Entrenamiento Privado

Naruto
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Entrenamiento Privado
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Summary
Sarada se siente insatisfecha sexualmente por Kawaki. Boruto, su mejor amigo le ofrece su ayuda, enseñándole como seducir a su novio.
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Ebrio

Pensó, pensó, y pensó pero no encontró ninguna respuesta, ni siquiera una suposición. Es por eso que Boruto no quito su mirada de su hermano en todo el almuerzo. Lo miraba para obtener lo que necesitaba, para comprender la situación.

-¡Hermano!.- exclamo Hima.- ¿Qué te pasa?

Todos miraron a Boruto, el forzó una sonrisa y se rasco la nuca.- Perdón Hima, solo estoy pensando en algo.

-¿Estas bien?.- pregunto Hinata.

-Si, no se preocupen. También estoy cansado.

-Ve a descansar si quieres.- su hermana le acaricio la mano.- Agradezco que hayas venido.

Dudo, porque quería quedarse, pero su mente estaba en otro lado. No podía disfrutar el momento y tampoco podía enfrentar a Kawaki. Por eso opto por levantarse de la mesa, hacer una reverencia e irse de allí.

Vago por la aldea un rato, hasta llegar al bar al que solía ir. Se quedo mirando la fachada del lugar y el como entraban y salían las personas de el. 

En especial mujeres. A las cual días atrás las miraba como presas, como objetos de distracción. Distracción de sus verdaderos sentimientos. Ahora ellas no lograrían distraerlo de su realidad, ni siquiera un instante.

"¿Que hago ahora para tener mi mente en paz?"

-¿No entras?.- una voz familiar llego a sus oídos.

Justo a quien necesitaba.

-Solo si me acompañas, Mitsuki.

Se sorprendió.- ¿Qué sucedió?

-De todo.- dijo entrando, su amigo lo siguió.

Ese no era un lugar al que Mitsuki iría, menos si no iba Boruto, pero desde que este encontró diversión con mujeres, le hizo saber que preferia ir solo.

Se sentaron en la barra, por suerte el lugar no estaba lleno; seguramente por la hora.

-Dos cervezas, por favor.

-Yo no tomare.

-Lo se.- suspire.-Son para mi.

-Te ves frustrado.

-Lo estoy.- Boruto apoyo el codo en la barra y su mejilla con la mano.- Escuche a Kawaki hablando con una mujer, quedando con ella esta noche y diciéndole "hermosa"

-¿No era Sarada?.- pregunto Mitsuki  hizo una mueca cuando Boruto negó con la cabeza.- No me esperaba que el hiciera eso.

-Se que es egoísta, pero una parte de mi se alegro, porque eso significa que no la ama y lo nuestro no le dolería mucho.- paso las dos manos por su rostro.- Soy una mala persona.

-No eres malo.

-Estoy seguro de que a Sarada si le dolerá, y aun así me sigue alegrando.

-Todos somos egoísta en algún momento de nuestras vidas, no te hace malo, te hace humano. Y realmente me alegra que por una vez en tu vida lo seas; siempre eres el que se deja de lado para pensar en los demás.

Boruto sonrió levemente ante las palabras de su amigo.

La cerveza llego y el comenzó a tomar.

-Pero esto no queda ahí.- dijo.- Al escucharlo lo confronte, y su respuesta fue decirme que sacarme en cara que Sarada se acuesta conmigo.

-¿En serio?

-En serio.- Boruto le dio un gran trago a la botella, tomando casi la mitad.

-¿Como lo supo?

-No se, no pude preguntarle, estaba en casa de mis padres.

-¿Sarada lo sabe?.

-No lo creo, no estoy seguro de decírselo. Tengo mucho miedo de perderla.

Mitsuki miro al barman y lo llamo.- Dos cervezas mas.

Fue el turno de Boruto de estar sorprendido.- ¿Tomaras?

-Sabes lo que pienso sobre esto y creo que estas cerca de hacer lo correcto. Ahora como amigo me queda acompañarte.

Boruto le sonrió, apreciaba mucho el gesto de su amigo.

 Tomó, tomó y tomó. Intentó borrar todo de su mente, simplemente necesitaba un momento sin pensar en ello.

No llevaba la cuenta de cuantas cervezas bebió y de cuando pasó de contarle sus sentimientos a Mitsuki a quedarse en silencio.

Necesitaba con urgencia quitarse a Sarada de la mente, pero en lugar de ello, comenzó a verla doble.

Sonrió irónicamente y negó con la cabeza.

-Parece que es imposible sacarte de mi mente.- le dijo acariciando su rostro.

-Ya deja de tomar Boruto.- le dijo una de ellas.

El rubio cerró los ojos.

¿Podia ser tan real?.

Tomó aire y los abrió, encontrandose con un par de ojos negros.

-¿Puedes levantarte?.

Asintió y bajó de la silla, tambaleó y ella fue quien impidió que cayera.

Esa ilusión se parecia a Sarada, se sentia y olia como ella.

¿Estaba durmiendo o era otra mujer?.

-¿Mitsuki...?

-El ya se fue.

Salieron y Boruto se topó con la brisa nocturna de Konoha. Todo estaba oscuro y algunas tiendas ya se encontraban cerradas.

Miró a Sarada a la cual tenia rodeada del cuello, ella lo sostenia de la cintura. Su piel blanca contrastando con sus ojos negros, al igual que su cabello. Sus labios rosados y su nariz respingada.

-Eres hermosa.- dijo.

Ella lo miró y sonrió.

-Estan tan borracho...

-No hace falta que lo este para verte asi.

-Callate.- rió bajito.- Que ya mucho escándalo estas haciendo ahora. Boruto Uzumaki, el hijo del Hokage borracho y siendo cargado por Sarada Uchiha.

-Que bien quedan nuestros nombres juntos.

Sarada rapidamente giró su cabeza mirando al frente, y su sonrojo pasó desapercibido por Boruto.

-Te llevaré a mi casa, está más cerca. Espero seas obediente.

-Siempre lo soy...- acercó su rostro a ella y dejó un besó su mejilla, muy cerca de su boca.

-¡Boruto!.- lo regañó.- En publico no.

La obedeció, como siempre.

Supo que era la verdadera Sarada cuando llegó a la casa que compartia con Kawaki.

Su pecho sintió otra vez esa presión que lo dejaba sin aire.

Entraron y fueron directo al sofá, donde Sarada lo dejó.

La escuchó ir a la cocina y al regresar, le dio una botella de agua y se sentó a su lado.

-Toma esta pastilla, para que te duela tanto la cabeza luego.- le entregó la pastilla.

Boruto la tomó y dejó la botella en una pequeña mesa que tenian en frente.

-¿Estas bien?.- le preguntó ella.

-Si, ya se me pasará.

-No me refiero a eso.- hizo una mueca.- Te fuiste tan de repente hoy y luego Mitsuki me llama para pedirme ayuda porque estabas bebiendo demasiado. Eso no es tipico de ti.

-Estoy bien.- mintió.

Quedaron mirandose unos segundos hasta que Boruto se acercó, acunó el rostro ajeno en su mano derecha.

-¿Estamos solos?.

Sarada miró a su boca y eso fue respuesta suficiente.

Acortó esa maldita distancia y la besó. Sarada enredó sus dedos en los rubios cabellos.

Habia bebido y sabia a cerveza, pero seguia sabiendo a Boruto y eso a ella le encantaba. Chupó la lengua ajena, logrando que dos grandes manos la tomaran de la cintura, para ponerla sobre el.

Sarada abrió las piernas y se sentó en sus piernas, al acercase ya sintió el bulto que tenia dispuesto para ella.

Boruto dejó de besar su boca, para hacerlo con su cuello. Chupó suavemente su piel mientras su lengua se movia sensualmente.

Sarada gimió, levantado más la cabeza, para darle acceso.

Era tan diferente a lo sucedido la noche anterior con Kawaki. Esta vez queria seguir, lo necesitaba.

"¿Que lo hace diferente?"

Bajó sus manos al pantalon de Boruto, desabrochó el cinto y sacó su pene. Lo empuñó y fue el quien gimió.

-¿Que me hiciste?.- le susurró Sarada antes de besarlo.

Boruto llevó sus manos a esos muslos que lo tenian prisionero y subió por ellos lentamente hasta toparse con ese vestido que usó en casa de sus padres, lo levantó tambien, y quiso seguir, pero fue Sarada quien se levantó un poco, haciendo de lado su ropa interior y guiando su pene hasta su interior.

-Sarada...

Ella lo besó para callarlo, presentia que no debia dejarlo hablar. Solo se dedicó a moverse, a besarlo y a escucharlo gemir. Disfrutó en como la llenaba, la manera en la que sus manos recorrian todo su cuerpo, como respondia a sus besos.

No queria que terminara, pero sus cuerpos llegaron al limite al mismo tiempo, como si fuera magia.

Se miraron, Boruto abrió la boca y ella lo besó otra vez. No soportaba esos ojos azules que le querian transmitir algo.

Algo que quizás no queria saber.

-¿Quieres ducharte?.- preguntó.- Ya vendrá Kawaki y...

Boruto dejó caer la frente en su hombro, para evitar mirarla.

-Dejalo.- lo escuchó decir de un susurro.

-Boruto no...

-Por favor.- rogó el y apretó el agarre en su brazo.

-¿Que dices?.- Sarada comenzó a preocuparse.

Boruto la miró por fin y ella conocia muy bien esa mirada. Sus ojos emanaban determinación.

-Te amo, Sarada.- confesó.- Pero no como amiga, te amo como mujer.

Ella rapidamente se puso de pie, alejándose de el.

-Bebiste demasiado, estas diciendo locuras.

Boruto acomodó su ropa y se puso de pie delante de ella.

-El alcohol solo me dio valor. Esto que siento aqui.- tocó su pecho.- lo siento desde que tengo memoria, yo ya no me acuerdo como era mi vida sin amarte.

-Estoy con Kawaki, Boruto.

-¡Lo se! Lo tengo en mi mente cada maldito segundo. Es por eso que siempre me limité contigo e intenté manterme al margen de esa relación. Pero vienes un dia y me dejas sobrepasar todo lo que construí y no pude negarme.- sus palabras salian con desesperación.- Nunca pude decirte que no a ti. Ahora es imposible volver atrás.

Sarada no podia creer lo que escuchaba. Se sintio como si un balde de agua fria le cayera encima. Sus ojos comenzaron a picar.

-Lo siento...- tomó aire.- No tenia idea de que te estaba lastimando tanto.

-No lo sientas, no puedes hacerte cargo de lo que yo sienta.

"Hasta en esta situación es un caballero y no merece esto"

-Tal vez lo mejor sea dejar todo esto.- dijo dando un paso hacia atrás.

-¡No!.- el acortó su distancia y gentilmente tomó su mano.- No puedo.

-Boruto, Kawaki es tu hermano y mi novio ¿Como podriamos hacerle algo asi?. Desde el inicio todo esto estuvo mal, ¿En que diablos estuve pensando? Todo fueron errores tras error. Por favor, dejemos de hacer daño.

-Dejame ser egoista por una vez en mi vida.- susurró y la miró directo a los ojos.- Dejame preguntarte si me amas y si dices que no, juro que te dejaré ir.

El corazón de Sarada latia rapido, tanto que dolia. La mirada de Boruto le pesaba.

¿Ella lo amaba? Si, era su mejor amigo, claro que lo amaba, pero... ¿Se trataba solo de un amor de amigos?

De repente Kawaki apareció en su mente, en todos los momentos que pasó con el, en los sueños que tenian juntos, en la idea de estar juntos toda la vida.

La hermandad de Boruto y Kawaki tampoco era algo que podia ignorar. Ella no queria romper ese vinculo.

Soltó su mano y miró a sus pies.

-Amo a Kawaki.

Lo miró para disculparse una vez más, pero no pudo emitir sonido.

Una lagrima cayó de esos hermosos ojos azules.

Sarada sintió que se ahogaba.

Boruto limpió esa lagrima con la manga de su camisa, en un invento inútil de contener sus lagrimas.

-Perdón si te incomodé, no era mi intención.- hizo una reverencia y salió corriendo de casa

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