
Día 12 - Escritorio
En ese escritorio, dejó él una nota.
Recién despertaba, no ví a Deidara a mi lado y eso me alteró. No ver a mi rubio a la par mía me hace sentir mal, hace unos días peleamos y sé qué está algo enojado conmigo, pero él no quiso arreglar nada, para decir verdad lo notaba distraído, pasaba mucho en su celular y algo me decía que algo andaba mal, pero decidí ignorarlo.
A medida que iba leyendo la carta solo podía sentir como poco a poco ese pedazo de papel fué rompiéndose.
Él se ha ido.
Se fué de nuestra casa, de la ciudad, se fué, simplemente se fué y me dejó con el corazón en destrozos.
Mi piel sintió una ausencia, lo sentí como si me arrebataran mi propia alma y solo me entregaran la mitad de ella.
Era mi amante.
Y no ese tipo de amantes.
Quisiera saber en realidad porqué se fué.
Si fué culpa mía, si yo fuí la razón por las que sus ojos ya no brillaban. Si sus manos ya no se entrelazaban con las mías por el simple hecho de que ya no se sentía igual como la primera vez. Si ya al besarme no sentía ese nerviosismo.
No sé si esto lo convertí en costumbre y un hábito, si ya el amor desapareció y solo fuí yo quien lo llegó a sentir.
No lo sé, pero me siento un idiota sin saber que pasó. Solo peleamos, hemos tenido antiguas peleas y siempre supimos como arreglarlo.
Pero no puedo suponer más.
Supongo que el amor acabó en él.
Quisiera seguir volando en su amor, en sus promesas sin cumplir. Quiero sobrevivir y saber que estaré bien sin él.
Sin Deidara.
Pero es inevitable preguntarme diariamente... ¿Podré vivir sin él?
No lo sé, pero él me dejó y sé que no volverá.