So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Naruto (Anime & Manga)
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
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Summary
[Serie So or Mine]Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar.El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruyeron por culpa de sus acciones, decide que es hora de que las víctimas reciban su justa compensación.Jin reencarna en el mundo de Naruto, como Simp dedicada del trágico Obito y su horrible destino de mierda, Jin decididamente decide que va a seducir a Obito a como de lugar, ¡A la mierda Rin! ella será el crush de Obito.Porque en su mente, Jin sabe que Rin es una persona muy amable y no le debía nada Obito por su afecto incondicional, pero igual siente que Rin fue un poco mierdas al ignorar arbitrariamente a Obito y dejarlo de lado ante la primera oportunidad en pos de Kakashi, que ni siquiera le dirigía la mirada.
Note
ACLARACIONESHace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto Esta historia contiene:ObsesiónDependencia emocionalMuerte de personajesViolencia canónica del universo de narutoAmenazasNormalización de comportamientos no saludablesMachismo y MisoginiaEtc.
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lviii. invocaciones

Para completa sorpresa de Jin, ir a la casa de su madre no fue tan tortuoso como creía siempre y cuando pudiera pasar un poco más tiempo con Kisho, el cual, en algún momento, empezó a seguirla como un cachorro perdido mientras se aferraba constantemente a su brazo.

Kisho era un chico muy agradable y tierno, por lo que Jin no dudaba en darle algunas palmaditas en la cabeza antes de secuestrarlo y, en algún momento, incluso lo llevó a su propia casa, para sorpresa de Kakashi, el cual miró al rubio con interrogantes.

Honestamente, no fue una sorpresa que Kakashi le preguntara directamente si era realmente un hombre, Kisho estaba bastante avergonzado, pero en este punto, ya estaba bastante acostumbrado a que sus amigos shinobis le preguntara si era realmente un hombre o no -porque Anko no puede tener la boca cerrada y varios de sus amigos los encontraron paseando “casualmente” cuando estaba con Kisho-.

Lo que sí fue una sorpresa, es como Kakashi lo recibió fácilmente en la casa sin acosarlo bruscamente como lo hacía con Obito o cualquier amigo masculino que tuviera, demonios, incluso no dudaría en interrogar a sus amigas sobre sus intenciones de vez en cuando incluso si conocía a Kurenai, Shizune y Anko desde hace años.

Por supuesto, ese interrogatorio se omitiría si Rin estuviera en su grupito de amigas, porque después de todo, según las palabras de Kakashi “Rin podía mantenerlas a todas bajo control” y Jin no sabría si ofenderse o no, pero considerando que una vez casi vuela la casa con sus sellos, no puede refutarlo en absoluto, así que lo único que puede hacer es agachar la cabeza obedientemente.

Al menos con Rin tendrían un escudo inexpugnable, ya que luego de una exhaustiva reflexión tanto con Kushina como con Rin, Jin pudo llegar al conceso de que intentaran siquiera hablar con sus respectivos Bijuus, alegando que seres que han vivido casi mil años es imposible que no tengan ni un rastro de inteligencia cuando incluso los animales invocados la tenían y podían aprender lenguaje humano.

Isobu fue bastante dócil, pero no era de sorprenderse cuando Rin era un ángel e incluso si hubiera alguna hostilidad de parte del Bijuu, Rin lo comprendería por la situación en la que se encuentra -encerrado en contra de su voluntad, cazado junto con sus hermanos para ser nada más que armas de guerra, vistos como cosas y no como seres pensantes y con sentimientos- y hablaría con él todos los días hasta que el resentimiento de su corazón pudiera aliviarse.

Rin era como un bálsamo para cualquier herida, así que no le sorprendería que ella se volviese la niña elegida si no fuese porque don tramas decidió que era una buena idea atravesar su pecho con un Chidori para ennegrecer a Obito, causar la cuarta guerra mundial shinobi y luego darle un final miserable.

En fin, dicho esto, Jin miró a Rin la cual le sonreía suavemente.

—La misión será bastante fácil con tus invocaciones, solo sentarse y esperar —Jin se sonrojó ligeramente e hizo un puchero.

—¿Te estás burlando de mí? —preguntó Jin cruzándose de brazos, el tema de sus invocaciones había sido bastante burlado debido a que no se consideraban en absoluto animales “geniales” o útiles para invocar, demonios, incluso eran acosados por otras invocaciones e incluso eran comida de los sabios del monte Ryuchi.

—No, es solo que tus ratones son muy útiles para conseguir información —habló Rin mirando a un pequeño ratoncito en el hombro de Jin con un diminuto pergamino y un pincel en sus patitas.

—Siento que hay algo escondido en tus palabras —Jin entrecerró sus ojos hacia la castaña, pero un chirrido en su hombro la hizo girar su cabeza—. ¿Qué sucede, pequeño Yuto-chan?

—Ren encontró uno de los pergaminos robados —el pequeño Yuto extendió su diminuto pergamino—. ¿Están bien los sellos?

Sus invocaciones apenas se consideraban como tal, sin habilidades especiales, sin ninjutsus aprendidos, sin algún truco aparte de ser pequeños y flexibles, por lo que Jin procedió a enseñarles las cosas básicas del Fuinjutsu y manipulación de chakra, también les enseñó el español, tanto como pronunciarlo, sus significados y como escribirlo para que lo ocuparan en su Fuinjutsu.

Durante estos cuatro años, desde que consiguió el pergamino de invocación y fue recibida por estos amiguitos, Jin se encargó de ayudarlos a avanzar rápidamente, incluso en su reino de invocación creó un amplio espacio con barreras de protección y restrictivas antes de hacerle pequeñas casitas con el estilo Doton y agregarles sellos para que durasen bastante tiempo.

Técnicamente les construyó un lugar seguro desde cero para que todos los ratoncitos pudieran aprender a desarrollarse tranquilamente sin ser comida de otras invocaciones como las serpientes, Búhos, halcones, Hurones, zorros, comadrejas y gatos.

La mayoría de los pequeños ratoncitos ni siquiera sabía hablar y mucho menos leer o escribir debido a que estaban más preocupados por sobrevivir otro día más, escondiéndose de sus depredadores mientras buscan comida, que en aprender algo inútil como hablar cuando ninguno de sus depredadores se apiadaría al escuchar sus gritos y suplicas, así que crear un ambiente seguro y tranquilo de aprendizaje era fundamental para Jin.

—Déjame comprobar —Jin sacó unos lentes con sellos de un aumento significativo de su muñeca y tarareó ligeramente mirando los sellos que estaba haciendo el pequeño Yuto—. Están muy bien, ustedes, pequeños son muy inteligentes, han aprendido bastante rápido el lenguaje y los sellos.

—Todo gracias a JiJi-sanma —dijo el pequeño ratoncito y Jin rio suavemente.

—“Jin-sama” —corrigió Jin y le dio un suave empujoncito en la nariz a su pequeña invocación—. Y no es necesario los honoríficos, puedes llamarme simplemente Jin.

—No, no, Jinn-sanma es nuestra salvadora, no podría faltarle el respeto aquí —habló el pequeño ratoncito.

Así —Jin miró con una sonrisa impotente a su amiguito—. Estás mezclando idiomas de nuevo.

Oh… lo siento, Jinn-sanma.

—No te preocupes por eso, está bien. Aún están en proceso de aprender, no es necesario hacer todo perfecto a la primera —Jin negó suavemente—. Ahora, guíame a donde está el pequeño Ren-chan, debe estar impaciente porque aún no llegamos.

—Ren-cchin comprenderá —habló el ratoncito antes de poner su pequeño pergamino en su espalda, amarrarlo bien y saltar del árbol en donde estaban escondidos y empezar a guiar a Jin y Rin.

—Realmente son muy leales a ti, su “salvadora” —rio Rin antes de saltar para seguir al ratoncito y Jin rodó los ojos con una sonrisa antes de seguirla con un shunshin.

Escabulléndose entre árboles, casas y tablas, ambas mujeres traspasaron fácilmente la seguridad de la gran mansión en donde se encontraban los cuatro pergaminos que robaron unos “bandidos” a otros ninjas de Konoha y les tocó a ambas recuperar.

Jin era bastante buena escabulléndose, como un fantasma se deslizaría entre las gritas más pequeñas demostrando su gran elasticidad y flexibilidad siguiendo a sus pequeños compañeros, adaptándose a entornos dificultosos con asombrosa facilidad mientras los enemigos desconocerían su presencia por completo.

Después de todo, aparte de los sellos, Jin empezó a especializarse en la recolección de información y recuperación de objetos en un ambiente altamente hostil, pudiendo superar a muchas personas fácilmente en ese ámbito. Jin podría haber realizado la misión fácilmente sola, pero Minato no quería que le sucediera nada, así que enviaron un tanque de destrucción masiva con ella que podría funcionar también como hospital de emergencia; Rin.

Honestamente, Rin después de pasar tanto tiempo bajo la guía de Tsunade, se había vuelto una persona aterradora, su facilidad para manejar el chakra a voluntad la habría puesto fácilmente dentro de las mejores en la manipulación de chakra, pero usualmente quienes estaban en ese puesto tenían muy poco chakra y se habían acostumbrado a no desperdiciar ni una sola gota.

¿Pero Rin? Rin se había hecho amiga de su Bijuu y ahora podría manejar esa enorme cantidad de chakra como si fuese masilla voluble bajo sus tiernas manos, la fuerza de sus golpes de chakra era muchísimo más fuertes que Tsunade debido a que Isobu, sorprendentemente, era bastante protector con Rin y no solo endurecería sus huesos, sino que endurecería su piel y le daría chakra extra, haciendo a Rin enemigo a temer.

Isobu y Rin básicamente tenían una relación de simbiosis perfecta, incluso Rin le rogó que creara un sello que permitiera tener un mini Isobu cerca de ella para que el “pequeño” Bijuu pudiera ver el mundo nuevamente sin causar revuelo con su presencia.

Por supuesto, siendo la loca que los sellos que es, Jin aceptó extasiada y Orochimaru prácticamente estuvo pegada a ella durante todo el proceso de creación.

El sello aun no era perfecto, pero mezclando ninjutsu y Fuinjutsu, pudieron crear una versión diminuta de Isobu para que pudiera salir libremente.

Era triste, pero por el momento solo podía salir un pequeño Isobu del tamaño de una uña del dedo meñique, pero tanto Orochimaru como ella le prometieron al gran Bijuu que lograrían un jutsu más perfecto hasta que lograse al menos el tamaño de un puño o un perro pequeño.

Claro, era indignante para un gran Bijuu y seguramente que, si se lo dijesen a otro Bijuu más orgulloso, ellos serían insultados hasta sus antepasados y sus futuras generaciones, pero Isobu había adoptado parte de la actitud suave y Dulce de Rin, por lo que estaba bastante satisfecho con que solo una parte de él sea libre y pueda transferir su conciencia a este mini clon.

—¿Ups? —Jin salió de sus pensamientos y vio a Rin sonriendo nerviosamente.

—Ay no… —es lo único que pudo decir Jin antes de que alarmas empezaran a sonar por todo el lugar— ¡Vamos a la chingada, hijos de puta!

—¿Qu…? —Rin fue secuestrada por Jin, poniéndola en su hombro antes de deslizarse como un pequeño ratón hábilmente entre todos los Senbons envenenados, Kunais y shurikens que empezaron a salir de las paredes.

—¡Joder!¡Corre como si te llevara el diablo! —gritó Jin— ¡Putos enfermos! —Jin saltó fácilmente y Rin vio como su nariz casi rozaba la hoja de una espada— ¡¿Quién es el cabrón que tira espadas?!

Rin sollozó dramáticamente mientras abrazaba la cintura de Jin que saltaba de un lado a otro y se deslizaba entre las tablas con facilidad casi practicada.

—¡No me dejes caer! —sollozó Rin mirando el pozo de fuego debajo de ellas.

—¡Como si! —Jin manipuló hábilmente los hilos de chakra que hizo para correr por sobre ellos, utilizándolos como una plataforma.

—¡Tu equilibrio me da miedo! —gritó Rin mirando como Jin corría fácilmente por un hilo de chakra más delgado que su dedo— ¡No me sueltes nunca, Jin!

—¡Yuta-cchin está a unos pasos más!

—¡Alto! —Jin elevó las manos y el pequeño Yuta tiró el pergamino robado bien alto, por lo que Jin saltó con Rin en su hombro, y atrapó el pergamino, el pequeño ratoncito también saltó y se metió debajo del kimono de Jin— ¡Al siguiente!

—¡Kurobu-cchin encontró…!

Jin empezó a correr siguiendo las instrucciones de sus ratoncitos, los cuales la guiaban fácilmente mientras la pobre Rin era un saco de patatas en su hombro y miraba con pánico como Jin simplemente hacía todas las locuras mientras las manejaba a ambas como si solo fuesen muñecas estirables.

Por primera vez en su vida, Rin tuvo miedo de Jin, ¿Cómo demonios hacía todas esas piruetas y vueltas sin romperse? ¿Cómo no se le dislocaban las articulaciones? ¿Por qué era tan flexible? ¡¿Acaso Jin era de goma para hacer tantas cosas extrañas sin lastimarse?! ¡Peor aún! ¡Cargando a alguien!

Rin no pudo más, cuando estuvieron rodeadas, simplemente lo dejó salir todo.

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