimo la atención.

Europa es el nido del arte y conocer a alguien de ahí sería como un honor.

En eso siento como alguien toca mi hombro, volteo a ver quien es, es un chico rubio, de ojos azules y algo alto, tiene un suéter holgado y de cuadros color gris, beige y anaranjado.

Me parece conocido.

—Disculpa, ¿Estudias en Oxford?

Su acento no me parece muy común. Asentí, él sonrió de una forma tranquila, antes de hacerlo se veía inquieto, como si estuviese llegando tarde.

—Dios, que bueno, sonará muy atrevido de mi parte, pero necesito que me guíes, si no te molesta.

Se sentó en la silla que está desocupada de la mesa, no tardó mucho en poner a la par del asiento su bolso donde seguramente llevaba sus materiales para estudio.

—Está bien, pero en 20 minutos, estoy esperando un café —respondí.

—Vaya, está bien, entonces te espero —Ví como de su bolso sacó un café, también en un pequeño paquete de galletas.

Mis galletas favoritas, también es una de mis comidas favoritas, que solamente puedo comer en las navidades con mi familia.

En esos momentos llegó la mesera con el café.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, tomando un sorbo de café.

Al verlo de esa forma, me da la espina de que es un chico algo tranquilo, se viste bien, también es algo fino y guapo, pude notar la mirada de algunas chicas del café.

—Me llamo Sasori.

—Me llamo Deidara —Me regaló una sonrisa, en la cuál pudo mostrar su dentadura brillante y bien cuidada—. Es un gusto conocerte, Sasori, ¿Quieres?

Señaló sus galletas, tiene bastantes, mis mejillas enrojecieron y pude sentirlo, no es normal tener tanta confianza, pero en serio se ven muy deliciosas, bien puede ser un asesino serial y yo aquí queriendo comer sus galletas.

Asentí, desviando su mirada, en eso vi como puso aquel paquete en medio de la mesa.

—Las preparé yo, espero te gusten —tomó una de esas y la metió a su boca.

Yo con toda vergüenza tomé también, y la verdad es que están muy deliciosas, tienen algo de chispas de chocolate en su interior, en realidad lo que me pone nervioso es la mirada de Deidara, analizándome a cada rato.

—¿Nos hemos visto alguna vez? —pregunté.

No puedo evitar sentirme algo incómodo, pero a su vez seguro de que he visto a ese chico alguna vez, sus ojos, no. Su mirada, aquella mirada libre y a su vez triste, no comprendo.

—No creo, estoy aquí hace dos días, soy estudiante de intercambio —murmuró, tomando otro sorbo de café.

No pude evitar pensar en aquel chico de intercambio.

—¿Estudias bellas artes? —pregunté de inmediato, con un tono más fuerte pero sin necesidad de intimidarlo.

—Así es, ¿Por qué?

—Eres mi compañero, entonces.

Él se sorprendió, más unos segundos más tarde desvió su mirada en otra dirección con sus mejillas rosadas.

—Vaya, así que el mundo es muy pequeño, no pensé conocer a un compañero aquí —sigue nervioso, balbuceando muchas cosas después de ello.

Yo en realidad soy muy reservado, jamás pensé toparme al chico que es muy interesante en un café, mientras come mi comida favorita.

Ahora siento que se me fué un peso de encima, aun no lo entiendo la verdad.

—Espero que seamos muy buenos amigos, Sasori.

Ese chico tiene una energía que me hace pensar que en verdad lo conozco, o que alguna vez lo conocí, en mis sueños, en algún lado, o en alguna de mis vidas pasadas. Tal vez esté alucinando.

—Siento que adivinaste mi comida favorita.

—La verdad que no es mi comida favorita, pero me alegra que te haya gustado, te seguiré haciendo más, si deseas —sonrió amable.

La verdad es que siento como si lo conociera de toda mi vida, no es normal que le tenga tanta confianza a una persona, creo que ya nos conocimos desde antes.

Estuvimos hablando sobre la ciudad de su país y yo le cuento lo trivial de este país. Para decir verdad el tiempo fue volando y ya estábamos a punto de entrar a la clase.

—La verdad... —musitó sus palabras, tocando mi hombro suavemente, lo mire algo nervioso—. Estoy seguro de que nos vimos en una de las tantas vidas que hemos tenido, te me haces tan conocido, así como tu comida favorita.

 

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