
Chapter 8
—¿Tan rápido me superaste entonces?
Aquel día, no parecía ser su día. O quizás su tarde, porque si hubiera tenido un poco de suerte, no hubiera conseguido ver a Shion besando a su actual pareja.
Naruto no estaba del todo seguro que sentimientos recorrían en su interior en ese preciso momento. La salida con Itachi estaba ocurriendo mejor de lo que hubiera esperado.
Habían pasado por un helado tal como había pedido el azabache y mientras recorrían el parque con pasos tranquilos, manteniendo sus manos unidas para conseguir guiar los pasos de su acompañante, se vio sorprendido por la imagen de su expareja a los besos con quien él creía, era quien lo había reemplazado.
Sus pasos se detuvieron, consiguiendo que los del joven se frenaran bruscamente y tambaleara en su lugar para poder mantener el equilibrio. Itachi no oía la voz de Naruto, solamente alcanzaba a oír como su respiración se hacía más pesada y comenzaba a entrecortarse.
—¿Todo está bien?
El rubio parpadeó un momento y carraspeó queriendo quitar el nudo que comenzaba a formarse en su garganta. Sabía que no era producto por las ganas de llorar, de hecho, no sentía sus ojos arder o la presión en su pecho que le indicara tal cosa.
Sin embargo, quizás la incomodidad o la vergüenza por ver a quien había sido su compañera romántica durante un largo tiempo, habían llegado a él de manera inesperada.
—Si, todo bien.
Itachi se mantuvo en su lugar, esperando nuevamente que su cuidador comenzara a caminar nuevamente hacia el frente o cualquier otra dirección a la que quisiera ir. Aún así, Naruto se encontraba completamente estático en su lugar sin ser capaz de mover, siquiera, un solo pie.
Sus ojos azules se encontraban completamente perdidos en las dos personas que se hallaban en la banca, consiguiendo una visión perfecta de lo que era el rostro de Shion y la espalda del joven al que le comía la boca.
No dolía tanto. No sentía tanto dolor como había experimentado en un inicio y a pesar de agradecerlo, tampoco podía decir que no le provocaba absolutamente nada.
Porque poco a poco podía ir enfocando su cabeza en distintas cosas que le impedían sobre pensar en la joven que había roto su corazón y una de esas, era justamente, la compañía que se encontraba con él.
Podría decir que Itachi había sido una buena distracción desde que comenzó a cuidarlo. Poco a poco se volvían más cercanos, se conocían y era agradable poder estar con él mientras el azabache acompañaba sus estudios con la dulce melodía del piano.
Su mente creaba constantemente temas de conversación o se mantenía lo suficientemente enfocada en Itachi como pensar en algo más que no sea su bienestar. Al menos, mientras se encontraba cumpliendo con su horario laboral.
Aún así, nunca se había visto capaz de hablar con el chico sobre sus sentimientos. Sobre todo, cuando debía acompañarlo de la frase "todo terminó".
Por un lado, porque lo que menos quería mostrarle, era su lado más sensible. Por el otro, porque a pesar de que a su mente pudiera llegar la imagen de Shion o los recuerdos que tenía con ella, bastaba solo una palabra de Itachi o simplemente su presencia en la habitación, para que los recuerdos vuelvan a la oscura esquina de su mente de la que habían decidido salir.
—¿Naruto?
Itachi pudo escuchar el suave susurro que fue soltado. Una maldición de parte de su acompañante luego de oír la voz de una joven a la que no reconocía.
>>No puedo creerlo.—Naruto notó como una sonrisa que él podría llamar maliciosa, se asomaba en los labios de Shion mientras se acercaba a él de la mano de su compañero.— Es bueno verte de nuevo.
El rubio solo intentaba mantenerse sereno, sin querer demostrar incomodidad alguna en aquella situación. ¿Quién diría que se reencontraría con su ex? ¿Quién diría que ahora su ex comenzaría una conversación con él, teniendo a su actual justo a su lado?
—Si, opino lo mismo.—Murmuró con una sonrisa.
Inconscientemente, quizás en un intento por buscar un poco de confort ante toda aquella desagradable situación, reacomodó su mano entrelazada con la de Itachi y reforzó el agarre. Si su compañía se sentía incómodo con ello, parecía haberse decidido por no decir palabra alguna ante lo ocurrido.
Aquel movimiento, solo llamó la atención de Shion y Naruto pudo notar como el ceño fruncido se instalaba en su rostro y sus ojos lilas permanecieron fijos en sus manos unidas antes de volver a sonreír.
—¿Y él quién es?
—¿Y a ti que te importa?—Preguntó desganado, notando de reojo como Itachi giraba su cabeza hacia su dirección mientras la confusión se plasmaba en su rostro.
No podía culparlo. No solía tener ese tipo de actitud mientras se encontraba con él y la única vez en que el azabache experimentó su enojo, fue cuando no lo había encontrado al ingresar a su hogar, e incluso, Uzumaki aseguraba que ni siquiera había sido enojo real, sino más bien la desesperación por pensar que algo malo podría haber ocurrido con él.
El helado comenzaba a derretirse dentro del pequeño vaso en su mano y poco podía importarle.
—¿Es tu novio?—Shion lo miró fijamente, esperando una respuesta antes de que su vista paseara una vez más hacia Itachi, inspeccionándolo de arriba a abajo.— Admito que es... Una sorpresa.
La mandíbula de Naruto se tensó y su ceño se apretó con molestia. Sentía la incomodidad de aquel joven al que solía cuidar por las tardes, a través de sus manos, que parecían aferrarse aún más a las suyas como si estuviera esperando a que él dijera algo.
—Si estoy con él o no, es mi problema.—Se limitó a decir.— No entiendo porqué sería una sorpresa. Después de todo, sabes que no solo me gustan las mujeres. ¿Lo has olvidado?
Comenzó a caminar decidido a evitar hacerle pasar una mayor incomodidad a Itachi y con pasos calmos, pasó a un lado de la pareja que se había acercado a ellos.
No tenía ganas de discutir, mucho menos que su salida se arruinara por haberse encontrado con Shion en ese momento. Esperaba poder continuar hablando con su acompañante y le rogaba a cualquier divinidad, que aquel tema no fuera tocado por el azabache, porque entonces no está seguro de que le diría.
—No lo olvido.—La voz de Shion se escuchó una vez más.— Es solo que... —La joven se aproximó a ellos nuevamente, jugueteando con su sedoso cabello y pasándolo hacia atrás cuando volvió a tener de frente a Naruto.— Bueno, tu no tenías tiempo para mi cuando estábamos juntos.
Itachi se removió incómodo comenzando a comprender la situación y sutilmente, intentó soltar la mano de Naruto como único intento de que aquello no pudiera causar una mayor molestia. Sin embargo, el rubio parecía negarse a aquello, porque Itachi solo pudo sentir como el agarre se reforzaba igual que antes, como si esperaba que se quedaran así el tiempo suficiente hasta que la joven se alejara.
Por otro lado, Naruto la miró con molestia y como si una pequeña pizca de culpa se instalara en su pecho, giró su cabeza hacia el pobre chico desconocido que se encontraba a sus espaldas con clara incomodidad.
Uzumaki pensó en lo desagradable que sería todo para él si aquello mismo le ocurría.
—¿Cómo tienes el descaro de venir a decirme eso? Está tu novio presente, se más respetuosa.—Escupió con fastidio.
La chica alzó una ceja y como si no fuera nada más allá de una tontería, saludó al joven que se encontraba detrás del grupo.
—Solo hago una observación, es todo. No es como si fuera a besarte aquí mismo.—Rio tapándose la boca.— Lo nuestro acabó y ya, pero repito, tú no tenías tiempo para mi cuando nos encontrábamos en una relación.
—¿A qué demonios viene eso?
—Quiero saber como...—Los ojos lilas escanearon una vez más el rostro de Itachi, fijándose en los ojos grises que ahora no eran tapados por unos lentes oscuros.— ¿Cómo es que no tenías tiempo para mí, pero pareces tener tiempo para él? Porque después de todo, dudo mucho que una persona ciega no necesite de mayor atención ¿No crees?
Quizás fue por querer detener su propia incomodidad, o quizás solo alcanzó a sentir la molestia de aquel rubio que se encontraba hablando con Shion. Quizás fue ver como el cuerpo del joven se tensaba más de lo que ya se encontraba, que decidió intervenir con el estúpido pensamiento de que su pareja le haría caso.
—Shion, vámonos ahora. Los estás incomodando.—El joven que se había mantenido en silencio desde que se acercaron al par de chicos, se presentó frente a ellos nuevamente.
—Solo es una pregunta, Wataru. Quiero quitarme la duda.
—No necesito de alguien que se encuentre a mi lado o esté pendiente de mi las veinticuatro horas del día como al parecer tú si lo necesitas.—La voz de Itachi se hizo presente. Tan suave y tranquila, que Naruto lo miró algo sorprendido.— No tengo la posibilidad de ver, pero eso no me hace dependiente de una persona. ¿No crees que tienes la posibilidad de estar con una persona sin necesitar su atención por solo cinco minutos?
Itachi sabía que mentía y a la vez no. Ciertamente, muchas de sus actividades necesitaban de la supervisión de una persona de confianza para evitar accidentes, incluso algo tan simple como salir a caminar por el parque como lo habían hecho ellos hasta hacía un par de minutos.
Aún así, también sabía que no necesitaba de la atención de alguien las veinticuatro horas del día y su familia podía confirmar aquello.
Naruto mordió su labio inferior, indeciso entre sonreír porque Itachi había decidido defenderlo aún cuando no lo necesitaba o solo jalar su mano para dejar aquel tema atrás. No quería molestarlo y mucho menos alterarlo, porque no estaba seguro sobre como lo calmaría entonces.
—¿Disculpa?—Oh, la Shion sonó tan ofendida que Naruto quiso carcajearse.
—Lo que escuchas.—Respondió el chico con su vista perdida.— Incluso ahora, luego de haber terminado, vuelves a acercarte para saber si estamos juntos o no. ¿No crees que es una falta de respeto a tu pareja?—Un suspiro cansino escapó de la boca del azabache.— Ahora comprendo porque lo suyo se acabó.
No, no era cierto. Itachi ni siquiera conocía su nombre y su cuidador jamás fue capaz de mencionarlo frente a él. No conocía su historia ni por lo que habían pasado juntos, pero estaba decidido a defender a Naruto si notaba que hacía falta.
Esperaba que el rubio no se ofendiera por haberle hablado así, después de todo, no sabe que tanto puede afectarle el hecho de haberla, prácticamente, insultado. Luego lo arreglaría o en todo caso, obligaría a Shisui a que se disculpe con él.
Una suave risa se escuchó de Shion y Naruto maldijo en su mente porque fuera una mujer y no un hombre. Sabía lo malnacida que podía llegar a ser si se lo proponía y si fuera un chico el que se estaría burlando de él, un maldito puñetazo no le vendría mal.
—¿Tan rápido me superaste entonces?—Preguntó mirando a su ex, sin notar la molestia en el rostro de su actual pareja.
—¿Te molestaría si lo hiciera?—Itachi preguntó.
La mandíbula de Shion se tensó por un instante antes de relajar su semblante.
—Ya veremos si terminas llorando o no porque él no te tenga como prioridad.
—¿Quién demonios hace eso?—Susurró Itachi confundido.
No es que él no ponga como prioridad a una persona, incluso con su propia familia él consideraba que están por delante de él mismo. Pero en una relación, cuando ambos pueden hablar sus diferencias y ambos tienen conocimiento de que no deben depender por completo del otro, es muy diferente.
Porque una cosa es poner al otro como prioridad durante cada día y a cada minuto. Otra muy distinta, es conocer los límites que se tiene con respecto a ello, sobre todo si ni siquiera son esposos.
>>De todas formas, puedes quedarte tranquila.—Continuó.— Dudo mucho que pase algo así, pero en todo caso, no lloraré contigo. ¿Gracias por ofrecerte?—Preguntó indeciso.
Naruto sintió su cuerpo relajado después de unos minutos y apretó sus labios para no soltar una risa en cuanto vio el rostro deformado de Shion por la molestia.
—¿Entonces está confirmado? ¿Me has superado?
Los ojos azules de Uzumaki se desviaron hacia aquel chico llamado Wataru y como si el contrario supiera lo que intentaba decirle con su mirada, solo negó en silencio. Naruto sabía que había aceptado su silenciosa disculpa.
De repente, la mano que se entrelazaba con la suya se soltó y fue subiendo lentamente por su brazo consiguiendo su atención.
La mano libre de Itachi continuaba su camino por su hombro, luego su cuello y finalmente, acarició con suavidad el mentón de su cuidador.
Naruto no supo reaccionar, o quizás no pudo, solo alcanzó a sentir como aquella pálida mano acariciaba su mejilla y se posicionaba detrás de su cuello.
Con un suave empujón, el rubio se vio degustando el suave sabor del helado de menta que aún quedaba en la boca de Itachi mientras sentía los labios del azabache moverse con paciencia y tranquilidad.
Sus ojos azules se encontraban abiertos más de lo normal y la mano del contrario, volvió a recorrer el mismo camino que había hecho antes para entrelazar nuevamente sus dedos.
—¿Eso sirve para responder a tu pregunta?—Preguntó agitando suavemente el brazo de su cuidador.— Debemos irnos, así que por favor, no continúes molestando.
Oh, Itachi se arrepentiría de aquella acción más tarde y de como había permitido que el enojo lo hiciera actuar como lo hizo. Quizás esa vez, solo esa vez, agradecía no poder ver el rostro del joven con el que se había permitido ser irrespetuoso.
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!