Chapter 6
—¿Se encontrará bien?—La pregunta salió de los labios de Kurenai, quien observaba junto a sus compañeros, como Shisui se encontraba sentado en una banca con un estado deprimente.
Hacía un largo tiempo que lo observaban, esperando ver algún movimiento de su parte. Sin embargo, el ninja permanecía con la mirada perdida y su cuerpo no hacía movimiento alguno desde que había llegado al lugar.
—Me siento culpable.—Dijo Hana.— ¿Creen que haya tenido problemas con su pareja por mi?
Kurenai apretó su hombro con suavidad, dedicándole una dudosa sonrisa.
—Quizás sería bueno que te disculpes.—Comentó.— Aunque no creo que hayas hecho algo malo. Él no te correspondió y dejó en claro el porqué, no sé porque tendría que haber tenido problemas.
Una vez más, sus miradas volvieron a posarse sobre el joven que allí se encontraba.
Un hombre de cabello azabache con su máscara ANBU y su uniforme, se sentó a su lado revolviendo la cabellera del jounin con su mano enguantada.
Había sido una sorpresa ver la confianza con la cual lo trataba.
Reconocieron al instante a aquel ninja y no solo por su máscara. Era la pareja de su amigo, mostrándose realmente relajado junto al menor que lo acompañaba.
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—¿Me vas a contar que fue lo que sucedió? —Preguntó el mayor, esperando con paciencia el tiempo en el que Shisui se mantuvo en silencio.
—Ella me invitó a una cita.—Respondió luego de unos minutos.— Me sorprendió porque apenas si hablamos, pero no pensaba aceptarlo ¿Si? —Su mirada se fijó en el hombre a su lado que asintió comprendiendo.— Luego apareciste con él y no tuve tiempo a responder, pero me negué. Fui a buscarlo a su casa y aún así, no me ha respondido hasta el momento.
El mayor de los azabaches soltó un suspiro mientras se estiraba en su lugar, intentando relajar sus músculos.
—En dos horas se irá de misión y tienes que arreglar esto, Shisui.—Dijo el contrario.— Lo he visto entrenar y realmente se ve molesto. Lo que me has dicho a mi, díselo a él.
Un beso fue depositado en su coronilla, provocando que tirara su cabeza hacia atrás encontrándose con Kakashi.
—Te estaba buscando. ¿Quieres comer algo? —Obito asintió con una sonrisa debajo de su máscara, mientras sentía las caricias que Hatake dejaba en su cabello.— ¿Qué le ocurre?—Preguntó curioso.
—Le coquetearon y él se enojó con el pobre de Shisui.—Respondió con falso pesar.
El menor frunció el ceño al momento en que se levantó de su lugar.
—No restrieguen su romance en mi cara, bastardos, estoy en crisis.—Chasqueó su lengua y colocó sus manos en sus bolsillos antes de comenzar a caminar.— Me largo, tengo que buscarlo.
Obito bajó su mirada mientras negaba con su cabeza.
—Así son los jóvenes.—Bromeó.— Lo aconsejo y me agradece llamándome "bastardo".—Kakashi se carcajeó tomando la mano del contrario y entrelazando sus dedos.— Como sea, vayamos a casa.
Otra cosa que odiaba el ANBU aparte de tener que portar su máscara cada día y en todas horas, era que no podía disfrutar de una linda cita con su pareja.
—Le pediré vacaciones a sensei.—Sentenció observando al hombre de cabello plateado.— Podríamos ir a Tanzaku y tener una cita, solos tu y yo con la oportunidad de mirarnos a los ojos en un hermoso restaurante.
Kakashi asintió con una pequeña sonrisa mientras apretujaba con un poco más de fuerza la mano del contrario.
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Shisui sabía que no podía ingresar a la base ANBU, por lo que esperó recostado en uno de los árboles cerca de la puerta para interceptar a su pareja ni bien cruzara la puerta.
Pocos minutos pasaron para que pudiera ver a Itachi salir de las instalaciones con una hoja en mano, caminando tranquilamente. Como si en un par de horas no tendría que marcharse para comenzar con una misión en la cual se tendría que enfrentar a algún enemigo.
Se acercó a él y antes de que siquiera pudiera abrir su boca, el menor habló.
—Lárgate.
—Oye, solo déjame explicarte ¿Si? —Itachi buscó detrás de Shisui que ningún compañero se acercara y volvió su vista hacia el azabache de cabello ondulado, observándolo a través de aquellos pequeños orificios en el lugar de sus ojos.— Hana me pidió que tengamos una cita. Me sorprendió porque bien sabes que no hablamos tanto con nuestros ex compañeros de academia. Apareciste con Oso detrás y no alcancé a rechazarla, pero en cuanto te fuiste lo hice y le informé que tenía pareja.—Shisui inhaló aire, sintiendo sus pulmones arder al haberse explicado con rapidez.— No me permitiste explicarte. Esperaba encontrarte para hablar de esto.
Itachi lo observó por un momento y su compañero, no podía evitar sentirse frustrado al no verlo realmente a los ojos.
Tomó su mano y con velocidad se dirigió a su casa, rogando porque su padre no se encontrara allí para poder hablar con tranquilidad.
En cuando ingresaron, Shisui quitó la máscara de cerámica del rostro de su novio, viendo con cuidado el semblante tranquilo e inexpresivo que el menor tenía.
—Estaba casi recostada sobre ti.—Dijo el joven de cabello largo, presionando sus dientes con fuerza.— Ni siquiera hiciste el intento por quitártela ¿Pero sabes qué? Está bien.—Shisui frunció el ceño, confundido ante el cambio de idea que su pareja parecía tener.— Comprendo si quieres comenzar a salir con alguien más, tal vez, alguien que no tenga que estar portando un maldito pedazo de cerámica cada vez que sale a la calle.
—Itachi...
—No podemos tener citas en donde podamos estar mirándonos a los ojos, no podemos cenar en algún lugar concurrido porque no puedo quitar mi máscara. Tenemos que estar encerrados entre cuatro paredes siempre que queremos estar juntos porque es la única oportunidad que tengo de no guardar mi identidad.—Un doloroso suspiro salió de sus labios antes de continuar.— Así que, si quieres estar con alguien más, prometo que me haré a un lado y te dejo el camino libre.
Shisui llevó sus manos hacia las mejillas del contrario y lo acercó a él, capturando sus labios en un beso lento.
—Me has aceptado desde hace tiempo y somos parejas.—Itachi frunció el ceño.— Estuve persiguiéndote durante todo un maldito año ¿De verdad piensas que te vas a librar de mi tan fácil? Por supuesto que no, no lo permitiría. No me interesa que no podamos salir, me encanta estar junto a ti, poder besarte y abrazarte. Nada de eso podría hacerlo en público.—Sonrió cuando vio las mejillas sonrojadas del menor.— Siempre te he apoyado, incluso cuando me dijiste que querías estar dentro de la organización. Estar en ANBU era tu sueño y lo cumpliste. No me importa si tengo que verte a través de la máscara durante todo el día, al final se que tarde o temprano puedo apreciar tus hermosos ojos viéndome solo a mi.—Rodeó sus brazos al rededor de la cadera de Itachi y lo abrazó pegándolo a su cuerpo con fuerza.— Te amo, cariño y no me arrepiento de estar a tu lado.—Itachi apresó el chaleco del mayor entre sus manos, negándose a alejarse de él.— Ahora, recuperemos el tiempo perdido que en poco más de una hora ya te vas. Quiero mis besos.
Sonriendo, se inclinó para poder besar sus labios una vez más.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!