So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Obito miró indiferente la sangre que escurría por sus manos mientras caminaba lentamente por los oscuros y tenebrosos pasillos de la base subterránea en Konoha.

Honestamente, si viviera en este entorno durante años, escondido en el secretismo, fusionándose con la oscuridad, olvidándose de su nombre, de quién es y toda esa mierda, a Obito no le sorprendería torcerse como lo hizo Danzo -después de todo, él se torció haciéndose pasar por Madara-. En todo caso, ni siquiera podía juzgarlo del todo, después de todo, ¡Él casi destruyó el mundo parcialmente! Claro, su propio objetivo no era remontarse solo a la aldea de Konoha, sino traer una paz mundial en donde todos fuesen felices y nadie más tuviese alguna sensación de tristeza o incomodidad, donde cualquier cosa mala que pudiera suceder, no existiera.

Un mundo idílico en donde todos son felices.

Silbando como un maldito rarito haciendo la escena de la masacre aún más perturbadora después de infiltrarse en la base secreta principal de Danzo como una maldita rata astuta, Obito llegó a la sala de los archivos de Raíz, en donde tomó otro de los sagrados pergaminos de Jin -dios, esa niña era una santa- para simplemente meter todo lo que estuviera a su alcance, porque los pergaminos que Jin amablemente le regaló, tenían un espacio absurdamente grande para llenar.

Jin era simplemente una maestra en Fuinjutsu, solo que es demasiado insegura con sus habilidades y no confía completamente en su propia capacidad como para darse cuenta de los milagros sucesivos que ha hecho. Por supuesto, obtener la información de que ella hacía sellos no fue fácil -mentira, Obito preguntó tentativamente y Jin se lo dio todo en bandeja con las mejillas sonrojadas- y le llevó algo de tiempo junto con un poco de sobornos -le dio un abrazo y Jin casi se murió de un ataque al corazón, pero no lo soltó y siguió aferrándose a él mientras soltaba más información-.

Si su sensei quiere ser Hokage, Obito le dará un armonioso y hermoso dolor de cabeza y culo para que resuelva toda la mierda de Konoha en la oscuridad como regalo de felicitaciones. No iba a leer toda esta mierda, gracias.

Una pequeña venganza justa por siempre llegar tarde a momentos críticos… aunque podría decirse que su venganza se concretó cuando lo mató a él y a su esposa, condenando a su pequeño hijo recién nacido a ser un lamentable Jinchuriki por el resto de su vida y luego haciendo que el pobre Naruto perdiera a sus amigos uno por uno por culpa de haber caído fácilmente en un plan estúpido de una marioneta aúnmás estúpida que se creía el marionetista…

Pensando en eso… Obito sintió la maravillosa realización de que el Kyubi sabe sentir emociones, por lo que podría detectar fácilmente a Zetsu como lo hizo en la cuarta guerra ninja y él podría utilizar a ese zorro gigante como un enorme rastreador de Black Zetsu…

Hablando de Zetsu… los Zetsus blancos son una cosa retorcida y útil a la vez, el solo pensar en que alguna vez fueron humanos lo hace estremecerse, pero eso explica porque cada Zetsu tiene su propia personalidad única y no todos son iguales del todo entre sí. Dejando eso de lado, los Zetsus serían una maravillosa red de espionaje, como no tienen conciencia por sí mismos y son casi como un montón de niños retrasados o plantas Zombies durmientes que se conectan con los seres a su alrededor, simplemente podría plantar alguno Zetsus aquí y allá para crear una buena red de información o también podrían ser una valiosa fuente de células de Hashirama con afectos adversos casi nulos aparte de la fragilidad innata de dicha extremidad…

Pensando en eso, Obito duda si informarle a Minato o no sobre los Zetsus… por un lado, podría tener su propia red de espías personal que nadie supiera siquiera de su existencia, mientras que, por otro lado, podría ayudar a mejorar la calidad de vida de muchas personas, a cambio de los cuerpos zombificados de los Zetsu cultivados con células de Hashirama…

Obito dejó de pensar en ello, mucho dolor de cabeza.

Es obvio que él metió el Gedo Mazo directamente en su Kamui e incluso firmó un contrato de invocación a la fuerza con el cascarón de la bestia, pero eso no asegura nada a menos de que atrape definitivamente a ese bastardo de Black Zetsu, el cual seguramente empezará a rondar a los Uchiha como jodidos buitres y…

Oh…cuervos…

Pensando en los dos Uchihas más reconocidos de la siguiente generación y que serían fáciles de simplemente secuestrar o convencer, piensa en Uchiha Shisui, un niño que actualmente tendría unos aproximados ocho-nueve años y Uchiha Itachi, quien actualmente tendría unos seis-siete años…

Shisui, si Obito no se equivoca al recordar, iba a morir a manos de Danzo por suicidio al arrinconarlo con el ataque del Kyubi y el golpe de estado de los Uchiha o algo así. Por supuesto, sin él detrás de escena, el ataque del Kyubi no debería de suceder del todo, aun así, nunca está de más de ser un poco paranoico.

Dejando de lado la cuestionable muerte de su primo menor, el Kotoamatsukami era bastante poderoso, por no decir que ese ojo maldito era el productor del segundo genjutsu más poderoso del mundo, solo por debajo del Tsukuyomi Infinito que el hijo bastardo de Kaguya tanto anhela para revivir a su madre del sello…

Black Zetsu, sin lugar a dudas, codiciaría y babearía por esa habilidad absoluta y dominada.

Oh, también están esas cosas de las reencarnaciones de los hijos del sabio de seis caminos, Ashura e Indra, el Yin y el yang, la mitad de no sé qué y seguramente Zetsu también apuntaría a Sasuke en un descuido por poseer el alma de Indra o algo así…

Obito gime de exasperación mientras se toma el rostro, ¡Tanto trabajo! ¡Tanto, tanto, tanto! Obito está muy viejo para esto, por favor, acepten su carta de renuncia… ¿No? ¿Cómo qué no? ¡Maldito seas tú y tus hijos, sabio del seis caminos! ¡Malditos sean tú y tu familia de fenómenos, Sabio de los seis caminos, Black Zetsu!

El Uchiha niega con la cabeza mientras piensa en todo el tiempo que se le ha escurrido de las manos… ¿Qué debería de hacer ahora?

Se las arregló para robarle el brazo experimental a Danzo con las células de Hashirama, la cosa era repugnante y estaba completa y totalmente llena de sellos, prueba de lo defectuosa e inestable que era dicho brazo artificial sin la intervención del genio serpiente, también le quitó el Sharingan que seguramente le pertenecía al ex compañero de Danzo y abuelo de Shisui, Uchiha Kagami.

El trío de Ame estaba resuelto, Hanzo está muerto, Rin a estas alturas ya sería una Jinchuriki adecuada del Sanbi, con un poderoso sello Uzumaki, el cuarto Mizukage no está controlado por él, así que técnicamente debería ser un buen tipo, con el Juubi en su Kamui no hay de qué preocuparse por el resurgimiento espontaneo de Kaguya y…

Él… quizás… quizás debería… volver… a la aldea.

Obito no está tan seguro de que hacer a continuación, su misión en este mundo ha acabado y no tiene absolutamente nada que lo motive a seguir adelante, es más, si muriese ahora, nadie tendría acceso a su dimensión Kamui aparte de Kakashi, pero Kakashi no descubrió el alcance de Kamui hasta que lo vio usándolo a él y seguramente cuando descubriera su uso, ya estaría ciego.

Obito duda, ¿Qué debería hacer a continuación? No cree que sea merecedor de una segunda oportunidad, ¡Demonios! Ni siquiera quería una segunda oportunidad…

Dudando entre si simplemente morir o vivir como una sombra, de repente consciente del peso en su mano y la calidez en ella, mirando hacia abajo, se encuentra con ese bonito pergamino de conejitos que le regaló Jin luego de que él insinuara que tendría que comprar pergaminos de almacenamiento, pero estaban demasiado caros…

-Jin lo miró con estrellas en sus ojos y luego le dio diez pergaminos de sellados, todos únicos y cuidadosamente hechos para él-.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro mientras llevaba ese hermoso pergamino de conejitos a su pecho.

Tendría que cambiarlo.

Obito era reacio a que el pergamino que Jin hizo con tanto esfuerzo -y apasionado amor- hiciera que la apuntaran por culpa de su descuido, por lo que simplemente tendría que robar algún pergamino de almacenamiento de algún comerciante o…

Raíz fue cuidadosamente saqueada por Obito.

Satisfecho con su nuevo botín, Obito silva alegremente mientras desaparece con sus nuevas cosas a unos metros de distancia de la aldea y… oh…

¿Qué debería hacer con los Yamanaka?

Obito duda en dar un paso, indeciso si adentrarse en la aldea o empezar una nueva vida como civil en un lugar donde nadie lo conozca. No sería difícil, ya está nombrado como muerto, su sola existencia es algo impensable, podría irse a la tierra del silencio y simplemente formar una nueva vida con otra identidad, dejar de lado su vida shinobi a la cual estaba tan acostumbrado y empezar a vivir una vida honesta y digna como un trabajador promedio en una remota aldea rural, él…

—¿O…bito-kun? —jadea alguien a su espalda y Obito se da la vuelta de un brinco mirando con temor a la castaña que se encontraba detrás de él, mirándolo completamente pálida, con toda la sangre drenada de su hermoso rostro juvenil.

Rin seguía tan bonita como siempre.

—¿E-equivocado? —tartamudea estúpidamente Obito y siente que lo mejor que podría hacer ahora mismo es estampar su rostro contra un árbol y quebrarse el cráneo.

Es un completo idiota…

—¡Obito-kun! —exclama Rin empezando a correr hacia él y Obito retrocede algunos pasos como gato asustadizo, chillando como tal e intentando escapar, pero Rin es más rápida y lo derriba contra el suelo en menos de lo que él puede reaccionar con sus aturdidos sentidos.

—¡Kgh! —Rin… ella… ¡Rin lo iba a matar! ¡Aire! ¡Necesitaba aire!

—¡Rin! —exclamó Kakashi el cual la miró con pánico y luego miró con dolor y desconfianza al Uchiha, una amalgama de sentimientos encontrados y caóticos en el orbe oscuro de su pupila— ¡Rin, atrás, él no puede…! No puede… ser…Obito.

—El imbécil tiene razón. Adiós, me voy, nos vimos, hasta la próxima —habla robóticamente Obito cuando Kakashi le quitó a Rin de encima y él intentó irse en dirección contraria con pasos de Robot no articulado…

—… ¿Obito…? —preguntó con desconfianza Kakashi y él se estremeció.

—No, equivocado, adiós —respondió Obito negándose a verlos.

Venir a las afueras de Konoha fue una mala idea, él simplemente no podría soportar el peso de sus pecados. Obito sabía que él no merecía ser feliz, debió morir en la batalla de Kaguya, no retroceder en el tiempo con los estúpidos poderes del sabio, él… él…

—No sabes mentir… —dice Kakashi con una voz llorosa y Rin lo derriba nuevamente de una embestida contra el suelo con esa fuerza aterradora suya, solo que esta vez sella sus manos y pies.

Obito no puede evitar quedarse en blanco y preguntarse como diablos es que Rin aprendió Fuinjutsu.

—¡Ves, te lo dije! ¡Él es Obito-kun, lo sé…! —exclamó Rin y levantó su rostro por el pelo enseñando su rostro— ¡Mira su rostro, es Obito-kun, es solo que tiene las marcas del derrumbe en su rostro por…!

Rin de deprime ligeramente, su aura se entristece mientras sus ojos se vuelven ligeramente vacíos…

—¡N-no sé de qué me están hablando! —mintió pésimamente Obito y se maldijo a si mismo.

¡Mintió durante años, décadas! ¡Engaño, confabulo, difamó e hizo muchas cosas en una personalidad que no era la suya! ¡¿Por qué ahora dudaba?!

—El aroma… aunque es diferente… —Kakashi, el bastardo que nunca se saca su puñetera mascara de mierda, se la bajó y empezó a olerlo como si fuese una especie de perro quejumbroso.

—¡Deja de olerme, Bakakashi! ¡Aléjate de mí, jodido pervertido de mierda! —soltó enojado cuando la nariz del albino empezó a viajar por el sur y Obito simplemente no aguantó más esta humillación y pateó el rostro del albino mientras activaba su Sharingan, haciendo que el ojo izquierdo de Kakashi ardiera ligeramente con su rabia no contenida.

Su pierna ahora ardía molestamente porque la forzó a través del sello, pero no podría importarle menos.

—… tiene algo de él… —Kakashi, que tiene el zapato de Obito estampado en toda la cara, frunce el ceño y mira complicadamente a Obito—. Obito, eres tú… tú eresObito…

—¡No, no lo soy! —exclama Obito negándose rotundamente y desviando la cabeza.

—Sin duda alguna es Obito-kun… —Rin mira con ojos aguados a Obito y el Uchiha se pone nervioso al ver las lágrimas.

Bueno… él quería volver a la aldea… solo que no esperaba que iba a ser secuestrado por sus dos compañeros de equipo, siendo golpeado brutalmente por Rin para desmayarlo y cargado delicadamente por Kakashi para llevarlo de vuelta a la aldea.

Honestamente, Obito se encuentra amargo, ¿Rin la bruta y Kakashi el cuidadoso? ¡No pintaba nada bien! Rin solía ser tan buena antes de entrenar con esa bruja de Tsunade…