
Regreso
—START—
-3rd Persona POV-
Todo estaba negro.
Sin trazos de nada alrededor, ni escombros, ni sangre o alguno de los enemigos que había estado enfrentando hacía un momento.
Solo oscuridad y silencio.
¿Acaso estaba muerto?
El cuerpo no se encontraba flotando en ningún lugar, estirado boca abajo sobre alguna superficie con sus ojos abiertos, ojos los cuales no veían nada.
(…El dolor…) Su cuerpo estaba repleto por heridas, golpes, arañazos, fuertes impactos, de toda clase e intensidad.
Pero las más destacables de todas eran sin duda aquellas en sus brazos, en este caso, la falta de estos.
Aun así, el joven no parecía estar sintiendo dolor, completamente ignorante a los efectos a su alrededor debido a su incapacidad de ver en tal momento.
No, la persona tirada en el suelo estaba lucida, su mente enfocada en los acontecimientos de hacia solo unos pocos minutos.
(Tenko…los desintegró…¿acaso eso me mato?) Eso explicaría la completa falta de existencia a su alrededor, por qué nada estaba ahí en su visión, nada en absoluto. (No…aun siento cosas, aun respiro)
Las brasas restantes del One for All aún estaban en su cuerpo también, podía sentir la llama del Don en sus manos.
La llama sigue ahí, su presencia le trajo bastante confort.
Todas ellas lo hacen aun…incluso después de que decidió despegarse de AFO por el bien de todos.
En su pánico por saber dónde estaba su cuerpo se movió un poco antes de caer de nuevo, chocando con el suelo, con un frio tacto, pero real, aun no estaba muerto.
Por lo tanto la teoría fue descartada tan rápido como la tuvo, había suficiente signos de vida en sí mismo como para que ese no fuera el caso.
Se intentó mover una vez más, su cuerpo moviéndose lentamente mientras trataba de cambiar su posición, a ver si podía ver algo en algun lugar lejano.
Una vez esos intentos también resultaron ser inútiles, no quedaba nada más que hacer, nada salvo recordar cómo terminó aquí. (Tienes que recordar más…que ocurrió después)
Sus brazos se desintegraron poco a poco, la batalla mental con Shigaraki estaba llegando a su fin y no era el que se encontraba con la victoria en sus manos.
De hecho, en este momento, se encontraba hasta sin manos.
Sero, Ojiro y Sato, todos ellos lo salvaron de una muerte segura a manos de un Shigaraki completamente poseído.
Y después…
…
Ah, fue entonces cuando Aizawa-sensei llegó.
No, no fue solo él, todos habían llegado, sus compañeros, otros héroes, algunos recursos para la ayuda.
Y la voluntad de Eri.
“Quiero cantar!!” No fue nada más que un susurro en el viento, pero el deseo de la pequeña niña resonó a través de las memorias, su mente probablemente aun conectada a ese enigmático estado de ser al cual solo había accedido en su batalla con Shigaraki.
Los recuerdos del deseo de Eri resonaron, fue como si lo hubiera escuchado de su propia boca.
El cuerno lo había comenzado a curar, sus brazos regresando poco a poco…
…hasta que todo perdió el control…
Sin Eri al timón ‘rewind’ se salió de control, retroalimentándose y recuperando su energía.
Revirtiéndose al punto en el que aún tenía energía mientras forzaba todo a su alrededor a retroceder, todo salvo su cuerpo.
Lo que fue un poco de retroceso en sus brazos se volvió un efecto de área completo, envolviendo todo su cuerpo y sus alrededores, deteniendo la curación y haciendo…algo más.
Aun no tenía claro el que, pero no fue restaurarlo a él.
Los rayos amarillos del Don de Eri lo envolvieron por completo y todo se volvió oscuridad.
El amarillo se tornó blanco por la propia potencia de estos, hasta que no sobró nada.
Todo había vuelto a él, la poca lucidez que le quedaba desvaneciéndose junto con la llegada de esos recuerdos.
(Eso fue lo que pasó) Tras un esfuerzo todo había vuelto, lo que sentía que faltaba en su mente. (Acaso esto es lo que ocurre al ser rebobinado antes de existir…) Al final, parecía que la muerte si se lo había llevado, incluso si no era como se lo esperaba.
¿No había pensado ya que no estaba muerto? ¿Acaso la pérdida de sangre lo estaba haciendo empezar a delirar?
Fue en ese entonces que un sonido llamo la atención de Izuku Midoriya.
Un sonido muy familiar al de una lata cayendo al suelo…algo que un muerto no debería oír.
Y como si esa revelación fuera suficiente, el mundo parecía moverse otra vez, el sonido de una voz aguda llamándolo.
Pequeños rayos de luz atravesaron el cielo, revelando la verdadera naturaleza de su situación.
“Oye!! Hay alguien ahí?!” Lo que antes parecida un cielo infinito no resultaron ser más que escombros, todos caídos en forma de cúpula a su alrededor.
Escombre que estaban siendo excavados por alguien.
“Yo…” La voz de Izuku estaba ronca, se notaba débil debido a los daños sufridos, e incluso si no estaba sintiendo dolor no es que estuviera en condiciones de hacer nada.
Del otro lado se escuchó un chillido, la persona fuera se sobresaltó por su repentina acción. “Si hay alguien” Se oyó un murmuró por lo bajo, la persona que lo estaba desenterrando probablemente. “No te preocupes, te sacaré de allí”
Izuku dudaba que eso siquiera importara, el hecho de que nada dolía solo era un indicativo de que su cuerpo pronto se rendiría por completo, su mente cada vez más nublada, la muerte lo reclamaría en nada más que un instante y todo habría acabado.
All for One habría vencido la eterna batalla, Japón completamente bajo su control.
(Incluso si tengo suficiente voluntad para avanzar…no puedo hacer nada sin mi cuerpo)
Así que simplemente se resignó, sus ojos cerrándose lentamente ante una luz que solo incrementaba por momentos.
(Lo siento)
…
Fue similar a un tirón.
De un momento a otro todo su ser se sintió jalado por algo, su esencia y conciencia, que antes se debilitaba rápidamente, ahora estaba completamente entera una vez más.
Izuku quedó congelado un momento, procesando todo lo ocurrido.
(Estaba sacando a alguien de los escombros en esta obra/Estaba enterrado en los escombros de la guerra) Dos trenes de pensamiento en situaciones opuestas colisionaron, su consciencia tenía una perspectiva en dos lugares diferentes en un mismo momento.
Una había intentado sacar a alguien fuera de una pila de cemento.
La otra estaba atrapada allí abajo, lamentando que no podría salvar a nadie.
El momento en que ambos se tocaron, solo sobró una perspectiva.
Por tanto tal separación solo duró un segundo, la voluntad de la más fuerte de las dos consumiendo la otra.
No matándola, ni eliminándola, no había necesidad, ambos eran una misma entidad en dos puntos en el tiempo diferentes.
Una presencia y varias memorias nuevas no cambiarían al individuo para otra persona que no fuera Midoriya Izuku.
Y entonces fueron uno.
(Que…acaba de ocurrir?) Inconscientemente fue a tocarse la cara, lo cual termino con una mano sobre esta, una mano que ya no debería existir. (Los…tengo?!) inconscientemente derramó lagrimas por esto, como si un alivio le bañara al ver ambos miembros de vuelta.
Si aun los tenía entonces aun había tiempo, si utilizaba los restos del OFA deberían de ser suficiente como para llegar al campo de batalla mientras no se encontrara muy lejos.
Todo pensamiento sobre su situación se desvaneció, el fin de la guerra es más importante que averiguar qué ocurrió.
Con confianza Izuku comenzó canalizando las brasas del One for All, listo para salir volando en busca del centro del combate.
Y solo se detuvo por el dolor que transferir su Don por todo su cuerpo causó, una sensación a la que estaba acostumbrado ya hacía mucho tiempo.
Cuando su cuerpo no era lo suficientemente fuerte como para aguantar la fuerza recién adquirida.
Un poco más y habría explotado completamente.
“Huh qué?!” Otra pequeña acción reveló más sobre su propia situación, su voz, mientras que aún era la de un adolescente la última vez que se escuchó a sí mismo, se oyó mucho más aguda de lo normal.
Rápidamente Izuku salió de la zona de obras donde se encontraba, su cuerpo llevándolo a las calles de los alrededores.
Donde Musutafu se encontraba en perfecto estado. (¿Qué está pasando aquí?!) Su respiración se aceleró por unos momentos, todo el pánico de fallarle al resto desapareciendo en uno menor que trataba de explicar su situación actual.
Viendo donde se encontraba pudo reconocer una pequeña tienda, algo que las personas normalmente simplemente pasarían de largo sin darle un segundo vistazo, pero para él significaba algo.
(La tienda de Oba-san) Una tienda de una anciana que vivía cerca de su casa, era donde Midoriya solía comprar sus paquetes de cartas de héroes hasta los trece años. (Pero…fue demolida hace casi tres años ya!)
Las cosas cada vez hacían menos sentido, incluso si perspectiva de todo a su alrededor se sentía peor, más baja de lo que recordaba. (…Como si fuera un niño…) Al mirarse a sí mismo hubo una única prueba que completó todo y le dio la respuesta a lo ocurrido.
Estaba llevando el uniforme de Aldera High.
Había viajado en el tiempo de alguna forma.
---
Tras una larga caminata Izuku había regresado a su casa.
No la High Alliance, no un bunker dentro de UA para su seguridad, no, era el lugar donde había vivido junto a su madre por mucho tiempo.
Casi extrañaba este sitio.
El distrito donde el solía vivir había sido devastado la estampida de Gigantomachia en la primera guerra, pocas casas habían sobrevivido a ello y este hogar no fue una excepción.
La razón por la que había venido aquí era obvia, no sabía realmente ‘cuando’ estaba, no tenía idea de lo que había pasado ya y que tan lejos de su entrada a la UA estaba.
Así que solamente había un lugar al cual Izuku podía recurrir como referencia, el único sitio seguro para sí mismo durante sus años en Aldera.
Su casa.
Midoriya se detuvo justo antes de entrar por la puerta. (Realmente he vuelto en el tiempo) Aun se encontraba intentando procesarlo todo, el cómo siendo probablemente la cuestión más grande de todas.
(El Don de Eri se supone que solo afecta a seres vivos…como se supone que me llevó a esta situación) Y no solo eso, acaso el poder lo había llevado a otra linea temporal, o acaso fue el mundo entero el cual fue revertido por completo.
Como no había ocurrido una paradoja haciendo que fuera muy posible que el futuro que el mismo recordaba no existía más.
Fue una bendición y maldición juntas.
Poder cambiarlo todo realmente le daba la oportunidad de salvar a muchos, a tantos que ni siquiera se hacía una idea correctamente.
Sabía que tan fuerte All for One era, cuan poderoso Shigaraki se podía volver.
Tenía una idea de cómo ganar.
Pero lo más claro de todo fue que ahora sabía que no podía salvar a Shigaraki, no desde que AFO lo tomó en su primer día.
No después de ver a Tenko vencido y aun así portar aquel deseo de destruir. (Salvar a Tenko Shimura…significa matar a Tomura Shigaraki)
Le causaba dolor de cabeza pensar en todo lo que podría hacer ahora, casi tanto que, por un momento se le olvidaron las consecuencias de lo ocurrido.
Pero no por mucho, su mente le recordó que todo esto también significaría que sus amigos no eran los mismos, todas sus experiencias que los habían forzado a crecer en conjunto ahora no eran nada más que memorias que solo él tenía.
La gente que con la aprendió fuera del país, aquellos que había salvado, incluso personas como Gentle o Kaina, todo eso se había evaporado en un momento.
Fueran las consecuencias que fueran…todo sería diferente, no hay forma de volver atrás, no ahora.
Y quien dice que no podría repetir muchos de sus actos.
Por tercera vez hoy Izuku se miró los brazos. (Tengo dos años, dos años antes de que todo comience…esta vez estaré listo de verdad) En un rápido movimiento el noveno portador del One for All se golpeó el pecho, justo encima de su corazón.
“Por todos!” Exclamó en un susurro para sí mismo.
Con eso claro para sí mismo, Izuku abrió la puerta de una vez por todas.
“Estoy en casa!” Él sabía que su madre se encontraba dentro en este momento, incluso si no tenía idea de la fecha y hora actual al no poder mirar nada de eso porque su teléfono se encontraba en un estado deplorable, roto completamente.
Era el estado de su móvil lo que lo delató sobre más o menos cuando estaba, dos años antes de la UA, un día en el que Katsuki Bakugou le había roto el teléfono por accidente en uno de sus ataques usuales.
Lo ocurrido no era algo fuera de lo normal, pero también se destacaba lo suficiente como para que Izuku tuviera una idea general del tiempo en el que estaba.
“Ah, Hijo!” De la cocina salió su madre, Inko Midoriya, una señora bajita de pelo y ojos verdes igual a Izuku. “Tardaste de regresar a casa hoy, ¿Acaso te paraste a ver héroes en acción por el camino?”
La mujer se acercó a su hijo quien se estaba quitando los zapatos en la entrada, solo para verle más de cerca, su imagen dejo a la pobre madre preocupándose por él.
Su ropa estaba sucia, manchas por todo el uniforme con incluso un pequeño teñido de rojo en la zona de los brazos.
Aunque eso no fue lo peor y la preocupación paso a pánico cuando le vio la cara.
Había una cicatriz bajándole del ojo derecho, su cara parecía golpeada e incluso sus ojos parecían exhaustos, completamente drenados de energía.
“I-Izuku, ¿qué te paso?!!” El joven no era completamente ignorante a lo que su madre veía, sabía que había sangre en sus mangas y que probablemente tenía algun que otro moretón por culpa del grupo de Bakugou pero no pensaba que fuera tan grave.
Podría ser algo que había visto, transferido de su propio cuerpo malogrado por la batalla con Tomura. (Igual tengo que inventarme algo) Recuerda darle una excusa este día a su madre de porque su teléfono estaba roto y que esta se negó a comprarle otro porque había parecido que él había sido irresponsable.
Por lo tanto dar una mentira para calmarla ahora y que no parezca su culpa era su mejor opción. “Ah, bueno lo que ocurre es que hubo un accidente de camino hacia aquí, un ladrón me atacó mientras huía de un héroe” Era una historia lo suficientemente vaga como para no levantar sospechas pero también intensa como para ser creíble. “El golpe me dio y el hombre huyó, pero una señora muy amable me curo con su Don, creo que era médica”
“HAY HIJO!!” Lastimosamente el hecho de que mencionó ser curado no aseguró que su madre no terminaría completamente tomada por los nervios. “¿Seguro que estas bien?! ¿No hay que llevarte a un hospital?!!” En un momento ella se encontraba frente suyo solo para correr en su dirección, agarrándolo fuertemente pero con cuidado por los brazos para revisarle.
“Oka-san!! Estoy bien, la señora me dijo que solo debía descansar” Le tomó algunos intentos más hacer que su madre le escuchara, su preocupación tanta que su agarré era demasiado fuerte para su cuerpo actual.
“IZUKU!!” Un torrente de lagrimas casi se lo lleva por delante.
Tras algunos minutos de calmar a su madre Izuku finalmente fue liberado de las garras de esta, únicamente bajo el pretexto de ir a descansar.
Odiaba ver a su madre llorar, realmente lo hacía y últimamente parecía que no podía hacer otra cosa.
De todas formas eventualmente consiguió librarse de los poderosos cuidados eventualmente, la excusa de querer ir directo a dormir pareció funcionar bastante bien.
Y finalmente Izuku estaba solo una vez más, dentro de su habitación de All Might.
Su mente completamente incapaz de procesar nada más por el simple cansancio que los últimos treinta minutos le había traído junto con toda la guerra que acababa de dejar atrás.
Por mucho que Izuku quisiera ponerse a planear ahora para el futuro, no hay forma de que pueda en el estado en el que está.
El mismo no se había dado cuenta de ello hasta llegar a su casa y la adrenalina restante pasara.
(Descansar…suena bien ahora mismo)
Lo que terminó con su caída directamente sobre su cama, completamente inconsciente.
Las llamas del One for All ardiendo tan fuerte como en un inicio.
---
Todo pasó tan rápido como un latido.
Su concentración en la situación enfrente suya se desvió en el momento en el que algo dentro de él reaccionó de forma extraña.
Casi ni lo había notado.
En un instante alguien se abalanzó sobre él, la intención asesina de tal individuo tan clara que no tenía como no sentirla.
El villano no duró ni un golpe, inconsciente en el primer impacto de su puño.
(¿Qué fue eso?) la sensación era algo que nunca había sentido y había desaparecido al mismo momento en el que llegó.
Aquello fue un llamado.
Aun así, algo estaba claro.
Un suceso importante acababa de pasar como para que su Don reaccionara así, igual su enemigo seguía por ahí después de todos estos años.
Igual debería pensar un poco más en sus planes a futuro
---
Hoy no llovió, eso ya era causa de celebración para ella.
Su lugar favorito es un parque, lejos de donde la mayoría de las personas se encontraban, lejos del resto del mundo.
Un sitio que ya no se visitaba comúnmente por su mala reputación.
En este sitio estaba sola y eso le agradaba, no había preocupaciones en su pequeña esquina del mundo, ni problemas, ni personas diciéndole como tenía que ser.
Ni la tentación de sangre.
Solo ella.
El mundo es tan bonito así, tan libre y sin que el mundo la intentara aplastar, por lo menos a ella se lo parecía.
Ojala la escuela fuera así, ojalá las personas fueran así, ojala…
Desear realmente era gratis.
La chica miró su reloj, eran casi las ocho de la noche, debía regresar a casa pronto, algo triste para ella ya que significaba volver a casa, un lugar sin amor.
Amor…que extraño sentimiento que le hacía formar una sonrisa incluso cuando ella misma no entendía que era.
Algo que faltaba en el lugar donde debería contenerlo más que en ningún otro, donde su libertad se veía aprisionada y todo lo que quería, lo que pensaba y como se sentía no la hacía humana.
(…Siquiera hay alguien en este mundo…) Ella definitivamente no lo sabía.
---
Incluso a la mañana siguiente fue una sorpresa que nada hubiera cambiado.
Una parte de su cerebro aun esperaba que esto fuera solo una mentira o un sueño, que iba a despertar y todo lo que vería a su alrededor serían los cadáveres de todos tirados a lo largo del suelo.
Cuando despertó su primer curso de acción fue mirar el despertador al lado de su cama, marcando el día como viernes a las seis de la mañana.
Aún seguía en el mismo lugar, llevaba el mismo uniforme y se despertó en su habitación, en la misma posición en la cual se había acostado.
Todo fue real.
Izuku se levantó inmediatamente, no tenía un hábito de quedarse en cama mucho tras levantarse y no comenzaría a crear uno ahora. (Tengo que ver cuando estoy, los eventos más recientes y demás)
Como su mente ya estaba despierta no tomó mucho para que esta se pusiera a trabajar, pensando en todas las posibilidades ahora que estaba en el pasado.
Cuidadosamente Izuku entró en el baño, intentando hacer la menor cantidad de ruido posible para no molestar a su madre.
Lo primero de todo era asegurarse que su cuerpo estaba bien, y el prender la luz del baño para mirarse en el espejo fue el primer paso.
Viendo por primera vez por qué su madre se había alterado tanto cuando le había visto.
(Esto…debe de ser una de las que Shigaraki me hizo cuando le empecé a dar a los portadores) Habían entrado en contacto en algunos momentos así que no sería tan raro que ese fuera el caso.
Después de asegurarse de que su cara no tuviera más heridas vino su torso.
Y la diferencia con su rostro se notaba.
Toda cicatriz, ya sea por romperse los huesos, por peleas o cualquier otra causa estaba ahí, su musculatura había sido reducida a la nada que había sido antes de entrenar con All Might y parecía hasta algo famélico, sus costillas un poco visibles.
(Los días que me quitaban el almuerzo) Esa fue una etapa temporaria en el bullying para él y que duró poco, pero lo suficiente como para que se notara.
Y eso no era lo peor, no.
Lo que se veía peor eran sus brazos, más específicamente, donde los había perdido.
Hay se encontraba una cicatriz que dibujaba una linea perfecta alrededor de sus brazos con al menos cinco centímetros de ancho, uno en cada brazo. (Oka-san no puede ver esto nunca…) Le daría un infarto de seguro.
Estas cicatrices se volverán un recordatorio, un recordatorio de su vida antes de este evento y de la guerra que vivió para intentar ser un héroe.
Y funcionarían como motivación para seguir avanzando.
Se le escapó un suspiro sin querer, incluso después de haber dormido más de diez horas su mente aun quería algo más de descanso, pero ahora si no podía permitirse parar.
Por lo menos no hasta que se asegurara que tenía tiempo para actuar.
El Midoriya menor salió del baño no mucho después, completamente enfocado en prepararse para lo que estaba por venir. (Veamos, donde lo puse) Como la configuración de esta habitación era diferente a la de los dormitorios le tomo a Izuku un rato encontrar lo que estaba buscando.
Una libreta vacía, aquella que algun día se había convertido en el libro de análisis de héroes número trece.
(Tengo que asegurarme de que no se me olvida nada, incluso el más mínimo de los detalles podría ser importante) Esa es la razón por la cual decidió documentar todo esto en una libreta incluso si ponía en riesgo esta información.
Serviría como contingencia si algo le ocurría y no le dejaría olvidar detalles más adelante.
Entonces, con todo listo Izuku comenzó a documentarlo todo.
Localizaciones de bases de AFO que recuerda investigar, el laboratorio del Doctor Garaki y la creación de Nomus, las identidades de todos los miembros de la liga de villanos incluyendo nombres reales, los eventos fuera del país que eran importantes.
El ejército de liberación paranormal y sus raíces en la ciudad de Deika.
Notas sobre su propia experiencia y el estado del futuro ya inexistente, personas a salvar como Eri, Kaina, Gentle, los despertares de los dones de algunos de sus compañeros sobre los que recuerda haber escuchado.
También se aseguró de separar eventos por las fechas cercanas a cuando ocurrían, no tenia permitido perderse algo solo porque no actuó a tiempo.
Y por último lo que se podrían considerar sus objetivos.
La derrota de AFO siendo un obvio primero en esa lista, pero más allá de eso había otro.
Otro que solo sería posible en este momento, en este periodo de tiempo cuando aún no se había hecho ningún daño irreversible, si lo dejaba para el futuro probablemente no podría cambiarlo en absoluto.
Además de que sería un favor a su mejor amiga que haría dentro de dos años.
Un deseo que Ochako había guardado desde que la primera guerra había terminado y que compartió con él después de que lo hicieron entrar en razón.
Salvar a Himiko Toga.
Según sabían su primer acto criminal había ocurrido cuando tenia quince años, teniendo en cuenta que ella es un año mayor a él entonces todavía no es algo que ocurrió.
Todavía había tiempo de no solo evitar el surgimiento de una criminal de lo más peligrosa, si no que de salvar a alguien que estaba atrapado en los horribles estándares de este mundo.
Gracias a Uraraka es que sabía que era lo que la afligía y con ello podría evitar lo peor.
Ahora solo restaba averiguar su paradero.
Y para ello es muy posible que necesitara respaldo de gente en sitios un poco más altos.
Solo hay una persona la cual Izuku cree que es el candidato ideal, pero necesitaría una forma de contarlo todo sin que parezca una mentira.
Si tan solo hubiera alguien que detectara mentiras.
…
(Oh, el Detective Tsukauchi)
---
Había muchas cosas a las que Izuku se había acostumbrado durante todo su periodo como estudiante de la UA, como héroe con licencia provisional e integrante de la fuerza principal contra AFO.
Poder usar One for All en público, gente a su alrededor que lo veían como un compañero, pocas horas de sueño, entrenamiento constante, siempre buscar formas de cómo mejorar su dominio de su Don y su cuerpo.
Cosas las cuales no tenía la actual capacidad para realizar de forma correcta o simplemente no ocurrirían.
Y no hubo mejor recordatorio que Aldera.
De cierta manera el hecho de que podría cumplir su sueño le había hecho olvidar que tan mal este sitio le hacía sentir, cuanto dolor sufrió dentro de este edificio.
Él mismo sabía que perdonaba fácilmente, incluso tras meses de mejoría, entendiendo que lo ocurrido aquí no era su culpa, que nada de lo vivido en Aldera lo fue, aun había decidido olvidarlo.
Quiso ser la persona mayor en la situación, no dejar que le afectara y se hiciera un hueco en su vida después de entrar en UA.
Pero ahora, que estaba parado en la entrada principal y podía oír toda clase de murmullos a su alrededor sobre él se daba cuenta de la poca importancia que le había dado a un problema que necesita una solución.
La discriminación también era algo que como héroe debería encargarse de eliminar en un futuro, para que todos pudieran sonreír.
“Sal de mi camino Deku!!” Alguien choco su hombro por detrás, casi tirándolo al piso con la fuerza con la que lo hizo. “Maldito sin Don inútil”
Katsuki Bakugou acababa de pasar a su lado, empujándolo a un lado incluso cuando la puerta era lo suficientemente grande como para que pasaran cinco personas aparte suyo.
Midoriya tuvo que aguantar el impulso de llorar al ver a Bakugou, sus heridas habían sido horribles cuando lo vio en el campo de batalla que el hecho de verlo bien le alegraba.
Pero también tenía que recordar que esta versión de él no era su amigo, no, igual ni la suya lo fue.
Lo que si no era es su rival, para el Katsuki actual él solo es un estorbo en su camino, alguien que no importaba en absoluto.
(Bueno, aquí vamos) A paso seguro entró en las instalaciones, los pasillos aun relativamente vacíos gracias a su insistencia por llegar temprano a los lugares. (Por lo menos Kaachan no me vio la cara)
Tras unos minutos el héroe retornado encontró su salón de clases, completamente vacío.
No que fuera nada importante ya que la gente llegaría eventualmente.
Y así fue, mientras más minutos pasaban más se llenaba la clase, las miradas de muchos de ellos centrándose en Izuku, quien estaba simplemente con la cabeza apoyada en la mesa.
“Wow, ¿Deku que mierda te paso?” Uno de los amigos de Bakugou se acercó a él, el trio había entrado hacia nada pero solo él prestó suficiente atención como para notar su cicatriz nueva.
Y como si de una presa se tratara su pregunta liberó cualquier clase de control que los demás tuvieran sobre hacer preguntas, ignorando que el tema pudiera ser algo delicado o que trajera malos recuerdos.
“Solo fue un accidente, nada especial” Por mucho que le hicieran preguntas no se dignaría a responder, Deku ya no era alguien que simplemente dejaría que lo tratasen como quisieran.
Así que simplemente ignoraría todo hasta que el profesor llegara, sin saber que alguien se estaba enfadando por la atención que estaba recibiendo y como actuaba por ello.
Las clases no tardaron en empezar, temas que ya había visto escritos en la pizarra, comentarios por lo bajo hacia su persona se podían escuchar todo el día.
Izuku realmente no esperaba que fuera tan molesto para sí mismo.
Todo su ser le pedía dejar este sitio para empezar a prevenir catástrofes, evitar que personas acaben en un mal camino o simplemente entrenar su cuerpo para poder estar preparado.
El único motivo por el cual ninguna de esas situaciones se habían vuelto reales es porque debe mantener un perfil bajo y evitar preocupar a su madre.
Atraer atención desde tan pronto sería un problema, además de limitante una vez que la comunidad de seguridad pública de héroes conozca de su existencia.
Su primer movimiento debería de ser suficiente para poder ganar algo de terreno y para ello necesitaba del detective y de más apoyo, por lo tanto solo sería entrenar e ir a clases por ahora.
Por lo menos hasta encontrar una forma de entrar en contacto con alguno de los dos.
Sin darse cuenta Izuku terminó pasando la mayoría de sus clases planeando sesiones de entrenamiento para sí mismo y así volverse lo suficientemente fuerte para cuando reciba el OFA, además de mejorar en otros aspectos del combate más allá del shooting style y el air force.
Y fue la campana de salida aquello que lo sacó de su mundo de pensamientos.
(No presté atención en nada…eso es nuevo) Tomando sus cosas Midoriya se preparaba para irse, no tenía que pasar aquí mas tiempo del necesario. (Aunque igual debería tratar de relajarme, no puedo ir tan despistado a todas partes)
-Btzz-
Un sentimiento familiar atravesó su sistema, algo que conocía bastante bien gracias a lo útil que era.
Algo que lo forzó a esquivar por instinto, una advertencia.
“Eh?! ¿Qué crees que hace esquivándome Deku de mierda!!?” El agresor era Katsuki, en este periodo no era extraño recibir golpes de este de la nada, pero eso no importaba nada en este momento.
(Ese fue…el sensor de peligro) Los ojos de Izuku estaban muy abiertos al darse cuenta de lo ocurrido. (¿Como?) Necesitaba respuestas, por lo que no debía quedarse aquí por mucho más.
Por lo que salió corriendo antes de que nadie pudiera hacer nada.
“Vuelve aquí cobarde inútil!!”
Los gritos de atrás no importaban, ni tampoco lo hacían los pedidos de parar de algunos profesores a su alrededor.
Lo importante ahora era averiguar cómo es posible que aun tuviera uno de los portadores consigo.
…
Dagobah, un lugar de gran importancia para Izuku.
En esta playa convertida en basurero fue donde entrenó por diez meses para poder soportar el One for All, donde All Might le dio su derecho a ponerse al nivel de los demás.
Y es en este mismo lugar donde descubriría que ocurrió hace unos minutos.
El proceso tardo unos minutos al querer silencio y calma a su alrededor. Una vez se tenía claro que no había nadie cerca, podía comenzar.
Dejó que la energía fluyera, su cuerpo aclimatándose a la sensación de lo que consideraba las brasas del OFA simplemente pasando por él.
Lo que ocurre es que de brasas no tenían nada.
El Don, el One for All, se encontraba entero aun dentro de sí, incluso cuando claramente se había deshecho de este.
(¿Como es esto posible?!!)
—END—
--Mystic--