Lost Soul

僕のヒーローアカデミア | Boku no Hero Academia | My Hero Academia Naruto
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Lost Soul
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Summary
En medio de una de sus usuales peleas Naruto golpea con demasiada fuerza a Sasuke en la cabeza, quien luego despierta y niega rotundamente ser el ultimo miembro del clan Uchiha. Y ahora Naruto no solo es responsable de casi matar a su compañero de equipo, sino de que alguien mas ocupe su cuerpo.
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Todo puede ir peor

—Yo, Naruto —el hombre de cabello saluda, con una falsa amabilidad que hace al rubio tragar saliva.

Hay cierta tensión en su tono que es suficiente advertencia para saber que no parece nada feliz de verlos a ambos, comprensible si recordaba haberle dicho a sensei que Sasuke se había sentido mal y que por eso no fue al punto de reunión. Sasuke, que parece muy normal mientras mira al rubio como si fuera estúpido.

—V-Vera sensei... —el ojiazul suelta una risa nerviosa, levantándose del suelo en el que terminó después de tropezar por el susto.

Sus mirada casi de inmediato va al pelinegro parado tranquilamente detrás del hombre más alto, encontrándose con ojos oscuros que lo miran tan fijamente que siente que debería entender que significa, incluso si no hay otra señal en aquella expresión en blanco.

—¿Uh? —Kakashi la cabeza, con fingida curiosidad se inclina más cerca de su estudiante— ¿Algo que decir, Naruto?

¡Sí, creo que rompí a Sasuke! ¡Y ahora está todo raro

—No —sacude violentamente la cabeza y los brazos, casi por inercia retrocede un paso. Esto no estaba yendo muy bien, su sensei se veía como si se hubiese atrevido a dañar su libro.

Algo imposible, no podían ni respirar cerca de esa cosa sin que el Jounin se pusiera a la defensiva.

—Perdedor —la gruñona voz perteneciente a su compañero de equipo interrumpió su débil intento de mentirle a Kakashi, casi de inmediato los dos se giran al malhumorado Uchiha que parece estar a dos segundos de irse—, solo dile que peleamos.

—¿Ah? —sensei no se oye sorprendido— ¿Mi dulce y pequeño genin desobedecio mis órdenes?

—¡No!

—No.

Sorprendentemente ambos están de acuerdo, sin embargo es Sasuke el que se explica.

—Peleamos —suelta sin mucha importancia— y luego hablamos.

¿Hablando? ¿Hablando de que? Naruto quiere preguntar, pero una mirada de advertencia del Uchiha en su dirección le indica que cierre la boca. Y no es que tenga que obedecer al Uchiha, sólo... el también quiere saber.

—¿Ustedes? —Kakashi parece muy poco convencido de eso.

¿Nosotros?

Naruto está igual. A menos que... ¿Se refería a la charla con... como se llamaba?

—Sí, nosotros —gruño, cansado de las payasadas del adulto. Kakashi se ve como si fuera a decir algo más pero el pelinegro, molesto, lo detiene—. Y no, no es de tu incumbencia.

¿Chi-algo?

Kakashi se ve incluso más curioso.

—¿Qué podrá ser tan importante que no puedas compartir con tu querido profesor?

¿Chisei?

Para su mala suerte la paciencia del Uchiha parece haberse acabado.

—Me voy —gruño, pasando por un lado del Jounin para llegar a su objetivo—. Y tú también vienes —sin nada de delicadeza arrastró al rubio por el cuello de su chaqueta sin importarle la expresión perpleja de su sensei ni del exagerado grito de su compañero.

El adulto no hizo nada por detenerlos, demasiado sorprendido al notar que, aunque Naruto se sacudia como un gusano, no estaba intentando activamente soltarse.


La ley de Murphy decía que; aquello que estaba destinado a salir mal, saldrá mal. Y bueno, ella tuvo la mala suerte de haber sido la personificación de esa frase.

No sólo estaba perdida en otro maldito mundo, ni ocupaba el cuerpo de un niño amargado y solitario como el infierno ¡Si no que también estaba rodeado de dementes! En cuando regresará a su jodido cuerpo iba a arrodillarse, darle las gracias a su hermano por inscribirla en esa horrible clase de teatro que su psicólogo recomendó para "interactuar con gente de su edad" y llorar durante dos horas seguidas. Porque si no hubiera estado cinco años de su vida en esa clase, no hubiera podido mantener el miedo fuera de su expresión como lo hizo frente al psicópata de cabello blanco.

¡El hombre estaba trastornado!

Chisaki sólo estaba buscando una manera de largarse de allí cuando apareció de la nada, como literalmente de la nada, en un montón de hojas que casi se le meten el los ojos y empezó a intimidarla pasivo-agresivamente, preguntando y reclamando cosas como; ¿Qué haces aquí? Eh, ni siquiera se donde es aquí, ¿No dijo Naruto que te sentías mal? La rubia puede ir a chupar un limón, ¿Mi pequeño gennin me mintió? ¡Aleje viejo pedófilo! ¿Y que demonios es un gennin?

Exteriormente sólo dijo; Umh.

¡Porque se suponía que ella no era él, ósea él de el niño raro de la foto! Y si su memoria no le fallaba, lo que nunca hacia, Naruto dijo que era muy diferente al tal Sasuke. Como super diferente. Y ese hombre, ese hombre que le recordaba a uno de los compañeros de trabajo de su hermano, estaba irradiando algo pesado y sofocante que no podía identificar. Chisaki casi podía oír la advertencia de su cerebro, diciendo peligro. Así que por ningún motivo iba a dejar que notará que no era quien debía ser.

Todo iba tan bien como podía ir, hasta que llegó la rubia.

Podría haber besado a Naruto en ese instante, incluso si él también era un poco rarito y algo intenso lo prefería mil veces sobre el otro. Entre dos males, elegía el que al menos había intentado detenerla cuando mencionó tirarse de un acantilado.prefería mil veces sobre el otro. Entre dos males, elegía el que al menos había intentado detenerla cuando apareció tirarse de un acantilado.

—Bien —tomo aire con fuerza, después de haber llevado casi a rastras al rubio devuelta a su departamento minimalista—, bien, bien, bien. Tengo un plan.

Lo se, inaudito

—¡¿Qué demonios, Sasuke?!

Lo ignoró, empezando a dar vueltas por el lugar sin dejar de controlar su respiración. Mordiendose las muy cortas uñas de los dedos sólo se detuvo un segundo para contestarle.

—Soy Chisaki.

Inhala seis, manten ocho, exhala siete.

Una pequeña parte de su cabeza le decía que así no iba ese ejercicio de respiración pero al diablo, se pondría a contar ovejas ahora mismo si eso la ayudaba a no considerar ir a la cocina y acariciar sus muñecas con un cuchillo.

—¿Eh? —por un momento parece que el rubio a olvidado todo, hasta que al siguiente instante reacciona— ¡Tú! P-Pensé qué te habías ido —la señala, mientras ella se sienta en la silla y deja caer los codos sobre la la mesa— ¡Estabas fingiendo con Kakashi-sensei!

No importa los comentarios sobre lo mucho que lo había engañado, Chisaki empieza a entender que desconectar ciertas partes de lo que dice la rubia hace todo más sencillo.

—Escucha, tal vez si repetimos lo que estábamos haciendo antes... —intenta explicar, lo ha estado pensando desde que intento irse. Tal vez sea el efecto de un Kosei pero después de ver a ese hombre aparecer de la nada, y a Naruto corriendo a una velocidad fuera de lo normal lo único que puede pensar es que aquí también hay algo similar a los Kosei, tal vez lo que sea que ocasionó este accidente se originó aquí y no allá como creía— se cancele está alucinación originaria de mi posible sobredosis por brownis espaciales.

Por un segundo Chisaki quiere tener esperanza en su plan, bueno, en su idea. Porque quiere creer que tal vez el pensamiento más obvio sea el correcto. Y si por alguna razón no lo es. Bueno, ese es un problema para su yo histérico futuro. Su yo paranoico actual quiere al menos intentarlo.

—¿Qué es un brownis? —sorprendentemente logra pronunciarlo bien en su primer intento, lástima que Chisaki no pueda concentrarse en eso ahora.

—¡Olvidate de la marihuana! —el impulso de sacudirlo o abofetear su linda carita llena de grasa de bebé con algo de sentido común es fuerte. Pero si ella golpea a un niño su hermano le dará la paliza del siglo por lo que se conforma con tirar de su propia cabeza— ¡Ideas, rubia! ¡Necesitamos ideas!

Naruto entrecierra la mirada, evaluando a su compañero de equipo que ya se ha arrancado varios mechones de cabello.

—¿Si te golpeó como antes?

Con un chasquido el cuello del Uchiha gira tan rápido que la habitación parece girar durante unos instantes.

—¿Qué..?

Apenas tiene un segundo para reaccionar, el puño de Naruto se acerca peligrosamente a su cabeza y ella no tiene idea como él pudo moverse tan rápido sin hacer ruido e incluso si su mente insiste en pensar en eso, su primer instinto es esquivar, tal y como a aprendido, como su hermano a insistido en enseñarle; por lo que eso es lo que hace. Al contrario, el instinto del cuerpo de Sasuke es enviar un desagradable escalofrío que sube por su estómago y se instala en sus ojos que empiezan a arder al momento siguiente.

Ojos azules chocan contra los de ella antes de que todo a su alrededor cambié.

Murphy dijo que lo que estaba destinado a salir mal, saldrá mal. La ley de Chisaki es que todo siempre puede ir peor.

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