![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
XXVII. Comida
Jin, durante su misión tediosa de cinco meses manteniéndose en ese fuerte, fue completa y totalmente destrozada por las pésimas condiciones en las que vivían estos intentos de shinobis que ni para hacerse arroz servían, ¡Ni para hacer arroz! Jin se retuerce en que ninguno de esos más de cien bastardos sepa cocinar ni para salvar su vida
Bueno, saben cocinar, pero enserio, ¿Por qué cocinaban tan mal? Todo lo que comió de ellos sabia a cartón mojado o a barro lodoso y lleno de piedritas, Jin solo aguantó una semana antes de explotar por las injustas y aberrantes condiciones gastronómicas y salir a cazar algunos animales, conseguir algunas hierbas del bosque y ponerse a preparar su propia comida
Su equipo, incluso en orgulloso Hyuga, estaban incluso antes de que estuviera lista la comida con sus platos listos frente a ella
Incluso si lo había esperado, no era un poco menos decepcionante saber que no podría disfrutar de una abundante comida para ella sola. Al menos, se consoló a sí misma Jin, solo eran tres bocas más que alimentar, no tendría que cocinar para todo
Lo malo, es que el olor de su simple, pero deliciosa comida, hizo que varias otras personas fueran a verla atraídos por el aroma a comida rica
Al final de la segunda semana, era más una cocinera que un ninja, Jin no sabría si reír o llorar, pero al menos algunos shinobis tenían una pizca de conciencia y, con el poco dinero de bolsillo que tenían, le compraban algunos dulces o chuches para que los disfrutara por sus servicios como cocinera.
Jin se retorció de ira por dentro cuando se dio cuenta de que tres meses y medio desde que llegó al fuerte, su rutina había consistido en cómo preparar el desayuno, almuerzo y cena de más de cien ninjas, ¡E incluso algunos se atrevían a ser condescendientes con ella! Por lo mismo, amargada, una vez que un tipo se hizo demasiado molesto, cuando ella iba a entregarle el plato, en toda su estúpida cara de bastardo quejumbroso, gorgoteó fuerte su saliva, pasó su lengua por sus mejillas y dientes, hizo olas con su suave apéndice rosa antes de lanzar el escupitajo más relamido, baboso y ruidoso que pudiera conseguir soltar.
Todo ese espectáculo de mierda, frente al tipo.
Jaja, cuando intentó tirarse sobre ella, diez ninjas que esperaban ansiosamente su comida, lo detuvieron y empezaron a regañarlo ferozmente, los golpes fueron un bonus aparte.
Jin les dio postre extra.
Todo el escuadrón de defensa, menos los afortunados, se quejaron de a buena suerte de esos bastardos por ser más rápidos que ellos y recibir más postre.
Entonces, el mes y medio que estuvo en ese lugar, sin el corazón para matar a niños soldados u otros adultos que la matarían sin piedad en el momento en que mostrara debilidad, los puso en un sueño profundo a través de un complejo sello con genjutsu.
Kurenai fue su gracia salvadora, gracias a ella muchos niños soldados no murieron, es más, ningún niño soldado murió bajo sus manos, ella los puso en Genjutsus para que durmieran como troncos.
Y no, no fueron torturas, ella los metió en agradables sueños de paz, un poco casi como el Tsukiyomi infinito versión fake más pirateada que película pirateada en página pirata con 40 troyanos.
Aunque Jin no sabe en qué clase de Genjutsus se transformarán sus sueños, al menos serían cosas buenas, un momento en que se les permita reflexionar si realmente deseaban ser ninjas, si algo de lo que hacían valía la pena y si las vidas sacrificadas contaban…
Entonces, tal vez, puede que los haya metido en Genjutsus más pacíficos similar a la época actual, en donde para ser famoso, no necesitas matar, en donde para tener dinero, no necesitas ser un mercenario a sangre fría…
No sabe a cuantos niños de Kiri metió en Genjutsus, pero sabe que fueron al menos a un puñado significativo, tal vez estos mismos niños que metió en genjutsu, en el futuro se vuelvan parte de la revolución de Mei… no lo sabe, pero Jin tiene algunos secretos deseos de grandeza escondidos en el fondo de su ser.
Jaja, que bonito sería que la próxima quinta Mizukage le dijese: “Soy quien soy gracias a ti” o alguna cosa cursi por el estilo.
Aun así, Jin no pudo evitar para siempre no matar y fue extremadamente doloroso y traumante tener su primera sangre, fue tan horrible, tan tenebroso, tan… tan…
Ella nació en una era de paz, en un mundo donde no conoce la muerte a menos de que san videojuegos o películas, ella nunca presenció algo más violento que pixeles animados o películas de acción…
Ayumu y Yoshito se encargaron de cuidarla después de derramar su primera sangre, Jin se la pasó días llorando y temblando, Nori simplemente le dijo algunas palabras duras para que se levantara de una vez y espabilara. No funcionaron, pero Jin notó como el peliverde siempre seria quien terminaría asesinando a quienes se acercasen demasiado a ella o interrumpiendo ataques que, de alguna otra forma, la obligarían a matar.
Jin supone que es su forma silenciosa de agradecerle por su comida o algo.
Lejos de esa fortaleza cercana a Kiri, volvieron a Konoha y Jin se pudo estirar felizmente durante algunas semanas, convivió con su papá -su relación había mejorado drásticamente desde que Banri decidió dejar el negocio de lado un poco y ser un padre presente. Por supuesto, era inevitable que algunas veces se ausentara en algunos momentos, pero el azabache haría todo lo posible por estar ahí para ella y preguntarle sobre su día, que cosas le interesaban y, en general, ser un padre presente e interesado-, al cual le estaba enseñando a cocinar junto a Sakumo-san y pudo pasar algo de tiempo con sus amigos antes de que le dieran otra larga misión que cumplir nuevamente.
Esta vez fue en Suna, lo que en sí mismo hubiera sido una sentencia de muerte conociendo a los titiriteros y su horrible veneno si no fuese por el beso de Santa que tenía Tsunade, la cual la salvó más de un puñado de veces de no ser más que líquido negro en órganos corroídos.
-¡Los venenos de Suna son aterradores! ¡Como, podrían desintegrarte en cuestión de segundos o tener un efecto necrosante en la piel y causarte un shock anafiláctico en tan solo unos segundos con una pequeña rozadura de sus cortes envenenados! Jin se estremece de solo pensarlo-.
Si, puede que haya aprendido más de cien sellos distintos, pero era pésima a la hora de intentar curarse siquiera un corte, como, tan, pero tan patética, que seguro y empeoraría la situación, como… se intentaría curar un rasguño y terminaría con un brazo roto.
Pensando en la cantidad de veces que estuvo al borde de la muerte en Suna, Jin desarrolló una gran fobia a los títeres y la arena.
-Los ninjas de Suna eran demasiado aterradores en su Prime de titiriteros con Chiyo al frente, esa mujer no era la abuelita preocupada por su nieto o cool que era digna de admirar que vieron en el anime. No, la Chiyo que Jin observó era una bola de odio hacia los ninjas de Konoha que incluso el odio de Sasuke se quedaría corto ante su sed de venganza por la pérdida de los padres de su nieto y, como Sakumo no había muerto en esta vida, Chiyo se aseguraba de ser lo más rastrera y mezquina asegurándose con todas sus fuerzas de causar grandes bajas a los ninjas de Konoha (y darles una de las peores muertes por sus venenos) con la esperanza de atraer al asesino de su hijo y nuera-.
Ella estuvo dos meses allí antes de que Tsunade les enviase una carta a su Hokage y los terminaran sacando de esa zona de muerte.
-Al paso que iba, Jin cree que se volvería inmune de todos los venenos con la cantidad de veces que Tsunade la salvó con sus antídotos-.
Entonces, para su deleite y suerte, Jin estuvo tres meses más cerca de las fronteras de Kumo, no es que eso fuese algo bueno, pero con Sakumo al frente pateando traseros, fue un casi un viaje de verano.
Sakumo-san siempre le daría suaves palmaditas en la cabeza con una sonrisa amable en su rostro, Jin no podría negarse al dulce hombre y daría su brazo a torcer preparándole un desayuno-almuerzo-cena para que él pudiera darlo todo en el frente sin tener que preocuparse por pasar hambre o que le falten los nutrientes necesarios -Jin estudió diligentemente sobre una buena dieta para los shinobis y como optimizar los nutrientes que pueden aportar los diferentes alimentos para ayudar a las personas en su camino shinobi-.
Aun así, Sakumo-san solo se pudo beneficiar de su comida durante los meses que estaban juntos en el frente de Kumo, porque a los demás nunca les dejó comida como a Obito -Aunque a Tsunade le dejó los suficientes postres como para cinco golosos años en agradecimiento por salvarle el culo innumerables veces-. Claro, fue un poco mierdas de su parte solo dejarle comidas a Obito mostrando su clara preferencia hacia el Uchiha, pero en su defensa, la habían explotado en la cocina durante cinco meses como para que ella quisiera cocinar para más de cuatro personas, gracias.
Pensando en eso, Jin se pregunta si ahora la obligarán a ir al frente de Iwa, considerando que ha estado en casi todos los frentes con sus compañeros de equipos.
Hablando de eso… Jin no puede evitar notar cuanto han crecido y cambiado en el trascurso de los meses… Ayumu solo tiene una expresión “distraída” en la aldea, pero fuera es una pluma afilada que no dudará en cortarte al tocarte y Nori es casi lo que se espera de un shinobi, que no tenga sentimientos, que mate sin piedad, utilice la cabeza para interrogar y torturar a los prisioneros que caigan en sus manos, un arma perfecta, un orgulloso miembro del clan Hyuga con más palo en el culo que intestinos en su estomago.
Y sensei… Yoshito-sensei empezó a acumular lentamente más y más cicatrices, por supuesto, había momentos en que los separaban por distintos equipos, ya que Yoshito era un Jounin requerido y ellos simples Chunin, aun así, el Yamanaka procedió a estar el mayor tiempo que pudiera sobre ellos.
Jin mira a Obito, el cual parecía con la misma aura juvenil y fresca de siempre.
Jin supone que envidia un poco a Obito, su optimismo es demasiado brillante cuando han pasado tantos años y meses en guerra, era incluso un poco falso… pero Jin supone que son amargos celos de que Obito pueda permitirse siendo feliz y tonto a pesar de que seguro mató a alguna persona, ya sea intencional o accidental.
—Obito-kun, espero que te vaya muy bien en tu misión —Jin sonrió y se sonrojó un poco antes de darle, nuevamente, un pergamino con un bento para casi tres años—. Cuídate mucho, asegúrate de regresar y…
Obito sonrió ligeramente apenado mientras se frotaba la nuca, Jin estaba actuando como una gran mamá gallina antes de tomarlo nuevamente por sorpresa y darle un dulce beso en la mejilla, para posteriormente salir huyendo como si su toque quemara.
Nuevamente, Obito quedó sonrojado.
Nuevamente, Kakashi se burló.
Rin sonrió cómplice, apenada de no tener una cámara para grabar el momento.
-Rin los emparejaba, adoraba el Shipp entre ambos. Obito-kun era un chico bastante dulce y optimista, casi como un hermano para ella y Jin era tan dulce, dedicada y apasionada, ambos harían una pareja adorable-.
Minato se preguntó quién terminaría con Obito, si él de alguna manera terminaría seduciendo a Rin con la pura fuerza de su perseverancia o si finalmente sería seducido por Jin y su persecución apasionada de entregarle diligentemente regalos y comidas al Uchiha.
Teniendo en cuanta lo receloso que es con la comida de Jin, parece que vamos por lo ultimo.
—Entonces… ¿Para cuándo la boda? —preguntó lentamente Kakashi y Obito lo pateó detrás de las rodillas, haciendo que se doblara y cayera al suelo, para desaparecer en una nube de humo.
—¡Bakakashi! —gritó con rabia el Uchiha.
—Chicos… chicos, cálmense —habló suavemente Minato intentando intervenir mientras Kakashi y Obito empezaban un jugo del gato y el ratón en donde pareciera que Obito realmente intentaba matar a Kakashi, pero Kakashi era más rápido.
—Chicos~ —Rin sonrió enfermizamente dulce y Kakashi y Obito estaban abrazados mientras sus mejillas estaban juntas y sudaban balas.
—¡Somos los mejores amigos! —exclamó exageradamente Obito.
—¡Los mejores amigos del mundo mundial! —asintió Kakashi y pellizcó el hombro del Uchiha discretamente.
—¡Somos muy compatibles! —Obito le pisó el pie discretamente.
—¡Realmente somo más que amigos, somos hermanos! —Kakashi le devolvió el pisotón.
—Chicos —la sonrisa enfermizamente dulce los retuvo y actuaron con decencia mirando con un ligero toque de terror a la castaña—. Parece que finalmente se han empezado a llevar bien, me alegro muchísimo —Rin sonrió suavemente mirándolos amorosamente como si consolara o tratara con niños pequeños.
—¡Hai!
¿Cuándo Rin se había vuelto tan aterradora? Obito lloraría lágrimas de sangre mirando esa enfermizamentedulce sonrisa de la castaña que había estado siendo entrenada por Tsunade.