En las manos del Duque

Naruto (Anime & Manga) Fanfiction Nation (Podcast)
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En las manos del Duque
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Summary
A punto de cumplirse un año desde que la familia Uchiha llegó a su nuevo hogar, Itachi no lograba encajar entre todos aquellos habitantes. No lograba comunicarse con nadie al no saber su idioma y la insistencia de su madre por contraer matrimonio, lo hacían desesperar cada vez más.No tenía idea de quien era el segundo hombre que se había presentado a su hogar, pero por primera vez, intentó ser lo que su madre deseaba con tal de no arruinar aquella corta cita.*Si no es de tu agrado, por favor no leer.*No poner comentarios ofensivos.*Prohibida su copia.*La portada no es mía, solo la edité. Créditos a su respectivo autor.*Los personajes son creación de Masashi Kishimoto.*Historia 100% original.
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Chapter 19

ATENCIÓN, A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO NO HABRÁ DIFERENCIAS DE IDIOMAS.

 

Su estómago se apretó cuando el sonido de los pasos de los guardias se escuchó por el silencioso castillo.
Los sirvientes se movían de un lado al otro, casi corriendo, por las grandes habitaciones. Algunos preparaban la gigantesca mesa para recibir a los invitados, mientras que otros esperaban en la cocina para recibir los alimentos y las bebidas necesarias para tener todo listo.

Naruto se encontraba recostado contra el sillón de cuero de su oficina mientras leía uno de los documentos que Iruka le había entregado. Parecía tan tranquilo como siempre.

Por otro lado, Itachi se encontraba a punto de arañar las paredes por el nerviosismo.

Había sido coronado apenas el día anterior, presentándose como la duquesa de Luxemburgo y aunque no le agradara del todo el título, Kakashi le había informado que no podían existir dos duques en un mismo ducado. Era estúpido nombrarlo de esa manera cuando era un omega masculino.

Había sido una bienvenida cálida en el lugar, presenciando la felicidad de los lugareños al saber que su monarca ya se encontraba casado. La comida abundó y había podido hablar con muchas personas, conociendo el estatus de vida que allí tenían.

El padre Yuto, el mismo señor que los había casado, había sido quien le ofreció la corona a su esposo para que la colocara en su lugar. Una corona de oro puro con una piedra de topacio azul en el centro que hacía juego con su anillo y rivalizaba con los ojos de su alfa.

Itachi suspiró queriendo calmar el nerviosismo y alisó su kimono. Podía sentir la mirada de su esposo en su persona y estaba seguro de que si se volteaba a verlo, Naruto tendría una sonrisa burlona en su rostro.

Había conocido a demasiadas personas durante su coronación, pero apenas y había sentido algo de nervios o ansias. Demasiado diferente a lo que le estaba ocurriendo actualmente, porque estaba a punto de conocer a los consejeros y condes de los lugares aledaños.

Debía lucir bien, actuar perfectamente como se esperaba del esposo del duque. Porque si Naruto lo había elegido para gobernar a su lado, debía estar a la altura.

Sabía que no habría tantas personas como lo hubo al presentarse frente a toda la capital. Aún así, no podía cometer ningún error.

Un beso en sus labios lo devolvió al mundo.

—Debes estar tranquilo.—Naruto acariciaba sus mejillas con delicadeza.— Todo lo que haz hecho hasta el momento fue perfecto y te comportas estupendamente. Son solo personas, cariño.

—Personas con poder.—Susurró.

Naruto asintió.

—Pero no tanto como el nuestro.—Sus manos se aferraron a la cintura del menor y lo envolvió en un apretado abrazo.

La puerta de la oficina fue golpeada y pocos segundos después Obito ingresó.

—Altezas.—Reverenció.— Los señores han llegado.

El alfa tomó su mano con fuerza y le sonrió antes de caminar junto a él hacia el exterior del cuarto.

Esperaba poder encontrar algún rostro conocido. Ya sea a su suegro, Iruka e incluso Kakashi, pero ninguno estaba presente en el momento en el que llegaron al gran salón.

La mayoría eran alfas que portaban atuendos exageradamente caros. Todos se levantaron para realizar una reverencia cuando la pareja hizo acto de presencia.

Itachi los observaba a cada uno, encontrándose a pocos alfas jóvenes que habían tomado su título a la misma edad que Naruto.

—Es un placer conocer al fin al esposo de nuestro duque.—Un joven de cabello colorado y ojos turquesas, se acercó a ellos a la vez que pronunciaba sus palabras.— Ya era hora de que encontraras a alguien.—Dijo mirando al duque.

Naruto sonrió mientras su mano apretaba la de su esposo con suavidad.
Itachi, por otro lado, solo asintió sin saber que decir. Estaba agradecido de que Kakashi haya logrado lo que su madre no hizo en cuanto a sus enseñanzas. Estaba claro que no podía continuar siendo un ignorante en Luxemburgo, aún más sabiendo que estas clases de reuniones podrían convertirse en algo recurrente y él debía saber comunicarse con los presentes.

—¿Y qué me dices de ti, Gaara? —El mencionado rodó los ojos mientras fruncía el ceño. Era extraño para el omega ver a alguien que no tuviera cejas y si allí estaban, él no podía notarlas.— ¿Shira por fin se te declaró?

El chico elevó un poco la cabeza y lo vio de costado, como si Naruto fuera alguien con un título inferior.

—De hecho, lo hizo.—Comentó inspeccionando las uñas de su propia mano.— De todas formas no podía hacer mucho, estaríamos casados de una u otra manera.

El rubio palmeó el hombro del chico mientras le dedicaba una mirada de lástima.
Sabía que su amigo estaba comprometido desde niño, aunque nunca se hubiera esperado que el mismo joven que se convertiría prontamente en su esposo, hubiera dedicado su vida a entrenar para convertirse en el guardia del pelirrojo. Aún así, estaba feliz de saber que Shira había aceptado su destino.

La mano del joven se extendió en dirección a Itachi.

—Sabaku no Gaara. Conde del distrito del este y miembro del consejo.—El azabache apretó la mano del contrario y observó como realizaba una reverencia.

Itachi sintió las manos de su esposo en sus hombros cuando tuvo el impulso de responder de la misma manera.
Le dedicó una sonrisa apenada y cerró sus ojos cuando Naruto besó su frente.

—Itachi Uchiha de Uzumaki.—Se presentó obviando el título nobiliario que le correspondía.

Pudo observar de reojo la sonrisa orgullosa de su alfa y sintió un cosquilleo en su estómago.

Los tres se acercaron a la mesa y asintieron en forma de saludo.
Podía notarse que no todos se encontraban conformes con la unión de su duque e Itachi tenía la pregunta bailando en la punta de su lengua.

—"¿Cuál es su maldito problema? Ni siquiera me conocen."—Pensó.

El joven pelirrojo se sentó a su lado mientras que la pareja se unió a los presentes colocándose en la cabecera.

—Creí que no vendrías.—El omega observó a su pareja, quien veía a un chico azabache de coleta que se ubicaba sentado un poco más alejado.

—Quería conocer a tu esposo, rubio.—Naruto sonrió.— Y de paso ver al alfa de Gaara.

Itachi abrió sus ojos con sorpresa porque el pelirrojo que se había presentado con él, no parecía ser un omega. Quizás por su ropa holgada que no permitía notar su cuerpo, pues su estatura no era la misma que la de su pareja.

—No es mi alfa aún, Shikamaru.—El azabache sonrió con burla mientras tomaba la mano de su acompañante, quien asintió a Uchiha cuando notó que lo observaba.— Es una pena que Neji tenga a un alfa ignorante a su lado.

Itachi no quiso hacerlo, pero le causaron gracia las palabras de Gaara. Lo que menos quería era hacer quedar mal a su esposo y ahora tenía la mirada de los presentes en su persona por haber soltado una carcajada.
Su rostro se sonrojó y sus labios se apretaron en una fina línea mientras su pecho continuaba vibrando al reírse.

—Lo siento.—Susurró luego de inhalar aire.

—Oh, no te preocupes.—Gaara agitó su mano restándole importancia e Itachi se pudo tranquilizar al ver a Shikamaru negar con una suave sonrisa antes de besar el dorso de la mano del castaño que se ubicaba a su lado.

—Es una sorpresa encontrarte en este lugar.—El omega recorrió la mesa hasta encontrarse con aquel con quien su madre lo había comprometido en un inicio.— Digo, teniendo en cuenta del lugar de donde vienes.

Las sonrisas de los presentes por ver a los dirigentes molestarse mutuamente, desapareció ante las palabras del anciano. Se podía notar la burla en su voz.

Todos se mantuvieron en silencio, no queriendo abrir la boca al observar la seriedad que se mostraba en el semblante del monarca.

—¿Se refiere a mis orígenes o al lugar en el que vivía antes de llegar al castillo?—Preguntó llevando la copa de vino a sus labios para evitar que noten su desagrado al encontrarlo.

El alfa sonrió de lado.

—Supongo que a todo.—Respondió. Sus codos se apoyaron encima de la mesa y giró un poco su mirada hacia los monarcas.— Vienes de Japón y te conviertes en la duquesa de Luxemburgo. Vivías en una casa que se caía a pedazos y ahora tienes una corona de oro sobre tu cabeza. ¿Crees que eso es justo?

—Quizás es porque todo quedó en manos del destino y fue el quien quiso que su duque y yo estemos juntos.

Danzo lamió sus labios al enfocar su mirada en el omega.
La manera en la que se desenvolvía con las personas, tan elegantemente aún cuando todos los presentes eran poderosos, solo le llegaba a encantar. A pesar de siempre tener una mirada amable, no parecía dejarse de nadie y se defendía por si mismo, sin la necesidad de que su alfa hable por él.

Era un chico encantador y desde la primera vez en que lo vio, lo quiso a su lado.
Ahora ya no podría tenerlo porque podía ver con claridad la perfecta marca de mordida en su cuello al tener su cabello amarrado.

—¿Crees que tu hermano menor tenga el mismo destino?

Itachi golpeó la mesa con su puño logrando que los presentes se sobresalten. Naruto se recostó en su asiento sintiendo el filo de sus colmillos rozar contra su labio inferior.

—Le prohíbo hablar de mi hermano.—Dijo con sus dientes apretados.— No quiero que algo referente a él vuelva a salir de su asquerosa boca.

El conde elevó una ceja con un brillo divertido en sus pupilas.

—¿Crees que es la forma correcta de expresarte cuando le hablas a un conde?

—¿Y usted cree que es la forma correcta de hablarle a su duquesa? —Preguntó en respuesta.— Que no se le olvide mi título y poderío.—Dijo recordando las palabras de su esposo.

El conde abrió su boca para responder, sin embargo, se vio interrumpido por el grave gruñido del joven alfa que se encontraba en la cabecera de la mesa.
Los labios de Naruto se elevaron hacia arriba mostrando sus colmillos en una clara amenaza. Estaba dispuesto a saltar directamente hacia el cuello del anciano si continuaba con su falta de respeto.

Ninguno notó a los jóvenes alfas crear presencia ante la amenaza, aún cuando no fuera directo a ellos.
Shira se había acercado a Gaara en cuanto escuchó el gruñido, listo para enfrentarse en una batalla con cualquiera que sea una amenaza para su prometido.
Por otro lado, Shikamaru enderezó su espalda en cuanto notó el cambio de actitud del duque y sus colmillos se mostraron afilados al sobresalir de su boca.

Itachi tomó la mano de Gaara en un intento de tranquilizarlo en cuanto lo notó temblar. No pensaba interrumpir a su esposo si saltaba al ataque del conde.

—Felicidades por su boda, alteza.—La voz rasposa de otro alfa los descolocó.

Naruto dirigió su seria mirada hacia el anciano que había hablado, quien soltaba el humo de su pipa con tranquilidad.

—Le agradezco, Sarutobi.—Comentó tranquilizándose.

Tomó la mano de su esposo por debajo de la mesa y la apretó con suavidad antes de llevarla hacia sus labios para depositar un beso en ella.

—No dudo en que es un joven amable, pero considero que debería saber controlarse ante las palabras que lo puedan afectar.—Itachi frunció el ceño con molestia.— Aún así, lo felicito por su elección, alteza. Tiene un rostro agraciado y buen cuerpo para dar a luz a sus herederos, no esperaba menos para usted.

Naruto se levantó de su asiento bajo la mirada confundida del anciano. Shikamaru y Shira se pusieron alerta al notar la mirada furiosa del rubio.

Suficiente se había mantenido en silencio ante la falta de respeto de los ancianos que se creían capaz de dar sus opiniones, ya sea al hablarles con confianza o no. Aquello no importaba, sabían que el duque no iba a resistir mucho más e incluso, ellos también se estaban molestando ante la situación.

—De pie.—Los invitados reaccionaron cumpliendo con la petición.— No voy a permitir otra falta de respeto hacia mi esposo. Tiene mayor poder que todos aquí porque desde que nos hemos unido en matrimonio, el gobierna a mi lado. Aún así, parece ser que un conde no conoce su lugar y tampoco recuerda que puedo quitarle el título si así lo decido.—Danzo tensó su mandíbula y se inclinó a modo de disculpa, dejando su orgullo de lado.— Por otro lado, un consejero que no puede mantener su boca cerrada al tener una opinión tan desagradable tampoco es bueno.—Tomó la mano de su omega y tiró de él suavemente con la intención de que se ponga de pie.— Sacaré a mi omega de aquí porque no tengo ganas de que continúe escuchando tantas estupideces. En lo que vuelvo, quiero que piensen en la reunión que debíamos tener desde un inicio y ver que tan buenos son en sus labores.

La pareja se retiró del lugar mientras los presentes se mantenían en una reverencia.

Un suspiro escapó de la boca de Shikamaru en cuanto se volvió a sentar. Sabía que aquellas palabras no eran más que para los idiotas que habían decidido abrir la boca.
Giró su mirada hacia Gaara y le guiñó un ojo, queriendo transmitirle tranquilidad. Asintió con su cabeza hacia Shira que lo observaba y el guardia volvió a su lugar mucho más tranquilo.

 

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!

 

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