![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
xi. obito
Sakumo suspiró al momento de llegar a su casa y se apoyó en la puerta mientras sentía una gota de sudor caer por su rostro.
Este día, sin más, fue el día más abrumador e impactante que ha recibido en mucho, mucho tiempo, esto lo agotó incluso aún más que las constantes críticas de la aldea hacia él, porque los ojos de esos dos niños parecían quemarlo vivo y lo asustaban un poco.
-y, por alguna extraña razón, sentía que debería temer con que la niña lo dibujara semidesnudo o directamente desnudo-.
Al final del día, se hizo tarde y Jin no pudo hacer el retrato que quería de él con sus invocaciones, pero Sakumo la consoló suavemente diciéndole que el próximo fin de semana estaría libre y ella podría retratarlo como quisiera -y, de alguna manera, sintió que estaba haciendo un trato con el diablo, que raro, ¿no? Ella solo era una niña pequeña-. Pensando en esos aterradores niños, Sakumo se adentró en su hogar mientras se quitaba las sandalias ninja.
—Estoy en casa —habló suavemente Sakumo y fue recibido por el silencio de su hogar.
Era bastante tarde, casi entrada la noche y por ello mismo Sakumo, como adulto responsable, fue a dejar a los dos niños a sus respectivos hogares. Primero dejó a Obito en su residencia, en donde fue recibido por su amable abuela Uchiha que le agradeció cuidar de su nieto y jugar con él, la señora le dio un par de dulces y luego se adentró en su hogar con Obito.
Eergg… ir a dejar a Jin a su hogar fue más complicado, principalmente porque la abuela de Jin casi lo secuestra diciendo que estaba en loshuesos y cómo era posible que un shinobi estuviera tan delgado -él no estaba delgado, tenía su parte justa de masa muscular y, no era por presumir, pero era bastante denso y trabajado debajo de su ropa estándar shinobi-, luego empezó a regañarlo por no comer como debería, empezó a decirle que su piel estaba amarillenta por falta de comida y empezó a darle un montón de cosas para la piel, el cabello, la nutrición y puede o no, que la mujer técnicamente le haya lanzado un libro de cocina a la cabeza -justo lo que necesitaba y que venía a pedir, ni siquiera tuvo que decirlo, aun así, no lo hace menor vergonzoso- y Jin se escondía detrás de la puerta riendo traviesamente mientras él era abrumado por su intensa abuela que, para ser tan vieja y no ser una shinobi, estaba bastante en forma si podía llegar a someterlo tan bien con sus gritos e intensidad.
Al final, Sakumo regresó a su casa con dos abrigos sobre su cuerpo, tres bufandas en su cuello, dos bolsas repletas hasta el borde y una mochila a punto de estallar.
Sakumo no quiere volver nunca más a esa casa.
Claro, la señora fue muy amable y dedicada con todo, pero era… eergg… muy… apasionada en su discurso sobre cuando debería comer como shinobi y, si se hubiera quedado más tiempo, Sakumo teme que le hubieran obligado a abrir su boca y metido una cuchara llena de comida hasta la garganta, dándole toda la comida que pudiera encontrar esa señora en su casa hasta dejarlo como una pelota redonda y pesada.
Eh… bueno, al menos no tiene que buscar la cena en un restaurante a estas horas ni cocinar porque la señora le dio diez-originalmente le iba a dar treinta si no fuese porque Jin lo ayudó a escapar por la ventana al ver su pánico- tuppers con diferentes tipos de comida, al parecer el producto de los entrenamientos por cocinar de Jin.
Suspirando ligeramente, Sakumo metió los tuppers al refrigerador, excepto uno, y lo recalentó a fuego lento antes de servirlo en un plato.
—Gracias por la comida —murmuró Sakumo con las manos juntas antes de empezar a comer—. Sabroso —el albino parpadeó ligeramente sorprendido.
Incluso las practicas “Fallidas” de Jin eran muy sabrosas, claro, podía sentir que estaban un poco más cocidas de lo que deberían, pero en general, el sabor era bastante bueno si ignorabas la textura ligeramente incomoda.
Obito miró el techo de su habitación mientras estaba acostado en su cama. Originalmente, pensaba en que tendría que ayudar a Kakashi a salir de su depresión tras la muerte de su padre, porque no había nada remotamente en lo que él pudiera pensar para ayudar al Hatake mayor. Demonios, incluso él varias veces pensó en suicidarse cuando actuaba como Madara por lo agotado física y mentalmente que se sentía.
-Y, honestamente, estaban tan deprimido que había días en los que ni siquiera quería levantarse de la cama. Su mundo era tan oscuro y vacío, que él sabía que si no hubiera sido porque tenía un plan que supuestamente haría felices a todos junto con una meta fija a largo plazo, que él probablemente podría haberse suicidado de muchas formas divertidas, porque, joder, cualquier cosa era mejor que estar vivo en ese infierno que llamaba su realidad-.
Demonios, muchos de los planes actuales que tenía para evitar la destrucción de este mundo consistían en cierto grado de peligro hacia su vida -estaba tan cansado. No encontraba mucho sentido en repetir una vida llena de fracasos o vivir en un “qué hubiera pasado sí…” suficiente tenía él con recapacitar en los últimos años de su vida con el mundo acabándose por SU culpa-, así que no sabe qué hacer para solucionar a un idiota suicida que tiene un hijo bastardo en todos los sentidos, menos en que comparten sangre.
Ah, Kakashi en realidad es un bastardo insensible.
En fin, tal vez ayudar a Jin fue mucho más provechoso y útil de lo que pensaba originalmente, ¿Salió a pensar y volvió con la gallina de huevos dorados en sus brazos? -Aunque sería correcto decir que la gallina de los huevos dorados lo siguió, ¿No? Obito no hizo ningún esfuerzo y Jin se ató solita a su costado con una sonrisa tonta y, si Obito entrecerrara sus ojos, podría ver sus ojos brillantes mientras agita una cola de perro con dos orejitas en su cabeza, un poco más, y ella estaría sacando su lengua toda emocionada-. Tal vez, porque no solo Jin cocina asombroso, sino que le dio un deber a Sakumo y, debido a lo honrable que era el hombre a la hora de cumplir sus promesas, seguramente lo cumpliría.
Aun así, Obito no podía evitar estar un poco tenso y nervioso, ¿Qué sucede si Sakumo se suicida el día lunes de todas formas? ¿Qué sucede si no cumple su palabra de estar el fin de semana para Jin? ¿Kakashi volvería a estar solo en esa casa llena de los recuerdos de su padre y las vistas de su cadáver ensangrentado en el tatami del suelo, con los intestinos fuera debido al Seppuku para restaurar el honor del clan Hatake?
Obito ladea ligeramente su cabeza al pensar en ello, honestamente, como alguien que ha causado peores lesiones y ni hablar de las muertes más horribles que el ser humano pudiera imaginar, no le parece demasiado brutal ver a alguien con los intestinos fuera, pero supone que sería extremadamente traumante para un niño de unos cinco años, casi seis, ver a su padre muerto con las tripas fuera, desangrándose y con un cuchillo en sus manos enterrado profundamente dentro de él por su propia mano.
Obito supone que debe darle sus puntos a Kakashi, mantenerse fuerte a pesar de esa escena debió ser duro.
Tarareando ligeramente para sí mismo Obito se sintió ligeramente incomodo y sacó el papel que tenía en su pecho, el retrato de él sonriendo felizmente mientras miraba con admiración a Sakumo y el hombre le sonreía suave y cálidamente, haciéndolo parecer un adulto agradable y estable, como una especie de abuelito super cariñoso que te mimaría hasta el infierno.
Una persona tan amable y con una sonrisa tan linda se suicidaría, ¿Quién lo diría? Bueno, personas normales no lo verían, pero como persona que ha perdido toda esperanza en este mundo a otra persona que perdió sus motivos de vivir, Obito supone que puede comprender a Sakumo mejor que nadie.
Eh, tal vez si se hubiera suicidado al perder a Rin, nada hubiera pasado y Kaguya no habría revivido, destruyendo más de la mitad de la tierra en el proceso.
Obito se removió incomodo y se acostó de lado intentando cerrar sus ojos y apagar los recuerdos, pero no podía.
¿Por qué fue tan imbécil? No solo fue manipulado por Madara, sino que también por Zetsu. Si no hubiera sido tan arrogante y selectivamente ciego, se habría dado cuenta de que Rin había sido arrinconada a suicidarse. Claro, él sabía de antemano que Rin saltó al Chidori de Kakashi, pero si hubiera pensando un poco más allá, tal vez muchas cosas habrían sido diferentes.
Obito suspira.
Su descenso a la locura empezó siendo toda una trampa minuciosamente creada por el mismo hombre que le arruinó la vida desde un principio, su propio bisabuelo, Uchiha Madara.
Tras la muerte de Rin hizo tantas cosas horribles y malas que ni siquiera podía contarlas con las estrellas en los cielos, no tuvo piedad por nadie ni nada, viendo a todos como meras ilusiones desechables y descartables que podían ser fácilmente reemplazables en su realidad deseada.
Y luego se entera de la propia burla malvada y sádica de Madara, que la muerte de Rin fue planeada cuidadosamente por él, e incluso si Kakashi no la hubiera asesinado, ella habría muerto en Konoha, como si no bastara con el sello de títere en su corazón que la hacía obedecer a Madara y ella solo fuera su pobre títere sin saberlo.
Eso lo destrozó realmente, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello cuando las cosas se movieron demasiado rápido para su propio entendimiento y, en un momento estaba hablando con Madara y, cinco años después, los Shinobis restantes estaban peleando una lucha de resistencia con una puta diosa literal que quería solo matarlos a todos en un destello de locura delirante sobre saber lo que era mejor para ellos -¿Abono para plantas alienígenas?-
Al final, después de volverse aliado de la alianza shinobi y ayudarlos incontables veces, él vio su final cuando salvó a Naruto, pero dando paso perfecto para que sellaran a Kaguya de una puta vez por todas y, mientras se desintegraba como la basura que era, él dio su discurso inspirador al idiota con cabeza de nube antes de ser cenizas…
Solo para que el sabio de seis caminos le contase todo lo sucedido después de su muerte y como ganaron la batalla, pero no servía casi de nada cuando la población mundial se había reducido a un tercio a nivel global y todas las aldeas habían sido destruidas en el fragor de la batalla, por lo que la gente no tenían a donde regresar ni un lugar al cual llamar hogar, junto con que gran parte del mundo quedó reducido a paramos estériles e inhabitables para contener vida alguna durante, al menos, algunos cientos de años.
Obito en este punto solo quería descansar, sí, sí, sabía que la cagó a lo grande, que todo es su culpa, ¿Podrías dejarlo morir de una vez? Su muerte no pagaría todos sus pecados, pero bien podría pudrirse en el infierno luego de ayudar a arreglar su cagada con su vida, ¿No?
Lastimosamente, el viejo bastardo no estaba en la misma línea de pensamiento que él y le soltó un largo discurso sobre como sus hijos arruinaron el mundo y, si no hubiera sido tan jodidamente crédulo como para solo sellar a Kaguya e ignorar deliberadamente a Zetsu, tantas guerras y sacrificios no habrían sucedido -así que, en parte, decía que tenía la culpa de la mierda que sucedió al final, ¡Yupi! ¿Ahora qué? ¿Se supone que debería sentirse menos culpable? ¿Qué debería lanzarle algún tipo de insulto o algo? Obito estaba demasiado cansado para esta mierda, demasiado viejo (A pesar de solo tener 36 años) para soportar alguna clase de basura sobre tirarse la culpa entre ambos, ¿Podría alguien solo dejarlo descansar en los brazos de la muerte? Quiere remediar sus malvados actos en los dulces brazos de la muerte mientras es torturado por todas las almas que murieron por sus manos o acciones, gracias-
En fin, que, en pocas palabras, el arrepentimiento del Sabio hizo que le dieran una patada en el culo y volviera un poco más de treinta años en el pasado para remendar todas las mierdas que han ocurrido y ocurrirán en lo que se supone que era su pasado, ¿Ahora futuro? ¿Pasado alterno? ¿Posible futuro?
Agotado era decir poco, pero siendo responsable de más o menos un tercio o dos de los males que asolaron el mundo y lo arrinconaron a la casi destrucción planetaria, Obito supone que ese es tu tipo de castigo por hacer todo tan jodida y espectacularmente mal.
Si tan solo no hubiera estado tan obsesionado con Rin o alguien más le hubiera mostrado y enseñado a ser preciado antes de ser genin… Obito cree que las cosas hubieran podido ser distintas, si alguien más hubiera creído en sus sueños de ser Hokage, aunque sea una sola persona además de Rin…
No sirve de nada pensar en el pasado, solo queda seguir adelante y asumir las responsabilidades de sus actos y decisiones con la cabeza en alto como un hombre.