So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Naruto (Anime & Manga)
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
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Summary
[Serie So or Mine]Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar.El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruyeron por culpa de sus acciones, decide que es hora de que las víctimas reciban su justa compensación.Jin reencarna en el mundo de Naruto, como Simp dedicada del trágico Obito y su horrible destino de mierda, Jin decididamente decide que va a seducir a Obito a como de lugar, ¡A la mierda Rin! ella será el crush de Obito.Porque en su mente, Jin sabe que Rin es una persona muy amable y no le debía nada Obito por su afecto incondicional, pero igual siente que Rin fue un poco mierdas al ignorar arbitrariamente a Obito y dejarlo de lado ante la primera oportunidad en pos de Kakashi, que ni siquiera le dirigía la mirada.
Note
ACLARACIONESHace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto Esta historia contiene:ObsesiónDependencia emocionalMuerte de personajesViolencia canónica del universo de narutoAmenazasNormalización de comportamientos no saludablesMachismo y MisoginiaEtc.
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xxxiii. culpa

Obito suspiró mientras se tocaba el cuello, varios Yamanaka intentaron hurgar en su cerebro, pero no tuvieron éxito de ninguna manera y simplemente empezaron a hacer una especie de trivia en donde le preguntarían y habría detectores de verdad por todo el puto lugar, más, Yamanaka revisando que no mintiera con alguna técnica de interrogatorio de Clan o algo así.

Estuvo encerrado una semana completa en una celda asquerosa -en realidad no estaba tan mal, pero le mataba como Kakashi, Rin, Minato y Kushina miraban su cuerpo mutilado y apenas unido-, donde apenas había alguna comodidad, siendo observado como una especie de mono de circo o atracción turística mientras algunos tipos de T&I rogaban por despedazar cada parte de su cuerpo y mente con tal de sacarle la información que querían obtener.

Obito respondió honestamente toda la mierda que sabía, pero para el asunto Uchiha hizo que llamaran a Fugaku y casi que exigió que estuvieran Itachi y Shisui. No era una conversación en la que deberían involucrar a niños tan pequeños y, sobre todo, con mierdas tan turbias como secretos del clan, pero Obito prefiere tirarlos del precipicio con sus propias manos para que tengan un duro golpe de realidad ahora que estarían a la distancia de un mero segundo piso, a que se enteraran luego de que accidentalmente destruyeran el mundo como casi lo hizo él.

Jajan´t exigió que el tercer Hokage no estuviera presente, pero no estaba en posición para pedir cosas, aun así, permitió que Shikaku Nara, Inoichi Yamanaka y su Sensei estuvieran dentro de la conversación Uchiha privada top secret ten.

En fin, que tal como lo esperaba, fue un festival de mierda, los niños preguntando sobre que era la tabilla Uchiha, su sensei completamente conmocionado con su fumada cósmica y su líder de clan envejeció de golpe unos cuarenta años cuando supo que sus hijos posiblemente serían secuestrados si muestran habilidades sobresalientes o aman demasiado… en fin, Itachi decidió no confiar en cosas negras que prometan la paz mundial, aunque su rostro era feo al decir eso y Shisui simplemente se encogió de hombros diciendo que sería bastante tonto de su parte confiar en una masa negra amorfa y un tipo blanco.

Obito miró sospechosamente a Itachi antes de soltar un poco del chakra del Juubi, causando pánico innecesario y les dijo a todos que lo había sellado en una forma bastarda de Jinchuriki para que el bastardo de Madara no hiciera cosas, pero era probable que vinieran tras su cabeza.

No dijo la verdad del todo, pero tampoco mintió, así que el Yamanaka confirmó lo que dijo.

Después de todo, lo selló dentro suyo, solo que en su dimensión de bolsillo y el sello es un contrato de invocación, pero esos son detalles innecesarios sin importancia que no merecen mucha atención.

Ahora, Minato poniendo un sello en las lenguas de todos para que esta información no se divulgara era una cosa que directa y llanamente no se lo esperaba, pero lo apreció muchísimo.

Su sensei era tan lindo cuando quería… pero dejaría morir a sus alumnos por su… aagghhh… perdonar es tan difícil.

Una semana después, libre de cualquier sospecha y con una aldea un poco paniqueada con respecto a que Zetsu podría, quizás, intentar robar el Kyubi mientras Kushina pare a Naruto, Obito pasea por el pueblo siendo escoltado por Kakashi y Rin a sus costados.

Honestamente, le sorprende que no tenga más escoltas, pero supone que su Sensei y compañeros de equipos son demasiado ingenuos.

Sintiendo el peso del bonito pergamino de almacenamiento que Jin le dio, Obito sonrió suavemente y lo tomó de su bolsillo, tocándolo como si fuese un objeto muy preciado para él.

Cosa que lo era.

—Oye… Bakakashi, me sorprende que Jin no haya venido a verme mientras estaba prisionero, ¿Fue un secreto de estado o algo así? —preguntó despreocupadamente Obito y vio como Kakashi se tensó ligeramente.

Hum… entonces si era un secreto o algo así.

—Obito-kun… —Rin empieza, pero hay una tristeza implícita en sus ojos marrones que lo pone inquieto.

—¿Qué sucedió? ¿Acaso no puedo acercarme a ella o algo así? ¿Procedimiento Anbu y esas cosas? Lo comprendo, después de todo, mi llegada es muy confusa y mis antecedentes de estar casi un año con Madara no son confiables entonces… —Obito se calla al mirar los rostros pesados de sus compañeros de equipo— ¿… acaso no es eso? ¿Ella está en una misión o algo?

—Jin-chan, solo unos meses después, casi un año, del incidente del puente Kannabi ella… ella fue designada a una misión en las fronteras de Kumo e Iwa —habló pesadamente Rin y Obito la miró sintiéndose incomodo.

—¿Cómo? ¿Ella sola? ¿Y su equipo? —preguntó algo ansioso Obito.

—Su equipo fue con ella, incluido su Jounin sensei —confirmó Kakashi.

—¿Entonces…? En primer lugar, Iwa ya no tendría por qué ser un problema al cortarle los suministros por el puente Kannabi, también está el hecho de que ese era el único punto de encuentro entre ambas naciones y su otra opción sería entrar por las fronteras de tierra que unen a Kumo y Konoha, entonces, ¿Qué hacían allí? Eso prácticamente sería infiltrarse en tierras enemigas…

—Se creía que Kumo e Iwa tenían un acuerdo o algo así, quizás una posible alianza. El deber del equipo de Jin era confirmar si había alianza o no en vista de los movimientos sospechosos de Iwa y Kumo —informó Kakashi con una mirada enturbiada en sus ojos, su figura pareciendo tan pequeña y frágil.

Kakashi no era frágil, no era pequeño y no era, en el infierno, débil, Obito se puso ligeramente a la defensiva.

—Iwa le tendió una trampa a Kumo, diez mil ninjas de Iwa matarían al Raikage, el Jinchuriki y el pequeño ejército de Kumo, pero no sucedió como lo esperaban. El Raikage era mucho más poderoso y terminó diezmando a los ninjas de Iwa tras sacrificarse para que sus compañeros pudieran Huir… —informó Rin.

—¿Y? ¿Qué tiene que ver esto con Jin? —preguntó impacientemente Obito.

—Jin quedó en fuego cruzado —avisó suavemente Rin y Obito abrió sus ojos como platos mientras toda la sangre de su cuerpo se drenaba y la fuerza en este disminuía drásticamente hasta que el bonito pergamino de sellado era demasiado pesado para sostenerlo.

Obito miró hacia la nada horrorizado.

—Jin fue capturada por los ninjas de Iwa y posteriormente fue torturada durante horas, pero sobrevivió porque tenía muchísimos sellos protectores en su ropa —Obito no podía escuchar nada, su Sharingan giró y giró—. Su equipo fue a salvarla, pero estaban rodeados por ninjas al menos Chunin y Jounin, ellos eran cuatro mientras que el lado enemigo al menos entre diez o veinte…

La estática empezó a llenar sus oídos mientras su vista se iba tiñendo de rojo.

—El equipo de Jin resultó gravemente herido, Nara-san casi fue partido por la mitad, el Hyuga perdió uno de sus ojos y un brazo, el cual fue pegado por Jin como medida de emergencia con hilos de chakra curativos concentrados, una técnica nueva que ella inventó por la urgencia del asunto, muy útil, ya que conectó todos los nervios y…

Rin estaba parloteando mucho, Obito sentía un zumbido en lo profundo de su cabeza.

¿Eran estos los efectos secundarios de un viaje temporal? ¿las consecuencias del efecto mariposa?

Jin, la dulce niña que solo quería un poco de atención y adoraba cocinar…

—… y también su sensei, él…

Obito sintió que nuevamente perdía algo importante para él, simplemente era su castigo por…

—… lo siento… Jin-chan quedó en coma, ha estado así durante casi seis meses —Rin miró con dolor a Obito y el Uchiha siguió mirando el vacío antes de sentir el suave chakra inconfundible de Jin, tan extraño como atractivo y simplemente se teletransportó con su Kamui hacia el lugar.

—¡Obito…!

—¡Obito-kun…!

Obito miró fijamente a la pálida niña, ¿Adolescente? Frente a él, su pálido rostro se veía más delgado, un poco demacrado, sus bonitos corazones debajo de sus grandes ojos cerrados tenían un fucsia tenue, apagado, sus labios se ven ligeramente morados, si entrecerraba sus ojos, tenía algunos pequeños y microscópicos cortes sin curar del todo, mientras que algunas partes visibles de su cuerpo estaban ligeramente moradas aun después de todos estos meses.

Temblorosamente, Obito acercó su mano hacia el rostro de Jin, sus ojos aguándose mientras dudaba en si extender su mano y tocarla o no.

El sonido de la puerta abriéndose lo sacó de su estupor y miró con ojos alarmados hacia atrás, estaba tan absorto en el estado de Jin, que había ignorado todo lo demás a su alrededor, perdiéndose en el momento. Sus ojos rojos por el Sharingan grabaron a una anciana de rasgos amables, ella tenía un lunar debajo de su labio en forma de un trébol, su cabello canoso azulado estaba cuidadosamente recogido para atrás en un moño prolijo.

Su postura ligeramente encorvaba por los años vividos no le quitaba su gracia, ni mucho menos su aura amable, su ropa estaba limpia y bien cuidada, su rostro algo agotado, pero con un ferviente amor que Obito no pudo evitar pensar que, tal vez, la anciana fue quien le heredó su buen corazón a Jin.

—Tus ojos… —inició suavemente la abuela y Obito se quedó en silencio—. Debes ser un Uchiha, ¿No? —preguntó suavemente la abuela, con ese tono tembloroso y rasposo que todas las abuelas tienen universalmente.

—… —Obito no respondió y miró a Jin de nuevo.

—Tu debes ser el chico Uchiha del que mi nieta tanto hablaba —la señora se acercó despreocupadamente hacia él, sin temer a sus ojos rojos, sin cuestionar su presencia inesperada aquí.

Quizás ella vio algo en él, el dolor en sus ojos, Obito no podría saberlo, pero piensa que la señora es extraña.

Tan extraña como Jin.

¿Era acaso de familia mirar el dolor de otros y decidir intentar arreglarlo?

—Obito-kun, ¿Verdad? —Obito sintió lentamente y miró como la señora se sentaba al lado de Jin y peinaba sus apagados cabellos azules que alguna vez fueron de un vibrante color azul-celeste, casi eléctrico, como basto como el cielo azul.

Obito miró como la abuela lentamente pasaba un trapo húmedo por el rostro de su nieta.

—Hoy es su día de baño, pero mi yerno tuvo que salir por asuntos de la empresa y su futuro esposo salió de misión —la abuela lentamente peinó el cabello ligeramente ondulado de su nieta.

—…

—Si solo tuviera a alguien que me ayudara a llevarla al baño para limpiarla correctamente —suspiró la anciana—. Su hermano adoptivo salió por una misión o algo así, no estoy segura…

—…

Sayuri miró con tristeza a su nieta y como su flequillo estaba creciendo casi cubriéndole el rostro.

—Ven, siéntate, estoy segura de que mi nieta estaría muy feliz de que estuvieras aquí —habló suavemente la anciana y le sonrió con cariño, Obito se sentó al lado de Jin, casi sin tocarla, pero la anciana puso la mano inerte de Jin sobre la suya y lo hizo apretarle suavemente la mano a Jin.

Jin se sentía un poco fría, pero también cálida.

Obito no pudo empezar evitar empezar a llorar mientras llevaba suavemente la mano de Jin a su frente.

—Está bien que llores —habló suavemente Sayuri y le frotó suavemente la espalda a Obito—. Uno no llora porque es débil, sino porque ha sido fuerte demasiado tiempo… no retengas tus lágrimas, desahoga todo…

Y Obito, siendo el buen niño obediente que es, obedeció a la amable anciana que lo abrazó y abrigó mientras él sostenía la mano de su nieta inconsciente.

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