Prólogo
Si tuvieran que haber pensado el cómo terminaría su día, esto sin duda, no lo hubieran imaginado. Ninguno de las personas involucradas sabía dónde estaban, todo pasó tan rápido que ninguno tuvo tiempo ni de pestañar o subirse los pantalones de la cagada que estaban dando.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?!
──¡¿DÓNDE ESTAMOS?!
──¡¿A QUIÉN LE DICES EXTRAS, MALDITO?!
──¡LUFFY! ¡¿QUÉ RAYOS HICISTE?!
──¡NARUTO, QUITATE DE ENCIMA!
Y así, amigos míos. Empezó esta historia, ¿el cómo empezó todo? Para eso es preciso retroceder algunos minutos atrás.
10 minutos atrás en diferentes partes del mundo.
Lo único que pensaba Midoriya en este momento, era "mierda", desde el comienzo del campamento todo era diversión hasta que empezó la prueba de supervivencia, algo fácil y rápido se podía decir, se puso feo cuando tuvo que luchar con una loca adicta a la sangre, y se puso peor cuando se rompió ambos brazos por salvar a un niño (lo cual no se arrepentía), pero todo se fue cuesta abajo cuando su objetivo fue su amigo de la infancia: Kachaan.
Y ahora solo podía ver como su amigo-rival era absorbido por los villanos y él no podía hacer nada para evitarlo. Bueno, -Mierda, mierda, mierda –. Esa palabra se repetía una y otra y otra vez, no podía hacer nada, iba a perder a su amigo. O eso pensó hasta que una luz envolvió el bosque y aparecieron en una gran sala, con personas desconocidas, sus brazos recuperados con su amigo a lado.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?! ──Y claro que a Kacchan no le importaría gritar eso justo después de lo que pasó en el bosque, no podía verse tan patético.
──Kachaan... ──suspiró aliviado Deku mientras corría hacía el junto con otros compañeros. Ahora sólo tenía que averiguar dónde estaban.
...
Zenitsu estaba mal, había sido envenenado por un demonio, gracias a eso se había vuelto mucho más pequeño, la supuesta medicina sabía a mierda, tenía que estar postrado en cama, pero al menos Nezuko iba a estar bien, o eso creía, sino él mismo iba a hablar con el mismísimo jefe; Pero, al menos, habían completado la misión sin ninguna baja de sus amigos.
──Me pregunto cómo le irá a Tanjiro en la junta... ──murmuró en voz baja mientras miraba la ventana, no era idiota, era obvio que le preguntarían su razón de estar viajando con un demonio.
──¿Dijiste algo Monitsu? ──Preguntó Inosuke, mientras comía su comida y la que obviamente no era de él.
Zenitsu sólo se le quedó mirando un momento. ──¡¿POR QUÉ TE COMES MI COMIDA?! ¡¿Y NO ESTÁS UN POCO PREOCUPADO?! ¡NEZUKO ESTÁ EN PELIGRO! ¡NO ME PUEDO QUEDAR SIN ESPO...! ──fue interrumpido por una almohada en su cara.
──¡CÁLLATE! ¡MONJIRO SABRÁ HACERLO! ──gritó de vuelta, sus gritos le cansaban, además, Gompachiro estaba ahí, y él confiaba en Tanjiro.
Zenitsu estaba por reclamar algo cuando la puerta se abrió dando a conocer a Tanjiro quien parecía un poco golpeado, pero antes de que pudiera preguntar al respecto, una luz los cegó, seguido de un golpe pesado y un grito que cortó el pequeño shock.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?!
Y claramente al echar una mirada rápida solo pudo discernir algunas figuras, pero los murmullos entraron en su cabeza, todas dichas por voces que no reconocía y con lágrimas en los ojos y a la vez sujetando el haori a cuadros de Tanjiro, se proponía a salir de ahí hasta que un grito que SÍ reconoció se hizo presente.
──¡¿DÓNDE ESTAMOS?!
En un rápido movimiento tanto él como Tanjiro se abalanzaron a Inosuke, mientras una Nezuko se acercaba rápidamente a su hermano, siendo rodeados por los pilares quien habían llegado igual que Genya y Kanao.
...
──¿Entonces se supone que tenemos que ir a una escuela por una estúpida misión? ──dijo Ed con cara de desconcierto. Ciertamente ser un alquimista de estado no era nada fácil, y siendo el un "niño" tendían a menospreciarlo mucho, pero de eso a que lo mandaran a una estúpida escuela solo por una misión que en su libro no era nada importante era otro nivel, y vaya que se encargaría de decirlo.
──Hermano, tal vez debas- ── Alphonse no terminó cuando un golpe en el escritorio y una serie de maldiciones salieron de la boca de su hermano mayor.
──Vamos Fullmetal, ¿no me digas que te asustan las escuelas? Solo es una misión de infiltración, buscas la información y sales. Nada más. Además, sirve que consigues algunos modales ──. Se burló Mustang mientras una mano enguantada terminaba en su boca intentando contener una sonrisa zorruna que obviamente no logró.
Edward realmente quería matarlo en ese momento, de todas las tontas misiones, esa se llevaba el premio gordo. No iría a una estúpida escuela, no señor. Y si tenía que matar al coronel bastardo, lo haría. Otra ola de vulgaridades iba a salir de su boca cuando un ruido y una luz lo suficientemente brillante para cegar a un ciego apareció y una bola de claramente desconocidos y un ruido estrepitoso resonó en el lugar.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?!
──¡¿DÓNDE ESTAMOS?!
──¡¿A QUIÉN LE DICES EXTRAS, MALDITO?! ──contestó, recuperando su shock inicial por la molestia al recordar a Mustang, tenía que sacar su furia con alguien.
Al menos no iría a la escuela.
...
──¡Saaaanji! ¿Cuánto más va a tardar la comida? ¡Tengo hambre! ──chilló Luffy y actual capitán de los sombreros de paja.
──¡Cuánto tenga que tardar! ¡ahora deja de estar molestando o te pateare! ──se escuchó el grito proveniente de la cocina de Sunny, donde cierto cocinero preparaba un festín merecedor de los dioses.
Actualmente se encontraban tranquilos, era un muy buen día (a estadísticas del nuevo mundo), apenas habían salido de Punk Hazard y decidieron relajarse puesto que no llegarían a tierra en, al menos, otros tres días.
O al menos eso esperaban hasta que...
──¡Hey! ¡Veo algo, chicos! ──gritó Ussop desde el costado del barco quien estaba junto con Chopper con un proyecto personal que, sin duda, tenía que ver con una estupidez.
Todos salieron a cubierta con curiosidad, Franky salió desde el taller del barco con marcas de aceite por todos lados, con Robin siguiéndole el paso quien obviamente venía de la biblioteca, Sanji salió de la cocina y Nami le siguió después de inspeccionar sus mandarinos con Law no muy lejos, Brook caminó desde el frente del barco y Zoro venia de entrenar.
──¡BARCOS ENEMIGOS DESDE LAS 6 EN PUNTO! ──gritó Usopp. Se encontraban siendo atacados por una flota de marines.
Habían tenido la mala fortuna de haberse topado con una flota marina en su ida hacia Dressrosa, obviamente no terminó bien.
──¡Entendido! ¡LUFFY! ──gritó Zoro a la par que preparaba sus katanas.
──¡Vooooy! ~ ──contestó el monito, mientras se preparaba para atacar ──. GOMU GOMU NO- ──Antes de poder terminar una luz y un zumbido llegaron a él junto con un montón de personas que no conocía ni de coña y un gran ruido que supuso fue él al terminar su golpe.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?!
──¡¿DÓNDE ESTAMOS?!
──¡¿A QUIÉN LE DICES EXTRAS, MALDITO?!
──¡LUFFY! ¡¿QUÉ RAYOS HICISTE?!
Bueno, ups.
...
──De acuerdo, recuérdenme por qué estamos aquí tan temprano en la mañana ──gimió Naruto mientras pasaba una mano por su cabello y rascaba su estómago, claramente acabándose de despertar.
──Cielos Naruto... ──suspiró Sakura mientras veía a su compañero de equipo ──Ya te lo dije, todos han estado estresados últimamente y acordamos hacer algo al respecto.
──Bueno, ¿y por qué tiene que ser aquí? ──reclamó el blondo, no le gustaba tener que levantarse temprano para luego obligarlo a caminar a casi afueras de la aldea.
──Seeh ¿por qué tiene que ser tan lejos? ──se escuchó el reclamo sin fuerzas a sus espaldas.
Detrás venia el trio Ino-Shika-Cho junto con el resto de la pandilla, incluso venia Sai quien era realmente difícil de convencer en algo, aunque Naruto pensaba que era por Ino.
──Ugh ¡Shikamaru! ¡Ya lo acordamos, las únicas casas disponibles son las de Naruto y Sasuke, y la de Naruto es demasiada pequeña y seguramente sucia, por lo que la única opción es la de Sasuke-kun! ──gimió Ino enojada e ignorando el "¡Oye!" de Naruto, empezó a tocar la puerta del recinto Uchiha.
Con un golpeteo de unos minutos la puerta se abrió para mostrar la cara con ceño fruncido del azabache. Realmente Sasuke no entendía por qué tenían que hacerlo en su casa, borra eso, ¿Por qué aceptó en primer lugar? A mala cara los dejó pasar, justo en el momento en que todo se iluminó.
Sasuke no entendía qué mierda estaba sucediendo, pero rápidamente se puso alerta parándose junto con los demás quienes, echando un vistazo a los que seguían en el suelo, agradeció haber caído bien, porque un Naruto se encontraba arriba de una Sakura quien a la vez aplastaba a un Kiba quien tenía cara de querer matar en cualquier momento.
En un segundo después los gritos empezaron a inundar el área.
──¡¿QUIÉN DIABLOS SON USTEDES, EXTRAS?!
──¡¿DÓNDE ESTAMOS?!
──¡¿A QUIÉN LE DICES EXTRAS, MALDITO?!
──¡LUFFY! ¡¿QUÉ RAYOS HICISTE?!
Sasuke, se empezó a inquietar, realmente no había planeado nada de esto, él solo quería probar una nueva receta que incluía tomates ese día y ahogarse en su depresión, pero ahora se encontraba en una sala con gente desconocida y sus amigos siendo idiotas.
──¡NARUTO, QUITATE DE ENCIMA! ──se escuchó el grito de Sakura mientras intentaba empujar a Naruto, haciendo que Kiba empezará a gritar también.
Sí, idiotas.
...
──Y esos son los tipos de demonios que veremos hoy, ¿alguna duda? ──preguntó Shura mientras leía un libro sobre demología. Dando una mirada notó que todos ponían atención, tomaban apuntes o hacían... algo, excepto por su queridísimo protegido quien pensó que tomar una siesta mientras pretendía leer algo que OBVIAMENTE no estaba leyendo si el libro al revés daba alguna noticia.
──Okumura ──. Pronunció.
──Okumura ──. Repitió. En este punto todos observaban al príncipe durmiente.
──¡RIN! ──Y de un solo movimiento lanzó el libro como un proyectil que cayó directamente en el centro de su cara. Casi se arrepintió. Casi.
──¡Owwe! ¡¿Qué diablos?! ──Exclamó Rin al momento en que se sobaba el rostro.
──Tienes algunas agallas para dormirte en mi clase, Rin ──. Reclamó Shura mientras el resto murmuraba cosas como "Idiota" o "Flojo", dichas principalmente por Bon e Izumo.
──Tsk, no dormí en toda la noche porque estaba entrenando, lo cual he avanzado mucho ¡enserio! ──reclamó Rin mientras relataba todo lo que había hecho el día pasado. Shura desconectó todo en el momento en que dio su excusa y pensó que no estaría mal si saliendo de la clase fuera a dormir en algún lugar, no es como si su siguiente clase importara. Realmente.
Con una gran precisión y justo a tiempo Yukio entró por la puerta con su maletín y Shura podía jurar que el suspiro por la voz de Rin parloteando no lo imaginó.
──Buenos días ──. Dijo Yukio, erguido y orgulloso mientras pasaba por la puerta en dirección a donde Shura reposaba encima. Su amado escritorio.
──Buen día Yukio-kun ──Dijo Shiemi hasta recordar que no tenía que decir eso── ¡Ah! No, quiero decir... Yo no ──Gimió Shiemi cada vez más roja que antes.
──Moriyama-san, está bien ──Sonrió Yukio antes de dar un vistazo en general. Izumo estaba a su lado obviamente hastiada de su "amiga", el grupito de Kioto estaba murmurando algo que seguramente tenía que ver con su hermano, y su hermano, bueno, estaba hablando con Shura quien no le prestaba la mínima atención, de hecho, estaba bastante seguro que despotricaba por esa misma razón.
Suspirando Yukio cerró la puerta y se preparó para sacar a Shura del aula, lo cual disfrutaría obviamente cuando todo brilló.
Después de la luz repentina y de haber caído de pie (algunos no tuvieron la suerte, Shima), el ruido de algo cayendo llamó su atención y después de escuchar los gritos que empezaron a llenar el aula. Yukio le tapó la boca a su hermano mientras con la otra sacaba su arma, Shura asintiendo ordenó que se mantuvieran al margen mientras invocaba su espada y juntaba a los estudiantes en un círculo con Rin en el centro.
Esto iba a ser un caos.
...
Kugisaki esperaba algo mejor que esto, sinceramente. Cuando supo que había dos chicos más en primer año esperaba algo... más, que un chico que no era nada sofisticado y que probablemente se comiera los mocos de niño (Itadori) y un tipo engreído que seguramente quemaba palomas por diversión (Fushiguro), al menos el maestro parecía decente.
──No soy muy afortunado con mi entorno. Huh ──. Suspiró decepcionada, así que cuando el maestro propuso darles un tour, decidió que de hecho era el único tipo decente y que le agradaba (hasta ahora).
──¡Quiero ir a Disneyland! ¡Disneyland!
──¡Idiota, Disneyland está en Chiba! ¡Vamos al barrio chino, sensei!
Y sinceramente ¿Barrio chino? ¿Qué pensaba el idiota? Así que obviamente tuvo que gritarle que el barrio chino estaba en Yokohama, consiguiendo que respondiera que Yokohama estaba en Tokyo. Cuando su sensei dijo que iban a Roppongi, se maravilló ¿acaso este era su comienzo como chica de ciudad? ¿Un nuevo comienzo en una escuela nueva con cosas de ciudad que una pobre pueblerina como ella jamás soñaría? Casi podía saborearlo.
Así que cuando una luz los tragó y aparecieron en una sala, un ruido sonó en algún lado, y distintas voces empezaron a surgir, se dio cuenta que su sueño se estaba yendo al garete, dando una mirada a su sensei quien solo puso un dedo en sus labios para que se mantuvieran en silencio, copiaron a otro grupo con uniformes parecidos a los suyos quienes rodeaban a un chico en el centro con una espada roja.
Pudo ver al idiota y al engreído ponerse en guardia, el sensei con una sonrisa en sus labios.
Suspiró, al menos ya no estaba en su pueblo.
...
Armin estaba nervioso hasta la médula. En unos momentos saldrían de la muralla, y empezarían la formación, pero más que nervioso por sí mismo estaba nervioso por lo que pasaría con Eren. Desde que se había descubierto que Eren podía transformarse en titán todo se había a la mierda o ¿tal vez desde el ataque de Shiganshina? ¿Tal vez antes de eso? No lo sabía.
Arreando su caballo y yendo a su posición se preparó mentalmente. Que pasara lo que fuera a pasar.
Dando una mirada pudo reconocer a Reiner a lo lejos, preparando su caballo de igual manera, sin querer molestarlo siguió su camino. Mientras más caminaba más quejas podía escuchar, gente que no confiaba en la misión o el comandante, gente que dudara que funcionara, gente que recitaban a sus seres queridos, gente que no quería morir.
Cerrando los ojos con fuerza, apretando la correa por la idea de que podía morir en cualquier momento igual que el resto siguió su camino. ──Por Eren, por Mikasa, por tu sueño, por la humanidad ──Cuando abrió los ojos ya no estaba donde antes.
──¡¿Pero qué...?! ──una mano aterrizó en su boca, la mano de Jean para ser exactos, este negó con la cabeza instándole a callarse.
Armin asintió, haciendo que retirara su mano, dando una mirada rápida logro ver a Eren y Mikasa y un suspiro que no sabía que guardaba salió de sus labios, siguiendo vio a Sasha, Connie, el capitán Levi junto con Hange y Erwin, Ymir y Krista y el trio compuesto por Reiner, Bertolt y ¿Annie?
Mirando más allá vio ¿personas? De distintas formas ¡¿y una armadura?! Mientras más miraba más cosas extrañas aparecían en su visión. ¿Qué carajos estaba pasando? Una voz lo saco de sus pensamientos.
──Escuchen, manténganse cerca, no sabemos dónde estamos, estén alerta si no quieren morir. ──Levi atinó a decir, Armin dudaba que alguien oyera algo con todo el ruido de fondo, una mirada bastó para que todos sacaran cuchillas.
En algún lugar de sí pensó que sería divertido.
...
Era una buena mañana en la agencia de detectives, después de todo el desastre la semana anterior con Atsushi secuestrado, al menos ahora tenían un posible recluta.
──Así que... ¿por qué está tan tranquilo? ──Preguntó Atsushi, no es que le molestara la tranquilidad, al contrario, era genial tener un poco en este trabajo, pero algo dentro de él sentía que algo pasaría y con ellos como compañeros podían esperar cualquier cosa, la verdad.
Kunikida solo miró al chico para luego centrarse en su papeleo, Rampo ni siquiera le dio una mirada pasando de largo, Yosano estaba en algún lugar en la enfermería, Tanizaki estaba muy ocupado con su hermana para contestar y Dazai estaba haciendo nada, pero muy ocupado para responder.
Kyouka observó como Kenji sonrió dirigiéndose a Atsushi.
──Ya sabes, no siempre hay casos que ocupen que salgamos, algunos solo son por papeleo aburrido ──. Contestó Kenji, oh dulce Kenji, Atsushi le daría algo por no ignorarlo.
──¿Enserio? Cuando me uní no dio esa impresión.
──Sí, supongo que sí.
Kenji empezó a reir y Atsushi se confundió más.
──¿Entonces no hay nada que hacer? Como... ¿Un caso o algo así?
Un silencio se formó en la habitación, la verdad es que después del secuestro de Atsushi el presidente había parado los casos, solo tomando los que se podían hacer en oficina, al menos hasta que se calmaran las cosas un rato, y para que Atsushi asimilara que no iba a ser la última vez que salga secuestrado... probablemente.
──Así que nuestro felino residente quiere algo de acción, bueno ¿qué te parece ayudarme con algo? —Habló Rampo desde su escritorio, al ver la curiosidad en el chico prosiguió── He tenido la teoría el alcance de tu habilidad, ¿tienes conciencia estando en esa forma o el tigre te toma por completo? Si es así ¿sigues sus instintos?
Atsushi ya sabía para donde iba esto y al ver la cara del resto probablemente también.
──Si es así ¡sería como tener un gato gigante! ──Gritó Rampo, ignorando el "y mortal" de Kunikida, no era aficionado a los gatos, pero el presidente sí, tal vez si le daba un felino gigante el presidente lo elogiaría, quien sabe.
Una mueca se mostró en el rostro del chico, rápidamente empezaron sus teorías y los pros y contras de tener un gato gigante y la sonrisa de Dazai decía que estaba a bordo, solo unas cuantas palabras del hombre fue suficiente para que el chico cediera a los experimentos.
Antes de poder hablar, una luz se comió todo y lo siguiente que sabían era que estaban en una sala con distintas personas, el ruido estalló en vítores y algo rompiéndose en algún lugar, una mirada y la agencia estaba reunida, incluyendo al presidente y una mirada más allá, los miembros de la Port Mafia también.
Definitivamente no iba a ser un día tranquilo.
...
Emma cayó al césped mientras hacía un puchero, había perdido contra Norman, otra vez, en un 1vs1.
──¡Me atrapó de nuevo!
──Lograste evitar que te capturara por... 10 minutos. Hey, es un nuevo récord ──Dijo el buen Ray sin quitar la mirada de su libro.
──Ughhh- ¡¿Por qué?! ¿Cómo es que Norman es tan bueno en esto? ──Gritó Emma fastidiada, porque enserio ¿cómo podía siempre ganar contra ella?── ¡Norman nunca ha podido superarme en una carrera a pie y aun así nunca puedo ganar en una partida de esto!
Ray solo le dio una mirada, justo cuando iba a responder una luz entró de lleno a su retina dejando lo ciego momentáneamente, cuando volvió a ver no estaba ni de coña en el orfanato, de hecho, no sabía dónde estaba, pudo localizar a Emma en el suelo, supuso que fue porque estaba tirada antes de eso, Norman se encontraba un poco más alejado, pero en cuanto los vio se acercó, Gilda y Don copiándolo también.
──¡¿Dónde estamos?! ¡¿Y los demás?! ¡¿Y mamá?!
Preguntas empezaron a formularse entre ellos, intentando estar lo más callados posible, con una mirada de Ray y Norman llegaron a una conclusión, estar en medio probablemente no sería una buena idea, dando un vistazo a todo el grupo decidieron que la mayoría era un NONO por completo, el único grupo decente era conformado por un hombre rubio con traje y un grupo de chicos más grandes que ellos.
Sin mucho que perder se acercaron lo más posible al grupo quien con un vistazo del hombre rubio, le dijo algo a los demás, haciendo que se alejaran un poco más, pero rodeándolos de manera protectora.
Ambos chicos rezaban por no haberse equivocado de grupo.
...
Asta estaba hastiado por poder haber entrado en una caballería, era un gran paso para poder convertirse en el Rey mago, claro, no era una orden como la de Yuno, pero una orden era una orden, así que ahora aquí se encontraba, en el comedor ya que la hora del almuerzo era algo que siempre se agradecía con la comida de Charmy.
Como siempre gritos empezaron por el lugar, comida de aquí y allá, charlas sin sentido, alcohol derramado y demás. Cuando Asta creía que no podía empeorar más, un Luck en su pelea con Magna lanzó un ataque, causando ceguera en todos, cuando volvió abrir ya no estaban en el comedor.
──¿Qué carajo hicieron ahora mocosos? ──Una voz dijo a sus espaldas, la de su capitán para ser exactos, y cuando se volvieron, confundidos como la mierda, pero sin inmutarse (porque vamos, son los toros negros, un poco de ruido y algo roto no era nada nuevo) solo se confundieron más al ver a su capitán pantalones abajo e hincado, obviamente estando cagando cuando pasó lo que sucedió.
──Mierda ──Pensaron todos al unísono.
...
Shigeo estaba feliz, habían acabado con Garra, había recuperado a su hermano y descubrieron que tenía poderes, y aunque no lo demostraba sus amigos y maestro seguramente lo sabían.
Así que, de camino a casa con su hermano, solo quería darse un baño y dormir todo el resto de la semana.
Así que no. No esperaba que una luz lo cegara y apareciera en una sala con extraños que en su vida había visto, presencias que seguramente jamás olvidaría de lo terrorífico que se sentían.
──¡¿Mob?! ¿Qué está pasando? ──Su maestro, ¿él también estaba ahí?, dando un vistazo vio a su hermano quien también se acercaba mirando alrededor, Teruki se acercaba también.
──Maestro, ¿siente esas presencias? ──Susurró Mob inquieto, y no parecía ser el único pues Teruki y Ritsu también lo parecían.
──¿Presencias? ¿Y ahora de qué habla? ──Pensó Reigen, sin tener idea y asustado como la mierda dijo lo primero que se le ocurrió, no quedaría como un imbécil con su estudiante── Pero por supuesto Mob, estás hablando con tu maestro aquí, así que no te preocupes, no tienes que temer.
Hoyuelo solo alzó una ceja sin creer nada, Mob dio una mirada, había varias presencias en la sala, pero las peores venían de 4 chicos, un rubio que parecía estar peleando con una peli rosa, un chico peli cenizo que venía con el grupo de mantos negros, una espada que cargaba un chico peli azul y un pelirosa que estaba en el pequeño grupo de 4.
Sintiendo que le tocaban el hombro pudo ver a su maestro acercarse a él.
──Creo que tenemos compañía ──Dando una mirada junto con el resto observaron a un grupo de niños menores que ellos que se acercaban a su grupo, pero manteniendo distancia── Deben estar asustados, no todos son psíquicos.
Hoyuelo y el resto bufaron ante Reigen, Mob solo asintió haciendo caso a su maestro, y el grupo se adelantó poniéndose delante del grupo de niños, lo suficientemente alejado para no incomodarlos, pero lo suficientemente cerca para protegerlos por si pasaba algo.
Sería un largo día.
...
Yato estaba encantado, había conseguido un shinki perfecto, y junto a Yukine y Hiyori seguro conseguía su templo en poco tiempo, no tenía duda. Y sí, tal vez Yukine le había negado su chaqueta, y tal vez le había dicho que apestaba a sudor y tal vez le había dicho que no era popular y que no tenía casa...
Si Yato se sinceraba podía decir que Yukine era un bastardo inteligente que se había dado cuenta que no tenía ni donde caer muerto, pero, apenas lo había conocido y era el primer día, no podía ser peor.
Entonces aquí estaba, acompañando a Hiyori a su casa porque eso hacen los dioses que serán populares, claro que sí.
Así que cuando la noche se volvió día no sabía qué carajo estaba pasando, tal vez la cerveza que le dieron tuvo efecto tardío (lo dudaba) o algo así y cuando volvió a ser oscuro, pero con mucha más gente y ruido supo que no era una alucinación, notó a Yukine y Hiyori a su lado igual de confundidos, y cuando notó presencias y el poder que sacaban algunos supo que estaban en problemas.
──¡Ven Sekki! ──Rápidamente Yukine se formó en una katana, y Yato se puso delante de Hiyori para protegerla.
Esto acababa de empezar.