Treinta días

Naruto
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Treinta días
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Summary
Treinta días.Treinta días de One Shots de Sasori y Deidara en distintos AU.Ni muy cortos ni muy largos.
Note
Hola!!!! Esta obra esta terminada en mi cuenta de Wattpad, salgo igual de como salgo aquí en Ao3, esta vez decidí ponerlo en Ao3 para que los demás lo lean.
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Día 11 - Flores

—No, lo siento. Ya no podemos estar juntos, ¡No puedo!

De sus ojos cayeron algunas lágrimas, mientras que se levanta del sillón.

—Ya te dije, me obligaron a casarme con ella, ¡Yo no la amo! —exclamo, molesto, muy molesto.

Deidara sigue dejando caer aquellas lágrimas, no puede ni siquiera verme a los ojos tras esa noticia, solamente escuché sus pasos que dirigen la salida de la casa, no dudé en seguirlo.

—¡Escucha! —grité, él caminó más rápido—¡Joder, escúchame! ¡Sólo será un tiempo!

La puerta se abrió, me quedó viendo. Soltó una risa sarcástica, se que está enojado y decepcionado de mí. Está muy afectado por esa decisión.

—¿Un tiempo? No te mientas a ti mismo por favor —apretó la perilla de la puerta, sus dedos se encuentran blancos por falta de circulación de su sangre en las yemas de sus dedos, se nota su sufrimiento, yo no puedo hacer nada—. Yo no quiero ser el plato de segunda mesa, espero que lo entiendas.

»No estaré contigo cada fin de semana por cuarenta minutos, ni seré el padrino de tus hijos, no quiero ser la persona de que hable tu esposa mientras habla con sus amigas del "Creo que mi esposo me engaña", aparte, ella te quiere mucho.

»Aparte, somos hombres, tus padres aún piensan que somos buenos amigos, yo ya no estoy para que me ocultes, lo siento. Me dejaste de amar cuando pensaste en los caprichos de tu familia antes que nuestro amor.

No dijo más, cerró la puerta de la casa con fuerza, a pesar de que quise detenerlo, no pude, golpeé mi cabeza con la puerta, esperando el momento...

—¡Corte! —exclamó el peli-negro, llamado Madara Uchiha—¡Joder que buena toma!

Me hice a un lado, Deidara abrió la puerta casi riendo, restregándose los ojos a cada rato, pues le han puesto unas gotas que le hicieron arder los ojos en el momento indicado, solo sentí como me abraza mientras se acurruca en mi pecho, pues sí, detrás de cámaras si somos pareja.

—Ven, ya nos vamos —susurré mientras acarició sus cabellos dorados, hasta siento como sus lágrimas mojan mi camisa.

Lo tomé de la mano e intentamos salir, claro, no sin antes de despedirnos del equipo y del director. Madara hará una película basada en un libro que ha sido muy famoso en estos años. Y ya los anuncios de la película es escandaloso por dos cosas; La fama del libro y Madara Uchiha.

El libro tiene su fama alcanzada por el final su final abierto y sus tantas teorías. Pero más escándalo se hizo cuando se dieron cuenta de quien iba a adaptar ese libro es Madara Uchiha, uno de los mejores directores de películas, ha ganado bastantes premios por ello, ya lleva años siendo uno de los mejores.

Creo que también tiene que ver con la actuación, Deidara es un chico que ha salido en muchas películas al igual que yo, no somos muy llamativos a la pantalla y en realidad solamente fue una vez que compartimos una película, cosa que los hizo enamorarnos y estar juntos desde hace dos años.

Pero esta historia nos ha hecho más famosos y eso que ni siquiera ha salido. No lo puedo creer. No me parece bueno, malo tampoco, Deidara es quien se siente muy feliz, pues ya salió en una revista, yo soy más reservado en esos temas, no me gusta salir en esas cosas, todo lo niego.

—Sabes, hace tiempo que no voy a una feria, quiero ir —dijo Deidara, llamando mi atención completamente.

—¿Feria? ¿Dónde hay feria? —caminamos por las calles repletas de personas.

De igual forma, tenemos nuestras gafas de sol y gorras para no ser tan reconocidos, pues lastimosamente no es la primera vez que nos vienen a pedir fotos.

—Hay una cerca, quiero ir, por favor —Deidara musitó.

—Está bien, iremos.

Miré como Deidara sonríe alegre, después de todo es un día muy duro de trabajo, su voz casi está desgastada, no tanto como la mía, pero su papel es más traumante que el mío, así que se que también sufre de una manera con eso, pero ya está acostumbrado.

Al pasar de los minutos, llegamos a una feria, hay algunos juegos, comidas y hasta atracciones para niños como carruseles y carros que chocan.

Deidara y yo seguimos tomados de la mano, yo siendo totalmente guiado por él, pues él sabe como siempre donde llevarme, yo solo soy un enamorado perdido y Deidara es el único lugar donde puedo encontrarme.

—¡Oh! Mira, son muchas flores, quiero tener una para mi jardín.

—¿Las quieres? —señalé unas suculentas y también unos girasoles, son muy bonitos para decir verdad.

—¡Sí!

Deidara a pesar de ser muy infantil y cariñoso, también tiene un gusto por las plantas, flores, cosas que tenga que ver con plantar cosas en el patio de la casa, no es la primera vez que le pide al chófer del carro parar en medio de algunas casas.

Para robar flores.

Ha llegado a casos extremos que viene con sávila y también con muchos extraños árboles de mediano tamaño, sí, tiene el jardín lleno de flores de todo tipo.

Sí, efectivamente Deidara nunca está preocupado por su fama, al parecer ni le interesa, también se pone feliz por ello, pero a pesar de eso él también es un chico normal que adora las cosas ordinarias.

—Está bien —saqué algo de dinero y se lo dí al hombre, que me dió unos tres dardos—. , voy a perder.

Me concentré en lo más que pude, pegué los tres a pura suerte, ni sé si se le puede llamar suerte, jamás me ha pasado, supongo que es por la presión psicológica que me pone Deidara con solo una mirada llena de terror y amenaza si no llego a ganar.

Ese día ha sido algo interesante, ahora Deidara se encuentra viendo su pequeña maceta con unas dos suculentas, yo llevo un girasol en mi otra mano.

—Gracias, en serio, hoy ha sido uno de mis mejores días —dijo Dei—. Espero tener muchas escenas de besos contigo.

Sus mejillas se tornaron rojas, me hizo sentir algo muy bonito, el saber que mi chico en verdad disfruta estar conmigo es algo que apreciaré siempre.

—Vas a ver que tendremos muchas escenas de besos —aseguré.

Dejó un beso en mi mejilla, caminando entre esas personas que todavía no saben que estamos ahí.

A pesar que no muchos lo sepan, Deidara es totalmente mío y yo soy de él, nuestra historia puede ser aún más romántica que aquel libro tonto.

Y todo hasta podría escribir una historia de amor entre Deidara y yo, poniendo de base aquellas flores que le he regalado.

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