
Chapter 11
—¡¿Qué demonios haces aquí?!
Su cerebro no se encontraba completamente lúcido, pero definitivamente, sabía que las cosas no andaban bien.
Quizás fue el grito lo que le dio la idea o el almohadazo que recibió obligándolo a despertar exaltado, tanto por el golpe como por el miedo.
Aún así, Shisui no era capaz de encontrar una respuesta para aquella pregunta.
Sus ojos se encontraban entrecerrados, ardiendo por el cansancio y el brusco despertar. Su cabeza no comprendía del todo la situación y su cuerpo aún no reaccionaba como para levantarse y salir de aquel cuarto tan rápido como sus piernas se lo permitieran.
Porque si su cabeza se encontrara alerta, habría huido luego de ver la fiereza que desprendían los ojos negros de Sasuke. Y no es que le temiera, claro que no, pero aún tenía motivos para continuar viviendo.
Sin embargo, su cuerpo se encontraba completamente relajado mientras veía al contrario ir de un lado al otro del cuarto soltando improperios. Sentado en la cama con sus piernas estiradas y apoyando una de sus manos detrás de él para sostenerse mientras que con la otra se tallaba los ojos, escuchaba cada palabra que Sasuke le dedicaba. Estaba seguro de que le acababa de insultar hasta su tatarabuelo.
Si era sincero, no le importaba por el momento, aún cuando sus sentidos se comenzaban a poner en alerta demasiado lento como para llegar a tener miedo de que Sasuke le tire con la jodida lámpara.
—¿Qué es lo que te sucede ahora?
Sasuke jadeó pareciendo indignado, molesto o avergonzado. Y es que el hecho de haber despertado con Shisui aferrado a él y viceversa, no le había agradado en lo absoluto y no por el hecho de que el contacto del contrario le resulte desagradable, sino por las increíbles sensaciones que había experimentado.
No lo admitiría ante nadie como se había quedado por unos minutos escuchando su respiración acompasada, acariciando los rizos que se enredaban entre sus dedos o simplemente, notando los suaves ceños fruncidos que experimentaba el mayor en sus sueños. No admitiría que se había quedado quieto en su lugar solo para no despertarlo o que había permitido que Shisui buscara una posición más cómoda encontrándola en la curvatura de su cuello.
No admitiría el escalofrío que recorrió su cuerpo cuando el mayor suspiró contra su piel, siendo ese el detonante para que se levantara demasiado exaltado y avergonzado de si mismo como para golpearlo con su almohada en cuanto la quitó de debajo de la cabeza del contrario.
—¿De verdad me preguntas eso?—Shisui parpadeó queriendo entender la situación.— Te metiste en mi cuarto y te acostaste a dormir conmigo.
Quizás se encontraba demasiado cansado para tener que tolerar aquello ahora que su cerebro comenzaba a activarse. Quizás ya le estaba comenzando a pasar factura el estrés que había vivido durante sus épocas de exámenes, pero no tenía ganas de escuchar como era acusado de algo que no había sido su culpa. Al menos, no del todo.
Si, había ingresado a su cuarto y se había recostado a su lado, pero su intención inicial había sido hacerlo hasta darle la noticia de su nota para recibir algunas palabras del menor. Palabras que ahora habían borrado toda felicidad que pudiera haber experimentado en ese momento.
No fue su culpa el haberse quedado allí, eso definitivamente era culpa del chico que ahora se encontraba mirándolo con enojo.
Sasuke lo había arropado. Sasuke lo había abrazado para volver a su sueños y mierda, bien sabía que debía haberse alejado en ese momento, pero tampoco había querido hacerlo. Tenía a la persona que amaba aferrado a él, era lo único que le importaba.
Shisui se puso de pie llamando la atención del joven frente a él que se movía constantemente de un lado al otro.
—¿De qué carajos hablas?—Su voz sonaba normal, aún cuando no mostraba aquel lado juguetón y simpático de siempre.— Tú me abrazaste para dormir, por lo que supuse que no te molestaba.—Contestó estirando sus brazos hacia arriba para desperezarse sin notar el sonrojo que comenzaba a presentarse en las mejillas del contrario.
Su mano se dirigió a su cuello, masajeándolo con cansancio y moviendo su cabeza de un lado al otro rogando porque no comenzara un dolor de cabeza para él.
Había dormido maravillosamente, eso no lo dudaba, aunque en su propia mente pasó por solo un segundo, la imagen de como se habría sentido siendo despertado con un beso en su frente o en su mejilla y no con aquel maldito golpe.
Se colocó sus zapatillas y se puso de pie a la espera de que Sasuke continuara hablándole, solo para poder defenderse, porque las palabras que había dicho el menor de los Uchiha no le habían sentado bien.
—¿Por qué carajos te metiste a mi cuarto?—Preguntó Sasuke con su mandíbula tensa.— Eres el mejor amigo de mi hermano ¿No es así? Y el hecho de que te hayas quedado a dormir aquí, no significa que puedas hacer lo que te plazca.
Un doloroso jadeo escapó de sus labios cuando vio el rostro de Shisui demasiado cerca del propio. Una de sus manos sostuvo con fuerza su mandíbula cuando su espalda impactó contra la pared de la habitación.
—¿Me estás acusando de algo, Sasu?
Tal vez fue su tono de voz tan tranquilo, la mano que sostenía su mandíbula como una maldita advertencia o el hecho de que Shisui buscaba su mirada constantemente, pero algo dentro de Sasuke le advertía que no continuara con la tontería que estaba haciendo.
Le sostuvo la mirada por unos cuantos segundos, notando como los ojos del mayor recorrían cada facción de su rostro y sin esperárselo, sintió sus labios siendo atrapados por los de Shisui en un beso algo dubitativo.
Podía notar en los suaves y temblorosos movimientos del contrario, la manera en la que esperaba porque él correspondiera a la acción también. Podía sentir como el agarre en su rostro comenzaba a suavizarse y una mano masajeaba su cintura con cuidado una vez que su propia boca comenzó a moverse.
Podía sentir el intenso calor en su piel y el sonido de sus labios al separarse unos cortos milímetros antes de volver a encontrarse. Podía sentir el cuerpo de Shisui casi sobre el suyo, apresándolo contra el muro y cerniéndose sobre él.
Mierda, estaba experimentando demasiadas sensaciones que le encantaban, pero su cabeza solo podía recordarle que era el jodido mejor amigo de su hermano mayor.
Shisui era aquel niño que habían conocido hacía años. Era quien no había juzgado a Itachi y quien se había mantenido a su lado en todo momento.
Shisui era aquel que lo había apoyado cuando decidió pinchar los neumáticos del idiota que se había propasado con él y no había abierto la boca cuando se supo del suceso.
Shisui era quien los cuidaba a ambos cuando sus padres debían salir por un corto tiempo, siempre viendo por su bienestar e intentando que se sientan lo más cómodos posible en su hogar.
Shisui lo había protegido en todo momento, aún si no lo necesitaba y lo que menos quería, era tener que perder a esa persona que era tan importante para ambos hermanos.
Pero que todo se vaya a la mierda, porque Sasuke, aún cuando esos pensamientos inundaban su mente, no quería dejar de sentir las sensaciones que Shisui le hacía experimentar.
—¿Esto... Esto es lo que buscabas?—Preguntó con genuina curiosidad.
Desde su lado más inocente, quería saber si el mayor se encontraba de acuerdo con aquel beso. Algo tan simple, pero que podía hacer que las cosas se vuelvan más incómodas para ambos a partir de ese momento si el joven de rizos se negaba.
Sasuke no estaba pretendiendo ofenderlo, solo quitarse aquella duda de la cabeza para saber a ciencia cierta, si Shisui había experimentado lo mismo que él.
Sin embargo, supo de inmediato que la cagó en algún punto, porque el mayor le mostró su ceño fruncido y se alejó con un claro gesto de enfado.
—¿Desde cuándo me conoces?—Sasuke parpadeó sin entender a que se debía la pregunta. Podía notarlo molesto y algo nervioso por la forma en la que pasaba su mano por sus rizos hacia adelante y hacia atrás.— ¿De verdad crees que solo por esto vine a tu cuarto? Quería decirte que había aprobado el jodido examen en el que me ayudaste a estudiar y lo hice, de hecho me felicitaste.—Soltó un suspiro que no solo demostraba cansancio, sino que se había rendido por completo.— ¿Ahora qué? ¿Me acusarás de ser un maldito pervertido o algo así?
—¿Qué? No, solo quería saber si tú...
—¿Sabes qué?—Interrumpió.— Al carajo con esto. Nos conocemos desde que somos niños y lo último que esperaba de ti era que me dijeras todo esto.—Dijo caminando hacia la puerta.— Vete a la mierda, Sasuke.
El portazo hizo sobresaltar al menor que solo se quedó en su lugar sin saber como reaccionar. Todo se le había ido de las manos y Sasuke era completamente consciente de ello.
No recordaba haberlo abrazado para dormir y en cuanto su cabeza reaccionó luego de haber sentido el cálido aliento de Shisui en su cuello, diferentes ideas comenzaron a invadir su mente.
No era normal que el joven entrara así como así a su alcoba y de hecho, en más de una ocasión, Shisui se había resignado a esperar a que despierte al no encontrar una respuesta de su parte.
Sin embargo, todo pensamiento negativo que tuvo con respecto al mayor, desapareció de su mente cuando Shisui lo besó de aquella manera tan suave y a la espera de que sea Sasuke quien lo continuara. No había dudado en hacerlo y una vez que se alejaron, había querido saber si aquello podría haber sido algo del momento o si Shisui había experimentado las mismas maravillosas sensaciones que había sentido Sasuke.
No esperó que el chico lo tomara como una jodida acusación. ¿Quizás había sido su tono de voz? Sasuke estaba completamente seguro de haber mostrado curiosidad en su pregunta y de hecho, el hecho de no haberlo alejado de un empujón, debería haberle dado a Shisui una maldita idea de que no le había molestado en absoluto que lo besara.
Mierda. Su pecho dolía con cada respiración que daba y los pensamientos negativos que ahora le aseguraban que lo había perdido definitivamente, volvieron a invadir su cabeza.
Si hubiera sabido de antemano que esto ocurriría, definitivamente se hubiera largado en vez de haber despertado a su acompañante.
La culpa, el miedo y la asquerosa sensación de no saber que hacer a continuación, no dejaban de abrumarlo, porque sabía que a pesar de quererlo, no iba a poder comentarle absolutamente nada a Itachi si no quería comenzar una pelea entre los amigos o entre el par de hermanos.
Se recostó en su cama, sintiendo el ardor en sus ojos y mirando como el techo de su cuarto se perdía en una neblina por las lágrimas.
Sabía que no había sido el beso lo que lo había arruinado entre aquel simpático chico y él. Sabía que todo era únicamente su culpa y aquello solo conseguía presionar su pecho de manera dolorosa.
No estaba seguro de si permitirse darle un tiempo para que Shisui se calmara o si lo mejor era hablar con él cuanto antes, o al menos intentarlo a la espera de que el chico no lo mande al carajo una vez más.
Por favor, como amo a esta pareja.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!